Cr¨®nica de una negociaci¨®n al l¨ªmite sobre la amnist¨ªa | Junts: ¡°Ten¨¦is que aceptar las enmiendas¡±. El PSOE: ¡°No vamos a hacerlo¡±
¡°Nos hemos plantado¡±, sentencian en el Gobierno, que intent¨® reconducir el voto de Junts durante la ma?ana y lleg¨® al pleno del Congreso con la votaci¨®n perdida
Un murmullo recorri¨® el hemiciclo del Congreso a las 17.52 de este martes, cuando Pilar Calvo, la primera de los siete diputados de Junts en votar la ley de amnist¨ªa, marc¨® la posici¨®n de su partido con un sonoro ¡°?no!¡±. La bancada de los diputados del PSOE y de Sumar reaccion¨® con sorpresa y hast¨ªo, mientras el socio m¨¢s vol¨¢til e impredecible del Gobierno pon¨ªa fin a la incertidumbre que hasta ese momento hab¨ªa definido otra jornada de v¨¦rtigo para La Moncloa. El n¨²cleo duro del Ejecutivo ya sab¨ªa que Junts votar¨ªa en contra de la medida de gracia cuando el pleno extraordinario comenz¨® a las 15.00. Santos Cerd¨¢n, Mar¨ªa Jes¨²s Montero y F¨¦lix Bola?os se sentaron juntos al inicio de la sesi¨®n y comentaron entre ellos lo que solo un pu?ado de miembros del Gobierno y de Junts conoc¨ªan: el partido de Carles Puigdemont estaba resuelto a votar en contra del mismo texto que hab¨ªa apoyado en la Comisi¨®n de Justicia del Congreso solo una semana antes. La consigna en La Moncloa era clara: aceptar las ¨²ltimas condiciones de Junts acarreaba una inseguridad jur¨ªdica. La ley correr¨ªa el riesgo de ser tumbada por el Tribunal Constitucional, alertaban fuentes del PSOE. ¡°Nos hemos plantado¡±, sentenci¨® un peso pesado del Ejecutivo, donde se esperaban el peor escenario desde la noche anterior, cuando Junts emiti¨® su amenaza de que su voto no se pod¨ªa dar por seguro.
La ma?ana dej¨® varios intentos infructuosos en los que los negociadores del PSOE y del Gobierno trataron de convencer a los posconvergentes de que ¡°entraran en raz¨®n¡±. ¡°No se puede considerar que haya habido una negociaci¨®n: era s¨ª, no, s¨ª, no. Junts nos dec¨ªa: ¡®Ten¨¦is que aceptar las enmiendas¡¯. Y nuestra respuesta era siempre la misma: ¡®No vamos a aceptarlas, no vamos a hacerlo¡±, explican fuentes socialistas a EL PA?S. ¡°Si quieren que votemos a favor, que acepten lo que les pedimos¡±, advert¨ªa en los pasillos del Congreso antes de que comenzara el debate un diputado de Junts, que instaba al PSOE a que asumiera una nueva modificaci¨®n de la ley de amnist¨ªa. Pero La Moncloa aguant¨® la presi¨®n. Al rev¨¦s que en las semanas anteriores, en las que se blind¨® a Puigdemont y los CDR y acept¨® que los acusados de terrorismo quedaran exculpados siempre que en sus actuaciones no hubiera ¡°intenci¨®n directa¡± de provocar ¡°violaciones graves de los derechos humanos¡±, esta vez el Gobierno no se movi¨®.
¡°Lo que es inconstitucional es inconstitucional¡±, zanj¨® tras el pleno un dirigente del Gobierno, que rebaj¨® las expectativas de Junts para el debate que volver¨¢ a producirse en los pr¨®ximos 15 d¨ªas, el plazo fijado para el debate en la Comisi¨®n de Justicia: ¡°No vamos a cambiar de posici¨®n. No tenemos margen¡±. Otros miembros de la direcci¨®n del PSOE socialista se?alaban que para entonces tendr¨¢n que buscar una soluci¨®n ¡°y darle una salida¡± a Junts sin que afecte a la redacci¨®n de la medida de gracia. ¡°La ley de amnist¨ªa entr¨® impecable y constitucional en esta c¨¢mara y as¨ª saldr¨¢¡±, remarc¨® Bola?os antes de coger un vuelo a Bruselas, donde este mi¨¦rcoles abordar¨¢ la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial como el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, y Esteban Gonz¨¢lez Pons, del PP.
