Los progresistas del CGPJ se inclinan por Bandr¨¦s para el Constitucional, y los conservadores conf¨ªan en cerrar pronto ¡°uno o varios¡± candidatos

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) retoma este mi¨¦rcoles la negociaci¨®n que dej¨® en suspenso cuando el acuerdo entre PSOE y PP para renovar el ¨®rgano de gobierno de los jueces se daba por seguro. Los vocales pretenden sacar adelante en las pr¨®ximas semanas los nombramientos de los dos magistrados del Tribunal Constitucional que ten¨ªan que haber elegido antes del 13 de septiembre.

El primer intento de negociaci¨®n fracas¨® despu¨¦s de que los consejeros propuestos por el PP aseguraran que no encontraban magistrados del Tribunal Supremo afines a ellos que estuvieran dispuestos a dar el salto al Constitucional, pero fuentes de este bloque afirman ahora que conf¨ªan en poder convencer a alguno de los que entonces rechazaron la propuesta. Los progresistas, por su parte, se dividen entre dos nombres: Pablo Lucas y Jos¨¦ Manuel Bandr¨¦s, ambos de la Sala Tercera (Contencioso-administrativo) del Supremo. La mayor¨ªa, seg¨²n miembros del grupo, se decanta por el segundo, pero hay pendiente una votaci¨®n interna para determinar el candidato definitivo.

En las conversaciones mantenidas hasta ahora entre los dos bloques no llegaron nunca a ponerse sobre la mesa candidaturas oficiales de ambos sectores, un paso sin el que, seg¨²n admiten consejeros progresistas y conservadores, no pod¨ªa avanzar la negociaci¨®n. Los vocales propuestos por PSOE, IU y PNV s¨ª llevaron una lista con nueve nombres (incluido el de un exvocal conservador, Rafael Fern¨¢ndez Valverde) que se hab¨ªan postulado para ir al tribunal de garant¨ªas, pero esta relaci¨®n nunca se debati¨® porque los conservadores se negaron. Ahora, dimitido Carlos Lesmes como presidente y descartada una renovaci¨®n inmediata del CGPJ, fuentes de este sector aseguran que van a insistir en la b¨²squeda de aspirantes. La intenci¨®n, en un principio, es intentar convencer a alguno de los magistrados del Supremo a los que afirman haber sondeado sin ¨¦xito en septiembre, como Antonio del Moral, Pablo Llarena, Miguel Colmenero (los tres de la Sala de lo Penal), Ignacio Sancho (Sala Civil) o Antonio Vicente Sempere (Sala Social). Algunas fuentes se?alan que el preferido es Llarena, pero el instructor del caso del ¡®proc¨¦s¡¯, cuando en septiembre se especul¨® con su candidatura, envi¨® un mensaje a varios compa?eros del tribunal negando estar interesado en una de las plazas en liza. Los conservadores conf¨ªan, no obstante, en que tendr¨¢n ¡°uno o varios¡± candidatos en los pr¨®ximos d¨ªas.

Un vocal del bloque conservador, Vicente Guilarte, propuso durante el pleno del jueves debatir la renovaci¨®n del Constitucional e incluso cerrar un pacto sobre la marcha. Y, seg¨²n fuentes del ¨®rgano, cit¨® dos candidatos que, dijo, formar¨ªan un t¨¢ndem que pod¨ªa agradar a la mayor¨ªa y encajar con las necesidades actuales del Constitucional: el presidente en funciones del Supremo, Francisco Mar¨ªn Cast¨¢n, y Mar¨ªa Luisa Segoviano, que se jubil¨® hace unos d¨ªas como presidenta de la Sala Social (Cuarta). Pero la propuesta de Guilarte ¡ªelegido para el Consejo a propuesta del PP, pero que no forma parte del grupo de ocho magistrados que han estado dilatando los nombramientos¡ª no fue bien acogida, ya que a¨²n se daba por hecho que el PSOE y el PP estaban a punto de cerrar un pacto para el CGPJ y los miembros de este ¨®rgano hab¨ªan acordado frenar la renovaci¨®n del Constitucional para que la hicieran ya los nuevos vocales.

Guilarte podr¨ªa plantear ahora de nuevo su propuesta, pero ninguno de sus dos candidatos est¨¢, en principio, entre los preferidos de alguno de los bloques. Mar¨ªn Cast¨¢n es considerado un conservador moderado, miembro de la Asociaci¨®n Francisco de Vitoria, y no encaja con el perfil que busca la mayor¨ªa del sector conservador, m¨¢s duro y cercano a la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM). Segoviano, por su parte, es una progresista muy respetada en el alto tribunal, pero los vocales de este grupo parecen decantarse en su mayor¨ªa por Jos¨¦ Manuel Bandr¨¦s y Pablo Lucas. El primero ¡ªque lleva casi dos d¨¦cadas en el Supremo, tras ejercer en juzgados del Pa¨ªs Vasco, Catalu?a y Arag¨®n y en el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a¡ª es el que cuenta en principio con m¨¢s apoyos, pero el grupo ha acordado celebrar una votaci¨®n interna para elegir entre ambos.

Tras la salida de Lesmes, el pleno del CGPJ est¨¢ compuesto por 18 vocales, y los nombramientos tienen que ser respaldados con una mayor¨ªa de tres quintos, es decir, 11 votos. Los progresistas suman 8, frente a los 10 del bloque conservador. La costumbre dicta que ambos grupos, a la hora de designar a los dos magistrados del Constitucional, se pongan de acuerdo para que salga elegido uno de cada grupo. Y vocales conservadores admiten que en esta ocasi¨®n hay un factor que irremediablemente va a ser tenido en cuenta: c¨®mo pueden influir los elegidos en la votaci¨®n del futuro presidente del tribunal.

El actual presidente, Pedro Gonz¨¢lez-Trevijano, es uno de los cuatro magistrados cuyo mandato expir¨® en junio y que est¨¢ en funciones a la espera de que el Consejo y el Gobierno elijan a sus sustitutos (dos cada uno). Se da por seguro que el nuevo presidente ser¨¢ o el exfiscal general del Estado C¨¢ndido Conde-Pumpido o la catedr¨¢tica Mar¨ªa Luis Balaguer, ambos magistrados del sector progresista del tribunal pero con perfiles muy distintos. La mayor¨ªa conservadora del CGPJ no quiere al exfiscal general, por lo que son reticentes a que el Consejo nombre a un magistrado que, en la votaci¨®n del Constitucional, pueda apoyar a Conde-Pumpido como presidente. Y con esta idea, son reacios a aceptar la candidatura de Bandr¨¦s, al que consideran ¡°el candidato del Gobierno¡± y af¨ªn al exfiscal general. Lucas, en cambio, se inclinar¨ªa m¨¢s hacia Balaguer, seg¨²n consideran estas fuentes, lo que podr¨ªa predisponer a los conservadores hacia este candidato.

Vocales progresistas aseguran que no se ha hablado de vetos cruzados hacia los aspirantes de cada grupo y conf¨ªan en que estos no se produzcan, pero las conversaciones hasta ahora no se han adentrado en ese debate. Los conservadores, aun sin candidato propio, han reclamado durante semanas al otro bloque que pusiera un solo nombre sobre la mesa en vez de la lista de nueve aspirantes que hab¨ªa difundido hasta ahora, pero los progresistas quieren evitar dar este paso mientras el sector de enfrente no haga, al menos, una primera propuesta formal. Lo contrario, advierten, podr¨ªa acabar desgastando a su candidato.