_
_
_
_

Cicatrices alemanas: el pa¨ªs del consenso atrapado en la polarizaci¨®n

Alemania celebra el 23 de febrero elecciones anticipadas en un ambiente de divisi¨®n creciente. La econom¨ªa est¨¢ estancada. La industria, en crisis. Y un partido de extrema derecha atrae a millones de votantes. Recorremos por carretera la frontera que separ¨® la RFA y la RDA entre 1949 y 1990

Un fragmento del muro alem¨¢n que se mantiene en pie en M?dlareuth (entre Baviera y Turingia), localidad que estuvo dividida, igual que Berl¨ªn.
Un fragmento del muro alem¨¢n que se mantiene en pie en M?dlareuth (entre Baviera y Turingia), localidad que estuvo dividida, igual que Berl¨ªn.Ed Alcock
Marc Bassets

Hay leyendas que parec¨ªan enterradas para siempre, hasta que un d¨ªa alguien las toma en serio y las resucita. La leyenda de Barbarroja, por ejemplo, aquel emperador que desde la Edad Media duerme bajo una monta?a a la espera de despertar para, seg¨²n el relato del nacionalismo alem¨¢n, liberar el Reich.

¡ªEl mito de Barbarroja sigue vivo. Un d¨ªa volver¨¢. Ser¨¢ entonces cuando Alemania se levante de la miseria a la que la han llevado los viejos partidos.

Si hace unos a?os me hubiesen dicho que escuchar¨ªa estas palabras en boca de un pol¨ªtico alem¨¢n en un partido que recibe millones de votos, no lo habr¨ªa cre¨ªdo. Este era el pa¨ªs que, como ning¨²n otro, hab¨ªa pasado p¨¢gina del nacionalismo y se hab¨ªa enfrentado a los desastres a los que hab¨ªa llevado esta ideolog¨ªa. El pa¨ªs que sab¨ªa ad¨®nde hab¨ªa llevado el culto a los mitos y leyendas medievales y por eso los sol¨ªa tratar con un profundo recelo. Pero ah¨ª estaba Hans-Thomas Tillschneider, diputado en el Parlamento regional de Sajonia-Anhalt por Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alem¨¢n), la formaci¨®n contraria a la inmigraci¨®n y a la Uni¨®n Europea que en poco m¨¢s de una d¨¦cada ha puesto patas arriba el consenso alem¨¢n. Y esto afirmaba:

¡ªSomos el ¨²nico partido que defiende Alemania. El resto se ha despedido de Alemania.

Vista desde el monumento de Kyffh?user, donde la leyenda sit¨²a el escondite de Barbarroja, k¨¢iser del Sacro Imperio Romano Germ¨¢nico.
Vista desde el monumento de Kyffh?user, donde la leyenda sit¨²a el escondite de Barbarroja, k¨¢iser del Sacro Imperio Romano Germ¨¢nico.Ed Alcock

A medio camino de un viaje con el fot¨®grafo Ed Alcock, siguiendo la l¨ªnea de la frontera que durante la Guerra Fr¨ªa parti¨® Alemania en dos, hab¨ªamos subido a la monta?a bajo la que, seg¨²n la leyenda, reposa Barbarroja. En la cumbre del Kyffh?user se eleva un monumento construido a finales del siglo XIX en honor al k¨¢iser Guillermo I, y Barbarroja. La vista del valle nevado, desde arriba, en una ma?ana soleada a finales de enero, era de cuento de Navidad. Aunque a unos 50 kil¨®metros en direcci¨®n al oeste se elevasen hasta hace 35 a?os los alambres, muros y torreones del tel¨®n de acero. Aunque hacia el sur, en las afueras de Weimar, la capital del clasicismo alem¨¢n, queden los restos del campo nazi de Buchenwald. Hoy se dir¨ªa que en estos valles y llanuras no pudiera pasar nada malo.

Al bajar de la monta?a, en la ciudad de Magdeburgo, el diputado Tillschneider, que naci¨® en la Rumania de Ceausescu como miembro de la minor¨ªa alemana del Banat y lleg¨® de ni?o a la Rep¨²blica Federal, nos cuenta qu¨¦ significan para ¨¦l y su partido Barbarroja, la monta?a, el monumento: ¡°Un lugar de la esperanza¡±. Ahora, s¨ª, aparecen ante nosotros las grietas que rompen aquel paisaje de aparente armon¨ªa construido despu¨¦s de la hora cero de 1945, y reforzado en 1989, cuando cay¨® el muro. AfD, seg¨²n los sondeos, podr¨ªa ser la segunda fuerza en las elecciones generales del 23 de febrero, y aunque Tillschneider rechaza con rotundidad etiquetas como la de ¡°extrema derecha¡±, declara, entre resignado y desafiante:

¡ªNos llaman nazis, fascistas, extremistas de derechas. ?Y qu¨¦?

