La Laponia finlandesa, los fiordos noruegos o los paisajes de Canad¨¢, 14 destinos para pasar fr¨ªo con gusto
Patinar sobre hielo en Helsinki, recorrer la Dalton Highway de Alaska, viajar en tren entre monta?as suizas, dormir en un hotel de hielo en Suecia, un crucero de expedici¨®n por Tierra del Fuego... Experiencias para disfrutar de las extremas temperaturas invernales
Para algunos viajeros el fr¨ªo es un incentivo para visitar ciertos destios: en sus condiciones m¨¢s extremas y, evidentemente, con mucha menos gente que en temporadas m¨¢s c¨¢lidas. Auroras boreales, aventuras en trineo, navegaci¨®n en hielo, cumbres cubiertas de nieve o simplemente el sorprendente paisaje blanco de una llanura helada pueden resultar experiencias de lo m¨¢s estimulante. Estos son algunos lugares que ganan mucho con las extremas temperaturas invernales.
Trineos y auroras boreales en la Laponia finlandesa
El norte de Finlandia es uno de los destinos estrella del invierno, perfecto para ir en trineo y ver auroras boreales. El C¨ªrculo Polar ?rtico brilla en esta ¨¦poca. El paisaje se cubre de nieve y los lagos est¨¢n helados. La noche polar (24 horas de oscuridad) es toda una experiencia, como tambi¨¦n el momento en que empieza a regresar el sol y las auroras boreales bailan. Seg¨²n el Instituto Meteorol¨®gico Finland¨¦s, la mejor ¨¦poca para verlas es de febrero a marzo y de septiembre a octubre. Tambi¨¦n es muy buena ¨¦poca para disfrutar de las actividades al aire libre. Aunque a¨²n hace fr¨ªo, la temperatura empieza a subir y los lodges ofrecen programas de actividades muy completos para entrar en calor: trineos de perros, motos de nieve, rutas en trineo, raquetas de nieve, esqu¨ª de fondo¡ Y si a¨²n as¨ª el fr¨ªo aprieta, lo mejor es visitar una sauna finlandesa tradicional.
Los aeropuertos de Rovaniemi e Ivalo dan acceso al norte del pa¨ªs y cada vez hay m¨¢s viajeros que buscan precisamente este momento del a?o (desde septiembre hasta abril) para ver auroras boreales. De hecho, muchos lodges ofrecen aurora alerts: despertar al hu¨¦sped en caso de que aparezca una.
Información en Adónde y Cuando de Lonely Planet y en lonelyplanet.es.
Hielo y fuego en los fiordos islandeses
A Islandia hay que ir al menos una vez en la vida, y el momento elegido suele ser el verano. Pero cada vez hay m¨¢s gente que trata de buscar una ¨¦poca con menos turistas. En invierno hay otros atractivos, aunque tendremos que movernos entre la oscuridad. Si lo que se busca es simplemente un poco de fr¨ªo, cualquier ¨¦poca del a?o lo encontremos en este pa¨ªs de hielo y fuego: explosivos g¨¦iseres, piscinas de lodo hirviendo, glaciares que se abren paso entre las monta?as, lagos color turquesa en los que flotan trozos de glaciar¡ Es tambi¨¦n un lugar perfecto para observar ballenas, ba?arse en piscinas geotermales en medio del hielo, hacer senderismo sobre el hielo y ver c¨®mo el planeta sigue form¨¢ndose.
Una regi¨®n muy especial es la de Westfjords, el extremo noroeste, en forma de cuerno de reno. Son espectaculares sus fiordos, sus valles glaciares y sus escarpes helados. El final de las obras del t¨²nel de D?rafj?r?ur en el 2020 abri¨® una nueva ruta por carretera, la Vestfjar?alei?in: un recorrido circular de 950 kil¨®metros que es una apacible alternativa a la popular Ring Road. Es buena idea cubrirla en pleno verano: el buen tiempo no est¨¢ asegurado, pero las carreteras est¨¢n limpias, nunca anochece y los frailecillos y otras aves cr¨ªan en los acantilados de L¨¢trabjarg. Habr¨¢ que dejar el coche para explorar la zona a pie y avistar al zorro ¨¢rtico entre los bosques de orqu¨ªdeas de la reserva natural Hornstrandir, ver focas en la playa rosada de Rau?asandur, ba?arse en la poza geotermal de Drangsnes, admirar el glaciar Drangaj?kull y las espectaculares cascadas Dynjandi.
