La justicia brit¨¢nica da la raz¨®n a Juan Carlos I y tumba la demanda por acoso de Corinna Larsen

Juan Carlos I ha obtenido este viernes una victoria clave en la batalla judicial contra su expareja sentimental, Corinna Larsen, librada en los tribunales brit¨¢nicos desde hace tres a?os. El tribunal que lleva el caso ha rechazado finalmente la demanda de la empresaria alemana, porque considera que la jurisdicci¨®n del Reino Unido no es la adecuada para juzgar el caso, y porque el relato de la demanda de Larsen no constituye una figura delictiva de acoso (harassment, en ingl¨¦s), seg¨²n la legislaci¨®n inglesa.

¡°La demanda no se ajusta a las normas procesales exigidas a la hora de redactar una acusaci¨®n de acoso. Del modo en que se ha presentado, su declaraci¨®n no me ofrece bases razonables para sostener esa pretensi¨®n¡±, ha escrito de modo demoledor la magistrada Rowena Collins Rice, al frente del tribunal de apelaci¨®n que lleva el caso.

¡°Mi conclusi¨®n principal¡±, se?ala la jueza, ¡°es que el Alto Tribunal de Inglaterra y Gales carece de la jurisdicci¨®n para juzgar este caso. Y esto es debido a que la demandante no ha interpuesto la demanda en el pa¨ªs de domicilio del demandado, a lo que ¨¦l tiene derecho. No ha sido capaz de convencerme tampoco de que su caso entre dentro de las posibles excepciones a esta regla. No ha sido capaz de demostrar que ¡®los hechos causantes de da?os¡¯ hayan ocurrido en Inglaterra¡±, ha escrito Collins para indicar que el asunto no corresponde, seg¨²n su entender, a los tribunales ingleses.

La defensa del Rey em¨¦rito aleg¨®, con ¨¦xito, que el art¨ªculo 4 de la regulaci¨®n de la UE en materia de jurisdicci¨®n obliga a que las personas domiciliadas en un Estado miembro sean denunciadas ante los tribunales de ese Estado. Cuando Larsen present¨® su demanda, en 2020, el Reino Unido todav¨ªa negociaba c¨®mo desarrollar el Brexit y permanec¨ªa bajo la normativa comunitaria.

La tarde de este viernes, la defensa de Juan Carlos I en el Reino Unido ha difundido un comunicado en el que se?alan que el Rey em¨¦rito est¨¢ ¡°muy satisfecho de conocer el fallo del Tribunal Superior de Inglaterra¡± y que considera ¡°que se ha hecho justicia¡±. ¡°Los tribunales ingleses han rechazado por completo y de manera concluyente la demanda contra Su Majestad, y han concluido que esta no tiene perspectivas de ¨¦xito y que, por tanto, no puede y no derivar¨¢ en juicio¡±, explica el texto.

¡°De hecho, la jueza, Collins Rices, describi¨® la demanda como ¡®especulativa¡¯ y ¡®extra?a¡¯ en su fallo, destacando que la demandante no ha logrado ofrecer pruebas suficiente para apoyar sus alegaciones, y ello a pesar de que el proceso legal contra Su Majestad en Inglaterra comenz¨® hace casi tres a?os¡±, prosigue.

¡°Su Majestad siempre ha considerado la demanda interpuesta por la demandante como carente de toda sustancia o rigor¡±, apunta el comunicado, que concluye afirmando que ¡°el rechazo enf¨¢tico [de Juan Carlos I] de todas las alegaciones de acoso avanzadas por la demandante tambi¨¦n ya fueron advertidas por el Tribunal de Apelaci¨®n en su fallo de diciembre de 2022, y que los tribunales ingleses han rechazado la demanda en su totalidad¡±.

La empresaria alemana tiene a¨²n opci¨®n de recurrir esta sentencia, pero sus posibilidades de triunfo, ya muy reducidas desde el momento en que la justicia brit¨¢nica acept¨® en parte la inviolabilidad procesal de Juan Carlos I, son claramente escasas despu¨¦s de un veredicto tan contundente.

¡°Estoy profundamente decepcionada por el resultado de este caso en el Tribunal Superior de Inglaterra. Es desalentador ver que las v¨ªctimas de acoso a menudo luchan por encontrar justicia en nuestro sistema jur¨ªdico. El acoso tiene un impacto profundo y duradero en las personas, y es crucial que nuestros procesos legales proporcionen recursos adecuados a quienes lo hayan sufrido. La intimidaci¨®n y el acoso hacia m¨ª y mis hijos contin¨²an y tienen como objetivo destruirme por completo. Juan Carlos ha desplegado todo su arsenal para desgastarme y el alcance de su poder es inmenso. Estoy considerando todas las opciones disponibles¡±, ha dicho Larsen a trav¨¦s de la firma de relaciones p¨²blicas que la representa.

Hasta tres bufetes de abogados distintos ha tenido que utilizar el rey em¨¦rito durante tres a?os para intentar erosionar, a trav¨¦s de una bater¨ªa de cuestiones preliminares, la demanda interpuesta por su expareja sentimental.