01

Este es un viaje a lo largo de una cicatriz alemana: los 1.400 kil¨®metros que entre 1949 y 1990 separaron la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA). Es un viaje en v¨ªsperas de unas elecciones que deb¨ªan celebrarse el pr¨®ximo septiembre, pero a finales de 2024 el canciller, el socialdem¨®crata Olaf Scholz, rompi¨® la coalici¨®n con los liberales y precipit¨® el adelanto electoral. Es un viaje para entender d¨®nde est¨¢ Alemania y ad¨®nde va. La b¨²squeda comienza en el extremo sur de estas fronteras desaparecidas, en M?dlareuth, una aldea de medio centenar de habitantes entre los Estados de Baviera y Turingia. Como Berl¨ªn, estuvo dividido por un muro. Termina en Priwall, una pen¨ªnsula entre los Estados de Schleswig-Holstein y Mecklemburgo-Antepomerania, tambi¨¦n partida en dos.

Un antiguo tanque ruso a las afueras de M?dlareuth.
Un antiguo tanque ruso a las afueras de M?dlareuth. Ed Alcock

Cruzamos montes y llanos, ciudades y r¨ªos. Conducimos por carreteras desiertas entre asombrosos paisajes que har¨ªan bueno aquello de que este es un pa¨ªs que ¡°todav¨ªa ofrece un rastro de la naturaleza no habitada¡±, como escrib¨ªa a principios del XIX Madame de Sta?l en Sobre Alemania, uno de los libros que nos acompa?an, el intento de la arist¨®crata liberal francesa para explicar el esp¨ªritu alem¨¢n. Son paisajes que, ¡°de entrada, llenan el alma de tristeza, si no es porque a la larga descubrimos todo aquello que nos ata a estos lugares¡±. Los bosques y paisajes no han desaparecido. Se encuentran sobre todo en lo que fue la RDA, donde se preserva una estampa de la Alemania eterna. Pero el trayecto nos llevar¨¢ tambi¨¦n por la Alemania occidental y sus autopistas colapsadas, sus ciudades industriales, sus chimeneas humeantes.

Descubriremos una sociedad apegada al di¨¢logo y los compromisos entre partidos que comparten m¨¢s de lo que les diferencia, y sirvi¨® para los dos milagros alemanes: el de la reconstrucci¨®n despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial y el de la reunificaci¨®n despu¨¦s de la Guerra Fr¨ªa. Y donde hay un deseo de confort, y una nostalgia por la ¨¦poca en la que los trenes llegaban a la hora, las f¨¢bricas exportaban a todo el mundo y el bienestar cada vez mayor era una promesa que se daba por hecha. Pero la econom¨ªa, despu¨¦s de dos a?os de recesi¨®n, apenas crecer¨¢ este a?o, si crece. Y aparecen grietas en el muro del consenso. Lo escuchamos en las conversaciones. O en la radio. Un afgano ha matado a un ni?o de dos a?os a pu?aladas en Baviera. El democristiano Friedrich Merz, favorito para suceder a Scholz en la canciller¨ªa, se declara dispuesto a votar con la extrema derecha para reducir la inmigraci¨®n. Con a?os de retraso, la polarizaci¨®n llega a la naci¨®n central en Europa, su primera potencia econ¨®mica, la democracia ejemplar. Empezamos.

02

¡°En Alemania tuvimos a la vez la mala suerte y la suerte de haber tenido una doble dictadura, 12 a?os de nacionalsocialismo y casi cuatro d¨¦cadas de dictadura del Partido Socialista Unificado¡±, nos dice en el primer d¨ªa de viaje Robert Lebegern, director del Museo de M?dlareuth, mientras paseamos por lo que durante estas cuatro d¨¦cadas que menciona, las de la RDA, fue una zona militarizada. ¡°De ambas dictaduras se puede aprender lo buena que es la democracia, pese a sus problemas¡±.

