Pierpaolo Piccioli, sobre su ¨²ltima colecci¨®n para Valentino: ¡°Es una forma de decir ¡®que os jodan¡¯ a los antidem¨®cratas¡±

All¨ª donde todo empez¨® y a donde todo vuelve. Una frase que sirve para casi cualquier relaci¨®n y con la que Pierpaolo Piccioli explica el v¨ªnculo de Valentino, la casa de moda que hoy comanda, con Roma. Para enfatizarlo, el dise?ador de moda organiz¨® el 8 de julio el desfile de alta costura de oto?o-invierno 2022 en el coraz¨®n de la ciudad donde la firma naci¨® en 1959. Modelos que sal¨ªan directamente del taller de la plaza de Mignanelli, donde esas piezas son creadas durante meses, para descender por la escalinata de la Trinit¨¤ dei Monti y volver. Al ritmo de la m¨²sica en directo del cantautor y productor Labrinth, un elenco de modelos diverso e inclusivo ocupaba un emblema de Italia. Una estampa con la que el dise?ador respond¨ªa al avance de la ultraderecha en su pa¨ªs, que se confirmar¨ªa con el triunfo electoral de Giorgia Meloni dos meses despu¨¦s. La imagen y su intenci¨®n encapsulan la concepci¨®n ¨¦tica y est¨¦tica que Piccioli (Nettuno, 55 a?os) ha definido para Valentino. El dise?ador lleva 24 a?os en la casa de la que es director creativo en solitario desde 2016. Desde 2008 y hasta ese momento, Piccioli hab¨ªa ocupado el mismo cargo en t¨¢ndem con Maria Grazia Chiuri. Diez a?os antes, hab¨ªan sido elegidos por el propio Valentino Garavani para dise?ar su l¨ªnea de accesorios.

La ascensi¨®n de un hombre de la casa al trono que el Maestro dej¨® vacante con su retirada ha sido uno de los triunfos m¨¢s incontestables de la historia de la moda reciente. Hoy nadie discute a Piccioli, ni en Valentino ni en la industria global. Sus ideas tienen la clase de impacto y onda expansiva que en otros momentos tuvieron Yves Saint Laurent o Miuccia Prada. Puede que haya reparado en la gran cantidad de ropa fucsia que hay en las tiendas para este oto?o, suya es la culpa. Aunque si bien cuenta con la capacidad de influencia necesaria como para te?ir toda una temporada de un color tan dif¨ªcil, esta es una de esas situaciones en las que la reputaci¨®n de una marca es mayor que el tama?o de su negocio. Las ventas de la empresa, propiedad del fondo de inversi¨®n catar¨ª Mayhoola, alcanzaron en 2021 los 1.230 millones de euros, un 3% por encima de los datos prepandemia. Una cifra que queda lejos del umbral que distingue a los titanes de la industria, los 5.000 millones de euros en ventas que solo superan Gucci, Louis Vuitton, Dior, Herm¨¨s y Chanel.

Al d¨ªa siguiente de ese desfile en Roma, Piccioli se muestra relajado y satisfecho. Los grandes ventanales de su despacho est¨¢n abiertos sobre la plaza de Mignanelli. Desde all¨ª llega el ruido de los operarios recogiendo las estructuras que la noche anterior sosten¨ªan los focos y los asientos para los invitados. Tambi¨¦n de los turistas, que ya han recuperado una plaza de Espa?a que el d¨ªa antes les fue robada por el acontecimiento.

?Qu¨¦ signific¨® para usted este desfile?

Fue un momento importante para la moda porque fue algo muy personal. Para m¨ª, para las personas en el escenario, para quienes trabajaban en los talleres¡­ Y todo contribuy¨® a que fuera uno de los mejores desfiles que he hecho en Valentino.

Ha definido esa colecci¨®n como un di¨¢logo imaginario con Valentino Garavani, ya que ha vuelto a interpretar sus c¨®digos m¨¢s emblem¨¢ticos sin nostalgia. ?Por qu¨¦ era el momento de hacerlo?