En el invierno de estas tierras remotas del salvaje oeste island¨¦s las noches son lo suficiente largas para maximizar las posibilidades de ver una aurora boreal y cuando los d¨ªas se alargan hay suficiente luz para ir a ver ballenas. La pen¨ªnsula de Sn?fellsnes es otro lugar con sorpresas: este trozo de tierra que se adentra en el Atl¨¢ntico Norte tiene una gran oferta de actividades entre flujos de lava, crestas estegos¨¢uricas ¡ªKirkjufell, sobre Grundarfj?r?ur, debe de ser el pico m¨¢s retratado de Islandia¡ª y en el espectacular glaciar Sn?fellsj?kull, que inspir¨® el ¨¦pico Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne.
La irresistible atracci¨®n de la Ant¨¢rtida
El fr¨ªo est¨¢ asegurado en la pen¨ªnsula Ant¨¢rtica, un destino so?ado por todo amante de la aventura. Los viajes se suelen hacer en nuestro invierno (verano austral, de noviembre a marzo), para disfrutar, sin apenas noche, de un inmenso paisaje blanco en los confines del mundo. Aqu¨ª el verano trae consigo d¨ªas templados que nunca terminan, cuando la temperatura sube hasta cero grados o algo m¨¢s en pleno verano austral. En enero se ven y se oyen grandes y escandalosas colonias de ping¨¹inos, con sus polluelos ¡ªnacidos con el a?o nuevo¡ª pidiendo comida, y tambi¨¦n cachorros de foca en Georgia del Sur, mientras que los avistamientos de ballenas se dan a finales de mes. El buen tiempo nunca est¨¢ garantizado, tampoco en el Paso de Drake, entre Tierra del Fuego y la pen¨ªnsula, pero al menos en enero es posible navegar entre colosales icebergs y grandes acantilados mientras el sol brilla sobre el agua y el hielo.
Casi todos los barcos a la pen¨ªnsula Ant¨¢rtica zarpan de Ushuaia, en el archipi¨¦lago de Tierra del Fuego, en el sur de Argentina, y tardan entre 11 y 14 d¨ªas. Si se visita Georgia del Sur, el viaje se prolonga unos d¨ªas m¨¢s.
Canad¨¢ invernal
?En qu¨¦ ¨¦poca del a?o est¨¢ Canad¨¢ m¨¢s espectacular? En invierno, cuando la nieve cubre montes, bosques y llanuras. El term¨®metro registra temperaturas bajo cero, pero si el ¨¦pico paisaje se contempla desde el confort de un vag¨®n de tren con calefacci¨®n y techo de cristal, ?qu¨¦ m¨¢s se puede pedir? Es lo que ofrece El Canadiense, el tren que recorre 4.466 kil¨®metros de Toronto a Vancouver en cuatro d¨ªas y cuatro noches, pasando por Winnipeg, Saskatoon, Edmonton, Jasper y Kamloops, y cubre el trayecto dos veces por semana todo el a?o. Quiz¨¢ apetezca apearse para ver las cataratas del Ni¨¢gara llenas de hielo o desviarse por Icefield Parkway hacia el coraz¨®n de las Monta?as Rocosas, de Jasper a Banff. Para que la odisea sea m¨¢s aut¨¦ntica, se puede empezar el viaje m¨¢s al este, en Halifax, y parar en Montreal a descubrir la segunda ciudad franc¨®fona m¨¢s grande del mundo.
Para los amantes del fr¨ªo y la nieve, cualquier regi¨®n de Canad¨¢ puede ser su destino definitivo. Hay zonas como Terranova que invitan a ver los icebergs en pleno combate con las aguas del oc¨¦ano, especialmente en primavera. Es entonces cuando a las aguas de Terranova las llaman Iceberg Alley (pasaje Iceberg) porque los enormes bloques de hielo pasan flotandoante la provincia m¨¢s oriental del pa¨ªs. Llegan entre abril y mayo, y entre mediados de mayo y junio su presencia alcanza el pico m¨¢ximo. El paso de estos titanes puede verse desde la orilla o desde un barco, m¨¢s de cerca. Algunos miradores destacados son St. Anthony, Twillingate, Bonavista y St John¡¯s/cabo Spear. Y de paso podremos conocer los milenarios enclaves vikingos: no hay que olvidar que los europeos tuvieron aqu¨ª sus primeros asentamientos, siglos a?os de que llegase Col¨®n, en enclaves como el de L¡¯Anse aux Meadows.