M?dlareuth, la aldea entre la occidental Baviera y la oriental Turingia, da la impresi¨®n de estar en el fin del mundo. Lo estuvo. Era el fin de la carretera. ?Polarizaci¨®n? Aqu¨ª conoc¨ªan el significado de la palabra. Antes de que existieran las redes sociales. Lo sab¨ªan de verdad porque la frontera era real. Era un muro y unas alambradas. Era el espionaje de la Stasi y las personas asesinadas mientras intentaban cruzar. Las familias separadas.

Un cartel con el trazado de la frontera alemana.
Un cartel con el trazado de la frontera alemana. Ed Alcock

Mientras paseamos con Lebegern aparecen unos turistas alemanes, un hombre y una mujer. ?l se llama Manuel Eitel, tiene 38 a?os, es conductor de autob¨²s en la ciudad occidental de Wurzburgo y observa con curiosidad los restos del muro que desapareci¨® cuando ¨¦l ten¨ªa tres a?os. Dice que lo que m¨¢s miedo le da ahora es AfD y Donald Trump. Habla del muro de Estados Unidos y del Mediterr¨¢neo, que, aclara, tambi¨¦n es muro entre dos mundos. ¡°De nuevo igual¡±, observa. El director del museo interviene: ¡°La diferencia es que la protecci¨®n por parte de la RDA de lo que llamaban ¡®el muro de protecci¨®n antifascista¡¯ era, de un lado, contra la OTAN, pero en la pr¨¢ctica estaba dirigida a evitar la emigraci¨®n hacia el oeste de la propia poblaci¨®n¡±.

Era inevitable que los 40 a?os de divisi¨®n dejaran secuelas, pese a que hay regiones y ciudades en el Este m¨¢s pr¨®speras que otras en el Oeste y pese a que los territorios de la que fue la Alemania Oriental se cuentan entre las regiones m¨¢s pr¨®speras de Europa. Es inevitable porque esta divisi¨®n ven¨ªa de antes, y el tel¨®n de acero podr¨ªa entenderse como la ¨²ltima expresi¨®n, la m¨¢s reciente, de una partici¨®n que data de milenios: entre romanizados y no romanizados; entre germanos y eslavos; entre cat¨®licos y protestantes; entre los que miran a Francia, las islas Brit¨¢nicas o Estados Unidos, y los que miran a Rusia. En M?dlareuth, junto al riachuelo que siempre ha dividido las dos partes del pueblo, hay una piedra en la que, mir¨¢ndola desde el Este, se lee ¡°KB¡±, siglas alemanas de Reino de Baviera, y desde el Oeste se lee ¡°FR¡±, o Principado de Reuss, en la actual Turingia.

Las cuatro d¨¦cadas desde la reunificaci¨®n, pese a los avances, no han borrado las diferencias. Los sueldos est¨¢n un 30% por debajo en el Este respecto al Oeste. Los germanoorientales representan cerca del 20% de la poblaci¨®n de toda Alemania, pero solo el 4% de los dirigentes empresariales. La que fue la RDA lleva d¨¦cadas despobl¨¢ndose. Es la aut¨¦ntica Alemania vac¨ªa. Las diferencias se ven tambi¨¦n en la actual campa?a electoral: hay m¨¢s ¡ªmuchos m¨¢s¡ª carteles de AfD y su candidata a canciller, Alice Weidel, en el lado oriental de la frontera que en el occidental. Parad¨®jicamente, en M?dlareuth la herida est¨¢ m¨¢s cicatrizada que en otros lugares, y Legeberg lo explica as¨ª: ¡°Mi teor¨ªa es que entre la gente que vive cerca de la frontera las diferencias son menores que si vives a 150 kil¨®metros¡±.

Annette, vecina de M?dlareuth: ¡°Alemania no va bien. El Gobierno ignora al pueblo¡±.
Annette, vecina de M?dlareuth: ¡°Alemania no va bien. El Gobierno ignora al pueblo¡±. Ed Alcock

Es una ma?ana fr¨ªa en M?dlareuth, el term¨®metro marca -5 grados y Annette pasea como cada d¨ªa a sus perros por las aldeas y los bosques de la frontera invisible. Esta jubilada de 64 a?os recuerda el miedo y la esperanza que trajo la ca¨ªda del muro. Ella naci¨® y creci¨® en el Este, y a los 40 a?os se march¨® a trabajar al Oeste. ¡°Alemania no va bien¡±, dice. ¡°El Gobierno ignora al pueblo¡±.