Quer¨ªa reflexionar sobre la identidad, las ra¨ªces y el sentido de la memoria porque tienes que ser muy consciente de cu¨¢l es tu pasado para construir tu futuro. Siempre he mantenido esta especie de conversaci¨®n con Valentino en mi cabeza. Nunca he renegado de lo que ¨¦l hizo. Pero sent¨ªa que era el momento de usar sus mismos c¨®digos para contar una historia diferente. En un momento tan feo para el mundo, la reacci¨®n debe pasar por buscar la belleza y demostrar el poder que tiene entender la humanidad de una forma diversa. Es exactamente lo que estoy intentando hacer con la marca. La emblem¨¢tica imagen en la escalinata de la plaza de Espa?a de Valentino hace 35 a?os trataba de la belleza del glamur y del poder del ¨¦xito y de la perfecci¨®n. Interpretarla de nuevo y transformarla en algo m¨¢s humano e imperfecto ¡ªy que refleja m¨¢s la singularidad de cada ser humano¡ª es un mensaje pol¨ªtico. Yo creo una imagen y no s¨¦ qu¨¦ palabras le corresponden, puede que sean libertad, igualdad, derechos civiles. Pero mi misi¨®n est¨¢ cumplida con la imagen en s¨ª.

?Esa imagen final era como desplegar un arco¨ªris humano en el centro de Italia?

Es una manera de decir, desde la belleza, ¡°?Que os jodan!¡± a las personas antidemocr¨¢ticas, a todos los hom¨®fobos y xen¨®fobos, que pueden volver con lo que est¨¢ ocurriendo en el mundo. La creatividad y la esperanza son instrumentos para contrarrestar el fascismo y las ideas reaccionarias. La belleza puede ser muy asertiva, pero tambi¨¦n sutil y subversiva. La belleza subversiva puede ser m¨¢s poderosa que cualquier palabra, idea o pensamiento. Este es mi manifiesto, mi respuesta a lo que est¨¢ pasando.

?Por eso quer¨ªa presentar la colecci¨®n en Roma?

Es el poder de un escenario como este. Tiene un aire oficial, central y simb¨®lico para Italia, para la cultura y la belleza. Se convierte en un entorno inmejorable para dar voz a la invisibilidad. No es algo que se quede en un nicho en la periferia del mundo, sino que ocupa un lugar central, y eso significa que se convierte en una declaraci¨®n. Por eso creo que la belleza puede ser poderosa. La alegr¨ªa de vivir no es una forma ingenua de escapismo, tambi¨¦n puede ser el lenguaje para transmitir otra cosa.

Cuando hablamos de moda con componente pol¨ªtico, tendemos a pensar en cierto tipo de dise?os: oscuros y conceptuales. ?La moda puede ser pol¨ªtica tambi¨¦n cuando es bonita y alegre?

Creo que se puede reflexionar y reaccionar ante el momento que se vive de muchas maneras. Tenemos la responsabilidad de ser testigos del momento que vivimos y de reaccionar ante ello. Puedes reflejar literalmente la fealdad de lo que ocurre, pero eso no entra?a una promesa para el futuro. Cuando reaccionas ante la oscuridad del mundo con belleza, ofreces esperanza. Y la esperanza es probablemente la mejor manera de enfrentarse a cualquier tipo de dictadura. Si hay esperanza, encontrar¨¢s una salida. La esperanza reside en la luz, no en la oscuridad. La oscuridad es algo que todo Gobierno dictatorial busca transmitir a la gente. Por eso los creativos son perseguidos en tiempos de guerra. Porque saben que la belleza aporta resiliencia.

Aunque Valentino tiene 90 a?os y no se prodiga mucho, ?le ech¨® de menos en el desfile?

S¨ª, pero estuvo presente de muchas maneras. Y en esp¨ªritu. Giancarlo [Giammetti, su socio] estaba all¨ª y s¨¦ que el se?or Valentino vio la colecci¨®n en directo desde su casa. Me ha dicho que le ha gustado mucho y est¨¢ feliz.

?C¨®mo seleccion¨® qu¨¦ recuerdos recuperar? Despu¨¦s de 24 a?os aqu¨ª, debe saberse el archivo de memoria. ?Fue intuitivo o acad¨¦mico?

