Al norte del Norte: por la remota Ruta de la Costa ?rtica de Islandia
La isla n¨®rdica es la imagen de la Europa m¨¢s extrema, con sorprendentes paisajes de hielo y fuego. Pero a¨²n m¨¢s salvaje es su regi¨®n septentrional, un territorio que los propios islandeses consideran lejano e inaccesible, perfecto para ver auroras boreales, ballenas, fiordos g¨¦lidos y pueblos casi deshabitados
Hay una forma c¨®moda de viajar a las inh¨®spitas tierras del norte de Islandia, inaccesibles parte del a?o. Consiste en sentarse en el sof¨¢ de casa a ver algunas de las series n¨®rdicas de moda, como Atrapados, que han escogido como escenario esos rincones m¨¢s remotos, donde se vive de forma diferente al resto de la isla. O enfrascarse en alguna de las novelas de la serie Islandia Negra, de Ragnar J¨®nasson, donde los personajes viven en unos peque?¨ªsimos pueblos aislados y ciudades de nombres impronunciables en los fiordos m¨¢s septentrionales del pa¨ªs.
Para quienes prefieran conocerlo en vivo, hoy el ?rtico island¨¦s es accesible, se visita sin problemas y reserva unas experiencias diferentes y ¨²nicas. Solo hay que seguir la carretera de circunvalaci¨®n del pa¨ªs hacia el extremo norte y, una vez all¨ª, dejarse llevar por otras rutas secundarias, como la llamada Ruta de la Costa ?rtica, por la que hay que conducir sin prisa. Est¨¢ cerca de la carretera de circunvalaci¨®n, pero da impresi¨®n de lejan¨ªa y pasa por lugares desolados donde el tiempo parece m¨¢s lento, la gente vive del mar y los caprichos del clima rigen la existencia.
Más información en las guías ‘Islandia’ y ‘Explora Islandia’ de Lonely Planet y en lonelyplanet.es.
Hay que tener en cuenta que no todas las carreteras est¨¢n abiertas todo el a?o, pero en invierno hay experiencias tambi¨¦n inigualables que hacen que el viaje merezca la pena, como las auroras boreales. La zona central de la costa ¨¢rtica es la m¨¢s poblada y con m¨¢s servicios.
Ballenas y frailecillos en H¨²sav¨ªk
La capital de la observaci¨®n de ballenas es H¨²sav¨ªk, una localidad de 2.300 habitantes junto a la bah¨ªa de Skj¨¢lfandi, que, son sus coloridas casas, sus singulares museos y sus impresionantes picos nevados se ha convertido en uno de los destinos imprescindibles en Islandia. Y, probablemente, es el pueblo pesquero m¨¢s bonito de la costa norte.
En H¨²sav¨ªk pueden avistarse 11 especies de cet¨¢ceos. La ballena jorobada es la m¨¢s com¨²n, pero, a veces, hace acto de presencia la ballena azul, el animal m¨¢s grande del planeta. Por lo habitual, unas mil personas salen cada a?o a observar ballenas con las cuatro agencias que operan adesde abril hasta octubre. La Universidad de Islandia gestiona un centro de investigaci¨®n de biolog¨ªa marina, y el Museo de las Ballenas, donde se exhibe el esqueleto de una ba?llena azul, ilustra sobre estos fascinantes animales. Desde los ba?os geotermales marinos Geosea se contempla la bah¨ªa de Skj¨¢lfandi, y a veces desde all¨ª se ven cet¨¢ceos.
H¨²sav¨ªk es, adem¨¢s, un sitio muy especial porque sirve como base para recorrer el norte de la isla: cerca est¨¢n la ciudad de Akureyri, el cuarto centro urbano del pa¨ªs, la pen¨ªnsula de Tj?rnes, el lago Myvatn, el ca?¨®n de Asbyrgi y algunas de las cataratas m¨¢s importantes de Islandia.
