El Consejo del Poder Judicial se reunir¨¢ el martes para votar la renovaci¨®n del Constitucional

El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se reunir¨¢ el pr¨®ximo martes, 20 de diciembre, para votar el nombramiento de los dos magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponde designar. La convocatoria se hace a instancias del grupo conservador, por lo que el orden del d¨ªa incluir¨¢ la propuesta de designaci¨®n como miembros del tribunal de garant¨ªas de los dos magistrados que ha registrado este bloque: el conservador C¨¦sar Tolosa, presidente de la sala tercera del Supremo, y el progresista Pablo Lucas, magistrado de esa misma sala. Pero la convocatoria especificar¨¢ tambi¨¦n la posibilidad de someter a votaci¨®n a ¡°aquellos otros candidatos que podr¨¢n proponer los vocales hasta el mismo momento del inicio de la sesi¨®n¡±, tal y como se acord¨® al inicio de la negociaci¨®n. Los progresistas presentar¨¢n por esta v¨ªa la candidatura de su aspirante oficial, Jos¨¦ Manuel Bandr¨¦s.

El pleno del Consejo iba a debatir la renovaci¨®n del Constitucional en una sesi¨®n ordinaria prevista el pr¨®ximo jueves, 22 de diciembre, pero los conservadores han exigido adelantarla. Su intenci¨®n es votar las designaciones antes de que entre en vigor la reforma legal impulsada por el Gobierno, que cambia las mayor¨ªas necesarias para elegir a los dos nuevos miembros del tribunal de garant¨ªas. Este cambio elimina la obligaci¨®n de que los nombramientos se hagan con una mayor¨ªa de tres quintos de los vocales y permite que sean elegidos los dos magistrados m¨¢s votados, lo que facilitar¨ªa la designaci¨®n tanto del candidato preferido por los consejeros propuestos por el PP como del elegido por los progresistas. Los conservadores quieren adelantarse a esta v¨ªa porque pretenden frenar el nombramiento del candidato oficial de los progresistas.

Horas despu¨¦s de que Mozo convocara el pleno para el martes, un vocal del CGPJ, el conservador Wenceslao Olea, ha presentado un recurso de reposici¨®n para exigir que la reuni¨®n se fije el lunes. El argumento de Olea se basa, seg¨²n fuentes del ¨®rgano, en que los tres d¨ªas de plazo que el reglamento da al presidente del CGPJ para convocar el pleno cuando lo piden cinco o m¨¢s vocales terminan el s¨¢bado o, si ese d¨ªa se considera inh¨¢bil el lunes.

La urgencia de los conservadores desaparecer¨¢ si el Constitucional opta por suspender la reforma legal impulsada por el Gobierno. Pero a la espera de que esto ocurra, los vocales propuestos por el PP han exigido a Mozo la convocatoria de un pleno urgente. El presidente suplente rechaz¨® el martes la primera solicitud argumentando que la petici¨®n incumpl¨ªa los requisitos formales que exige el reglamento del Consejo. Entre las condiciones est¨¢ que la solicitud de pleno debe ir acompa?ada del nombre de los candidatos cuya designaci¨®n se sugiere, algo a lo que los conservadores se hab¨ªan resistido hasta ahora. Para que prosperara su petici¨®n de pleno urgente, los consejeros del PP, que hab¨ªan amagado con querellarse contra Mozo si no atend¨ªa su solicitud subsanaron el error y revelaron el nombre de su candidato al Constitucional.

La propuesta de los conservadores incluye tambi¨¦n el nombre del progresista Lucas, con el que pretenden fracturar el bloque de vocales propuestos por el PSOE, IU y PNV para desactivar la candidatura de Bandr¨¦s, a quienes consideran el aspirante preferido del Gobierno. Con la legislaci¨®n actual, para ser elegido magistrado del Constitucional se requieren 11 de los 18 votos del pleno del CGPJ. Los conservadores suman 10 y los progresistas ocho, por lo que hace falta un pacto entre los grupos o que vocales de uno acepten sumar sus apoyos a los del otro. Fuentes progresistas no contemplan esta posibilidad ni tampoco la otra v¨ªa que han sugerido en los ¨²ltimos d¨ªas dirigentes del PP: que la vocal progresista Clara Mart¨ªnez de Careaga se abstenga por ser esposa del magistrado del Constitucional C¨¢ndido Conde-Pumpido, que aspira a presidir el tribunal de garant¨ªas. Pero miembros del ¨®rgano de ambas sensibilidades coinciden en que no hay causa de abstenci¨®n, y los consejeros conservadores no pueden recusarla.