La igualdad de g¨¦nero gana terreno en el Alarde de Irun
El joven Antxon Jauregi romper¨¢ moldes al convertirse en el primer var¨®n que desfilar¨¢ como cantinera en una fiesta con m¨¢s de 140 a?os de historia
Este a?o se cumplen 25 de la primera vez que las mujeres consiguieron participar en el Alarde de San Marcial de Irun (Gipuzkoa) vestidas de soldados, en igualdad de condiciones que los hombres. Aquello supuso un antes y un despu¨¦s en la historia de este desfile de armas que durante m¨¢s de un siglo, hasta 1998, ten¨ªa restringida la presencia femenina. Fue una conquista de quienes defend¨ªan una fiesta sin distinci¨®n de g¨¦nero. Este pr¨®ximo 30 de junio, el alarde mixto e igualitario marcar¨¢ un nuevo hito en la misma direcci¨®n. Antxon Jauregi, de 19 a?os de edad, actuar¨¢ como cantinera. Ser¨¢ un hecho ins¨®lito, porque nunca antes un var¨®n ha desempe?ado el papel de cantinera, una de las figuras m¨¢s emblem¨¢ticas y veneradas por los vecinos de la localidad fronteriza. ¡°Soy consciente de que mi presencia como cantinera supone romper moldes, pero yo lo vivo con normalidad, como cualquier chica que sale como soldado¡±, afirma este joven irundarra.
La participaci¨®n de Antxon Jauregi como cantinera hubiese sido imposible hace un cuarto de siglo. Se habr¨ªa considerado un sacrilegio festivo. As¨ª lo entienden a¨²n quienes a finales de los noventa se opusieron de malas formas a que las mujeres desfilasen como escopeteras y ahora tambi¨¦n critican que un hombre haga el papel de cantinera. En Irun hubo un cisma social entre los defensores de la fiesta al estilo tradicionalista y los impulsores de una celebraci¨®n no discriminatoria. El clima de tensi¨®n y enfrentamiento vecinal que se daba entonces, a veces con episodios violentos, ha ido aplac¨¢ndose con el tiempo (la Ertzaintza ya no tiene que escoltar al desfile de las mujeres) y se desarrolla ahora con un alto grado de civismo. La divisi¨®n persiste, aunque sin incidentes graves, y se manifiesta en la existencia de dos desfiles diferenciados: el alarde mixto, que no hace distinci¨®n de g¨¦nero, y el tradicionalista, donde las mujeres solo act¨²an como cantineras.
El joven irundarra, 1.85 metros de altura, luce una largu¨ªsima melena negra, tiene las u?as muy largas y femeninas y lleva piercing en la cara. Trabaja como peluquero y ser¨¢ el ¨²nico var¨®n entre las 12 cantineras del alarde mixto y p¨²blico. ¡°No soy cantinero; soy cantinera¡±, precisa. Ser¨¢ el estandarte de la compa?¨ªa San Miguel, una tropa de reciente creaci¨®n que reunir¨¢ a unas 200 personas. Comenta que ¡°est¨¢ m¨¢s o menos aceptado que una mujer haga papeles de hombre, pero a¨²n se considera raro que sea al rev¨¦s¡±: ¡°Ya s¨¦ que hay gente a la que le ha parecido mal que yo sea cantinera, pero era una ilusi¨®n que yo ten¨ªa desde muy peque?o¡±. Antxon ya desfil¨® como soldado con tres compa?¨ªas diferentes del alarde mixto cuando ten¨ªa entre 13 y 15 a?os. Este a?o decidi¨® postularse como cantinera en la compa?¨ªa de su barrio: ¡°Me he sentido muy acogido. He recibido m¨¢s felicitaciones que muestras de rechazo. Por ah¨ª me han criticado en algunos comentarios, pero personalmente no he visto malos gestos en la calle. Es verdad que alguno se suele girar cuando paso, pero solo por curiosidad¡±.
No existe en los estatutos del alarde mixto ninguna cl¨¢usula que impida que un hombre desfile como cantinera. En cambio, las ordenanzas del alarde tradicionalista establecen que es ¡°condici¨®n indispensable¡± que la cantinera sea ¡°soltera¡± y tenga un ¡°gran amor y entusiasmo por el alarde¡±, adem¨¢s de ser natural de Irun o residir al menos 15 a?os en esta localidad. Mikel Malmierka, capit¨¢n de la compa?¨ªa mixta San Miguel, se muestra convencido de que ¡°Antxon lo va a hacer de maravilla, porque es consciente de que todas las miradas del p¨²blico se van a dirigir a ¨¦l¡±. Y defiende la decisi¨®n de aceptar que un var¨®n sea cantinera: ¡°Esto no deja de ser una performance. Mientras la persona que va dentro del traje haga bien su papel, ?qu¨¦ m¨¢s da que sea un hombre o una mujer? Los capitanes de las compa?¨ªas tampoco somos capitanes en la realidad¡±.
El Alarde de San Marcial conmemora la victoria de las milicias forales sobre el ej¨¦rcito franc¨¦s en el enfrentamiento que se produjo la madrugada del 30 de junio de 1522 en la Pe?a de Aldabe (hoy monte San Marcial) de la localidad. Desde el a?o 1881 se ha venido celebrando en Ir¨²n (uno similar se desarrolla en la vecina Hondarribia en el mes de septiembre) el Alarde de San Marcial de acuerdo con una tradici¨®n centenaria: los hombres marchan como soldados y las mujeres solo puede hacerlo como cantineras.
El Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco aval¨® el derecho de las mujeres a desfilar en los alardes de Irun y Hondarribia en igualdad de condiciones que los varones. En febrero de 2005, el Parlamento vasco aprob¨® la Ley de Igualdad cuyo art¨ªculo 25 prohib¨ªa ¡°la organizaci¨®n y realizaci¨®n de actividades culturales en espacios p¨²blicos en las que no se permita o se obstaculice la participaci¨®n de las mujeres en condiciones de igualdad con los hombres¡±.
Antxon no hab¨ªa nacido cuando estall¨® la divisi¨®n en el pueblo (¡°yo siempre he visto dos alardes¡±, comenta) por la irrupci¨®n de las mujeres en la fiesta. Dice que ¡°esto hay que verlo con normalidad y naturalidad¡±, y le gustar¨ªa que ¡°la fiesta se desarrolle con mucha alegr¨ªa y respeto¡±. Este viernes ser¨¢ uno de los protagonistas m¨¢s observados durante la fiesta. Ir¨¢ vestido como mandan los c¨¢nones, con el uniforme oficial de la cantinera. Saldr¨¢ con el pelo recogido con un mo?o e ir¨¢ vestido con una boina roja, unos bombachos bajo una falda plisada de franela blanca y un peque?o delantal negro bordado. Portar¨¢ una bandolera blanca del que colgar¨¢ un barrilito y calzar¨¢ unas botas blancas de lona hasta las rodillas. Durante el desfile deber¨¢ ir saludando al p¨²blico con un abanico. ¡°Animo a todos los iruneses a vivir la fiesta en convivencia¡±, sentencia.
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