35.000 euros por una supuesta daga de Franco
Una casa alemana subasta un regalo al dictador atribuido al yerno de Mussolini por la victoria en la Guerra Civil
La casa alemana Andreas Thies celebr¨® el s¨¢bado una subasta de 587 objetos militares variopintos: desde cascos de soldado, banderas y uniformes hasta medallas y armas antiguas. El m¨¢s barato, una pistola semiautom¨¢tica, se vendi¨® por 50 euros. El m¨¢s caro, que alcanz¨® los 35.000, seg¨²n la empresa, se describe en el cat¨¢logo como un ¡°objeto muse¨ªstico de orfebrer¨ªa dif¨ªcilmente superable y reliquia hist¨®rica ¨²nica de la historia del fascismo espa?ol e italiano. Una magn¨ªfica daga de regalo del ministro de Asuntos Exteriores italiano, el conde Ciano, al general Francisco Franco¡±.
La casa de subastas asegura que el yerno de Benito Mussolini felicit¨® as¨ª al dictador ¡°con motivo de la victoria de los fascistas espa?oles y de los reg¨ªmenes aliados de Alemania e Italia en la Guerra Civil espa?ola¡±. La participaci¨®n de italianos y alemanes fue decisiva en la victoria del bando nacional, y mucho m¨¢s importante, en cuanto a material y hombres, recuerda el historiador ?ngel Vi?as, que la de las brigadas internacionales que acudieron en auxilio de los republicanos.
Fuentes del entorno de la familia Franco aseguran no tener conocimiento de la venta de la daga. Fuentes del Gobierno se?alan que para realizar este tipo de subastas, la empresa tiene que cerciorarse de la autenticidad del objeto y de que no est¨¦ protegido y sea exportable. El documentalista Gregorio Arencibia, que suele bucear en este tipo de casas de subastas para adquirir documentos hist¨®ricos para la Asociaci¨®n por la Memoria Hist¨®rica de Arucas (Canarias), lamenta que ¡°a menudo salen a la venta objetos de este tipo¡±, que a su juicio ¡°deber¨ªan estar en un museo y formar parte del Patrimonio Nacional¡±.
¡°No hab¨ªa control alguno¡±
El historiador Francisco Prado-Villar, cuya investigaci¨®n ha sido clave en la pugna por las esculturas del P¨®rtico de la Gloria en manos de los Franco, explica que ¡°no hab¨ªa control alguno sobre los m¨²ltiples regalos que se hac¨ªan al dictador y la gente que ten¨ªa que tenerlo estaba totalmente coaccionada por el R¨¦gimen¡±. ¡°Nunca se hizo una exploraci¨®n sobre qu¨¦ regalos hab¨ªa recibido como jefe del Estado y cu¨¢les a t¨ªtulo privado; todo pas¨® a la herencia familiar¡±, a?ade. Un portavoz de Patrimonio Nacional confirma que ninguna norma regulaba entonces qu¨¦ hacer con los regalos que recib¨ªa Franco por parte de instituciones o jefes de Estado.
La daga, ¡°trabajada en oro¡± y ¡°con 19 diamantes¡±, seg¨²n el cat¨¢logo, tiene grabados los escudos del fascismo italiano y el yugo y las flechas de Falange. En la empu?adura lleva las iniciales F. F. y en uno de los laterales se lee ¡°al general¨ªsimo Franco¡±. El estuche de presentaci¨®n, de terciopelo azul, incluye un relieve de cobre que representa a San Jorge matando al drag¨®n y un escudo con la inscripci¨®n ¡°Juntos para vencer. Madrid, 10 de junio de 1939¡±.
En julio de ese a?o, recuerda Vi?as, ¡°Ciano vino a Espa?a para devolver una visita que le hab¨ªa hecho semanas antes Ram¨®n Serrano Su?er¡±, quien hab¨ªa partido de C¨¢diz hacia N¨¢poles con las ¨²ltimas tropas italianas que quedaban en Espa?a. El cu?ado de Carmen Polo, esposa de Franco, admiraba profundamente a Mussolini, al que describi¨® en una entrevista como ¡°uno de los pocos genios que la historia crea cada dos o tres mil a?os¡±. La relaci¨®n era m¨¢s tensa con el dictador espa?ol, como se?ala Vi?as: ¡°Franco estaba harto de que Mussolini se atribuyera sus victorias. A los dos les interesaba el control de Marruecos y se enfrentaron por la deuda de la guerra porque Franco no quer¨ªa pagar tanto¡±. Ciano termin¨® convirti¨¦ndose en el principal cr¨ªtico de Mussolini dentro del Consejo Fascista y su suegro le conden¨® a muerte en 1944. Su hijo Fabrizio escribir¨ªa a?os despu¨¦s un libro titulado Cuando el abuelo fusil¨® a pap¨¢.
