Descubriendo Nicoya, el nuevo para¨ªso del surf
Esta pen¨ªnsula costarricense es un destino cada vez m¨¢s popular para los que visitan el pa¨ªs buscando las olas del Pac¨ªfico. Pueblos muy animados, playas con acceso a islas remotas y agradables comunidades de ticos, entre los que se mezclan los viejos ¡®hippies¡¯ y los nuevos n¨®madas digitales, sorprenden al viajero en este id¨ªlico lugar
Dividida entre la provincia de Guanacas?te al norte y Puntarenas al sur, Nicoya es la regi¨®n m¨¢s seca y soleada de Costa Rica, un destino de sol y playa, pero portador sobre todo de las mejores opciones de surf del pa¨ªs. Aqu¨ª est¨¢n algunos de los pueblos que los amantes del surf de todo el mundo conocen bien: Montezuma, Tamarindo, Nosara, Mal Pa¨ªs y Santa Teresa (estos dos ¨²ltimos est¨¢n juntos).
Aunque es un poco m¨¢s agres?te que el resto de Costa Rica, y los desplazamientos son un poco m¨¢s complicados, en esta zona del Pac¨ªfico quedan todav¨ªa verdes tramos de selva, impresionantes casca?das y mucha fauna. La pen¨ªnsula es una de las ¨²nicas cinco zonas azules del planeta: los ticos que viven all¨ª tienen una fan?t¨¢stica salud y vidas muy lon?gevas.
En el sur est¨¢n las playas m¨¢s conocidas, las mencionadas: tranquilas poblaciones como S¨¢ma?ra y Montezuma resumen la esencia de esta pe?n¨ªnsula noroccidental, y la elegante Santa Teresa atrae a surfistas incondicionales y n¨®?madas digitales. Pero solo hay que seguir la costa hacia el norte para encontrarnos otros rincones igual de apetecibles: las playas bordeadas de almendros y los estudios de yoga de Nosara subrayan la fama de Costa Rica como destino de bienestar y relajaci¨®n, mientras que la playa Ostio?nal ofrece refugio para que aniden miles de tortugas marinas. Un poco m¨¢s al norte, Tamarindo, un destino de surf, ofrece olas y un animado ambiente de fiesta, con parques nacionales y las olas m¨¢s grandes a un paso de all¨ª. De all¨ª, hacia el norte, una sucesi¨®n de playas nos lleva hasta el Golfo del Papagayo: Conchal es una magn¨ªfica playa cubierta de millones de blancas conchas y la puerta de entrada a la costa oeste de Nicoya, con el aeropuerto internacional de Liberia muy cerca, al que llegan directamente, sin pasar por San Jos¨¦, muchos amantes del surf y las playas.
1. Montezuma, un pueblo hippy con cascadas espectaculares
Bohemia y tranquila, Montezuma, en el sur de la pen¨ªnsula de Nicoya, ha ido construy¨¦ndose un ambiente hippy muy atractivo y es adem¨¢s un sitio m¨¢s barato y mucho m¨¢s peque?o que la cercana Santa Teresa, cada vez m¨¢s tur¨ªstica. Montezu?ma tiene mucho encanto, sobre todo el centro del pue?blo, con tiendas, locales de artesan¨ªas y kioskos a precios razonables. Eso, al margen de la playa: una maravilla salpicada de rocas que serpentea costa arriba hacia la magn¨ªfica cascada El Chorro. En todo el planeta solo hay siete cascadas que se precipitan al mar y una de ellas es El Chorro, que vierte sus aguas sobre las olas de la playa Co?colito, a unas dos horas a pie de la propia Montezuma.
Pero Montezuma tambi¨¦n es un importante centro de transpor?te y un punto de partida para llegar a la cercana Puntarenas y a la regi¨®n de la costa central del Pac¨ªfico, a donde se puede llegar cruzando en barco el golfo de Nicoya. Sin embargo, antes de embarcar en el ferri a Jac¨®, vale la pena explorar los alrededores, por ejemplo, para descubrir la primera reserva natural de Costa Rica o acampar en una playa bioluminiscente.