Pero no solo hay ballenas en estas tierras boreales. Tambi¨¦n es un para¨ªso para los ornit¨®logos. El norte de Islandia es una regi¨®n privilegiada para ver aves. Las m¨¢s conocidas son los frailecillos, pero tambi¨¦n hay aqu¨ª otras muchas especies, como patos arlequines, halcones gerifaltes y alcatraces. Solo el lago Myvatn alberga 14 especies de patos, algunos de nombres tan curiosos como el porr¨®n mo?udo y el bastardo, el ¨¢nade silb¨®n y el negr¨®n com¨²n. Las orillas del r¨ªo Lax¨¢ son el h¨¢bitat preferido por los patos arle?quines y porrones isl¨¢ndicos. Tambi¨¦n hay que estar atentos al halc¨®n gerifalte. El Museo Ornitol¨®gico de Sigurgeir, en un bonito edificio junto al lago, expone 280 aves disecadas (casi todas las especies que anidan en Islandia) y 300 tipos de huevos.
Los aficionados a la ornitolog¨ªa suelen seguir la llamada Ruta de las Aves del No?reste de Islandia, que discurre por parajes con una avifauna abundante y variada, como humedales, r¨ªos, lagos y estanques, acantilados y zonas costeras, brezales y altiplanicies. En el reco?rrido se contemplan todo tipo de aves marinas, zancudas, paseriformes, patos y rapaces.
Tj?rnes y Kelduhverfi: una lecci¨®n de geolog¨ªa
Viajando al norte desde H¨²sav¨ªk por una carretera local se recorre la costa de la ancha y fracturada pen¨ªnsula de Tj?rnes. La zona es famosa por sus acantilados ricos en f¨®siles (las capas m¨¢s antiguas datan de hace unos dos millones de a?os).
Enormes grietas, fisuras y zanjas (depresiones entre fallas geol¨®gicas) marcan la tierra como cicatrices en la baja Kelduhverfi, donde la dorsal mesoatl¨¢ntica se introduce en el oc¨¦ano Glaciar ?rtico. En este punto, como en otros de la isla, se muestra de forma muy evidente que Islandia se desgarra en su interior entre dos placas tect¨®nicas importantes.
En esta zona tambi¨¦n hay un fabuloso mirador costero, con paneles informativos sobre los movimientos de la Tierra. Luego la carretera desciende hacia las lagunas repletas de aves y los deltas de Vestursandur.
Vida remota en la pen¨ªnsula de los Troles
Entre los dos profundos fiordos que presiden la costa norte (el Skagafj?rour y el Eyjafj?rdur) se extiende una pen¨ªnsula monta?osa (Tr?llaskagi). Sus escarpadas monta?as, los profundos valles y los impetuosos r¨ªos recuerdan a otros fiordos de Islandia m¨¢s accesibles, pero aqu¨ª todo es m¨¢s grandioso, y el aislamiento subraya esta sensaci¨®n de rinc¨®n remoto. Varios t¨²neles unen las poblaciones del norte; Siglufj?rdur y ?lafsfj?rdur, que hasta hace no mucho fueron lugares pr¨¢cticamente aislados del resto del mundo.
Si se dispone de tiempo, es preferible recorrer la pen¨ªnsula por la costa a trav¨¦s de m¨¢gicos paisajes, con infinidad de desv¨ªos para explorar rec¨®nditos rincones. Nos encontraremos sitios como H¨®lar, con una iglesia empeque?ecida por las majestuosas monta?as, que en otros tiempos fue la capital del norte de Islandia, aunque hoy no tenga ni cien habitantes. O la aletargada aldea pesquera de Hofs¨®s, que fue un centro comercial desde el siglo XV, pero que hoy destaca, sobre todo, por una espectacular piscina al aire libre frente al fiordo, junto a una poza caliente y perfectamente integrada en el paisaje.
Hay que llegar a Siglufj?dur para encontrar una poblaci¨®n que supere los mil habitantes. Sigl¨®, como lo llaman los locales, est¨¢ a los pies de una empinada ladera que se alza ante un fiordo de gran belleza. Aqu¨ª llegaron a vivir m¨¢s de 10.000 personas, trabajadores de los barcos de pesca que cada d¨ªa descargaban las capturas de arenques que luego las mujeres limpiaban y salaban. Con la s¨²bita desaparici¨®n del arenque de la costa norte de Islandia, a finales de los a?os sesenta del siglo pasado, el pueblo entr¨® en declive. Hoy hay t¨²neles que la comunican con otros puntos del sur y los viajeros llegan hasta aqu¨ª para hacer excursiones. El acceso desde cualquier direcci¨®n ya quita la respiraci¨®n.