Un regalo que s¨ª lleg¨® al Estado es un espectacular Mercedes alem¨¢n del que solo se fabricaron tres unidades: uno se lo qued¨® Hitler y los otros dos se los entreg¨® a Franco y a Mussolini.
El historiador Francisco Prado-Vilar, investigador del Real Colegio Complutense de Harvard, pone el Pazo de Meir¨¢s y las esculturas del maestro Mateo de la Catedral de Santiago como ejemplo del expolio franquista. ¡°Si hac¨ªan eso con bienes inmuebles, ?qu¨¦ no habr¨¢n hecho con los muebles!¡±. La Audiencia provincial de A Coru?a confirm¨® el pasado febrero que el pazo pertenece al Estado, despu¨¦s de que la titular del juzgado de Primera Instancia Marta Canales estableciese por primera vez que la compraventa del inmueble en 1941 fue una ¡°simulaci¨®n¡± y por tanto, nula. La misma juez tuvo que dictar una orden para impedir a los nietos del dictador llevarse nada del interior hasta que no fuera examinado. Los t¨¦cnicos constataron que varios bienes muebles ¡°claramente tienen su origen en las Colecciones Reales Espa?olas¡±.
El inventario de objetos documentados asciende a 697, pero Prado-Vilar cree que, salvo las estatuas, los Franco debieron llevarse del pazo elementos de mayor valor que los encontrados. En Un pueblo traicionado (Debate), Paul Preston cita la cifra total de ¡°4.000 millones de pesetas, unos 24 millones de euros¡± actuales en regalos al dictador ¡°sin incluir probablemente el valor de los cientos de medallas de oro conmemorativas que le entregaron poblaciones y entidades de toda Espa?a y que do?a Carmen mand¨® fundir para producir lingotes¡±. Est¨¢n las supuestas donaciones, como el Pazo de Meir¨¢s, los regalos enviados por miedo o admiraci¨®n real y los antojos de Carmen Polo. ¡°En su piso hab¨ªa una habitaci¨®n en la que las paredes estaban forradas, desde el suelo hasta el techo, con cuarenta columnas de veinte cajones que conten¨ªan un amasijo de joyas¡±, recoge Preston en el libro. El historiador recuerda la alianza de varias joyer¨ªas para socializar las p¨¦rdidas cada vez que la esposa de Franco iba a verles. A veces se le antojaba una joya y otras, unas pilas medievales. As¨ª ocurri¨® tras una visita a la iglesia de San Xi¨¢n de Moraime, en Mux¨ªa (A Coru?a). El abogado Celso Alcaina las reclam¨® durante a?os.
A la muerte de Franco, Carmen Polo supervis¨® la carga en camiones de ¡°innumerables joyas, antig¨¹edades, cuadros y tapices para trasladarlos a diversas propiedades de la familia o a refugios en el extranjero. Se alega que algunos objetos de valor incalculable pertenec¨ªan a la naci¨®n, pero que no hubo vigilancia alguna de los responsables de Patrimonio Nacional¡±, a?ade Preston en Un pueblo traicionado. La sentencia de la Audiencia Provincial de A Coru?a que confirm¨® la titularidad del Estado sobre el Pazo de Meir¨¢s admite que durante la Transici¨®n se hicieron ¡°concesiones¡± al entorno de Franco y ¡°generosas renuncias en aras a la convivencia y normalizaci¨®n democr¨¢tica¡±.
La nueva ley de memoria hist¨®rica que prepara el Gobierno incluye el compromiso de realizar una ¡°auditor¨ªa¡± sobre ¡°bienes expoliados¡± durante el franquismo, sin que eso signifique indemnizaciones econ¨®micas por parte de la Administraci¨®n. En 1935, Franco cobraba una n¨®mina de 2.429,98 pesetas (unos 5.300 euros actualizados) como jefe del Estado Mayor. En 1940 dispon¨ªa del equivalente a 388 millones de euros actuales en sus cuentas.
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