A muy pocos kil¨®metros est¨¢n la Reserva Natu?ral Cabo Blanco, el primer parque de Costa Rica y la playa de Tambor, donde uno puede alojarse en lujosos resorts con todo incluido o en un modesto camping al estilo tico. A unos cuantos minutos de Tambor se halla la playa Pochote, donde se puede pescar de d¨ªa y ver biolumi?niscencia de noche.
En la Reserva de Cabo Blanco hay muchos circuitos guiados, pero tambi¨¦n se puede explorar el sendero Dan¨¦s y el sendero Sueco por libre (est¨¢ prohibido apartarse de estos dos senderos): el Dan¨¦s (dos kil¨®metros) es mucho m¨¢s sencillo y corto, mientras que el Sueco tiene poco m¨¢s de cuatro kil¨®metros e implica una caminata bastante intensa. Sin embargo, se acaba en la playa Cabo Blanco, un id¨ªlico y remoto tramo de costa. En el camino hay que estar atentos para ver ciervos, monos, coat¨ªes y muchas aves, como golondrinas de mar, pelicanos y piqueros pardos
2. Santa Teresa, para¨ªso de surfistas y n¨®madas digitales
Santa Teresa tiene un ambiente tranquilo y genial, con elegantes bares y caf¨¦s, una ancha playa de arena blanca y grandes y consistentes olas, que son su principal reclamo. Estamos en la punta meridional de la pen¨ªnsula de Nicoya, justo al otro lado de Montezuma, pero ambas poblaciones no podr¨ªan ser m¨¢s diferentes. En Santa Teresa no hay mucho ambiente hippy: es m¨¢s un lugar de n¨®madas digitales, surfistas y j¨®venes modernos.
Aparte de la playa, Santa Teresa consiste en una larga calle repleta de coches, motocicletas y quads. Solo una parte est¨¢ asfaltada, lo que hace que recorrerla a pie sea complicado, sobre todo durante la estaci¨®n de lluvias, pero con un quad se podr¨¢ ir hasta la playa Hermosa, Malpa¨ªs e in?cluso a Montezuma.
La excursi¨®n m¨¢s interesante es ir a isla Tortuga para explorar las templadas aguas del golfo alrededor de la pen¨ªnsula. Lo m¨¢s habitual es pasar un d¨ªa en sus playas, con mucho tiempo para tumbarse en su playa y bucear en sus transparentes aguas, contemplando gran cantidad de peces tropicales, peces ¨¢ngel y quiz¨¢ una o dos rayas jaspeadas. A mayor profundidad, se ver¨¢n un mont¨®n de mantarrayas, anguilas y posiblemente tiburones de puntas blancas.
Otra escapada popular es a Playa Hermosa. En direcci¨®n opuesta a Malpa¨ªs, m¨¢s all¨¢ del extremo norte de Santa Teresa, Hermosa es una playa encantadora y m¨¢s tranquila, ideal para dar clases de surf o tomar el sol, con una frondosa selva como tel¨®n de fondo. Aunque se puede ir a pie desde Santa Teresa, la carretera est¨¢ llena de baches y puede que haya perros callejeros, por lo que lo mejor es ir en quad.
Adem¨¢s de ideales para surfear, las playas de Santa Teresa son muy hermosas, llenas de peque?os afloramientos rocosos y pozas mareales, y cubiertas de fina y suave arena. Tanto si se surfea como si no, no hay que perderse los atardeceres en la playa principal de Santa Teresa.
3. S¨¢mara, suaves olas y ambiente familiar
S¨¢mara no es tan f¨¢cil de encontrar en el mapa, a no ser que se busque. Quiz¨¢ sea esa la gracia. Muchos prefieren la pr¨®spera Tama?rindo, m¨¢s al norte, llena de expatriados extranjeros, o el ambiente so?fisticado de Nosara, m¨¢s grande y no muy lejos. Aun as¨ª, los m¨¢s enterados suelen preferir este peque?o pero m¨¢gico pueblo playero lleno de surfistas principiantes, ticos, viajeros y hippies que buscan un lugar para sentirse como en casa.
El encanto de S¨¢mara atrae a viajeros y ticos de todo tipo: gente agradable que se congrega en la playa para ver el atardecer, que pasea por la feria del s¨¢bado o va al Blue Iguana a escuchar m¨²sica en directo. Aqu¨ª no encontraremos clubes como los de Tamarindo ni retiros de yoga como los de Nosara, pero s¨ª un sentimiento de comunidad, con un mar azul intenso y suaves olas ideales para principiantes.