Pero hay m¨¢s destinos canadienses cubiertos de blanco, como el Yuk¨®n, tal vez su territorio m¨¢s salvaje. Cuando el term¨®metro baja en noviembre (entre -1¡ãC y 15¡ãC, m¨¢s templado que los meses siguientes), empieza la diversi¨®n en la nieve: esqu¨ª alpino y de fondo, raquetas de nieve, fat biking¡ Pero la actividad m¨¢s t¨ªpica son las rutas en trineos tirados por perros. Salen de centros como Carcross, Dawson City y Whitehorse, y pueden durar medio d¨ªa o ser una aventura mushing de varios d¨ªas, aprendiendo a cuidar de los huskies; cruzando lagos helados y tundra reluciente; durmiendo en caba?as, ranchos o c¨®modas tiendas de campa?a; entrando en calor en fuentes termales y saunas; y contemplando el cielo nocturno en busca de auroras boreales. De diciembre a marzo hace un fr¨ªo intens¨ªsimo, pero es la temporada perfecta para los deportes de nieve y para ver aqu¨ª tambi¨¦n auroras boreales.
Encuentro con los osos en las islas Svalbard
Hay que esperar al verano para llegar a las islas Svalbard (Noruega), cada vez m¨¢s populares como destino viajero. En el Alto ?rtico, la ventana de navegaci¨®n se abre durante un per¨ªodo breve: las costas m¨¢s meridionales y los fiordos m¨¢s remotos del g¨¦lido archipi¨¦lago noruego solo son accesibles por mar un mes o dos cada verano. En julio apenas hay hielo en el mar, el term¨®metro sube a 5¡ãC y el sol brilla durante semanas sin parar ¡ªma?ana, tarde y (media) noche¡ª. Los barcos de expedici¨®n navegan ante monta?as escarpadas y glaciares resquebrajados, y los expertos gu¨ªas saben d¨®nde ver fauna: colonias de morsas, manadas de renos, zorros ¨¢rticos, focas, ballenas y osos polares. Unos 300 osos polares merodean por Svalbard y sus alrededores ¨¢rticos (viven aqu¨ª casi una quinta parte de los osos polares de todo el mundo, que superan en n¨²mero a los habitantes). En verano, cuando el hielo se rompe, se quedan cerca de la costa y se los puede avistar desde una z¨®diac explorando.
El archipi¨¦lago subpolar de Svalbard es un lugar muy especial: lejano pero sorprendentemente accesible, es una de las ¨²ltimas grandes zonas v¨ªrgenes del continente europeo, con cumbres y s¨®lidos campos de hielo (el 60% de su territorio est¨¢ cubierto de glaciares) y preciosos fiordos como tel¨®n de fondo para una rica fauna y flora ¨¢rticas para hacer todo tipo de actividades.
Para llegar a estas remotas islas ¨¢rticas hay que volar v¨ªa Oslo a Longyearbyen, en Spitsbergen, la principal isla de Svalbard, desde donde zarpan los cruceros de una o dos semanas. Los m¨¢s aventureros pueden navegar en velero. Tambi¨¦n es posible ir en barco desde Noruega a Spitsbergen.
Luces ¨¢rticas en los fiordos noruegos y el Cabo Norte
Al Cabo Norte, considerado el punto m¨¢s septentrional de Europa, se suele ir en verano para aprovechar el sol de medianoche, pero cualquier ¨¦poca es buena si lo que nos gusta es el fr¨ªo. La recompensa son las magn¨ªficas auroras boreales entre imponentes fiordos.
Cualquier ¨¦poca es atractiva para recorrer la costa noruega, una maravilla geol¨®gica de afilados fiordos e islas cinceladas por glaciares y tachonadas de coloridos puertos pesqueros y poblaciones hist¨®ricas: ?lesund y su legado art nouveau; Bergen, con el coqueto barrio antiguo de Bryggen; y Trondheim, coronada por la catedral de Nidaros. Los barcos de Norwegian Coastal Express recorren a diario los 2.400 kil¨®metros entre Bergen y Kirkenes, en el ?rtico, recalando en 34 puertos. El grueso de los turistas reserva en verano, por sus d¨ªas m¨¢s largos y soleados. Pero el oto?o, cuando los bosques despliegan un elegante manto anaranjado y las multitudes descienden, es la mejor ¨¦poca para embarcarse en esta ¨¦pica traves¨ªa. Solo en septiembre y octubre los ferris en sentido norte se adentran en Hj?rundfjord, una ensenada menos visitada pero espectacular, abrazada por las pronunciadas pendientes de los Alpes de Sunnm?re.