Esta es una zona de atracciones invernales, que van desde el esqu¨ª a la nataci¨®n en sus piscinas de agua caliento o las excursiones ¨¢rticas en motonieves para ver auroras boreales.
Siguiendo las viejas sagas
Estamos en tierras de vikingos y de supervivientes en un entorno natural muy hostil. Aunque parezca alejada de cualquier rastro de una historia convencional, abundan los museos que tratan de recuperar las peculiares tradiciones de esta Islandia ¨¢rtica. Aqu¨ª los mitos y leyendas se entretejen con la naturaleza y los paisajes. Por ejemplo, en Hv¨ªtserkur, un farall¨®n bas¨¢ltico del que los islandeses dicen que es un trol que se convirti¨® en piedra; en las cascadas de Koluglj¨²fur, que deben su nombre a la ogresa que, seg¨²n se dice, habitaba en este desfiladero; o el ca?¨®n de Asbyrgi, con forma de herradura, que surgi¨® cuando Sleipnir, el caballo de ocho patas de Od¨ªn, baj¨® del cielo.
Estamos en tierras de sagas n¨®rdicas: aqu¨ª en el norte puede uno ba?arse en la piscina natural de Grettislaug, don?de Grettir el Fuerte entr¨® en calor despu¨¦s de nadar desde la isla de Drangey. O visitar el museo de las Profec¨ªas de Skagastr?nd, y en Bl?ndu¨®s ayudar a tejer el tapiz de Vatnsd?la, que narra los hechos de la saga hom¨®nima.
Los amantes de las sagas n¨®rdicas disfrutar¨¢n especialmente recorriendo la ruta de la Saga Sturlunga, un sendero del fiordo Skagafj?r?ur que enlaza luga?res vinculados al per¨ªodo m¨¢s sangriento de la historia de Islan?dia, que puso fin a la etapa de la Mancomunidad Islandesa: en Kakalask¨¢li puede verse un monumento y una exposici¨®n sobre la batalla de Haugsnes (1246), y en la atracci¨®n 1238 La Batalla de Islandia el visitante se convierte en guerrero vikingo por obra de la realidad virtual.
Pero tambi¨¦n hay mucha historia en antiguas granjas de tepe como Glaumb?r, Lauf¨¢s y Gren?ja?arsta?ur, unas singulares caba?as cubiertas de musgo y medio enterradas en el suelo, gracias a las cuales los islandeses se mantuvieron calientes y seguros durante siglos. Hoy se conservan como museos donde el visitante puede rememorar la historia y conocer la vida rural.
Tampoco faltan las referencias al cine y la literatura dispersas por el paisaje island¨¦s: vale la pena visitar ?r¨ªstapar y otros lugares relacionados con la ¨²ltima ejecuci¨®n de Islandia, ocurrida en 1830 y popularizada por la novela de Hannah Kent Ritos fune?rarios (2016). Cerca de Myvatn est¨¢ Grj¨®tagj¨¢, la cueva donde Jon Nieve e Ygritte, personajes de la exitosa serie de HBO Juego de tronos, se dieron un t¨®rrido ba?o. Y para los amantes de las ficciones de intriga criminal: Atrapados se rod¨® en Siglufj?r?ur. Quienes le hayan visto recordar¨¢n la importancia de la pesca del arenque, del que vive buena parte de esta costa. En Siglufj?r?ur un museo dedicado al boom de su pesca a mediados del siglo XX nos lo recuerda y durante todo el verano hay festivales en el muelle, donde las arenqueras sa?lan el pescado en toneles mientras suena m¨²sica de acorde¨®n.
Islas en las que desconectar
Las islas del norte de Islandia son un mundo aparte. En el pasado sus habitantes ten¨ªan que ser autosuficientes para sobrevivir cuando las tormentas cortaban las comunicaciones con tierra firme. Este aislamiento atrae todav¨ªa a gentes deseosas de desconectar.