03

Esta es una queja que oiremos m¨¢s de una vez. Es la queja de alemanes que, aunque no vayan a votar a AfD o no lo digan, no est¨¢n conformes con el llamado cortafuegos o cord¨®n sanitario. Es decir, la uni¨®n de todos los partidos para impedir que la extrema derecha acceda al poder, aunque sea la fuerza m¨¢s votada, como sucedi¨® en septiembre en Turingia. Consideran que el cortafuegos es un desprecio a la democracia.

Poste que marca la antigua frontera que dividi¨® las dos Alemanias entre 1949 y 1990.
Poste que marca la antigua frontera que dividi¨® las dos Alemanias entre 1949 y 1990.Ed Alcock

Unos d¨ªas despu¨¦s, a orillas del Elba, ya cerca del mar B¨¢ltico, un hombre de 80 a?os, un inform¨¢tico jubilado que se identifica como J¨¹rgen y que tambi¨¦n da su paseo diario por el r¨ªo, dir¨¢ lo mismo, y le preguntaremos:

¡ªPero ?no es AfD un peligro para la democracia?

¡ªNadie lo sabe.

¡ª?Por qui¨¦n votar¨¢?

¡ªNo lo s¨¦. AfD es un riesgo, pero no es ning¨²n tab¨².

04

Subimos, direcci¨®n Norte, zigzagueando a un lado y otro de la frontera. En la radio se habla del futuro de Gaza y Ucrania. Explican que Donald Trump acaba de anunciar, nada m¨¢s instalarse en el Despacho Oval, la retirada de Estados Unidos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. El coche cruza desde la que fue la RDA a la RFA por la misma v¨ªa que la Uni¨®n Sovi¨¦tica habr¨ªa podido invadir la Alemania Occidental durante la Guerra Fr¨ªa. Es lo que los estrategas del Pent¨¢gono llamaban Fulda Gap, el hueco o corredor del Fulda. Se refer¨ªan a una zona de valles del Estado de Hesse que habr¨ªa permitido el avance de los ataques sovi¨¦ticos hasta Fr¨¢ncfort del Meno, la capital financiera occidental. Si la tercera guerra mundial hubiese estallado entonces, es probable que este hubiese sido ese lugar.

¡ªC¨®rdoba, lejana y sola¡­

Mientras prepara un caf¨¦, Sonja Schittenhelm recita en castellano el poema de Garc¨ªa Lorca que aprendi¨® en la escuela. A los 75 a?os, tiene la casa llena de recuerdos, de ella y de su difunto marido, el cantautor Julius Schittenhelm. Recuerda cuando llegaron a este pueblo, Schlitz, a principios de los a?os ochenta, desde M¨²nich, donde hab¨ªan vivido hasta entonces. Se instalaron en una casa junto al parque y el castillo y en la calle ve¨ªan pasar los veh¨ªculos militares estadounidenses. Schlitz, a una veintena de kil¨®metros del tel¨®n de acero y en pleno Fulda Gap, era un lugar estrat¨¦gico. Los planes de Estados Unidos para construir instalaciones militares en una monta?a cercana desencadenaron una protesta que atrajo a miles de manifestantes a esta regi¨®n rural.

Sonja Schittenhelm y Karl-Dieter Koch, en Schlitz.
Sonja Schittenhelm y Karl-Dieter Koch, en Schlitz. Ed Alcock

¡ª?Tem¨ªa la guerra?

Sentada en la mesa de madera de la cocina, con el caf¨¦ y un pastel strudel de manzana, Sonja responde:

¡ª?Pues claro!

Suena el timbre, entra Klaus Dieter Koch, otro veterano del movimiento pacifista. Ambos son regidores de Schlitz en representaci¨®n de una lista progresista y ecologista. Klaus Dieter lleg¨® por la misma ¨¦poca que Sonja, en su caso para trabajar en un centro de investigaci¨®n biol¨®gica. Pensaba que se iba al conf¨ªn del mundo, que le esperaba una vida pl¨¢cida y aburrida, pero se encontr¨® con una batalla en la que se dirim¨ªan la guerra y la paz y en la que estaba en juego ¡ªas¨ª lo ve¨ªan muchos entonces¡ª la supervivencia del continente y de la especie humana.

