El ingeniero que burl¨® la web de la Administraci¨®n para hacer negocio vendiendo citas de Extranjer¨ªa

Un ingeniero inform¨¢tico que vive en Barcelona consigui¨® poner en jaque el sistema inform¨¢tico de la Administraci¨®n y hacer negocio vendiendo citas de Extranjer¨ªa. El hombre cre¨® un sofisticado programa inform¨¢tico que acced¨ªa a la web oficial del Estado para conseguir el mayor n¨²mero de turnos disponibles. El software se alquil¨® a decenas de intermediarios que, a su vez, hac¨ªan negocio con ¨¦l. Tras varios a?os en los que las citas de Extranjer¨ªa se han vendido sin pudor en el mercado negro por hasta 200 euros, la Polic¨ªa Nacional ha anunciado que ha desmantelado una red en la que supuestamente participaban 94 personas. De ellas, 69 han sido detenidas, entre ellos el ingeniero. Las 25 restantes han declarado ante los agentes como investigadas.

El inform¨¢tico cre¨® en 2021 un programa de software, una especie de robot, que consegu¨ªa acceder a la web de citas de forma repetitiva y automatizada. El bot lograba adelantarse al momento en el que cada comisar¨ªa lanzaba los turnos disponibles, y los bloqueaba en cuesti¨®n de minutos. La pr¨¢ctica, seg¨²n la polic¨ªa, hac¨ªa imposible que cualquier ciudadano tuviese acceso a las citas y forzaba que hubiese que pagar por un tr¨¢mite gratuito y esencial en el d¨ªa a d¨ªa de los extranjeros residentes en Espa?a. En un contexto en el que la demanda de citas es, desde hace a?os, muy superior a las que ofrece la polic¨ªa, el invento era un negocio redondo. Los extranjeros, que pasaban d¨ªa y noche frente a la pantalla intentando sin ¨¦xito conseguir su turno, acababan compr¨¢ndolos a trav¨¦s de las aplicaciones WhatsApp y Wallapop, en locutorios y a trav¨¦s de abogados.

El programa inform¨¢tico era capaz de burlar las medidas de seguridad de la p¨¢gina web y neutralizaba los llamados captcha, un filtro dise?ado para discernir precisamente si las consultas las hacen humanos o robots inform¨¢ticos. Tambi¨¦n enga?aba al sistema introduciendo datos de los interesados de forma autom¨¢tica y cambiaba la direcci¨®n IP de cada dispositivo para evitar que el servidor bloqueara las peticiones por exceso de solicitudes desde un mismo aparato.

Las pesquisas policiales, coordinadas por agentes de la Unidad Central de Redes de Inmigraci¨®n Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF), identificaron que, a partir del sistema creado por el ingeniero, se hab¨ªa formado una ¡°red criminal¡± a la que alquilaba el programa inform¨¢tico. El ingeniero, que ronda los 40 a?os, hab¨ªa creado una empresa con la que arrendaba su robot a decenas de interesados. El programa se ofrec¨ªa a distintos gestores de tr¨¢mites de extranjer¨ªa como un robot que consegu¨ªa citas de forma ¡°totalmente aut¨®noma¡±, que genera ¡°emails infinitos¡± y que ¡°permite a?adir un filtro por comisar¨ªas y fechas¡±, seg¨²n la documentaci¨®n a la que ha tenido acceso El PA?S. La instalaci¨®n era sencilla, una simple extensi¨®n de Google Chrome. Cada cita lograda con el software se cobraba a 15 euros m¨¢s IVA, un precio que los intermediarios multiplicaban en su propio beneficio hasta pedir, en algunos casos aislados, m¨¢s de 1.200 euros.

El inform¨¢tico y sus c¨®mplices dejaron constancia del intercambio comercial en contratos mercantiles en los que se reconoc¨ªa una licencia para usar el robot. Adem¨¢s, el cobro se hac¨ªa mediante transferencias bancarias dirigidas a una cuenta de la empresa, que el mismo a?o de su creaci¨®n, en 2021, declar¨® una cifra neta de negocio superior al medio mill¨®n de euros, seg¨²n las cuentas presentadas en el Registro Mercantil. El alquiler del software inclu¨ªa el acceso a una hoja de c¨¢lculo donde se introduc¨ªan los datos de los extranjeros interesados en las citas, informaci¨®n fundamental para que el robot formalizase la petici¨®n. Hay detenidos en 17 provincias, considerados por la polic¨ªa como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organizaci¨®n criminal y da?os inform¨¢ticos.

