Fernando Lindez, la pr¨®xima estrella de ¡®?lite¡¯ que triunfa en las pasarelas
¡°Me siento muy c¨®modo con mi cuerpo y no tengo miedo a mostrarlo y que la gente opine¡±, dice el actor y modelo
El telefonillo retumba en la casa vac¨ªa como un mill¨®n de cigarras en una bas¨ªlica. Tras la verja aparece Fernando Lindez (Madrid, 22 a?os). ¡°?Hola! Perdona, ?me puedes abrir? Llego un poco tarde, perd¨®n¡±. Ni siquiera ha entrado en el viejo chalet de la periferia madrile?a donde nos hemos citado y ya se ha disculpado dos veces. Lindez parece t¨ªmido y educado, dos adjetivos que no siempre se le presuponen a una estrella juvenil. Su retraso (m¨ªnimo) est¨¢ justificado. Viene de rodar sus primeras escenas en ?lite, la serie adolescente estrella de Netflix.
Lindez se estrenar¨¢ en su s¨¦ptima temporada, y anda ahora mentaliz¨¢ndose. Es consciente de que su fama crecer¨¢ en unos meses de forma elefanti¨¢sica, pero intenta llevarlo ¡°con naturalidad¡±. A falta de datos oficiales, se calcula que m¨¢s de 30 millones de personas en todo el mundo ven ?lite. Esta proyecci¨®n la ha convertido en una f¨¢brica de estrellas posado?lescentes de belleza apol¨ªnea. Omar Ayuso, Manu R¨ªos y Miguel Herr¨¢n son algunos de sus ejemplos m¨¢s contundentes. Lindez no es una excepci¨®n. Su cara es angulosa, toda p¨®mulos y mand¨ªbula. Tanto que se dir¨ªa dise?ada con escuadra y cartab¨®n. Su imponente 1,87 metros de altura no le hace parecer desgarbado, sino ¨¢gil y levemente felino. Ayuda el tener un cuerpo fibrado que le ha hecho desfilar por las pasarelas enfundado en prendas de Louis Vuitton, Prada o Versace. ¡°Justo la semana pasada estuve en Par¨ªs, aprovechando un descanso en el rodaje de ?lite¡±, explica. De momento compagina los dos mundos. ¡°No son tan distintos¡±.
Antes de matricularse en el instituto de Las Encinas (?lite), pas¨® por el de Los Espinos (en la serie de Telecinco Esc¨¢ndalo, relato de una obsesi¨®n) y repiti¨® cuatro temporadas en el instituto Isabel la Cat¨®lica (en la serie Skam, emitida en Movistar). En la realidad hace cinco a?os que termin¨® el bachillerato, pero en la ficci¨®n parece condenado a repetir curso y argumento una y otra vez, como una versi¨®n posadolescente y sexy de Bill Murray en Atrapado en el tiempo.
¡°Es verdad que son todos chicos que van al instituto, pero son muy distintos¡±, defiende el int¨¦rprete. ¡°El escenario es el mismo, pero desde all¨ª se pueden contar muchas cosas¡±. Lindez dice no estar cansado de los dramas de patio de colegio. Con Skam le pillaban m¨¢s cerca, ten¨ªa entonces 17 a?os. Fue un a?o despu¨¦s cuando se estren¨® ?lite, una serie que ve¨ªa como espectador sin intuir que en unos a?os lo har¨ªa como protagonista. Entonces ¨¦l mismo estaba en edad escolar, aunque reconoce que su vida no era tan excitante como la de los alumnos de la ficci¨®n de Net?flix. Sal¨ªa con sus colegas, paseaba por la madrile?a localidad de Pozuelo, donde creci¨®, iba al gimnasio, hac¨ªa snowboard¡
La historia de este chaval es como la de tantos otros modelos. Su rutina discurr¨ªa alejada de las pasarelas hasta que se cruz¨® en su camino un scouter. Con este anglicismo se conoce a los cazadores de belleza, aquellos personajes misteriosos que ven a un desconocido en una discoteca, le dicen ¡°tienes algo especial¡± y lo convierten en una estrella. Solo que en la actualidad se pasean menos por las discotecas y m¨¢s por el feed de Instagram. ¡°Un amigo subi¨® una foto m¨ªa¡±, recuerda Lindez. ¡°Era una foto muy cutre, yo no estaba ni posando¡±. Pero llam¨® la atenci¨®n de la persona correcta. Un desconocido le pregunt¨® a su amigo por ese chaval de perfil anguloso. Podr¨ªa dar bien en una sesi¨®n fotogr¨¢fica, un desfile o una campa?a publicitaria.
Lindez se qued¨® ¡°impactado¡±, incluso ¡°un poco acojonado¡±. ?l ni siquiera ten¨ªa redes sociales ¡ªen la actualidad las tiene m¨¢s por trabajo que por inter¨¦s¡ª. Era muy t¨ªmido y no le gustaban las fotos. Sus padres a¨²n le recuerdan con sorna que cuando alguien en la familia sacaba una c¨¢mara, ¨¦l se escond¨ªa o miraba al suelo. Pero decidi¨® vencer ese miedo, una sesi¨®n llev¨® a otra y lleva posando desde entonces. Era 2017.
En este tiempo ha ganado en seguridad, se ha sexualizado de forma consciente y tranquila. ¡°Es algo tambi¨¦n que he ido descubriendo con el tiempo. Hace cinco a?os no s¨¦ si habr¨ªa sido capaz de mostrarme tal y como me muestro hoy o de hacer el tipo de fotos que hago. Pero me siento muy c¨®modo con mi cuerpo, estoy muy a gusto y no tengo miedo a mostrarlo, a que la gente lo vea y opine¡±, dice. ¡°Mientras yo est¨¦ contento con lo que hago, voy a seguir palante¡±.
Como modelo se divierte, dice, pero como actor disfruta. Por eso pr¨®ximamente lo veremos m¨¢s en la pantalla que en las pasarelas. Con distintos uniformes escolares pero un objetivo com¨²n: ser algo m¨¢s que el actor de moda.
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