El carisma de S¨¢mara reside en su ecl¨¦ctica mezcla de ticos y expatriados. Es un des?tino apto para familias, con un ambiente hippy y gente de todas las edades. Hay ni??os rubios, surfistas ticos y jubilados paseando por las playas o comiendo en el Coco¡¯s Mexican Restaurant, el Mama Gui, el Limey¡¯s Bar & Restaurant o el Bohemia Caf¨¦. Y luego est¨¢n los alrededores de S¨¢mara, en los que hay tambi¨¦n mucho por disfrutar: desde contemplar a las tortugas que desovan, hasta buscar la playa m¨¢s apartada, desde la escondida playa Barrigona, salpicada de pozas poco profundas de aspecto que se llenan con la marea, y con millones de cangrejos, hasta el litoral bordeado de almendros y las espectaculares olas de Nosara.
Seg¨²n la ¨¦poca del a?o, tambi¨¦n podremos acercarnos a la playa Corozali?to despu¨¦s del atardecer para ver desovar a cientos de tortu?gas lora: estas criaturas emergen lentamente del mar, iluminadas por la c¨¢lida luz roja de linternas espe?ciales. Y es que bajo la superficie del mar se halla uno de los secretos m¨¢s espectaculares de S¨¢mara: un arrecife de coral lleno de peces globo, peces murci¨¦lago, mantas, anguilas, tortugas y quiz¨¢ alg¨²n tibur¨®n de arrecife. Aunque es posible perderse en el laberinto de formaciones de coral buceando con tubo frente a la isla Chora, tambi¨¦n se puede explorar su arrecife submarino o el de la cercana playa Carrillo haciendo submarinismo. La lluvia y el estado del mar pueden enturbiar las aguas y disminuir la visibilidad, por lo que las inmersiones son mejores en las ¨¦pocas m¨¢s secas.
4. Visitar Nosara, el epicentro del yoga en Nicoya
En coche, siguiendo por la costa, hay media hora entre S¨¢mara y Nosara, donde los centros de retiro de yoga se mez?clan con playas bordeadas de almendros, las olas son espec?taculares y las corrientes de resaca implacables. Hay igua?nas tomando el sol por todas partes. En Nosara nos esperan placeres como cruzar una elegante arboleda de achaparrados almendros para disfrutar de uno de los mejores atardeceres de la pen¨ªnsula en la playa Guiones. Peque?as calles llenas de baches conec?tan el pueblo con los hoteles y caf¨¦s de la playa, y uno puede perderse en la frondosa selva a solo unos minutos de la costa.
Para ir de playa en playa es imprescindible contar con veh¨ª?culo propio. Tanto la playa Garza como la playa Ostional es?t¨¢n a una buena caminata (esta ¨²ltima es famosa por la anida?ci¨®n de tortugas). Otras playas de Nosara son la larga Nosara, al sur de Ostional, la playa Pelada, excelente para ver vida marina, y Guiones, que ofrece las mejores condiciones para el surf. En Nosara las olas son m¨¢s grandes que en S¨¢mara, y a los surfistas de nivel intermedio y experto su larga y serpenteante rompiente les resulta m¨¢s divertida y exigente. Los principian?tes pueden sentirse abrumados por el oleaje, y las corrientes de resaca no son ninguna broma.
Pero esta parte de la pen¨ªnsula se est¨¢ haciendo famosa por sus centros de retiro de yoga y bienestar. Bodhi Tree y PachaMama son dos populares opciones que ofrecen ex?periencias distintas. El segundo es una comunidad ecol¨®gica con opciones de alojamiento que van de camping y casitas al aire libre a casas para familias, ideales para una experiencia inmersiva. El Bodhi Tree tiene un ambiente m¨¢s de resort, con spa, una enorme piscina y clases de yoga. En Nosara tambi¨¦n est¨¢ el albergue Selina, apartado de la playa, con una completa programaci¨®n de clases puntuales de yoga y bienestar.