El sentimiento de culpa por los cr¨ªmenes nazis y tambi¨¦n la herida de los bombardeos aliados explican el pacifismo sincero en una parte de la poblaci¨®n y la hostilidad visceral hacia la guerra. Cuando en 2022 la Rusia de Putin invadi¨® Ucrania, estos temores resucitaron. La sociedad alemana discute desde entonces ¡ªy titubea¡ª sobre si da m¨¢s o menos ayuda militar a Ucrania y sobre los riesgos de implicarse demasiado en esta guerra a las puertas de la UE. El debate llega hasta esta cocina en Schlitz.

¡°Dec¨ªamos: ¡®Hay que construir la paz sin armas¡±, comenta Klaus Dieter. ¡°Hoy veo las cosas distintas. Putin estar¨ªa bien contento si dij¨¦semos que hay que construir la paz sin armas. He aprendido que es ingenuo pensar que sin armas podemos defendernos¡±. Sonja no lo ve tan claro: ¡°Estoy a favor de dar armas defensivas a Ucrania, pero no ofensivas. No tiene ning¨²n sentido¡±.

Angela Engel, que vive en el llamado Fulda Gap, zona donde se tem¨ªa un posible avance ruso durante la Guerra Fr¨ªa.
Angela Engel, que vive en el llamado Fulda Gap, zona donde se tem¨ªa un posible avance ruso durante la Guerra Fr¨ªa.Ed Alcock

En la carretera, saliendo de Schlitz y tras cruzar el r¨ªo Fulda, paramos para contemplar el paisaje. Aparece una mujer que pasea con un perro y un beb¨¦. Se llama Angela, tiene 38 a?os y quiere votar a uno de los partidos ¡°del centro¡±, en todo caso no a AfD. ¡°La paz es m¨¢s importante que el dinero. Preferir¨ªa renunciar a un lujo e ir en autob¨²s a trabajar mientras sepa que puedo dejar salir a mis hijos a la calle sin miedo a que les pase algo¡±, dice.

05

Antes de emprender esta ruta, hab¨ªamos visitado en la Universidad Humboldt de Berl¨ªn al profesor Steffen Mau. La noche del 9 de noviembre de 1989, Mau llevaba un kal¨¢shnikov y un casco de acero. Hac¨ªa la mili como soldado en la Nationale Volksarmee, el Ej¨¦rcito Popular Nacional de la RDA. Se enter¨® de que se hab¨ªa abierto el muro escuchando las noticias de una emisora occidental. En su libro L¨¹tten Klein evoca el contraste entre la tristeza de la noche de guardia en un cuartel del norte de la RDA y las multitudes en j¨²bilo en las calles de Berl¨ªn. Aquello le marc¨®: ¡°Desarroll¨¦ una conciencia sobre la fragilidad del orden social¡±.

El profesor Steffen Mau, en Berl¨ªn.
El profesor Steffen Mau, en Berl¨ªn.Ed Alcock

Mau es autor de Ungleich vereint (desigualmente unidos), uno de los ensayos de mayor impacto pol¨ªtico de 2024. Pero me interesaba preguntarle por otro libro, publicado el a?o anterior, del que es coautor: Triggerpunkte, un an¨¢lisis de la sociedad alemana sin el tremendismo habitual de los libros que c¨ªclicamente vaticinan el derrumbe de Alemania y su modelo de bienestar.

¡°En Alemania existe un espacio pol¨ªtico de centro relativamente amplio e integrado, aunque en el debate y los discursos medi¨¢ticos cada vez hay m¨¢s polarizaci¨®n¡±, dice Mau en su despacho. ¡°Si observamos las posiciones de los ciudadanos sobre temas pol¨ªticos y sociales como la inmigraci¨®n, la diversidad sexual o las pol¨ªticas sociales, es raro que la gente se sit¨²e en los extremos. La alemana no es una sociedad de polos contrapuestos donde unos quieren una cosa y otros algo totalmente distinto¡±. Esto se explica por la solidez de la clase media, la estructura federal ¡ªque reparte el poder y lo descentraliza¡ª y el sistema que obliga a los compromisos.

¡ªAlemania, ?una excepci¨®n?

¡ªHasta ahora, s¨ª. Pero hay que decir que se trata m¨¢s bien de Alemania Occidental. Alemania Oriental est¨¢ m¨¢s polarizada, con una diferencia entre izquierda y derecha y un espacio central menos estructurado, porque las personas son m¨¢s pobres y las desigualdades son mayores.