Dormir en un hotel de hielo en la Suecia ¨¢rtica
En el pueblo sueco de Jukkasj?rvi, un grado de latitud al norte del C¨ªrculo ?rtico, el sol no sale en los ¨²ltimos tres meses del a?o. En diciembre, la oscuridad dominante es perfecta para contemplar los hipn¨®ticos remolinos del espect¨¢culo de luces que representan las auroras boreales. Jukkasj?rvi alberga el primer hotel de hielo del mundo, el Ice Hotel, cincelado por completo cada a?o a partir de las pr¨ªstinas aguas congeladas del r¨ªo Torne, donde se puede dormir sobre un t¨¦mpano. Tambi¨¦n sirve de base para practicar esqu¨ª de fondo, pasear en trineos de perros, conducir una motonieve y hacer circuitos en trineo ligero. Y es posible ver renos y profundizar en la cultura sami: una experiencia m¨¢gica.
Unos 100 kil¨®metros al noroeste, a¨²n m¨¢s lejos de la civilizaci¨®n, est¨¢ el parque nacional Abisko, entre cuyos et¨¦reos paisajes se disfruta de unas de las mejores oportunidades de ver auroras boreales, sobre todo desde el monte Nuolja (900 metros), premiado con espectaculares vistas de la luz y la tierra. Kiruna, 16 kil¨®metros al oeste de Jukkasj?rvi, cuenta con aeropuerto, que recibe vuelos desde Estocolmo y otras ciudades internacionales.
Navegar hacia el fin del mundo en los fiordos del sur (Chile /Argentina)
En el extremo sur de Am¨¦rica parece como si la tierra claudicara ante el oc¨¦ano. Es tierra de fr¨ªos, incluso en pleno verano austral. En esta latitud se halla el archipi¨¦lago de Tierra del Fuego, una mara?a de islas festoneada de grandes glaciares y seccionada por espectaculares fiordos y angostos canales; y en la punta, el cabo de Hornos, parada previa a la Ant¨¢rtida. La mejor forma de descubrir este laberinto de v¨ªas navegables es a bordo de un crucero de expedici¨®n, y esto solo puede hacerse en los meses m¨¢s c¨¢lidos, cuando el hielo ha desaparecido y el tiempo es algo m¨¢s clemente (m¨¢ximas de 10-15¡ãC). Aqu¨ª es obligado hacer senderismo por el raro bosque subpolar de la bah¨ªa Ainsworth, ir en z¨®diac a las islas Tuckers para visitar una colonia de ping¨¹inos de Magallanes y contemplar el estrecho glaciar Alley.
Para todo ello, hay cruceros organizados, de tres a siete noches entre Punta Arenas (Chile) y Ushuaia (Argentina), ambas con aeropuerto propio.
Este de Groenlandia, una naturaleza extraordinaria
Groenlandia es uno de los rincones del mundo con el que sue?an todos los enamorados del hielo y del fr¨ªo. Las expediciones suelen ir al sur y al oeste de la isla, donde se encuentran las localidades m¨¢s visitadas, como la capital Nuuk, o Ilulissat, donde est¨¢ la desembocadura del Icefjord, uno de los glaciares m¨¢s espectaculares de Groenlandia por el que se puede navegar en medio de uno de los paisajes naturales m¨¢s incre¨ªbles. Aqu¨ª est¨¢n tambi¨¦n los asentamientos inuit de origen vikingo de Qassiarsuk e Igaliku, declarados patrimonio mundial en 2017; o Uunartoq, donde darse un ba?o en las c¨¢lidas aguas termales mientras los icebergs flotan a nuestro alrededor.