Realmente he aprendido a dejar que mis emociones fluyan de una manera muy espont¨¢nea. Me parece un logro conseguir no pensar tanto y no buscar una justificaci¨®n racional a cada uno de nuestros actos. No creo que Valentino o Yves Saint Laurent pensaran tanto al crear sus colecciones. He aprendido a ser mucho m¨¢s libre con los colores, las formas, los bordados, y a juntarlo todo a trav¨¦s de una suerte de inconsciente creativo. Para m¨ª es un logro porque siempre he sido m¨¢s racional, anal¨ªtico y reflexivo. Por otro lado, me gusta mantener mi lado cient¨ªfico para que la imagen sea precisa y n¨ªtida. Hay dos capas: una es la belleza y la moda, y la otra es un ejercicio de hablar y pensar cu¨¢l es la profundidad de lo que estoy haciendo. Es como un subconsciente creativo bajo un punto de vista muy consciente y preciso.

The New York Times lo califica como ¡°el mejor colorista de la moda desde Yves Saint Laurent¡± y su colecci¨®n de pr¨ºt-¨¤-porter para este oto?o, ¨ªntegramente en un rosa que ha bautizado con su nombre, es una de las grandes tendencias de la temporada. ?C¨®mo trabaja con los colores?

Es un proceso diferente cada vez. Un equilibrio entre el espacio, los colores y los vol¨²menes. La colecci¨®n Valentino Pink PP surgi¨® porque quer¨ªa trabajar como sol¨ªan hacerlo los monocrom¨¢ticos: usar un solo color para iluminar las caras y los puntos de vista. Al llevarlo a la moda, se trataba de iluminar los vol¨²menes y a las personas. Al cubrirlos a todos de rosa, se aparta el foco de los g¨¦neros, las identidades y las culturas. Lo presentamos en una gran caja rosa, como una dimensi¨®n paralela. A veces, simplemente tienes que escapar. Hay momentos en que la realidad te atenaza y no te sirve hacer algo est¨²pido como una camiseta que dice ¡°Salvar al mundo¡±. La caja rosa se convirti¨® en un lugar seguro para m¨ª para hablar desde una perspectiva diferente. Era rosa porque es el color que tiene m¨¢s significados asociados. En el siglo XVI era el color del poder y hacia finales del XIX se convirti¨® en el de la feminidad. Adem¨¢s, aunque se percibe como un color dulce, puede ser punk y agresivo. Me gusta tener algo delante y abordarlo sin ideas preconcebidas. Es como si vi¨¦ramos el color con una mirada nueva, como si fuera un color diferente, ya no es el mismo. De hecho, para m¨ª cada vez que pienso en el color rosa es diferente.

?Pinta usted?

Antes pintaba. Ahora no mucho. Volver¨¦ a hacerlo.

?Y qu¨¦ clase de pintor era?

Muy intuitivo. M¨¢s bien tirando hacia lo abstracto.

El a?o que viene cumplir¨¢ 15 a?os como director creativo de Valentino. ?Se ve a s¨ª mismo haciendo algo diferente o trabajando en otro lugar?

Siento la responsabilidad de un trabajo como este. Todav¨ªa siento la moda como una oportunidad y un lenguaje para contar tus propias historias y aquello en lo que crees. Y eso solo se puede hacer si est¨¢s c¨®modo en tu piel, en tu espacio. Si est¨¢s subiendo y bajando como en una monta?a rusa, no puedes entregar una colecci¨®n ni entregarte a ti, porque cambias de punto de vista cada vez. Por eso estar aqu¨ª es estar en mi casa, en mi lugar.

?Eso significa que no se ve en otro sitio?

No estoy diciendo eso. Digo que esto es lo que hago ahora y me siento como en casa. Pero no soy alguien que planifique. Nunca se sabe. Quiz¨¢ ma?ana pueda pasar.

Hace seis a?os se convirti¨® en director creativo en solitario, ya que hasta entonces trabajaba con Maria Grazia Chiuri. Desde entonces, su evoluci¨®n ha sido espectacular. Tanto en altura creativa como en los aplausos que recibe, colecci¨®n tras colecci¨®n. ?Siente la presi¨®n de ese crescendo?

Cada colecci¨®n tiene su raz¨®n de ser. No s¨¦ si esto es un crescendo, pero, sin duda, es mi propio camino, honesto y aut¨¦ntico. Por eso no siento la presi¨®n, y no me importa. Hago las cosas sin tratar de complacer a nadie aparte de a m¨ª mismo y a mi equipo. Hago lo que siento, no me importa lo que piense la gente, sinceramente. Que las colecciones vayan creciendo, como dice, corresponde precisamente a perder inter¨¦s en lo que piensa la gente.

