El Tokio de los ¡®yokocho¡¯ o ¡®zakkyo¡¯, paradas y conceptos para completar la gu¨ªa tur¨ªstica convencional
El arquitecto alicantino Jorge Almaz¨¢n lleva 20 a?os viviendo en Jap¨®n y ahora publica ¡®Emergent Tokyo. Designing the Spontaneous City¡¯, un libro que ayuda a convertir un simple paseo en una excursi¨®n de inesperados hallazgos gracias a los cinco fen¨®menos urbanos que se dan en la ciudad
Un remedio infalible para reducir el estr¨¦s que el desconocimiento del idioma produce en la primera visita a Tokio es entender c¨®mo funciona esta urbe en la que Madrid cabe m¨¢s de tres veces y donde sus 14 millones de habitantes disponen de 882 estaciones de metro y tren. Quienes mejor explican Tokio a un visitante extranjero son los residentes for¨¢neos de largo tiempo, como Jorge Almaz¨¢n, arquitecto alicantino que lleva 20 a?os en Jap¨®n y autor del libro (por ahora solo en ingl¨¦s) Emergent Tokyo. Designing the Spontaneous City, un an¨¢lisis de las calles de la capital nipona que busca cambiar la percepci¨®n de la urbe abigarrada y desapacible.
¡°Tradicionalmente, Tokio se describe como una ciudad de caos, una jungla urbana¡±, dice Almaz¨¢n, quien es, adem¨¢s, profesor titular de la Universidad de Keio. ¡°Pero Tokio de caos tiene poco. Los edificios no est¨¢n alineados, tienen diferentes alturas, pero la funcionalidad es muy buena¡±, a?ade.
Emergent Tokyo (Tokio emergente) ha tenido gran eco entre los arquitectos del mundo por su novedosa explicaci¨®n de la capital nipona como una urbe cuyo crecimiento de abajo hacia arriba es digno de estudiar y posible replicar en Occidente. El libro ayuda, adem¨¢s, a convertir un simple paseo tur¨ªstico en una excursi¨®n de inesperados hallazgos gracias a los cinco fen¨®menos urbanos explicados en detalle con fotograf¨ªas y gr¨¢ficos axonom¨¦tricos, que permiten ver lo que pasa en el interior de esos espacios.
1. Callejones con encanto, los ¡®yokocho¡¯
El primer fen¨®meno urbano del que habla el libro es el yokocho (literalmente, ¡°callej¨®n¡±). Algunas gu¨ªas tur¨ªsticas lo describen como una traves¨ªa corta, escondida pero c¨¦ntrica, con filas de bares diminutos y un tanto destartalados, donde se come y se bebe como los locales y a muy buen precio. El espacio promedio del bar de yokocho es de unos 10 metros cuadrados y en muchos de ellos entran apenas seis personas, incluido el propietario. Su decoraci¨®n suele reflejar la personalidad del propietario, una mezcla de chef, barman, consejero sentimental, maestro de ceremonias y, a menudo, especialista en alg¨²n ins¨®lito tema, sean piedras preciosas, la historia del banjo, filosof¨ªa budista o la nouvelle vague.
En el yokocho de Golden Gai, en la zona de Shinjuku, hay un bar bautizado La Jet¨¦e en homenaje al director franc¨¦s Chris Marker, cuya due?a se jacta de haber sentado entre sus comensales a cineastas como Francis Ford Coppola, Pedro Almod¨®var y Wim Wenders.
En Tokio emergente aprendemos que el yokocho, lejos de ser un ex¨®tico invento con ra¨ªces milenarias, es la evoluci¨®n natural de los mercados negros nacidos alrededor de las grandes estaciones tokiotas despu¨¦s de la derrota del pa¨ªs en la Segunda Guerra Mundial. Almaz¨¢n equipara el yokocho a lo que el soci¨®logo americano Ray Oldenburg llam¨® ¡°tercer espacio¡±, ese lugar fuera del hogar y del trabajo donde experimentamos un sentido de pertenencia y conexi¨®n. ¡°Aqu¨ª no necesitas el japon¨¦s, incluso en algunos sitios hablan ingl¨¦s¡±, explica el arquitecto.
Los yokocho analizados en su libro son muy accesibles para el viajero reci¨¦n llegado por estar cerca a grandes estaciones: Golden Gai (Estaci¨®n de Shinjuku), Nonbei Yokocho (Shibuya) y Yanagi-Koji (Nishi Ogikubo).
2. La conveniencia de lo vertical: los edificios ¡®zakkyo¡¯
El primer selfi para enviar a casa desde Tokio suele tomarse en el distrito de Shinjuku, frente a los neones y letreros luminosos que cuelgan de edificios multiusos llamados zakkyo buildings. Son la versi¨®n vertical del yokocho, con la diferencia de que en sus reducidos interiores es posible comprarse unas gafas en el primer piso, comer excelentes ravioli a la napolitana en el segundo, contratar un detective privado en el tercero y cantar karaoke en el cuarto.