Pero Groenlandia es mucho m¨¢s. Esta enorme isla ¨¢rtica tiene un coraz¨®n de hielo pr¨¢cticamente inaccesible y una costa este casi deshabitada fuera de la regi¨®n de Ammassalik, y sus confines septentrionales (en gran parte englobados en el parque nacional de Groenlandia Nororiental, el mayor del mundo) est¨¢n bloqueados por hielo compacto la mayor parte del a?o. Pero durante una porci¨®n de verano, el hielo da algo de tregua y la costa se abre, permitiendo que peque?as embarcaciones puedan incursionar en este rec¨®ndito entorno salvaje. La localidad de Ammassalik (con m¨¢ximas en agosto de 10¡ãC) es una buena base para realizar caminatas por la tundra y vuelos en helic¨®ptero sobre el casquete glaciar. Un crucero con rumbo norte permite explorar Scoresby Sund (el mayor conjunto de fiordos del planeta), flotar entre icebergs, acercarse a la cara de un glaciar en una z¨®diac, parar en la aislada comunidad de Ittoqqortoormiit para ahondar en la cultura inuit y caminar por la tundra tras la pista de bueyes almizcleros, zorros ¨¢rticos, focas y aves marinas. En invierno, todos estos destinos tienen el atractivo de los viajes en trineos de perros y la contemplaci¨®n de auroras boreales. En verano, y sobre todo en junio y julio, a pesar del fr¨ªo, los d¨ªas son m¨¢s largos, hay mejor tiempo.
Las salvajes islas Shetland
Escocia siempre ha sido un destino para amantes del fr¨ªo, en particular en el invierno. Pero para asegurarse el fresquito, tanto en invierno como en verano, siempre tendremos las islas Shetland, las tierras salvajes brit¨¢nicas m¨¢s septentrionales donde un buen whisky escoc¨¦s es casi obligado para ponernos a tono, tanto en los interminables d¨ªas de verano como en los oscuros y fr¨ªos d¨ªas de inverno.
M¨¢s cerca de Bergen que de Edimburgo, las m¨¢s de cien islas que integran este archipi¨¦lago en el Atl¨¢ntico Norte destilan un distintivo regusto n¨®rdico, y es que fueron noruegas hasta 1469. En junio, cuando el sol apenas se pone, se puede hacer senderismo por sus ventosas colinas y su litoral; descubrir las ensordecedoras colonias de aves marinas de Sumburgh Head, Fair Isle, Foula y Noss, con miles de frailecillos, araos, alcatraces y m¨¢s especies en plena temporada de cr¨ªa; y explorar los 5.000 a?os de presencia humana en la enigm¨¢tica broch (torre de piedra) de Mousa y en las ruinas prehist¨®ricas de Jarlshof. El tiempo puede cambiar repentinamente, pero si el cielo se oscurece interesa retirarse al excelente museo de Lerwick, su capital, o a alguno de sus bares, donde la m¨²sica tradicional del viol¨ªn y un trago de whisky local calientan a cualquiera. Shetland Reel, en Unst, es la destiler¨ªa (legal) m¨¢s al norte de Escocia.
Al aeropuerto de Sumburgh llegan los vuelos desde la Escocia continental y desde Kirkwall, en las Orcadas. Hay ferris a Lerwick desde Aberdeen y Kirkwall, as¨ª como entre las islas del archipi¨¦lago.
Invierno en Chubu, los Alpes japoneses
El invierno es m¨¢gico para explorar los pueblos hist¨®ricos del centro de Honshu ¡ªla isla m¨¢s grande y poblada de Jap¨®n¡ª, cuando la nieve cubre templos, castillos y casas de madera. Es un rinc¨®n diferente y ¨²nico para descubrir fuentes termales, pueblos tradicionales y deportes de nieve. En la regi¨®n de Chubu, los Alpes japoneses, los monos de nieve (macacos japoneses) se ba?an en fuentes termales cerca de Yudanaka y hay buena oferta de excursiones a pie, con raquetas de nieve y de esqu¨ª alpino. Conviene visitar Kanazawa, en la costa norte, apodada ¡°Little Kyoto¡± por su castillo, el jard¨ªn Kenroku-en, los barrios de las geishas y los samur¨¢is, y aprovechar la temporada de zuwai-gani (cangrejo de nieve). Al sur, las aldeas de cuento de Shirakawa-go y Gokayama yacen en los arbolados flancos orientales del parque nacional Hakusan; la alegre ciudad de Takayama, con su compacto casco antiguo, es una buena parada de camino al gran castillo de Matsumoto. Y si hace mucho fr¨ªo, siempre hay un onsen calentito y una taza de sake tibio cerca.