Larsen interpuso la acusaci¨®n ante la justicia brit¨¢nica en diciembre de 2020. A lo largo de 20 folios, describ¨ªa una serie de episodios de acoso realizados ¡ªde modo personal, o a trav¨¦s de intermediarios¡ª por Juan Carlos I o por el entonces director del Centro Nacional de Inteligencia, y amigo personal del monarca em¨¦rito, F¨¦lix Sanz Rold¨¢n. Responsabilizaba a ambos del ¡°seguimiento abierto y encubierto¡± que supuestamente hab¨ªan realizado agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ¡ªluego los redujo a operativos privados contratados por la otra parte¡ª tanto en Londres, donde reside Larsen, como en su apartamento de Montecarlo.

La clave de todo el juicio, sin embargo, est¨¢ en lo que se ha denominado en todas las vistas como el ¡°regalo Lucum¡±, los casi 65 millones de euros que el rey em¨¦rito hab¨ªa transferido a la empresaria de manera ¡°irrevocable¡± en 2012 desde la fundaci¨®n paname?a del mismo nombre. Cuando la relaci¨®n amorosa se quebr¨®, despu¨¦s de la inefable cacer¨ªa de Botsuana de abril de 2012 que irrit¨® a la mayor¨ªa de espa?oles, el padre de Felipe VI quiso recuperar su dinero. Fue a partir de ese momento cuando la empresaria alemana comenz¨® a sufrir, seg¨²n su propio relato, una campa?a de acoso y derribo contra su persona por parte del ¡°aparato del Estado¡± y de la prensa espa?ola.

En las vistas del juicio del pasado julio, la empresaria alemana revel¨® finalmente la indemnizaci¨®n que exig¨ªa a Juan Carlos I: unos 146 millones de euros (126 millones de libras esterlinas). Pero esa cifra no dejaba de ser un desider¨¢tum, un ejercicio de voluntarismo y de c¨¢lculo arbitrario. El verdadero objetivo de Larsen, durante todo el juicio, ha sido preservar los 65 millones de la donaci¨®n.

Inmunidad parcial

En diciembre de 2022, el Tribunal de Apelaci¨®n de Inglaterra y Gales concedi¨® una victoria parcial al rey em¨¦rito, en contra de la sentencia previa del primer juez que se hizo cargo del caso, Matthew Nicklin. Consideraron los magistrados que los actos llevados a cabo contra la expareja sentimental del anterior jefe del Estado en los a?os previos a su abdicaci¨®n (19 de junio de 2014) gozaban de inmunidad, y no pod¨ªan, por tanto, ser juzgados en territorio brit¨¢nico.

Parte muy importante de los hechos referidos por Larsen en su demanda de acoso hac¨ªa referencia a ese periodo, entre 2012 ¡ªel comienzo de la relaci¨®n sentimental¡ª y 2014. Por ejemplo, la visita presuntamente amenazante que le realiz¨® en Londres el entonces director general del CNI, F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, o la intrusi¨®n de un equipo de operativos de la empresa de seguridad Eulen, a las ¨®rdenes del mismo Sanz Rold¨¢n, en el apartamento que Larsen tiene en M¨®naco.

A por todas

La jueza Rowena Collins Rice ha asumido el mando del juicio durante las ¨²ltimas vistas, que se celebraron a mediados de julio. A diferencia del derecho continental europeo, en el derecho com¨²n brit¨¢nico no debe ser necesariamente el mismo juez el que lleve el caso en todo momento. Nicklin dio se?ales de simpat¨ªa hacia la causa de Larsen. Collins, a la que toc¨® el caso por reparto, fue una esfinge durante las tres sesiones.

Una vez aclarada la cuesti¨®n de la inmunidad de Juan Carlos I, el nuevo equipo jur¨ªdico del rey em¨¦rito, encabezado por el abogado Adam Wolanski, quiso ir a por todas. Reclam¨® a la jueza que se pronunciara sobre una bater¨ªa de alegaciones destinadas a tumbar el caso antes de que comenzara siquiera a ser tomado en consideraci¨®n. Acus¨® a Larsen y a su equipo legal de presentar una denuncia con un relato de hechos ¡ªenmendados una y otra vez en los ¨²ltimos dos a?os¡ª que carecen de credibilidad, seg¨²n la defensa de Juan Carlos I; el texto no conten¨ªa hechos o pruebas concretas que sostuvieran las acusaciones, aportaba datos irrelevantes para la causa y supon¨ªa un abuso del derecho procesal.

Wolanski dirigi¨® en todo momento la atenci¨®n de la jueza hacia los 65 millones de euros en litigio, y acus¨® a Larsen de intentar involucrar y chantajear a la Casa Real, a la que envi¨® hasta tres cartas intimidatorias en las que amenazaba con tirar de la manta si no le ayudaban a poner freno al supuesto acoso. ¡°Una amenaza en toda regla. Dadme lo que pido o acudir¨¦ a la prensa para entregar un material incriminatorio que har¨¢ da?o a la Casa Real¡±, describi¨® Wolanski ante la jueza la maniobra de Larsen. ¡°Un chantaje (blackmail, en ingl¨¦s)¡±, asegur¨® el abogado en varias ocasiones.