Las conversaciones entre los equipos negociadores del PSOE y Junts se alargaron hasta instantes antes de la votaci¨®n del dictamen y de la ley de amnist¨ªa por si Junts cambiaba de opini¨®n. La tensi¨®n se masc¨® durante tres horas en el ambiente, con todas las miradas concentradas en los pesos pesados del Ejecutivo y en la parte de la grada donde se sentaban los parlamentarios de Puigdemont. Rafael Simancas, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes que con el anterior Gobierno de coalici¨®n se labr¨® la fama de salvar un sinf¨ªn de votaciones, hac¨ªa llamadas desde su esca?o. Cerd¨¢n, el secretario de Organizaci¨®n del PSOE, y la vicepresidenta primera, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, tampoco soltaban el m¨®vil: uno de los interlocutores del n¨²mero tres de los socialistas desde el lunes por la noche fue el secretario general de Junts, Jordi Turull.
Transcurridos 40 minutos de debate y tras escuchar a M¨ªriam Nogueras, la portavoz de Junts ¡ªnada m¨¢s tomar la palabra, dej¨® claro a todo el hemiciclo, y a quien quisiera escucharla, que no hab¨ªa acuerdo¡ª, y tambi¨¦n a Pilar Vallugera, de ERC, Bola?os abandon¨® el hemiciclo y se fue a la zona de Gobierno. El ministro de Presidencia y Justicia no regres¨® hasta que se llam¨® a la primera votaci¨®n, la de las enmiendas, acompa?ando a S¨¢nchez. El presidente del Gobierno se incorpor¨® al pleno pasadas las 16.30, una hora y media despu¨¦s de que empezara la sesi¨®n.
Todos los intentos del PSOE y del Gobierno fueron en balde. Lo mismo le sucedi¨® a Sumar: Gerardo Pisarello, que intervino en la tribuna por su grupo, se acerc¨® al asiento de Nogueras en un intento de reconducir la situaci¨®n. Antes, la portavoz de Junts se ausent¨® durante unos minutos del debate atenta al m¨®vil. Durante la sesi¨®n, habl¨® varias veces con su compa?era Calvo. Junts se hab¨ªa fijado ser intransigente en este asunto tras meses de tramitaci¨®n y de negociaciones. Nogueras ha estado en este tiempo en contacto directo con Puigdemont para concretar las peticiones que pon¨ªan a los asesores legales del PSOE para validar la ley de amnist¨ªa. El letrado personal de Puigdemont, Gonzalo Boye, supervis¨® la estrategia.
Votaci¨®n del dictamen
Antes de proceder a la votaci¨®n del dictamen y la ley, el grupo parlamentario de Junts en pleno abandon¨® el edificio del Congreso y celebr¨® una ¨²ltima reuni¨®n en un hotel cercano. Buscaban discreci¨®n m¨¢xima para elevar las ¨²ltimas consultas y reafirmar su negativa a votar la ley. El partido independentista mantiene que es imprescindible afinar con el redactado de la norma para reducir el margen de maniobra de jueces como Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, de la Audiencia Nacional.
La cara seria de S¨¢nchez a la salida de las Cortes resum¨ªa el sentir del Gobierno. Unas horas antes, el mismo rostro severo de Montero a su llegada al debate ya vaticinaba que la pol¨ªtica espa?ola estaba a punto de superarse a s¨ª misma una vez m¨¢s. La relaci¨®n entre Junts y el PSOE se abonaba todav¨ªa m¨¢s a la monta?a rusa. La ley que fue moneda de cambio independentista para apoyar la investidura no se aprob¨® cuando 24 horas antes el Gobierno la daba por hecha. El embrollo que causa el frenazo no es menor y supone un palo a la confianza entre ambos, Junts y el PSOE. Pero ninguno ha roto la baraja. Y en Ferraz y en La Moncloa se consolaban con que la votaci¨®n no era tan vital y apremiante como la de los reales decretos que Junts amag¨® con tumbar a principios de enero. Entonces no hab¨ªa margen. A espera de encontrar una f¨®rmula que satisfaga a todos, o de que comprobar hasta d¨®nde es capaz de llegar Junts, Oriol Junqueras, que sigui¨® el debate en la tribuna de invitados, cerr¨® el d¨ªa defendiendo la validez del texto que se vot¨® y no se aprob¨® en el Congreso. ¡°Era una ley robusta, garantizaba que centenares de personas se libraran de la represi¨®n¡±, objet¨® el presidente de ERC a Junts en la lucha que mantienen por la hegemon¨ªa del independentismo. ¡°Es incomprensible que Junts haya votado en contra de una ley que ha pactado y a la que ha votado cuatro veces a favor en la tramitaci¨®n parlamentaria y vote que no con PP y Vox, que les quiere ilegalizar¡±, se despidi¨® Bola?os.
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