Los trabajadores del taller salieron a saludar junto a usted. Ha hecho hincapi¨¦ en que se ponga el foco sobre las personas que elaboran las piezas hasta el punto de que aparezcan sus nombres en los trajes de alta costura. Cuando Valentino se retir¨®, algunas de esas modistas lloraban entre bambalinas. ?C¨®mo lo recibieron cuando lleg¨® y c¨®mo se gan¨® su confianza?

La confianza es algo que tienes que construir. No es algo que recibas autom¨¢ticamente porque te den un cargo. Te la tienes que ganar d¨ªa a d¨ªa, como en cualquier relaci¨®n, especialmente en un sitio como el taller. No te dan confianza por ser la cabeza visible de la empresa, sino por la persona que eres. Mi manera de trabajar es diferente a la de Valentino. ?l ten¨ªa su forma de ser un couturier y yo tengo la m¨ªa, porque soy un hombre de 2022. Me he criado aqu¨ª, conozco a muchos de los trabajadores desde hace mucho tiempo: de cuando no era el director creativo, sino el tipo que hac¨ªa accesorios. Era diferente. Ahora me gusta involucrarlos en mi propia visi¨®n, no hago los fittings obsesion¨¢ndome con fijar el alfiler o con un cent¨ªmetro de la proporci¨®n. Trato de explicarles lo que intento realizar para que se sientan dentro de la colecci¨®n y no se limiten a ejecutar y para que pongan su propia historia y sus propios conocimientos. Va m¨¢s all¨¢ de la confianza, se trata de compartir, de hacer las cosas juntos. Ayer, m¨¢s que ning¨²n otro d¨ªa, se trataba de nosotros, de nuestra historia, de c¨®mo somos y c¨®mo ¨¦ramos. No sent¨ªa que fuera apropiado salir solo porque se trataba de representar a los trabajadores.

Se les ve¨ªa a todos muy emocionados.

S¨ª, todos lo est¨¢bamos. Siempre es diferente estar en tu casa. El p¨²blico ve la belleza de la escalinata, pero para nosotros es nuestro espacio cotidiano, una extensi¨®n del taller. Hab¨ªa una l¨ªnea que conectaba la Via Grigoriana, que fue la primera direcci¨®n del se?or Valentino, con la escalinata de la plaza de Espa?a y con el palacio de Mignanelli, donde ahora estamos. Es el lugar donde todo empez¨® y todo acaba. Fue un momento muy especial.

Han desarrollado dos programas de formaci¨®n en costura para estudiantes que, adem¨¢s, permiten captar talento para los talleres. ?C¨®mo se consigue interesar a los j¨®venes en la artesan¨ªa para recuperar los oficios?

Tenemos una escuela propia para crear conocimiento y asegurar el futuro de nuestra profesi¨®n. Creo que es importante darles la posibilidad de elegir su carrera, que se sientan parte de la empresa y no como unos meros ejecutores. Que formen parte de la idea y el proyecto general y no est¨¦n all¨ª simplemente por saber coser.

?Qu¨¦ sentido tiene la alta costura hoy?

La alta costura es una cultura. Y es parte del ADN de esta casa. A veces se abusa de la palabra: todo es alta costura hoy. Pero se trata de un proceso, un ritual y un taller. Cuando naci¨® la alta costura, hab¨ªa 25 reglas que cumplir. Y creo que a¨²n son v¨¢lidas. Y esta empresa tiene todas esas cualidades y capacidades. La identidad de Valentino se resume con estas palabras: es una marca de alta costura romana. La singularidad de Valentino, lo que le hace peculiar, es que es la ¨²nica colisi¨®n posible de estos conceptos. Dicho eso, es una filosof¨ªa que se tiene que sentir tambi¨¦n en todo lo dem¨¢s, desde los accesorios hasta las camisetas. Y en la manera en la que dirigimos la empresa. Significa cuidado, car¨¢cter ¨²nico, inspiraci¨®n, extravagancia.

?Qui¨¦nes son los clientes de la alta costura y qu¨¦ relaci¨®n establece con ellos?

