Incertidumbre y miedo tras el desalojo de un asentamiento chabolista en N¨ªjar: ¡°?Qu¨¦ vamos a hacer ahora?¡±
Las excavadoras derribaron este martes el campamento donde resid¨ªan 60 personas, entre ellas nueve menores, sin que las administraciones hayan ofrecido ninguna alternativa para no se quedaran en la calle ante las quejas de las organizaciones sociales

Con cara seria, cansado traspasar la noche pr¨¢cticamente sin dormir, Mehdi, marroqu¨ª de 23 a?os, observaba c¨®mo se le acercaba una excavadora. ¡°?Qu¨¦ vamos a hacer ahora?¡±, se preguntaba consciente de que su chabola, construida con pal¨¦s y pl¨¢sticos, iba a ser derribada por mandato judicial en cuesti¨®n de segundos. A su alrededor, sobre una valla, hab¨ªa mantas, neveras, ventiladores, bolsas de ropa, herramientas, una camiseta de la selecci¨®n de Marruecos. Eran los pocos enseres que quedaban a sus vecinos, los habitantes del cortijo El Uno, a las afueras de San Isidro, en el municipio de N¨ªjar (Almer¨ªa, 31.816 habitantes). Es el asentamiento que durante la ma?ana de este martes fue demolido por una excavadora, dejando a sus 60 residentes en la calle sin que ninguna administraci¨®n les ofreciese alternativa.
El Juzgado de Primera Instancia N¨²mero 1 de Almer¨ªa orden¨® a principios de mes el desahucio de este campamento tras la denuncia del propietario del terreno. Este martes las chabolas del lugar desaparecieron con rapidez tras los golpes de la maquinaria, mientras que se dejaron en pie un pu?ado de peque?as casitas medio en ruinas y una vieja nave industrial, donde conviv¨ªan varias familias con hasta nueve menores. Algunos de sus habitantes del recinto llevaban all¨ª diez a?os y otros apenas unos meses, durmiendo en habitaciones estrechas, con luz pero sin agua potable. Y en las que este martes apenas quedaban cajas vac¨ªas, bidones, papeles y perchas. Tambi¨¦n un peque?o peluche de Peppa Pig y una cocinita de juguete.
A primera hora de la ma?ana, ajeno a todo, un peque?o de dos a?os y medio trataba de subirse sin caer a una peque?a bicicleta de pl¨¢stico. ¡°El resto de ni?os est¨¢ ya en el colegio¡±, explicaba Fouciya, mujer en la treintena que ten¨ªa poco claro qu¨¦ hacer con su vida ni d¨®nde dormir a partir de ahora. Junto a una pintada en la que se le¨ªa ¡°No al desalojo¡± hab¨ªa un patinete con dos maletas. Es todo lo que pod¨ªa llevar otra de las residentes de este rinc¨®n rodeado de invernaderos. En ellos trabajan muchos de los habitantes de El Uno, con papeles o sin ellos. ¡°Tomate, pimiento, calabac¨ªn¡±, relataba Mehdi, empadronado en N¨ªjar desde hace a?os. ¡°Hacemos temporadas, lo que podemos¡±, a?ad¨ªa su amigo Maati, de 27 a?os. ¡°No sabemos a d¨®nde ir¡±, a?ad¨ªa el joven, que lleva un lustro empleado de manera intermitente en la agricultura intensiva. Como ellos, otras 3.500 personas residen en una treintena de campamentos similares en la comarca de N¨ªjar. El mayor de ellos, Atochares, acoge a m¨¢s de 500 migrantes, casi todos manos de obra para el campo.
Los residentes de El Uno pasaron todo el lunes, noche incluida, haciendo portes para sacar sus cosas antes de ser desahuciados. Unos han encontrado un sof¨¢ en casa de alg¨²n pariente. Otros ten¨ªan previsto montar de nuevo su chabola en alg¨²n campamento cercano. Una chica decidi¨® viajar a Huelva en busca de trabajo y algunos m¨¢s, a Murcia. Otra familia ha decidido retornar a Marruecos. Sentados sobre un viejo colch¨®n en el arc¨¦n de la carretera, seis chavales miraban con desaz¨®n la que antes era su casa. ¡°No sabemos qu¨¦ hacer, es dif¨ªcil¡±, dec¨ªan. ¡°Llevamos semanas buscando una vivienda, pero no hay nada para alquilar¡±, denunciaba Abdoul, de 33 a?os. M¨¢s suerte tendr¨¢n los seis hombres que estudiaba acoger Almer¨ªa Acoge en uno de sus alojamientos temporales y las dos mujeres cobijadas por el Servicio Jesuita para Migrantes (SJM). Tres de las trabajadoras de esta entidad ayudaban, Kamal, panadero de casi 50 a?os que ha dedicado una d¨¦cada de su vida a los invernaderos, a guardar sus cosas mientras ¨¦l se sub¨ªa a una bicicleta para buscar un techo donde dormir. ¡°La vida es muy dura¡±, se?alaba.
¡°Se est¨¢n buscando la vida¡±
El desalojo transcurri¨® con normalidad. Aunque varios activistas montaron rudimentarias barricadas en los tres accesos al asentamiento, una excavadora las retir¨® con facilidad. Un dispositivo de Guardia Civil y Polic¨ªa Local acompa?¨® a la comitiva judicial que, puntual, a las 9.40 horas previstas, lleg¨® con las notificaciones judiciales. Minutos despu¨¦s, las m¨¢quinas derribaban con facilidad las chabolas ¡°sin incidentes¡±, confirmaban desde la subdelegaci¨®n del Gobierno en Almer¨ªa. ¡°Es un acto injusto e inhumano¡±, han denunciado las organizaciones sociales, sindicatos y partidos pol¨ªticos que forman la plataforma Derecho a Techo, que tambi¨¦n ha criticado la pasividad de las administraciones y de la patronal agraria. ¡°Ahora no tienen nada: solo les queda el suelo para dormir¡±, subrayaba el activista Ricardo P¨¦rez mientras un grupo de chatarreros arramblaba con el mobiliario del campamento.


