The Goring, as¨ª es el hotel de Londres que m¨¢s le gustaba a la reina Isabel
Abierto desde 1910, la monarca le otorg¨® a este alojamiento una distinci¨®n real por sus servicios. Por sus habitaciones han pasado Winston Churchill o Kate Middleton la noche antes de su boda. Hoy la oveja ¡®Barbara¡¯ y el poni ¡®Teddy¡¯ son dos de sus hu¨¦spedes m¨¢s ilustres
Hay muchas cosas que a la reina Isabel II le gustaba hacer cuando no estaba en su castillo favorito, el de Balmoral (Escocia), y permanec¨ªa en Londres: pasear por los almacenes Fortnum & Mason, disfrutar de una espuma de anguila ahumada en Bellamy¡¯s (en el barrio de Mayfair) o degustar sus huevos favoritos con langosta en The Goring, el hotel m¨¢s cercano al palacio de Buckingham y uno de los favoritos de la realeza brit¨¢nica desde que abri¨® sus puertas en 1910. Este m¨ªtico alojamiento de la capital brit¨¢nica goza del raro privilegio de ser el ¨²nico hotel al que la reina otorg¨®, en 2013, una Royal Warrant, distinci¨®n real que da la casa real brit¨¢nica por sus servicios de hospitalidad y que los acredita como proveedores oficiales.
El ¨²ltimo basti¨®n de la hosteler¨ªa independiente londinense fue fundado por un alem¨¢n, Otto Goring, que se traslad¨® a Londres en 1893 para emplearse como camarero de banquetes. Trabajador infatigable, en 1910 lograba abrir un establecimiento de solo 50 habitaciones, cuya titularidad, a d¨ªa de hoy, sigue ostentando la misma familia. El edificio fue dise?ado por el arquitecto John Evelyn Trollope, uno de los m¨¢ximos exponentes del barroco eduardiano, y fue el primer hotel del mundo en ofrecer calefacci¨®n central y ba?o en cada habitaci¨®n.
The Goring tuvo, adem¨¢s, un papel destacado durante los conflictos b¨¦licos. Winston Churchill celebr¨® reuniones con los aliados en la Silver Room durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que el Ej¨¦rcito polaco en el exilio tuvo su base en el piso de arriba. Incluso la madre de Churchill, Jennie Spencer-Churchill, se aloj¨® all¨ª durante una temporada. No solo fue un enclave primordial en las guerras, sino tambi¨¦n en las celebraciones. Por ejemplo, en 1953, con motivo de la coronaci¨®n de Isabel II, se convirti¨® en anexo del palacio de Buckingham y hosped¨® a gran parte de la realeza y aristocracia europea invitada. A?os m¨¢s tarde, la familia Middleton tomar¨ªan el hotel durante el enlace real de Kate Middleton con Guillermo de Inglaterra, actual heredero al trono. La Royal Suite del ¨¢tico fue la elegida por la hoy princesa de Gales para pasar la noche antes de su boda el 29 de abril de 2011. Esta estancia de 111 metros cuadrados, dise?ada por Russell Sage, exhibe objetos reales ¨²nicos, desde cartas manuscritas hasta indumentaria militar. Una de las piezas m¨¢s curiosas es el retrato a tama?o natural de la reina Victoria, emplazado en la ducha doble del ba?o y protegido por un cristal de seguridad.
Huevos y champ¨¢n
El restaurante del hotel, laureado con una estrella Michelin y capitaneado por el chef Richard Galli, goza desde hace tiempo de una gran reputaci¨®n a la hora de reinventar platos de la gastronom¨ªa cl¨¢sica brit¨¢nica. Tambi¨¦n es uno de los ¨²ltimos restaurantes londinenses en servir costillas de ternera asadas en un carrito de plata. Durante sus visitas, los miembros de la casa Windsor sol¨ªan pedir el mismo plato de marisco a base de huevos y langosta: los c¨¦lebres huevos Drumkilbo. Esta receta hist¨®rica, favorita tanto de la Reina Madre como de su hija, Isabel II, tiene su origen en las cocinas de Drumkilbo House, en Perthshire (Escocia). Todo ello en un entorno muy especial, ya que la sala, dise?ada por David Linley, se inspira en una famosa fotograf¨ªa de debutantes tomada por Cecil Beaton.
The Goring lleva perfeccionando el men¨² del Afternoon Tea desde que abri¨® sus puertas hace m¨¢s de un siglo y que remata con una copa de champ¨¢n Bollinger, el espumoso favorito de Isabel de Inglaterra. Los c¨®cteles se elaboran con m¨¢s de cien hierbas diferentes recolectadas del propio jard¨ªn del hotel para elaborar cl¨¢sicos de autor y viejos favoritos, desde el Rosehip Royale hasta el Coronation Cup (con ginebra y Dubonnet, otros de los cl¨¢sicos de la reina).
Hoy el hu¨¦sped m¨¢s c¨¦lebre del hotel es, sin duda, la oveja Barbara. Los clientes comentaron a Otto Goring que cuando se alojaban en su propiedad sent¨ªan la paz y la calma de un hotel rural, debido al hermoso jard¨ªn y a la ubicaci¨®n tan tranquila, en el londinense barrio de Belgravia. El del Goring, de 41 x 30 metros cuadrados (dimensiones superiores a la pista central de Wimbledon), es el jard¨ªn de hotel m¨¢s grande del centro de Londres y cuenta con un jardinero a tiempo completo. Un d¨ªa, mientras conduc¨ªa por Devon, el se?or Goring se top¨® con el taller de un artesano que fabricaba ovejas de madera con lana de oveja aut¨¦ntica. Adquiri¨® una, pues le pareci¨® que daba vida al ambiente campestre del alojamiento. A los hu¨¦spedes les encant¨® y, a partir de entonces, la oveja Barbara es parte de la estela legendaria del lugar y la campa?a m¨¢s grande de marketing orquestada hace un siglo e indemne hasta ahora.
Pero Barbara no es el ¨²nico animal ilustre del hotel. Adem¨¢s de ser una celebridad internacional, el poni Teddy (con 174.000 seguidores en su cuenta de Instagram) es otro de sus visitantes espor¨¢dicos m¨¢s queridos. Teddy pertenece a la familia Goring y durante algunas temporadas se aloja en el jard¨ªn de la planta baja. Para festejar sus visitas se lanza una edici¨®n limitada del t¨¦ de la tarde, Teddy el Shetland, con deliciosos pasteles con formas de ponis, herraduras y minitartas de manzana.
El amor por los animales es una constante en la decoraci¨®n, como se muestra en la reforma del lobby a cargo de la casa Fromental, siguiendo la tradici¨®n paisajista inglesa. En el papel pintado se representan a animales del zoo de Londres escapando hacia los bosques. ?Una curiosidad m¨¢s? La misma Kate Middleton se encarg¨® de concluir las figuras del Le¨®n y el Unicornio que representan el blas¨®n real.
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