Para Almaz¨¢n, el edificio zakkyo reproduce la sinergia de las tiendas a nivel de calle y permite que peque?os comerciantes accedan al mercado masivo del centro de la capital. ¡°Cuanto menor superficie tiene tu negocio, m¨¢s barato el alquiler y quiz¨¢s puedas manejarlo t¨² solo sin necesidad de contratar a nadie¡±, afirma.
Los edificios zakkyo m¨¢s famosos del mundo est¨¢n en la avenida Yasukuni, inmortalizados por Bill Murray cuando los admira desde su taxi en la secuencia inicial de Lost in Translation.
El libro recomienda tambi¨¦n los edificios zakkyo junto a la estaci¨®n de Kagurazaka, una afrancesada zona de restaurantes tradicionales y europeos, y Shimbashi, el lugar donde acuden los oficinistas amigos de la cerveza artesanal, el sake y las brochetas de pollo.
3. Aprovechar el espacio bajo las v¨ªas
Decir que un grupo de restaurantes construido debajo de una autopista ha sido etiquetado por los medios japoneses como ¡°la tierra prometida del ligue¡± puede parecer exagerado, hasta que uno camina por Ginza Corridor. El Ginza Corridor se inici¨® cuando un grupo de empresarios tuvo la inusual idea de construir el tramo de una c¨¦ntrica autopista y financiarlo con los ingresos de los comercios situados debajo de las v¨ªas. Hoy, empleados y empleadas de las grandes multinacionales japonesas situadas en el vecindario llegan, seg¨²n el libro Emergent Tokyo, a buscar ¡°romances de variada duraci¨®n¡±.
Aprovechar al m¨¢ximo el espacio es tambi¨¦n el objetivo de Ameyoko, un centro comercial debajo de las v¨ªas del tren en el barrio de Ueno y donde se requiere paciencia para elegir entre la apabullante oferta de mochilas, zapatillas deportivas, pescado seco, legumbres y restaurantes.
Almaz¨¢n aconseja visitar los espacios debajo de la estaci¨®n de tren de Koenji, la meca de los nost¨¢lgicos del primer punk japon¨¦s y donde cada agosto tiene lugar un masivo baile folcl¨®rico callejero.
4. Venecia sepultada: calles ¡®ankyo¡¯
Pocas gu¨ªas tur¨ªsticas hacen referencia al Tokio antiguo como un digno rival de Venecia. La densa red de r¨ªos y canales de la ciudad, activa en la era Edo (1603-1868), fue sepultada en diversas etapas de modernizaci¨®n y hoy se puede identificar en tranquilas calles peatonales llamadas ankyo (literalmente, canales oscuros).
En el barrio joven de Harajuku, hogar de las Lolitas g¨®ticas y cantera de modistos vanguardistas, se esconde una calle de 275 metros de longitud conocida como el ¡°camino Brahms-Mozart¡± por unas placas con los nombres de los dos compositores instaladas por un empresario aficionado a la m¨²sica cl¨¢sica.
El paseo Kuhombutsu, en la zona residencial de Jiyugaoka, es otro antiguo canal donde mejor se entiende el concepto de ciudad emergente, pues surgi¨® de la interacci¨®n entre las residentes del barrio que por accidente descubrieron que poner bancos en una zona peatonal pondr¨ªa fin a su uso como aparcamiento de bicicletas. Hoy tiene m¨¢s de 200 bancos y es un excelente lugar para tomar un helado y ver jugar a los ni?os, ponerse al d¨ªa en la moda local o intentar descifrar el lenguaje no verbal de las j¨®venes parejas japonesas.
5. Un oc¨¦ano de casas
Marcharse de Tokio sin conocer los extensos y sosegados vecindarios llenos de casas unifamiliares de dos pisos es perderse una parte ¨ªntima del estilo de vida nip¨®n y el escenario favorito de algunos h¨¦roes de manga o personajes de alguna novela de Haruki Murakami. En este oc¨¦ano de casas habita el japon¨¦s promedio que deja a la vista de todo, juguetes, bicicletas y ropa tendida. Tokio emergente recomienda los vecindarios de Higashi-Nakanobu, Tsukishima y la zona norte de Shirokane.
Todas tienen estaciones alrededor de las cuales hay restaurantes y cafeter¨ªas que permiten programar la visita para coincidir con la hora de la comida o una pausa en medio del ajetreo de las partes m¨¢s c¨¦ntricas de Tokio.
Para tener una inmersi¨®n completa en la ciudad, Almaz¨¢n recomienda elegir para alojarse una casa peque?a en un vecindario como Koenji, una mezcla de suburbano perif¨¦rico con una estaci¨®n de tren rodeada de zona comercial y el sabor aut¨¦ntico de los bares debajo de las v¨ªas.
Al llamar la atenci¨®n sobre fen¨®menos urbanos dif¨ªciles de identificar para el viajero extranjero, el libro aporta un punto de vista que completa la gu¨ªa tur¨ªstica convencional. ¡°Cuando vamos a Nueva York sabemos que hay que ver algo m¨¢s que Times Square para entenderla¡±, afirma el arquitecto, que a?ade que hasta ahora miramos a Tokio con una visi¨®n ¡°orientalista¡± que la simplifica. ¡°Les estamos quitando la posibilidad de tener una sociedad compleja y din¨¢mica como la nuestra¡±, sentencia.
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