5. Tamarindo, olas para principiantes y ambiente de fiesta
La animada y estridente Tamarindo tambi¨¦n es famosa por el surf y su ambiente de fiesta. Aunque a menudo, y de forma injusta, se dice de ella que no es la aut¨¦ntica Costa Rica, es bastante aut¨¦ntica a su manera, con olas sencillas, un acceso f¨¢cil al Parque Nacional Marino Las Baulas y todo tipo de propuestas al caer la noche. En definitiva: un pueblo fiestero donde las olas y las cer?vezas fluyen sin parar. Tamarindo es el destino ideal para divertirse, relaj¨¢ndose en las largas playas, caminando hasta la playa Grande o cantando a pleno pul?m¨®n en el Sharky¡¯s. Tambi¨¦n se ofrecen muchas actividades saludables, como yoga en la playa y circuitos en catamar¨¢n. Con opciones econ¨®micas para comer y alojarse, y naturaleza salvaje a un corto trayecto en barco, es un lugar acogedor lleno de gente agradable para no aburrirse ni un segundo.
En los alrededores de Tamarindo no faltan playas desiertas de arena blanca, enormes olas y manglares. No hay que irse muy lejos para encontrar un solitario tramo de arena. Bordeada por las menos concurridas playas Langosta y Grande, adem¨¢s de por el Parque Nacional Marino Las Baulas, est¨¢ tan lleno de naturaleza como de cerveza Imperial.
Tampoco se necesita coche para llegar a Langosta y Grande: siempre que se tengan en cuenta las mareas, se puede ir a pie. El Parque Nacional Marino Las Baulas abarca ambas playas y es, en parte, zona de anidaci¨®n de tortugas y en parte un estua?rio bordeado de manglares lleno de cocodrilos, monos y aves. Una de las mejores excursiones, ya camino hacia el norte, hacia Playa Conchal, es Brasilito, una humilde playa con un pu??ado de restaurantes y alojamientos, y una o dos tiendas. Ofrece las mismas fabulosas vistas del Pac¨ªfico que hay por toda esta cos?ta: grandes y suaves olas ba?ando una playa salpicada de conchas y bordeada de palme?ras, con el cielo azul como tel¨®n de fondo
6. Playa Conchal, cubierta de conchas blancas
Desde Brasilito, hay que bajar por la playa hasta m¨¢s all¨¢ del Indira Bar Restaurant y recorrer un camino bordeado de selva hasta la playa Conchal. Ser¨¢n recibidos por vende?dores de helados y c¨®cteles de Flor de Ca?a, ideales para dis?frutar de la que probablemente sea la mejor pura vida de la pen¨ªnsula de Nicoya.
Brillantes conchas marinas se combinan con aguas azules transparentes en la id¨ªlica playa Conchal. Este magn¨ªfico y extenso arenal est¨¢ cubierto de millones de conchas blancas alisadas que resultan agradables de pisar, y unas aguas de color azul intenso templadas, ideales para nadar, gracias a que est¨¢n en una resguardada bah¨ªa. Tambi¨¦n est¨¢ bordeada de hoteles y resorts que tienen acceso directo a la playa, por ejemplo a la de Brasili?to, donde se puede disfrutar de un d¨ªa tomando el sol entre conchas.
La blanca playa Conchal es la puerta de entrada al fabuloso oeste de la pen¨ªnsula de Nicoya, salpicado de golfos. Solo hay que subir serpenteando por la pen¨ªn?sula por carreteras secundarias desde Conchal hasta Playas del Coco, disfrutando de cada peque?a playa y pueblo por el camino. Tambi¨¦n se puede hacer en sentido inverso, empezando en Liberia y descendiendo desde Playas del Coco hasta el sur. Apar?te de descansar en la arena, esta zona ofrece mercados, masajes, buceo y pesca. Adem¨¢s, el Diamante Eco Adventure Park y el Congo Canopy ofrecen circuitos por la selva en quad y tirolina.
Una de las playas m¨¢s llamativas es Playa Flamingo, con un gran puerto deportivo, muchos resorts y spas, pero tambi¨¦n con un toque aut¨¦ntico, que subrayan un mercado nocturno semanal y mucha m¨²sica en directo. Solo 10 minutos al norte de Flamingo, la playa Potrero ofrece incre¨ªbles puestas de sol, excelentes opciones de ba?o y una gran comunidad de pescadores que pueden ayudar a pescar alg¨²n preciado trofeo.
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