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






¡°La gente se est¨¢ buscando la vida. Es una situaci¨®n muy traum¨¢tica ver c¨®mo se destroza la vida, el hogar de estas personas. Y peor a¨²n es hacerlo con la impotencia de ver que no hay ninguna alternativa, que nadie les ha planteado una soluci¨®n¡±, lamentaba Daniel Izuzquiza, m¨¢ximo responsable del SJM, que insist¨ªa en que las administraciones tienen la obligaci¨®n de defender los derechos de las personas en situaci¨®n de vulnerabilidad, ¡°especialmente los ni?os¡±. Una queja de su entidad deriv¨® en el informe del Defensor del Pueblo Andaluz que este lunes ped¨ªa al Ayuntamiento de N¨ªjar que actuase ¡°con car¨¢cter urgente y preferente¡±. El documento, dirigido al alcalde, Jos¨¦ Francisco Garrido (PP) y firmado por el defensor, Jes¨²s Maeztu, ped¨ªa al municipio que valorase la situaci¨®n de vulnerabilidad de los residentes del cortijo El Uno, que se coordinase con otras administraciones para que no se queden en la calle ¡°priorizando a las familias con menores¡± y que canalizaran sus recursos de la mano de las organizaciones sociales que trabajan en la comarca.
Fuentes del consistorio han insistido que este desalojo es un ¡°tema privado¡± en el que no tienen responsabilidad o competencia. ¡°No hay viviendas¡±, se excusaban para no proponer soluciones a las familias desalojadas este martes, aunque en la zona de Los Grillos ¡ªa tres kil¨®metros del cortijo El Uno¡ª hay 62 viviendas ya listas y precisamente dirigidas a trabajadores del campo. Levantarlas cost¨® dos millones de euros y, aunque llevan meses equipadas, est¨¢n vac¨ªas a la espera de que el consistorio ceda su gesti¨®n a una entidad social. Desde la Junta de Andaluc¨ªa recuerdan que desde 2023 han otorgado 4,7 millones de euros a las entidades locales ¡ªayuntamientos¡ª de Huelva y Almer¨ªa para que construyan viviendas. Y que mientras municipios como Lepe lo han hecho, N¨ªjar no. La administraci¨®n auton¨®mica cree que esta ha sido una situaci¨®n muy singular, pero que la respuesta deb¨ªa de llegar tanto de los Servicios Sociales municipales como del Gobierno central ¡°que es el responsable de migraciones¡±. Nadie se responsabiliza del que es ya el cuarto asentamiento derribado desde febrero de 2023 en los alrededores de San Isidro tras los conocidos como Walili y Megasa, adem¨¢s de El Ca?averal, el ¨²nico que primero realoj¨® a sus habitantes gracias a la iniciativa privada y del SJM para despu¨¦s demoler las chabolas.
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
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
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
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