Charles Costa, m¨²sico y corredor: ¡°Correr hacia un horizonte en constante cambio es una forma espectacular de vivir¡±

El cantante de folk-pop Charles Costa (Londres, 39 a?os), anteriormente conocido como King Charles, quer¨ªa contar una historia: c¨®mo corri¨® 90 maratones en 90 d¨ªas. C¨®mo recorri¨® 3.800 kil¨®metros. Y c¨®mo, en el proceso, recaud¨® 165.000 libras (198.532 euros al cambio actual) para luchar por la salud mental y la prevenci¨®n del suicidio.

¡°Queridos, ha llegado el momento de cerrar el cap¨ªtulo de King Charles y comenzar uno nuevo como Charles Costa. Es el momento de emprender un nuevo viaje con nueva m¨²sica [su ¨¢lbum, llamado Charles Costa, sali¨® a la venta el pasado 24 de enero de 2025]. Nunca he estado m¨¢s emocionado de embarcarme en una nueva aventura¡±. Con estas palabras, anunciaba el pasado mes de mayo en su cuenta de Instagram que iba a recorrer, en 90 maratones distribuidos a lo largo de 90 d¨ªas, el Sendero de la Cresta del Pac¨ªfico, de Canad¨¢ a M¨¦xico. A los pocos d¨ªas de finalizar su viaje, se conecta desde su apartamento en Londres para contarle a EL PA?S su particular expedici¨®n.

Pregunta. ?C¨®mo definir¨ªa la aventura?

Respuesta. Una experiencia avasallante y abrumadora con paisajes extraordinarios.

P. En su opini¨®n, ?este viaje puede inspirar a otras personas?

R. S¨ª, eso creo. Y animo a la gente a que lo realice. Pero tienen un reto enorme por delante, porque puede parecer demasiado complicado o demasiado grande (y lo es). Pero, si pones tu mente en ello, puedes lograr cosas sorprendentes.

P.?Qu¨¦ le dir¨ªa a alguien antes de hacer este reto?

R. No necesitas hacerlo... r¨¢pido. Es tan hermoso, tan maravilloso que merece la pena ir despacio, disfrutando de cada momento. Hazlo despacio, eso es lo que recomendar¨ªa.

P. ?Lleg¨® al l¨ªmite en alg¨²n momento?

R. S¨ª, en dos ocasiones. La primera fue cuando, a mitad del camino, estaba en las monta?as, donde apenas dorm¨ªa, y un d¨ªa, despu¨¦s de recorrer casi 70 kil¨®metros, tom¨¦ mucho caf¨¦ y tuve un caffeine crash (golpe de cafe¨ªna, en espa?ol). Suena como algo m¨ªnimo, pero me destroz¨® por completo. Y la segunda vez fue en medio del desierto, durante una ola de calor, mi cuerpo dej¨® de funcionar y era incapaz de retener agua. Mi equipo me traslad¨® al hospital y, por recomendaci¨®n m¨¦dica, tuve que tomarme un par de d¨ªas libres. En esos momentos pens¨¦ que el viaje hab¨ªa terminado para m¨ª. Pero lo logr¨¦ gracias a que los ¨²ltimos 10 d¨ªas hice, en pleno desierto, 60 kil¨®metros diarios para acabar a tiempo. Siempre tuve mucha confianza en m¨ª mismo.

P. ?Por qu¨¦ decidi¨® embarcarse en esta expedici¨®n?

R. Adoro las carreras de larga distancia y los grandes retos. Y quer¨ªa combinar esto con un prop¨®sito. Lo logr¨¦ cuando encontr¨¦ dos organizaciones ben¨¦ficas: The Jed Foundation (EE UU) y James¡¯ Place UK, que trabajan en prevenci¨®n del suicidio. Ambas ofrecen un servicio de vida porque salvan a personas que se est¨¢n ahogando cuando ellas mismas no pueden hacer nada. Es incre¨ªble lo que hacen y con 90 maratones en 90 d¨ªas quer¨ªa recaudar dinero para ellas y concienciar a la gente.

P. ?C¨®mo le ha desafiado este marat¨®n?

R. Ha sido una completa separaci¨®n de mi vida normal. Todo era diferente, pero si te zambulles en una misi¨®n, en cualquiera, completamente, puedes lograr cualquier cosa. Incluso a ti mismo te sorprende lo r¨¢pido que puedes adaptarte y lo lejos que llegas.

P. ?Considera que ha sido un viaje de reinvenci¨®n?

R. S¨ª. Me he reiniciado, he vuelto como una persona nueva. Cuando todas las comodidades de mi vida urbana se desvanecieron, me conect¨¦ con mis necesidades m¨¢s b¨¢sicas y simples. B¨¢sicamente, me reinici¨¦. Todo era supervivencia, no comodidad.

P. Este marat¨®n, ?le ha recompensado de alguna manera?

R. Me ha dado un gran logro, muy simple y muy satisfactorio, antes de llegar a los 40. Cada d¨ªa necesitaba llegar de A a B. Y mi objetivo era conseguir comida y agua potable. Nada m¨¢s.

P. ?Qu¨¦ lugar le dej¨® marcado?

R. Alrededor del atardecer, estaba cruzando, sin prisa, la frontera entre Oreg¨®n y California (Estados Unidos). En un momento, cuando alcanc¨¦ la cima de la monta?a, mir¨¦ hacia el lado de California. El cielo rosado y el horizonte eran parte de una vista descomunal. No he visto nada m¨¢s hermoso en mi vida. Era una especie de cielo.

P. ?Alguna persona que conoci¨® le dej¨® una impresi¨®n imborrable?

R. Conoc¨ª a un hombre sin hogar y fue un encuentro precioso, realmente maravilloso. Estaba en una ciudad llamada Sisters, en Oreg¨®n, y estuve hablando con ¨¦l sobre las organizaciones ben¨¦ficas para las que estaba recaudando fondos, sobre c¨®mo ayudan, c¨®mo salvan vidas. Y este hombre, que no ten¨ªa nada, nada, me dio un d¨®lar para la causa. Es el dinero m¨¢s preciado de la campa?a porque significaba tanto para ¨¦l y, aun as¨ª, me lo dio. Y recuerdo que pens¨¦: es lo m¨¢s maravilloso del mundo.

P. ?Recuerda qu¨¦ sinti¨® el primer d¨ªa? ?Y el ¨²ltimo?

R. El primer d¨ªa solo pod¨ªa pensar que ten¨ªa toda una misi¨®n en la monta?a delante de m¨ª. Estaba emocionado, lleno de energ¨ªa y relajado. Y el ¨²ltimo d¨ªa, simplemente, quer¨ªa recuperar mi cuerpo. Estaba exhausto, abrumado por la experiencia y desesperado por llegar a la l¨ªnea de la meta donde me esperaba mi familia.

P. ?Es esta la vida que predijo hace a?os?

R. No, no, no. Sin embargo, cuando vi por primera vez Forrest Gump descubr¨ª que detr¨¢s de correr largas distancias hab¨ªa una libertad inherente. Me cost¨® un poco encontrar eso, pero lo logr¨¦. Para m¨ª, correr es, b¨¢sicamente, encontrar la libertad. Y correr hacia un horizonte en constante cambio es una forma espectacular de vivir.