Aqu¨ª hay lugares tan ind¨®mitos como Drangey, en mitad del fiordo principal de esta costa norte (Skagafj?r?ur), una abrupta roca de 180 metros de altura con muchas aves, pero sin gente (aunque Grettir el Fuerte vivi¨® aqu¨ª como proscrito). En otro tiempo fue la despensa de la zona. Los granjeros llevaban all¨ª en barcas sus ovejas para pastar, cazaban aves y recolecta?ban huevos. La vista panor¨¢mica del fiordo merece la subida a la cima. En sus acantilados anidan alrededor de un mill¨®n de aves marinas. Se puede visitar solo en circuitos guiados, de mayo a agosto.
En Hr¨ªsey, ¡°la perla de Eyjafjordur¡± (el fiordo m¨¢s profundo del norte del pa¨ªs), casi todos sus 160 habitantes viven del mar, igual que sus antepasados. Est¨¢ a unos 37 kil¨®metros al norte de Akuyeyri, en medio del fiordo de Eyjafjordur, y es conocida por sus mejillones y su peque?a factor¨ªa de salazones. En su museo de H¨¢karla-J?rundur se cuenta la historia de la pesca del tibur¨®n y su importancia: el aceite de h¨ªgado de tibur¨®n se usaba en Europa para la iluminaci¨®n callejera. La isla es famosa por su rica avifauna; tambi¨¦n es una reserva de lag¨®podos (un g¨¦nero de gallin¨¢ceas end¨¦micas de la tundra), y en ella se cultiva ang¨¦lica, una planta medicinal usada como suplemento diet¨¦tico. Los isle?os se lo toman todo con calma y han solicitado su declaraci¨®n como comunidad Cittaslow. Aqu¨ª no hay coches y solo se utilizan tractores para la moverse por la isla. A pesar de lo que pueda parecer, no est¨¢ tan aislada: el ferri tarda solo 15 minutos en llegar desde ?rsk¨®gssandur.
Otro lugar lleno de encanto es la isla Gr¨ªmsey, el ¨²nico lugar de Islandia que atraviesa el C¨ªrculo Polar ?rtico. Alejados de la costa, sus 160 habitantes viven de la pesca y, cada vez m¨¢s, del turismo. La gente la visita para observar frailecillos y otras aves marinas, dar tranquilos paseos entre ovejas y para conseguir el certificado de ¡°Yo estuve en el C¨ªrculo Polar ?rtico¡±. Se puede bucear, recolectar huevos de arao (exquisitos) en los acantilados y salir en excursiones de pesca. Est¨¢ conectada por mar con Dalv¨ªk y por avi¨®n con Akureyri.
El colmo del aislamiento es Flatey, la isla m¨¢s grande de un archipi¨¦lago de unas 40 islas e islotes situados en el fiordo de Brejoafjorour. Flatey era una comunidad pr¨®spera, e incluso un centro cultural, pero en 1967 todos sus habitantes hicieron las maletas y se marcharon. Las casas se quedaron vac¨ªas hasta que los parientes de aquellos isle?os y gente de H¨²sav¨ªk las salvaron de la ruina. La isla es hoy su pa?ra¨ªso privado, donde escapar de los agobios de la vida cotidiana.
Volcanes, lava y g¨¦iseres en Myvatn
Islandia es una tierra de hielo y de fuego, donde los volcanes permanecen a¨²n activos y la tierra no ha terminado de asentarse. Entre 1975 y 1984, la ¨²ltima serie de erupciones del sistema volc¨¢nico de Krafla dej¨® unos parajes maravillosos, con el lago turquesa del cr¨¢ter V¨ªti, a solo 30 minutos caminando del lago Myvatn.
Una de las zonas m¨¢s fascinantes del norte es Peistareykir, unos campos geotermales con manantiales, pozas de barro y fumarolas de varios tipos, tan espectaculares como Hverir (N¨¢mafjall), junto a Myvatn, pero con menos visitantes. A la central hidroel¨¦ctrica, construida en el 2017, se llega desde H¨²sav¨ªk por una carretera asfaltada.