En conversaci¨®n con EL PA?S, el ingeniero investigado y la administradora de su empresa defienden su inocencia. ¡°Nuestra intenci¨®n siempre fue crear un sistema legal para conseguir citas que ya no estaban disponibles para los ciudadanos. Por eso siempre hemos ido con nuestros nombres y una empresa por delante, para hacerlo todo legal. Nunca hemos considerado que esto fuese una actividad ilegal ni delictiva, porque en ning¨²n momento se da?a ning¨²n dato ni sistema de la web¡±, mantienen. ¡°No es cierto que acapar¨¢semos citas, ni mucho menos¡±, aseguran. Ambos defienden el robot como ¡°un servicio¡± que evitaba a miles de personas pasar meses frente al ordenador para conseguir una cita previa. Tambi¨¦n advierten de que no son los ¨²nicos: ¡°Hay muchos m¨¢s robots, que tienen p¨¢gina web. La diferencia es que ellos no tienen una empresa y no se sabe qui¨¦n hay detr¨¢s¡±.

En una primera fase de la investigaci¨®n, la polic¨ªa arrest¨® en febrero al ingeniero y a otras tres personas consideradas ¡°principales integrantes¡± de la organizaci¨®n. En las actuaciones realizadas en Barcelona y Valencia se intervino gran cantidad de efectos inform¨¢ticos, diversa documentaci¨®n y un total de 206.950 euros en efectivo. Tras aquellos arrestos, seg¨²n la nota de prensa de la polic¨ªa, se llev¨® a cabo una investigaci¨®n econ¨®mica de los principales investigados y se identific¨® la empresa que el ingeniero utilizaba para alquilar el bot. Gracias a la documentaci¨®n intervenida, se detect¨® a parte del enorme grupo de personas que o alquilaron el programa para piratear ellos mismos el sistema o actuaban como enlace en la venta de citas, entre ellos decenas de abogados de Extranjer¨ªa a los que se tom¨® declaraci¨®n a lo largo del pasado abril.

El negocio m¨¢s rentable estaba en la venta de citas previas para pedir asilo, un tr¨¢mite con una demanda disparada (casi 120.000 solicitudes solo en 2022) y poca oferta. De hecho, tras conocer que el sistema estaba pirateado, la Polic¨ªa Nacional tom¨® medidas de forma unilateral, en paralelo a las investigaciones y, de la noche a la ma?ana, a finales de marzo los turnos para pedir asilo, cotizados a 200 euros, dejaron de estar disponibles en la web oficial. La polic¨ªa improvis¨® diferentes sistemas en cada provincia para conseguir un turno (por email o por tel¨¦fono, principalmente), una f¨®rmula que, seg¨²n los abogados de Extranjer¨ªa, tampoco funciona.

Juan Ospina, abogado defensor de una veintena de letrados que contrataron el programa inform¨¢tico, considera que sus clientes no son autores de ning¨²n delito inform¨¢tico, sino, en todo caso, c¨®mplices. Seg¨²n Ospina, lo que hac¨ªan los abogados era comprar las citas para poder prestar sus servicios de tramitaci¨®n de documentaci¨®n, dado que era pr¨¢cticamente imposible conseguir un turno por los cauces normales. La polic¨ªa mantiene, sin embargo, que los intermediarios, abogados, gestores, asesores y otros conseguidores con los que trabajaba la empresa proveedora del software ¡°eran conocedores y conscientes de la existencia de un da?o inform¨¢tico contra la web oficial de citas y del correspondiente perjuicio que causaban a los extranjeros que, en muchas ocasiones, se encontraban en una situaci¨®n de gran vulnerabilidad y desesperaci¨®n¡±.

Las citas de Extranjer¨ªa son el producto m¨¢s preciado en la reventa clandestina, pero no son el ¨²nico. De hecho, la venta de turnos se ha extendido en la Administraci¨®n y afecta a otros servicios esenciales, como los de la Seguridad Social o la DGT. La gesti¨®n de la web a trav¨¦s de la que se solicitan las citas previas no es competencia de la Polic¨ªa Nacional o del Ministerio del Interior, sino que les corresponde a los departamentos de Pol¨ªtica Territorial y de Hacienda, dos ministerios burlados por este pirata inform¨¢tico. Se desconoce a¨²n el tama?o del agujero que han creado este y otras personas con sus respectivos robots. Seg¨²n fuentes policiales, a¨²n hay citas previas que se esfuman de la p¨¢gina web en el momento en el que se ofertan.