Cuando la favela era una fiesta
Los fot¨®grafos Afonso Pimenta y Jo?o Mendes registraron en los setenta y ochenta la vida en la barriada de Aglomerado da Serra. Ahora exponen en S?o Paulo una selecci¨®n de las mejores im¨¢genes
La banda sonora de estas fotograf¨ªas podr¨ªa ser un Cumplea?os feliz con tarta y risas o los grandes ¨¦xitos de James Brown y Michael Jackson que en los a?os setenta y ochenta triunfaban en las discos de medio planeta. Y tambi¨¦n en los bailes black en Aglomerado da Serra, la mayor favela de Belo Horizonte (Brasil). Los vecinos posaron en aquella ¨¦poca para los fot¨®grafos Afonso Pimenta, de 64 a?os, y Jo?o Mendes, de 69 a?os, con la confianza que se tiene con el vecino que regenta la tienda de la esquina. All¨ª contin¨²a Foto Mendes. Y ah¨ª est¨¢ la magia.
Lejos del t¨®pico de la miseria y la violencia que suelen difundir los for¨¢neos, el proyecto Retratistas do Morro ha rescatado miles de ajados negativos para mostrar esta barriada pobre como la ven sus vecinos, con esa cara linda que todos ponemos ante el espejo. Los protagonistas miran directamente al objetivo. Instantes de felicidad documentados por dos fot¨®grafos de la favela ¡ªlleg¨® a tener 14 retratistas¡ª con la solemnidad que representaban las fotos cuando no se pod¨ªan repetir y hab¨ªa que esperar a revelarlas.
Posar en el estudio durante un fin de curso era un cl¨¢sico, y un esfuerzo para muchos bolsillos. Pero tras la sonrisa de esa ni?a vestida de rosa Barbie con birrete y carm¨ªn hubo una madre orgullosa a la que ese diploma de preescolar le pareci¨® una licenciatura. Si la familia no podr¨ªa pagar, ya arreglar¨ªan el asunto m¨¢s adelante, cuando se pudiera, si se pod¨ªa.
¡°Me acuerdo de que llam¨¦ a Afonso para que me sacara esta foto¡±, cuenta Terezina da Paix?o Santos, que posa con su beb¨¦. ¡°?La Teresa de la foto es la Teresa m¨¢s feliz del mundo! El pr¨ªncipe acababa de llegar a mi vida. Yo viv¨ªa en esta choza de tres cuartos con 12 hijos. Y esa blusita blanca era una de las mejores que ten¨ªa¡±.
Fuera del encuadre, Brasil era una dictadura y los bailes callejeros estaban prohibidos, como ahora. Cuando un ojeador apostado en lo m¨¢s alto avisaba de que la poli llegaba a la favela, el disc jockey pinchaba una de Tim Maia. Se acab¨® la fiesta. Todos sab¨ªan que era hora de largarse.
Las im¨¢genes de este reportaje pertenecen a la exposici¨®n Retratistas do Morro que se puede visitar en Sesc Pinheiros de S?o Paulo hasta el 20 de noviembre.
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