La moda se enamora de los chicos buenos
Los nuevos chicos favoritos de la moda de lujo son tan sensibles y emocionales que hasta se ha inventado para ellos un apelativo de g¨¦nero femenino con el que resaltar sus cualidades favorables: ¡®babygirls¡¯.
Los llaman babygirls, pero son se?ores crecidos, con pelos donde hay que tenerlos. El t¨¦rmino, uno de esos hallazgos ling¨¹¨ªsticos de los nativos digitales de ¨²ltima generaci¨®n, lleva coleando en las redes sociales ¡ªd¨®nde si no¡ª desde hace un a?o, aplicado de manera invariable a un cierto tipo de masculinidad, esa que explotan como un fil¨®n el cine y, sobre todo, la televisi¨®n de nuestros d¨ªas: melanc¨®lica, taciturna, ingenua, esquiva, a veces hosca, oscura tirando a torturada, vulnerable. Hay quien a?ade, incluso, sumisa. Lo curioso del caso es que la expresi¨®n, aun susceptible de meme, se celebra como un hito entre los ling¨¹istas que observan la evoluci¨®n del lenguaje en internet: he aqu¨ª una manifestaci¨®n de la feminidad utilizada para referirse al hombre sin carga peyorativa o despectiva. ¡°A veces, una nenita es un tipo de 44 a?os¡±, tuiteaba en marzo de 2023 una usuaria del viejo Twitter. E ilustraba el comentario con un par de im¨¢genes del actor Oscar Isaac c¨¢ndidamente ruborizado.
¡°El sexismo y la misoginia son los motivos por los que, casi siempre, los hombres heteronormativos se ofenden si se los apela con un nombre femenino. Sin embargo, lo que tendr¨ªa una valencia negativa atribuido a las mujeres, en este caso adquiere un valor positivo, como si al llamarlo babygirl se estuvieran resaltando cualidades favorables en un hombre¡±, explicaba la ling¨¹ista Sylvia Sierra, profesora adjunta de Comunicaci¨®n y Estudios Ret¨®ricos de la Universidad de Siracusa (Nueva York), interrogada por NBC News a prop¨®sito de un fen¨®meno cuya viralidad es, sorpresa, de autor¨ªa femenina. Seg¨²n revela el portal Know Your Meme, suerte de enciclopedia brit¨¢nica de la cultura online, fueron las usuarias de plataformas como el foro de escritura creativa Wattpad y el espacio de microblogging Tumblr quienes habr¨ªan acu?ado el calificativo para ponderar las personalidades de los protagonistas de sus fanfictions, relatos en los que dan continuidad a sus personajes favoritos, sean literarios, cinematogr¨¢ficos o cat¨®dicos, ya en 2017. De ah¨ª a extenderse al vocabulario digital, un paso, alentado por la conquista del lenguaje inclusivo, neutro respecto al g¨¦nero.
Apenas audible offline, como suele ocurrir con la jerga de ordenador y dispositivos m¨®viles, el t¨¦rmino sigue con todo circunscrito a la conversaci¨®n digital para designar a esos tipos de atractivo tan primario que suscitan en ellas un sentimiento de protecci¨®n, ¡°como si necesitaran ser cuidados, mimados, achuchados¡±, seg¨²n recoge la entrada babygirl en la ¨²ltima edici¨®n del Diccionario cachondo elaborado por la multiplataforma Mashable. En principio atribuida a personajes de ficci¨®n como el lastimero Kendall Roy de la serie Succession, la expresi¨®n no ha tardado en alcanzar a los actores que encarnan a estos individuos de masculinidad desconcertante, fr¨¢gil, si se quiere. V¨¦ase a Pedro Pascal (49 a?os), babygirl seminal no solo por su papel como el taciturno y sufrido Joel de la exitosa The Last of Us, sino tambi¨¦n por la desafectaci¨®n de sus comparecencias p¨²blicas y la fluidez que gasta en la vida real.