Todo el entorno del lago Myvatn son cr¨¢teres y formaciones de lava espectaculares, como los campos de lava oscura, extra?os e inquietantes, en Dim?muborgir. Los caminos pasan por formaciones fascinantes como Kirkjan (la Iglesia), un tubo de lava, o como Hverfjall, un antiguo cr¨¢ter de f¨¢cil acceso.
Otro de los lugares volc¨¢nicos dignos de una visita es Lofthellir, una cueva de lava que solo puede explorarse con un gu¨ªa especializado, nada adecuada para personas claustrof¨®bicas porque la boca es estrech¨ªsima. Dentro se abre un mundo m¨¢gico de esculturas de hielo.
Experiencias extremas en el altiplano
M¨¢s all¨¢ de la costa ¨¢rtica, en el altiplano island¨¦s hay muchos lugares a las que solo se puede llegar en todoterreno durante el verano, pero son enclaves irresistibles para los m¨¢s aventureros. Es el caso del volc¨¢n Askja, un conjunto de calderas rodeadas por los mon?tes Dyngjufj?ll. En la d¨¦cada de 1960, los astronautas estadounidenses del Programa Apolo se entrenaron aqu¨ª para sus misiones en la Luna. Otras zonas cercanas son el ca?¨®n de Drekagil, el volc¨¢n Holuhraun (formado en la erupci¨®n del 2014-2015) y el parque nacional de Her?ubrei?alindir.
Los que busquen sobre todo caminar y explorar glaciares pueden direigirse al extremo nororiental del glaciar Vatna?j?kull por donde discurre la cordillera Kverkfj?ll, formada por volcanes activos en una de las zonas geotermales del pa¨ªs con temperaturas m¨¢s altas.
Otra experiencia es llegar en todoterreno a la reserva natural de Hveravellir, enre los glaciares Langj?kull y Hofsj?kull, un oasis geotermal en la ruta de Kj?lur, con un centro de servicios, un camping, alojamientos, senderos y una piscina natural. Y junto al trayecto que atraviesa la ruta F26 o de Sprengisandur se extiende Laugarfell, un oasis en el desierto entre Hofsj?kull y Vatnaj?kull. La zona cuenta con refu?gios de monta?a abiertos en verano, una piscina geotermal natural y manantiales termales.
Cascadas maravillosas
Las cascadas son uno de los reclamos tur¨ªsticos m¨¢s populares de Islandia. Y en el norte hay unas cuantas. La m¨¢s famosa y visitada de todas es la de Godafoss: quienes viajen por la carretera de circunvalaci¨®n entre Akuryri y Myvtan se la encuentran, como un im¨¢n que obliga a desviarse para contemplarla de cerca. La llamada ¡°cascada de los Dioses¡± se precipita por en medio de un campo de lava y, a pesar de ser m¨¢s peque?a y menos impetuosa que otras, es una de las m¨¢s hermosas de la isla.
Otro de los destinos m¨¢s visitados del noroeste del pa¨ªs es la impresionante cascada Kolufoss, en el ca?¨®n de Koluglj¨²fur, donde recientemente se ha construido un mirador. Las cascadas est¨¢n en el valle de V¨ª?idalur, a cinco minutos en coche de la carretera de circunvalaci¨®n. Mucho menos conocida es la cascada de Reykjafoss, quiz¨¢ porque no se ve hasta que se tiene casi al lado. M¨¢s pintoresca todav¨ªa es Aldeyjarfoss, un salto de agua en el r¨ªo glaciar Skj¨¢lfandaflj¨®t enmarcado por columnas de basalto, realmente espectacular.
Pero a¨²n quedan por ver algunas de las m¨¢s bonitas: las de J?kuls¨¢ ¨¢ Fj?llum: Dettifoss es la cascada m¨¢s caudalosa de Europa y una de las perlas del C¨ªrculo de Diamante. Aguas arriba, y m¨¢s bonita, queda Selfoss. Y para ver una sucesi¨®n de cascadas se puede llegar andando hasta Hafragilsfoss.
