Gernika no quiere m¨¢s ¡®gernikas¡¯

Es 26 de abril de 2022 y han pasado 85 a?os del bombardeo de Gernika. A las cuatro menos cuarto de la tarde suenan las sirenas en el pueblo, como aquel d¨ªa de 1937, y los vecinos guardan en silencio un respetuoso recuerdo del ataque a¨¦reo que destruy¨® la villa y provoc¨® la muerte de cientos de personas. Hoy es un d¨ªa triste aqu¨ª, sigue sonando el pitido de la alarma y algunas gentes levantan la mirada al cielo, donde no se divisan aviones destructores. La localidad vizca¨ªna revive en paz su pasado. Al conmemorar esta barbefem¨¦ride, abre sus brazos a Ucrania, le brinda su solidaridad y proclama la injusticia de la invasi¨®n rusa. En algunos balcones, tambi¨¦n en la fachada del Ayuntamiento, lucen las ikurri?as con crespones negros junto a la bandera ucrania.

Deja de sonar la sirena y se oye el ta?ido de la vieja campana de la iglesia de San Juan, destruida durante el ataque a¨¦reo del 37. La misma campana que avisaba a los vecinos de Gernika de la llegada de los aviones alemanes de la Legi¨®n C¨®ndor y los italianos de la Aviazione Legionaria, aliados de las tropas franquistas en la Guerra Civil, que sembraron el horror con el lanzamiento de cientos de bombas explosivas e incendiarias durante tres horas ininterrumpidas. Era un lunes, d¨ªa de mercado. Hubo m¨¢s de 200 muertos, seg¨²n unos; se superaron los 1.600, seg¨²n otros. Los proyectiles devastaron casas, la iglesia, el ayuntamiento, el teatro... Un pueblo arrasado, lleno de escombros que hoy a¨²n se pueden observar durante la visita al Museo de la Paz. ¡°Que el horizonte de todo conflicto sea la reconciliaci¨®n¡±, reza uno de los escritos destacados en este centro memorial. Las pruebas de la barbarie siguen presentes hoy en Gernika y se muestran con la dignidad que envuelve a esta villa vizca¨ªna que se ha erigido en un s¨ªmbolo contra la crueldad de la guerra.

Gernika no quiere m¨¢s gernikas. Por eso, clama contra la injusticia que sufre el pueblo ucranio. Ta?e la campana vieja del 37 durante el responso y la ofrenda floral que todos los a?os, cada 26 de abril, re¨²ne a las autoridades y a los vecinos en el cementerio local, frente al mausoleo que recuerda a las v¨ªctimas del bombardeo. Este a?o, el acto ha tomado una dimensi¨®n especial tras la referencia que el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, hizo del bombardeo de Gernika durante su intervenci¨®n por videoconferencias ante el Congreso de los Diputados el d¨ªa 6: ¡°Estamos en abril de 2022, pero podr¨ªamos estar en abril de 1937¡å. El lehendakari, I?igo Urkullu, en nombre del Gobierno vasco, ha invitado en esta ocasi¨®n a la representaci¨®n del Gobierno de Ucrania en Espa?a. El primer secretario de la Embajada de aquel pa¨ªs, Sergii Solovey, ha depositado un ramo de flores ante el mausoleo. All¨ª han quedado tambi¨¦n los enviados por el Gobierno alem¨¢n, de los Consulados de Francia y Polonia, del Ayuntamiento de Auschwitz, junto a las flores entregadas por refugiados ucranios en Euskadi y de dos supervivientes del bombardeo de Gernika, Mari Carmen Agirre y Josu Erezuma.

¡°Han pasado 85 a?os y seguimos asistiendo, con perplejidad y angustia, a otras gernikas a lo largo del mundo, en una dram¨¢tica demostraci¨®n de la incapacidad de aprender de la historia. En plena Europa, Ucrania y sus ciudades m¨¢rtires sufren la misma barbarie que asol¨® Gernika¡±, dice la declaraci¨®n que el Ejecutivo vasco ha aprobado este martes. Por eso, el equipo de Urkullu ha reclamado que ¡°cese la agresi¨®n armada¡± que est¨¢ causando muerte y sufrimiento a millones de personas inocentes en Ucrania.

El lehendakari tambi¨¦n ha querido destacar el paso dado este martes por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez al condenar por primera vez el bombardeo de Gernika. Es ¡°un paso positivo¡±, ha se?alado Urkullu al referirse a la declaraci¨®n institucional aprobada por el Consejo de Ministros que rechaza expresamente la crueldad del ataque contra la villa vasca en 1937.

Este 26 de abril no se parece en nada al mismo d¨ªa del 37 en Gernika. Las crueles escenas de entonces, gente aterrada que buscaba despavorida refugio en una ciudad humeante y destrozada, han dado paso a una conmemoraci¨®n pac¨ªfica y solidaria con el Este de Europa, donde ahora est¨¢ focalizado el dolor de miles de inocentes ucranios atacados desde hace dos meses por las bombas rusas. Aquello queda para el recuerdo y como ejemplo de la sinraz¨®n del presente.