De saunas, museos y pistas de hielo en Helsinki
Las capitales n¨®rdicas son magn¨ªficos destinos de invierno. La ¨²nica pega es lo cortos que son los d¨ªas, pero bien abrigados se descubren los encantos de la vida escandinava y se pueden disfrutar con muchos menos turistas que en verano. Una buena idea es recorrer Helsinki, una ciudad hecha para el invierno. Pese ¡ªo quiz¨¢ gracias¡ª a las temperaturas bajo cero, la capital finlandesa es un gran destino invernal para disfrutar al aire libre. No hay que perderse la majestuosa arquitectura art nouveau, neocl¨¢sica y modernista, ni la recia fortaleza marina Suomenlinna, del siglo XVIII. Esta es la ¨¦poca en la que los vecinos practican esqu¨ª de fondo en los casi 200 kil¨®metros de rutas que rodean la ciudad; se calzan los patines para deslizarse por el B¨¢ltico helado o las pistas del centro urbano; o montan en pulkka (trineo) por Sinebrychoff Park y Kaivopuisto. Tambi¨¦n se dan un chapuz¨®n revitalizante (dicen) en las aguas g¨¦lidas de la zona antes de meterse en una sauna a recuperar el calor. Finlandia tiene m¨¢s de dos millones de saunas, la moderna sauna-restaurante L?yly, en Hernesaari, es ideal para los d¨ªas m¨¢s fr¨ªos. Y tambi¨¦n se puede pedir un poco de glogg (vino caliente) o ir de bares por el moderno barrio de Kallio.
Paisajes alpinos en el Gran Train Tour (Suiza)
La red suiza de ferrocarriles no se inmuta en invierno: los trenes est¨¢n bien calefactados y siguen siendo puntuales incluso con nieve. Con unas vistas incomparables, traquetean entre monta?as heladas, por viaductos que desaf¨ªan la gravedad y vadean lagos congelados. Encabeza la lista el Grand Train Tour, que cubre unos 1.280 kil¨®metros en ocho secciones, mediante varios trenes lujosos que discurren por v¨ªas hist¨®ricas. Y en febrero, las panor¨¢micas son fant¨¢sticas. Entre ellos est¨¢ el Expreso Lucerna-Interlaken; el Glacier Express entre Zermatt y St Moritz, de v¨ªa estrecha, que pasa junto al imponente monte Cervino; y el Expreso St Moritz-Tirano Bernina, que va hacia la Suiza italiana, al sur, y pertenece al Ferrocarril R¨¦tico, reconocido por la Unesco.
El bono Swiss Travel Pass Flex permite hacer trayectos en tren, autob¨²s y barco durante 3, 4, 8 o 15 d¨ªas en un mes. Se necesitan ocho d¨ªas para recorrer todas las secciones de esta gran ruta; con dos semanas cabe a?adir excursiones paralelas y algo de esqu¨ª.
Cruzando el C¨ªrculo Polar ?rtico en Alaska por la autopista Dalton
A menos que se est¨¦ habituado a las carreteras congeladas, lo normal es recorrer la Dalton Highway (una de las carreteras m¨¢s peligrosas del mundo) en pleno verano, cuando las temperaturas rondan los 10-20¡ãC y las probabilidades de patinar son menores. Esta calzada de grava, con un trazado de 666 kil¨®metros que une Livengood y Deadhorse, se construy¨® como v¨ªa de servicio del oleoducto Trans-Alaska. Casi todo el a?o est¨¢ cubierta de nieve, los servicios en ruta son m¨ªnimos (solo cruza tres pueblos) y los peligros abundan, desde enormes baches hasta carib¨²es que migran. Pero los paisajes son espectaculares: se pasa junto a interminables bosques boreales y tundra alpina, se cruza el r¨ªo Yuk¨®n, el C¨ªrculo Polar ?rtico y uno de los puertos de monta?a m¨¢s altos de Alaska. Adem¨¢s, es posible ver bueyes almizcleros, carneros de Dall y osos.
Estamos tambi¨¦n en tierras de la fiebre del oro, paradigma de los destinos fr¨ªos y salvajes. Todo un reto para grandes viajeros en cualquier ¨¦poca del a?o.
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