Ba?os y cerveza junto al hielo
Adem¨¢s de la naturaleza salvaje, el norte de Islandia no deja de ofrecer otras experiencias extraordinarias, sobre todo por el entorno en el que se desarrollan. Una de las m¨¢s originales es el spa de cerveza Bj¨®rb??in Spa de ?rsk¨®gssandu, donde uno puede ba?arse en cerveza mientras paladea una Kaldi de barril o sumergirse en una ba?era termal con vistas a la isla de Hr¨ªsey. Esto es posible en la microcervecer¨ªa m¨¢s antigua de Islandia, Bru?ggsmi?jan. El restaurante sirve platos de carnes y pescados del pa¨ªs¡ y cerveza, claro.
Otra propuesta es la Forest Lagoon: en un bosque frente a Akureyri estos nuevos ba?os aprovechan las aguas termales descubiertas durante las obras del t¨²nel de Va?lahei?i, que han sido canali?zadas hasta sus piscinas. Los ba?istas pueden nadar entre los ¨¢rboles y beber cerveza en el bar flotante.
Buceo entre dos continentes
Cuando se habla de buceo se suele pensar en playas soleadas y peces tropicales, pero algunas de las opciones de submarinismo m¨¢s fascinantes del mundo est¨¢n bajo las fr¨ªas aguas de Islandia. La mayor¨ªa de los submarinistas van a la cristalina falla de Silfra, en el sur de la isla, mientras que otros prefieren Str?tan, en el fiordo de Eyjafj?dur, en el norte.
El Str?tan es un gigantesco cono de 55 metros que se alza desde el suelo marino y del que manan chorros de agua caliente: una chimenea geotermal que es una aut¨¦ntica anomal¨ªa. El resto de estructuras parecidas a esta en el planeta est¨¢n a profundidades de 2.000 metros o m¨¢s, pero la cumbre del Str?tan queda a solo 15 metros por debajo de la superficie.
Adem¨¢s del Str?tan hay otros conos de vapor m¨¢s peque?os al otro lado del fiordo: son formaciones menos espectaculares, pero se calcula que el agua que sale por sus chimeneas tiene 11.000 a?os. El agua no tiene nada de sal y se puede poner un termo sobre una fumarola, embotellar el agua hirviendo y usarla para hacer un t¨¦ caliente al volver a la superficie.
Prodigios celestes
El cielo del norte de Islandia es un espect¨¢culo. Aqu¨ª, en los confines del C¨ªrculo Polar ?rtico, el Sol no se pone en verano y casi no sale en invierno. Desde finales de agosto hasta principios de mayo los turistas viajan hasta estas latitudes para observar, con suerte, auroras boreales. De mediados de junio a mediados de julio, luce el sol de medianoche, y entre agosto y noviembre, se pueden ver lluvias de estrellas.
El caballo island¨¦s
Nunca se siente uno m¨¢s cerca de la naturaleza que a lomos de un caballo island¨¦s. Desde hace m¨¢s de mil a?os, estas monturas llevan a los jinetes a trav¨¦s de arroyos y terrenos accidentados. Por toda la isla se ofrecen experiencias ecuestres, pero son especialmente atractivas en el norte, donde se pueden hacer excursiones cortas o circuitos de varios d¨ªas siguiendo rutas ancestrales o las estrechas v¨ªas pecuarias que cruzan la regi¨®n, y eso cabalgando a paso lento, al trote o al galope. Son circuitos largos para los que se requiere una cierta experiencia ecuestre, pero tambi¨¦n es posible encontrar actividades m¨¢s f¨¢ciles, incluso para ni?os.
Los novatos o quienes no monten con regularida pueden contratar excursiones m¨¢s cortas en Skjaldarv¨ªk, P¨®lar Hestar y Sy?ra-Sk?r?ugil. Las excursiones son guiadas y suelen incluir narraci¨®n de historias; la experiencia var¨ªa dependiendo de la temporada y el entorno. El coraz¨®n ecuestre de Islandia es Skagafj?r?ur, con algunos de los criaderos m¨¢s conocidos. Aqu¨ª se encuen?tran la Universidad de H¨®lar, especializada en estudios equinos, entre otras materias, y el Centro de Historia del Caballo Island¨¦s (abierto en verano, se puede visitar con cita).
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