La inmigraci¨®n y la econom¨ªa, mientras tanto, son las mayores preocupaciones y la sociedad se vuelve m¨¢s conservadora. ¡°Una gran parte de los alemanes se siente agotada por las transformaciones. Se siente desbordada¡±, dice Mau. ¡°No se debe a un tema espec¨ªfico. Es la digitalizaci¨®n, pero tambi¨¦n los cambios en el mundo laboral, los cambios geopol¨ªticos, el cambio clim¨¢tico, las nuevas normas sociales, las relaciones familiares¡­¡±. Cita un sondeo seg¨²n el cual el 40% de los alemanes ya no puede seguir el ritmo de los cambios. ¡°La reacci¨®n¡±, concluye, ¡°es echar el freno¡±.

06
Juliana Gombe, originaria de Angola, que vive en Alemania desde 1996.
Juliana Gombe, originaria de Angola, que vive en Alemania desde 1996.Ed Alcock

Nosotros aceleramos. Desde Fulda llegamos a Magdeburgo. El 20 de diciembre, pasadas las siete de la tarde, un hombre al volante de un veh¨ªculo carg¨® contra el mercado navide?o de esta ciudad a orillas del Elba. Mat¨® a seis personas y dej¨® a m¨¢s de 200 heridas. El agresor era un m¨¦dico saud¨ª que militaba en contra del islam y hab¨ªa llegado a publicar mensajes a favor de AfD en las redes sociales. Pero AfD y pol¨ªticos de otros partidos vieron en el caso un ejemplo de los fallos en la pol¨ªtica de inmigraci¨®n del Gobierno de Scholz. Convocaron una manifestaci¨®n. Algunos extranjeros se sintieron se?alados. Como Juliana Gombe, originaria de Angola, que vive en Alemania desde 1996. Cuenta que, aquella noche, se encontraba en el mercado de Navidad y fue testigo del atentado. Desde entonces no ha dejado de pensar que ella podr¨ªa haber muerto. ¡°Yo vine aqu¨ª porque en Angola hab¨ªa guerra, dictadura, corrupci¨®n. Luch¨¦ contra todo aquello y por ello era enemiga de mi Gobierno. Vine para pedir protecci¨®n. Y ahora me siento perdida porque no hay protecci¨®n. Tengo miedo de salir sola de noche. ?Hay alguien mir¨¢ndome por mi color de piel? Vas a comprar y escuchas cuchicheos: ¡®?Por qu¨¦ est¨¢ aqu¨ª?¡¯. Yo les digo: ¡®?Est¨¢ usted hablando de m¨ª?¡±.

Hans-Thomas Tillschneider, diputado regional por AfD.
Hans-Thomas Tillschneider, diputado regional por AfD. Ed Alcock

Tillschneider, el parlamentario de AfD que aguarda con esperanza el simb¨®lico despertar del emperador Barbarroja, se defiende ante las denuncias por un aumento de los actos xen¨®fobos en Magdeburgo tras el ataque: ¡°Nuestro objetivo no es hacerles la vida dif¨ªcil a los extranjeros¡±, dice. Y a?ade, para explicar el at¨ªpico perfil del hombre que perpetr¨® el ataque: ¡°Grande y peligrosa es la rabia de los desarraigados. Este hombre era saud¨ª, hab¨ªa perdido su religi¨®n, era un hombre desgarrado, y ?de d¨®nde viene este desgarro? Del desarraigo, que viene de la globalizaci¨®n, de la inmigraci¨®n de masas que confunde entre ellos a todos los pueblos del mundo¡±. Cuando le pregunto por el ¨¦xito de AfD en Alemania Oriental, donde en las elecciones regionales m¨¢s recientes ha sido la primera o segunda fuerza m¨¢s votada, responde: ¡°En el Oeste, los americanos, tras la Segunda Guerra Mundial, reeducaron a los alemanes no solo para ense?arles la democracia, sino para desaprender el ser alem¨¢n. En el Este no fue as¨ª. Los rusos sometieron a los alemanes, pero no los reeducaron espiritualmente. Y por eso aqu¨ª se mantuvo una vieja mentalidad alemana, una vieja cultura alemana que en el Oeste desapareci¨®¡±.