Soy un couturier de 2022, no de la d¨¦cada de 1960. No me gustan esos estereotipos y no tengo reglas. Un couturier cl¨¢sico recib¨ªa a los clientes en el taller para ense?arles la colecci¨®n. No voy a hacer nada de eso porque soy un hombre que hace alta costura, pr¨ºt-¨¤-porter, accesorios, y que lidera la compa?¨ªa. Es un mundo diferente. Cuando la alta costura naci¨®, hab¨ªa clientes que solo se vest¨ªan as¨ª. Ahora visten piezas de alta costura con vaqueros, son hombres y mujeres de su tiempo y no me necesitan a m¨ª para elegir su ropa. Esta disciplina es un privilegio para un dise?ador, no solo para los clientes.

Durante la pandemia se habl¨® de c¨®mo ¨ªbamos a cambiar como sociedad y c¨®mo iba a hacerlo la industria de la moda: menos colecciones y viajes, por ejemplo. ?Ve alguno de esos cambios?

La verdad es que no. Puede que sea por el momento actual. Cuando te sientes inseguro por el futuro, vuelves al pasado. Buscas un lugar que conoces. Estos a?os de covid y guerra nos han creado gran inseguridad. La gente no sabe c¨®mo reaccionar ni proyectar innovaci¨®n. Y volvemos a lo que hac¨ªamos antes: m¨¢s y m¨¢s colecciones, y recuperamos el glamur hist¨¦rico para ocultar el miedo al futuro. Soy partidario de mirar adelante y encontrar nuevas soluciones que a veces funcionan y otras no.

En un momento en que las relaciones de las actrices con las marcas est¨¢n m¨¢s mercantilizadas que nunca, su relaci¨®n con Zendaya parece ir m¨¢s all¨¢ de la que se suele mantener con una embajadora de marca. ?C¨®mo se establecen v¨ªnculos en una industria que no se caracteriza por su lealtad?

Realmente lo encuentro m¨¢s f¨¢cil que hacer solo relaciones p¨²blicas. Soy mal actor, me cuesta enga?ar. Si alguien no me cae bien, se me nota enseguida. Es dif¨ªcil ocultarlo. Con la gente que me cae bien me muestro como soy. Zendaya es una mujer que tiene todo mi respeto. He cambiado la marca desde la idea del estilo de vida a la de la comunidad. Una comunidad es un grupo de personas que comparten valores. No es dif¨ªcil gestionar eso. Es mucho m¨¢s dif¨ªcil mantener una relaci¨®n adecuada con la gente si no son amigos; no cuesta nada llevarse bien con los amigos.

La moda se ha convertido en un gran espect¨¢culo. ?C¨®mo combina lo personal con la escala masiva que se exige hoy?

A m¨ª me gusta la idea de la moda como algo muy ruidoso y de gran potencia porque creo que es una oportunidad. Si piensas en algo que quieres contar de forma muy personal, peque?a e ¨ªntima, pero se le puede subir el volumen y puede adquirir un valor universal, entonces sientes el poder de la moda. Me gusta el reto de moverme de lo muy personal a lo muy grande y universal. Una imagen puede transmitir mucho si le das diferentes capas. Me encanta la moda porque no es solo ropa, se trata de ser capaz de transmitir mensajes a trav¨¦s de ella. La moda es un sistema complicado de c¨®digos, valores y lenguajes juntos. Y me gusta mucho formar parte de ella.

Me sorprendi¨® verlo en Par¨ªs solo tres d¨ªas antes de su desfile en Roma como espectador de Balenciaga. ?Le gusta asistir a otros desfiles?

De la gente que me gusta, s¨ª [risas]. En serio, me sigue apasionando la moda. Y cuando puedo, asisto. Demna est¨¢ creando un territorio y un sistema interesantes, que no tiene que ver solo con la ropa.

Su primera vocaci¨®n fue ser director de cine. ?Cu¨¢ndo sinti¨® la llamada de la moda?

Todav¨ªa quiero ser director de cine [risas]. Del cine pas¨¦ a la fotograf¨ªa, y viendo fotos de moda pens¨¦ que podr¨ªa ser una manera diferente de contar historias. Mi primera fascinaci¨®n por la moda no tuvo que ver con la ropa y sus detalles, sino con el poder de la imagen de la moda. Sent¨ªa que era una forma de contar historias.