Los j¨®venes abanderan la protesta masiva en Madrid por la vivienda
Decenas de miles de personas han participado en una manifestaci¨®n que demanda a los pol¨ªticos de todas las administraciones una soluci¨®n urgente
Suenan llaves agitadas en el aire. Es el ruido de la protesta por la vivienda en Madrid este domingo. J¨®venes hartos de las subidas del alquiler que sacuden sus llaveros, como s¨ªmbolo de su indignaci¨®n. En lugar del cacerolazo, un llaverazo. La juventud, gran perjudicada por la subida desbocada de la vivienda, ha sido este domingo la protagonista de una marcha masiva en Madrid por el derecho a la vivienda. Son afectados como Nayelhi Avil¨¦s, una universitaria de 23 a?os, que paga 525 euros por una peque?a habitaci¨®n: ¡°Los caseros se aprovechan mucho. Te quieren cobrar 600 euros por un zulo¡±.
La delegaci¨®n del Gobierno ha cifrado en 22.000 personas la asistencia, y los convocantes han dado unos n¨²meros muy superiores ¡ª400.000 la federaci¨®n de asociaciones de vecinos y 100.000 el sindicato de inquilinas¡ª. El respaldo multitudinario es un claro mensaje de hartazgo por un problema que est¨¢ teniendo consecuencias dram¨¢ticas para una generaci¨®n que ve diezmados sus planes de futuro. El 66% de las personas entre 18 y 34 a?os en Espa?a sigue a¨²n en el hogar familiar, frente al 50% de 2010.
Decenas de colectivos sociales de todo tipo han impulsado esta marcha bajo el lema La vivienda es un derecho, no un negocio, que sali¨® de Atocha al mediod¨ªa y acab¨® a las puertas de la Gran V¨ªa, bajo el edificio Metr¨®polis, una hora y media despu¨¦s. En ese momento, la cola de la marcha a¨²n discurr¨ªa por el Museo del Prado.
¡°Desde hace bastante tiempo, venimos constatando como este derecho fundamental para la vida se ha convertido en uno de los nichos de mercado m¨¢s lucrativos para la banca, las grandes corporaciones y para empresas y rentistas dedicados a la especulaci¨®n¡±, dice el manifiesto, que han le¨ªdo bajo el edificio Metr¨®polis de la Gran V¨ªa el actor Juan Diego Botto y dos vecinas afectadas por problemas singulares de Madrid. Una, Gladys Zambrana, reside en la Ca?ada Real, considerado el mayor asentamiento irregular de Europa, y otra, Diana Mart¨ªn, en el municipio de San Fernando de Henares, donde los defectos en la l¨ªnea 7B de Metro han obligado a derribar 73 viviendas.
El manifiesto es una defensa del derecho a la vivienda frente a los intereses de la banca, las grandes corporaciones y los rentistas. Han culpado de inacci¨®n a todas las administraciones y han pedido un dec¨¢logo de medidas: imponer los topes de precios de la ley de vivienda estatal, ampliar el parque p¨²blico de vivienda de alquiler protegido, aprobar una ley madrile?a de vivienda, el fin de los desalojos sin alternativa habitacional o la suspensi¨®n inmediata de las licencias a pisos tur¨ªsticos en zonas tensionadas. Adem¨¢s, han hecho demandas espec¨ªficas para dos zonas vulnerables de la Comunidad: el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Europa y del Defensor del Pueblo restableciendo el suministro el¨¦ctrico en la Ca?ada Real, y una soluci¨®n para el problema creado en San Fernando.
La manifestaci¨®n es la m¨¢s grande convocada en Madrid por este asunto desde las protagonizadas hace una d¨¦cada por los afectados de la crisis hipotecaria y ha seguido la estela de las celebradas en otras ciudades de Espa?a este a?o. M¨¢s de 57.000 personas salieron a las calles de las siete islas canarias el 20 de abril; m¨¢s de 10.000 en Mallorca el 25 de mayo; 2.000 en Barcelona el 8 de junio, y unas 15.000 en M¨¢laga el 29 de junio. Tras Madrid, continuar¨¢n las manifestaciones: Valencia sale a la calle el s¨¢bado que viene y Canarias el domingo.
La pregunta que surge tras esta demostraci¨®n de fuerza es si mover¨¢ la conversaci¨®n p¨²blica para que act¨²en los pol¨ªticos. Los convocantes han exigido una respuesta inmediata a las tres administraciones implicadas: Gobierno central, Comunidad de Madrid y ayuntamientos.
En un ambiente festivo, con batucada incluida, los asistentes han coreado lemas como ¡°?Qu¨¦ es esto que pasa? Que no tenemos casa¡±, ¡°vosotros rentistas sois los terroristas¡±, ¡°fuera rentistas de nuestros barrios¡±, ¡°hace falta ya una huelga de alquileres, hace falta ya una huelga general¡±, o ¡°verg¨¹enza me dar¨ªa desahuciar a una familia¡±.
Valeria Rac¨², portavoz del Sindicato de Inquilinas de Madrid, ha exigido la dimisi¨®n de la ministra de Vivienda, Isabel Rodr¨ªguez, que recientemente despert¨® la ira del colectivo por sus declaraciones apelando a la solidaridad de los caseros. Tambi¨¦n ha llamado a los inquilinos a secundar una huelga de alquileres, una medida de desobediencia civil, que ven como la mejor soluci¨®n ante la inacci¨®n de los pol¨ªticos. ¡°Somos tantos y tantas que si nos organizamos tenemos mucho m¨¢s poder que ning¨²n casero¡±, ha declarado.