¡°Desgraciadamente, el fen¨®meno de la extrema derecha no es espec¨ªfico de Alemania Oriental, ni de Alemania¡±, dice Katja P?hle, jefa del grupo socialdem¨®crata en el Parlamento de Magdeburgo. Cita Pa¨ªses Bajos, Italia o Estados Unidos. ¡°Esto no quita gravedad a la fortaleza de AfD¡±. Y contin¨²a: ¡°Vivimos en una sociedad que afronta desaf¨ªos: la adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico, transformaciones de la estructura econ¨®mica, cuestiones de la cohesi¨®n social, la presi¨®n del cambio demogr¨¢fico. Lo que logra AfD es se?alar culpables: los que no han nacido aqu¨ª. Dan respuestas f¨¢ciles a cuestiones complejas¡±.

07
La f¨¢brica de Volkswagen en Wolfsburgo, s¨ªmbolo del milagro econ¨®mico y el poder¨ªo industrial alem¨¢n hoy cuestionado.
La f¨¢brica de Volkswagen en Wolfsburgo, s¨ªmbolo del milagro econ¨®mico y el poder¨ªo industrial alem¨¢n hoy cuestionado.Ed Alcock

Las chimeneas nos reciben humeando despu¨¦s de dos horas de trayecto por autopista. Es la sede de Volkswagen, una de las mayores f¨¢bricas de autom¨®viles del mundo. Es Wolfsburgo, fundada en los a?os treinta bajo el r¨¦gimen de Hitler y s¨ªmbolo del milagro econ¨®mico despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. Es una ciudad sacudida por una crisis m¨²ltiple: China dej¨® de comprar coches alemanes, Alemania perdi¨® el tren del veh¨ªculo el¨¦ctrico y ahora contiene la respiraci¨®n ante las medidas proteccionistas de Trump. Visitamos la Tunnel-Sch?nke, local a la salida de la puerta 17 de la f¨¢brica que regenta Bruno Corigliano, que nos espera en una mesa con su caf¨¦ matutino.

¡°Esto est¨¢ finito¡±, sentencia Corigliano en italiano. ¡°Acabado¡±. Desde los tiempos del coronavirus y las amenazas de cierre de f¨¢bricas y reducci¨®n de personal vienen menos clientes. ¡°Alemania no va bien¡±, a?ade, y para ilustrarlo explica lo que le ocurri¨® el d¨ªa anterior. Ten¨ªa una cita en el m¨¦dico. El m¨¦dico le env¨ªo al hospital. El hospital al m¨¦dico. Era una historia de papeleo y burocracia: ninguno se hace responsable. Dice que perdi¨® tres horas y exagera: ¡°Estamos regresando a los niveles italianos del siglo XIX¡±. Acto seguido rebaja el pesimismo y recuerda que ha visto innumerables crisis en Volkswagen. Todas parec¨ªan definitivas, todas fueron temporales.

Bruno Corigliano, en su local de Wolfsburgo.
Bruno Corigliano, en su local de Wolfsburgo.Ed Alcock

La historia de Corigliano es la de tantos inmigrantes del sur de Europa que llegaron a la Alemania del milagro econ¨®mico en busca de una vida mejor. ?l, nacido en Calabria, lleg¨® con 21 a?os y ahora tiene 73. Trabaj¨® 10 a?os en la f¨¢brica. ¡°A los italianos no nos miraban bien. Hab¨ªa discriminaci¨®n¡±, dice. ¡°Tambi¨¦n era culpa nuestra. Si no aprendes la lengua, no funciona¡±. De AfD, que promete deportaciones masivas, dice: ¡°Es propaganda¡±.

08

Elba arriba, nos acercamos al B¨¢ltico. Alto en L¨¹beck, la ciudad hanse¨¢tica, que fue fronteriza con la RDA. Ciudad comerciante y literaria: la ciudad de Thomas Mann, quien anticip¨® nuestro mundo polarizado (o acaso su mundo, el de hace un siglo exacto, es el nuestro tambi¨¦n). ¡°?Qu¨¦ pasaba? ?Qu¨¦ era lo que flotaba en el ambiente? Agresividad. Irritabilidad generalizada. Una desaz¨®n sin nombre. Una tendencia colectiva a los comentarios venenosos, a los arrebatos de ira, a la violencia casi f¨ªsica¡±, se lee en La monta?a m¨¢gica en la traducci¨®n de Isabel Garc¨ªa Ad¨¢nez. ¡°Lo caracter¨ªstico era que quienes, en principio, no ten¨ªan nada que ver en la correspondiente disputa, en lugar de rechazar la conducta de los implicados y mediar entre ellos para apaciguarlos, tomaba partido a favor de uno o de otro y se mezclaban tambi¨¦n en la vor¨¢gine¡±.