Imagen del perfume Solo, en 2020, Pascal fue el acierto de Loewe para encarnar a ese hombre sin prejuicios, no solo para vestir, que defiende en sus colecciones masculinas desde que Jonathan Anderson ejerce de director creativo, cargo al que accedi¨® en 2014. Alternativa a la fr¨ªa androginia ef¨¦bica que propaga Hedi Slimane all¨ª por donde pasa y la fluidez redicha, artificiosa, travestida, que campa desde hace una d¨¦cada entre no pocos de sus hom¨®logos, la masculinidad propuesta por el dise?ador norirland¨¦s es juguetona, deliberadamente naif, po¨¦tica. Un traje / segunda piel que ni cortado a medida de las hechuras del hombre que mayores simpat¨ªas emocionales despierta ahora mismo. ¡°A todo el mundo le gusta estar en su compa?¨ªa. En especial, a las mujeres del equipo, que fantaseaban melanc¨®licas con emparejarse con alguien as¨ª. ?Nos imaginas en la playa, con dos [perros] labradores?¡±, constataba el productor Carlo Cresto-Dina durante el estreno de La quimera, a prop¨®sito de las pasiones despertadas por su protagonista, Josh O¡¯Connor. El desgarbado sex-appeal del actor brit¨¢nico (34 a?os), con su altura de junco, extremidades l¨¢nguidas, rizos oscuros ca¨®ticos, ojos tristones y orejas de soplillo ¡ªfue el joven casadero Carlos de Inglaterra en The Crown¡ª, mezclado con las tortuosas personalidades de muchos de los personajes que le ha tocado interpretar, lo sit¨²a a la cabeza del actual pelot¨®n babygirl que desaf¨ªa los convencionalismos de g¨¦nero. ¡°Parece que el tema que gu¨ªa mi carrera es el de los hombres que bregan con su masculinidad¡±, reconoc¨ªa el propio O¡¯Connor el pasado agosto. Ni que decir tiene que Loewe ya lo tiene fichado como embajador.
Para el caso, la ense?a m¨¢s jaleada del grupo LVMH est¨¢ consiguiendo llevar a su redil incluso a tipos de los que, en principio, nadie se atrever¨ªa a decir jam¨¢s que lucen nenitas. Pero ah¨ª est¨¢ Daniel Craig, imagen de la actual campa?a oto?o-invierno que ni salido del club de los poetas torturados de Taylor Swift. Al arquet¨ªpico James Bond, fornido y compacto, le favorecen, por otro lado, sus m¨¢s recientes elecciones profesionales, perfectas para sacudirse cualquier encasillado: en la popular franquicia Pu?ales por la espalda encarna a un detective de amaneramiento dandi, mientras que en Queer, presentada en el pasado festival de Venecia, entra de lleno al trapo gay de la mano de William S. Burroughs versi¨®n Luca Guadagnino. El cineasta italiano, por cierto, tiene igualmente bastante que ver con la adopci¨®n de Timoth¨¦e Chalamet (v¨¦ase Call Me by Your Name) para una causa que encuentra en el estadounidense Mike Faist (Rivales), tambi¨¦n chico Loewe, su reclamo m¨¢s reciente. Jeremy Allen White, achuchable desde sus d¨ªas como el tan atribulado como bonach¨®n Lip Gallagher de la serie Shameless y servido en bandeja de plata por The Bear; Tom Holland, ese tierno Spider-Man respaldado por Prada (y Zendaya); Paul Mescal, experto en explorar la angustia vital y bander¨ªn de enganche de Dior Men; Manu R¨ªos, en el entourage lo mismo de Almod¨®var que de Jacquemus, o Jacob Elordi, bigardo de oscura mirada ternesca que por fin ha alcanzado una campa?a de Bottega Veneta, redondean esta ¨²ltima vuelta de tuerca a las masculinidades disidentes. N¨®tese, en cualquier caso, que todos sus exponentes son m¨¢s blancos que los polvos de taco. A ver si en el desaf¨ªo de g¨¦nero babygirl va a haber un poco de racismo, por lo que sea¡
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