Otros han puesto la mira en la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso. La secretaria general de Comisiones Obreras-Madrid, Paloma L¨®pez, ha cargado contra ella por ¡°una absoluta dejaci¨®n de funciones¡±. L¨®pez se refer¨ªa a su negativa a aplicar la ley estatal de vivienda o a lo que considera permisividad con los pisos tur¨ªsticos ilegales.
La oposici¨®n de izquierdas a Ayuso y al alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida tambi¨¦n ha estado presente, apoyando a los convocantes. Las portavoces de M¨¢s Madrid, Manuela Bergerot y Rita Maestre, han dicho que esta manifestaci¨®n es un ¨¦xito de las asociaciones vecinales y que ser¨¢ un punto de inflexi¨®n. ¡°Basta ya de especulaci¨®n y de que unos pocos esquilmen los salarios¡±, ha dicho Maestre. ¡°A la se?ora Ayuso hay que exigirle un cambio total del camino¡±, ha a?adido Bergerot. La portavoz socialista en el Ayuntamiento y exministra de Turismo, Reyes Maroto, ha pedido a las administraciones que garanticen el art¨ªculo 47 de la constituci¨®n, el del derecho a una vivienda digna. ¡°Y en clave de Madrid yo le pido al Ayuntamiento que no mire para otro lado¡±, ha dicho, ¡°pero sobre todo que se implemente desde ya la ley de vivienda¡±.
La manifestaci¨®n se fragu¨® en julio, durante una reuni¨®n online de la Plataforma por el derecho a la vivienda de Madrid, que hab¨ªa nacido en octubre de 2023, y que agrupa a grandes organizaciones como CC OO, UGT, la federaci¨®n de asociaciones de vecinos de Madrid (FRAVM) o Amnist¨ªa Internacional. Posteriormente se unieron otros colectivos, hasta sumar 39 grupos. La inspiraci¨®n m¨¢s inmediata viene de las protestas masivas por el impacto del turismo en la vivienda en Barcelona, M¨¢laga o Santa Cruz de Tenerife, pero en el caso madrile?o el foco es la situaci¨®n del mercado de la vivienda en sentido m¨¢s amplio.
Entre los grupos convocantes de la protesta en la capital espa?ola se encuentran la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm), que re¨²ne a 300 asociaciones vecinales, los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, Amnist¨ªa Internacional, los sindicatos de inquilinas y de estudiantes, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), y organizaciones medioambientales como Greenpeace o Fridays for Future.
La movilizaci¨®n madrile?a fue ideada al tiempo que la vivienda se convert¨ªa en uno de los principales problemas para los espa?oles. En 2023, sol¨ªa aparecer entre el puesto diez y quince de los asuntos mencionados por los encuestados, pero este a?o ha subido pelda?os. El Bar¨®metro del CIS de junio la situaba como el segundo problema de una lista con m¨¢s de 50 asuntos. En septiembre, figuraba como la sexta preocupaci¨®n.
El malestar coincide con la escalada de los precios, que mes tras mes baten r¨¦cords. El ¨ªndice de la plataforma Idealista indica que el alquiler est¨¢ en su m¨¢ximo hist¨®rico en la capital de Espa?a. El precio medio de las ofertas era en septiembre de 20,4 euros por metro cuadrado. Esto supone que un piso de tama?o medio, 75 metros cuadrados, se oferta por 1.530 euros.
Las consecuencias sociales de esta crisis habitacional son dram¨¢ticas. En todo el pa¨ªs, los alquileres han subido por encima de los salarios y los j¨®venes no pueden emanciparse o tener hijos. El ¨²ltimo informe anual del Banco de Espa?a, publicado en abril, reflejaba que el 40% de los hogares en alquiler hace un sobreesfuerzo para pagar el arrendamiento y un 76% tiene dificultades para comprar. La situaci¨®n se podr¨ªa equilibrar con mayor oferta de vivienda, pero la producci¨®n es de casi 90.000 al a?o, mientras que la creaci¨®n de hogares asciende a 275.000.
Las protestas por la situaci¨®n de la vivienda fueron comunes despu¨¦s de la crisis de 2008, pero se fueron diluyendo con el tiempo. Una de las ¨²ltimas veces que los activistas consiguieron una protesta multitudinaria fue el 7 de octubre de 2007, cuando miles de personas, seg¨²n las cr¨®nicas de aquel d¨ªa, participaron en una protesta por las calles del centro que se celebr¨® el mismo d¨ªa en que decenas de miles de personas llenaron Col¨®n para ¡°defender la unidad de Espa?a¡±. Aquel d¨ªa, los manifestantes por la vivienda buscaban presionar a la Asamblea de Madrid, que sosten¨ªa al Gobierno de Cristina Cifuentes (PP), para que aprobara una iniciativa legislativa popular firmada por casi 77.000 personas para crear una ley de vivienda en la Comunidad de Madrid. ¡°Ni entraron a debatirla, directamente se la cargaron¡±, dice Mercedes Revuelta, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en Madrid. En octubre de 2018 se volvi¨® a celebrar una manifestaci¨®n, a la que acudieron unas 2.000 personas que acab¨® con un festival en el parque de Las Vistillas, pero al a?o siguiente los convocantes denunciaron que el alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida les impidi¨® celebrar los conciertos.
?Tiene m¨¢s informaci¨®n? Escriba al autor a fpeinado@elpais.es o fernandopeinado@protonmail.com
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