Avanz¨¢bamos en el viaje y escuch¨¢bamos noticias que parec¨ªan confirmar a Mann: la divisi¨®n de los moderados, la uni¨®n de los conservadores y la extrema derecha por la inmigraci¨®n, las nuevas cicatrices alemanas.

Hella Fabricius, junto a su hijo, Jan, y su nieto, Alexander, en su casa en L¨¹beck.
Hella Fabricius, junto a su hijo, Jan, y su nieto, Alexander, en su casa en L¨¹beck. Ed Alcock

En el sal¨®n de los Fabricius en L¨¹beck, Hella Fabricius saca un ¨¢lbum con fotos de 1990, cuando la RDA estaba a punto de desaparecer, y ella document¨® los restos de frontera que pronto se desvanecer¨ªan. De peque?a le dec¨ªan: ¡°No te acerques al bosque¡±. En el bosque estaba la frontera. De adulta, trabaj¨®, como miembro de la Iglesia evang¨¦lica, para desarrollar los contactos entre mujeres de ambos lados. ¡°Siempre sent¨ª curiosidad¡±. Se sientan en la mesa su hijo, Jan, y su nieto, Alexander. Tres generaciones. Para Alexander, lo que cuenta la abuela es historia remota. Jan es jardinero y supone que votar¨¢ por la izquierda. No le gusta Merz, el candidato conservador. Hella se inclina por Los Verdes y dice: ¡°Lo que quiero es que siga habiendo paz, por favor, por favor, por favor¡±.

Ep¨ªlogo

Hace fr¨ªo en la playa de Priwall. Nada permite adivinar el lugar exacto por donde pasaba la frontera que hab¨ªamos empezado a recorrer unos d¨ªas antes entre Baviera y Turingia y que terminaba aqu¨ª, entre Schleswig-Holstein y Mecklemburgo-Antepomerania. El mar B¨¢ltico, de nuevo teatro de las tensiones entre Occidente y Rusia, parece un lago. En el pueblo nos cruzamos con Colin, de 16 a?os, que trabaja de camarero. Sue?a con montar una cadena de restaurantes. ¡°En L¨¹beck, en Hamburgo, en Kiel, en Roma, en Par¨ªs¡­¡±. Hay una Alemania que no cree que todo vaya a ir a peor. Los jubilados Kai V?lkner y Roland Giers recuerdan cuando sal¨ªan en velero durante la Guerra Fr¨ªa y deb¨ªan vigilar de no traspasar la frontera en el agua. Ahora, m¨¢s modestamente, tambi¨¦n sue?an: ¡°Esperamos que llegue la primavera para poder navegar¡±.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PA?S en Berl¨ªn y antes lo fue en Par¨ªs y Washington. Se incorpor¨® a este diario en 2014 despu¨¦s de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berl¨ªn, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Oto?o americano' (editorial Elba, 2017).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

M¨¢s informaci¨®n

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
soxtry.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
maw-pr.com
zaaksen.com
ypxsptbfd7.com
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
onlinenewsofindia.com
worldgraphic-team.com
bnsrz.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
webmanicura.com
osostore.com
softsmob.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
odskc.com
inzziln.info
leaiiln.info
cq-oa.com
dqtianshun.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
bartoysdirect.com
taquerialoscompadresdc.com
aaoodln.info
amcckln.info
drvrnln.info
dwabmln.info
fcsjoln.info
hlonxln.info
kcmeiln.info
kplrrln.info
fatcatoons.com
91guoys.com
signupforfreehosting.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
topsedu.xyz
xmxm7.com
x332.xyz
sportstrainingblog.com
autopartspares.com
readguy.net
soniasegreto.com
bobbygdavis.com
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
qazwsxedcokmijn.com
parabis.net
terriesandelin.com
luxuryhomme.com
studyexpanse.com
ronoom.com
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
snn01.com
hope-kelley.com
bancodeprofissionais.com
zjccp99.com
liturgycreator.com
weedsmj.com
majorelenco.com
colcollect.com
androidnews-jp.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
nova-click.com
abeautifulcrazylife.com
diggmobile.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
sizam-design.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
bamthemes.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com
avgo.top