La necesidad de sentirse andaluz
Los protagonistas de la ¡®generaci¨®n del mollete¡¯ defienden su reconexi¨®n con las tracciones andaluzas como algo innato que trasciende m¨¢s all¨¢ de su aprovechamiento comercial o pol¨ªtico
¡°Flamenco sexy de lujo, el poder¨ªo que trae¡±. La Pelo mira a la c¨¢mara con descaro y desparpajo mientras se coloca en la cabeza un pa?uelo de lunares que se ha comprado en un mercadillo de Barcelona. ¡°Esto me hace cara de fatiga¡±, dice despu¨¦s ense?ando otra prenda. Con su naturalidad ¨Dque lleva impl¨ªcita hablar en andaluz¨D esta sevillana de 30 a?os, que prefiere no dar su nombre, se ha convertido en una influencer con casi 300.000 seguidores (sus pelowers) en todo el mundo. Ella podr¨ªa considerarse un ejemplo de la denominada generaci¨®n del mollete, el t¨¦rmino con el que el polit¨®logo Jes¨²s Jurado describe a los millennials andaluces que nacieron con la autonom¨ªa ganada y a los que la crisis econ¨®mica quebr¨® las expectativas de futuro que ese autogobierno hab¨ªa prometido. Son un grupo heterog¨¦neo, la mayor¨ªa j¨®venes, que reivindican lo andaluz sin complejos y que tienen una necesidad natural de explicar el mundo, su mundo perif¨¦rico, desde lo local ¡ªy eso implica apelar a las tradiciones y costumbres¨D, y que han encontrado en el lenguaje de las redes sociales un aliado para expresar sus inquietudes.
¡°No me pongo etiqueta, yo soy yo y punto. S¨¦ de d¨®nde vengo y c¨®mo me he criado y no voy a esconderlo¡±, explica Pelo. Su acento forma parte de la frescura con la que va descubriendo en sus redes las gangas de los mercadillos, una de sus especialidades. ¡°El acento es parte de lo que soy y la ¨²nica forma de eliminar los estigmas que lo asocian con el catetismo es siendo ejemplo y lo estamos consiguiendo. Las redes sociales nos han abierto a otros mundos y a otros acentos y es primordial que eso lo vean los m¨¢s j¨®venes. Mi generaci¨®n est¨¢ rompiendo muchos estereotipos¡±, explica.
El primer v¨ªdeo que Pelo colg¨® en Youtube fue en 2017 (Semanas de sequ¨ªa). Ella se lamenta de no haber tenido referentes: ¡°Lo ¨²nico que hab¨ªa era televisi¨®n y gente con acento madrile?o¡±. Pero desde hac¨ªa m¨¢s de una d¨¦cada, y tambi¨¦n gracias a ese canal de v¨ªdeos online, Alfonso S¨¢nchez y Alberto L¨®pez, m¨¢s conocidos como Los Compadres, ya hab¨ªan demostrado con su Trilog¨ªa sevillana que la forma de ver la vida y de narrarla desde el sur, con un lenguaje propio, calaba y se hac¨ªa universal. ¡°La trilog¨ªa surgi¨® de la necesidad de poner en valor nuestra propia identidad, del hecho de no entender c¨®mo est¨¢ funcionando el mundo e intentar hacer una reflexi¨®n desde nuestro lugar, desde Sevilla y el sur de Espa?a¡±, sostiene S¨¢nchez, director y guionista de esos cortos y la saga de pel¨ªculas basadas en sus personajes que protagonizaron despu¨¦s.
Esa necesidad surge en 2009, cuando la crisis econ¨®mica sacudi¨® los cimientos de la globalizaci¨®n. ¡°Nos dimos cuenta de que todo es mentira, exist¨ªa una sensaci¨®n de olvido, de no ser escuchado, de no ser visto y a lo mejor nos ten¨ªamos que poner en valor a nosotros mismos, contar las historias desde nosotros, sin mirarnos en otro lado, sin tener que cambiar el acento¡±, abunda sobre esa sensaci¨®n de desencanto que tambi¨¦n trasciende en esta nueva generaci¨®n. En esa trilog¨ªa sevillana o en otras iniciativas paralelas como Malviviendo, de David Sainz podr¨ªa encontrarse el fermento de lo que actualmente se ha dado en llamar nuevo andalucismo, un conjunto de expresiones y disciplinas, eminentemente culturales, que, como La Pelo, han abrazado las ra¨ªces, los t¨®picos y las tradiciones andaluzas, desempolv¨¢ndolas de prejuicios y coloc¨¢ndolas incluso como referentes de sus creaciones.
Es lo que ha hecho el ilustrador sevillano Pablo ?lvarez, Penko, que ha viralizado sus creaciones en las que cruza iconos de la cultura popular, como los Beatles o los protagonistas de Pulp Fiction, con iconos andaluces y sobre todo sevillanos, como El Roc¨ªo, La Giralda o La Expo. Esa necesidad ¡ªvolvemos a la necesidad¨D de apelar a s¨ªmbolos andaluces en su caso naci¨® de la a?oranza por su tierra durante su estancia en Londres. ¡°Antes de ir a Inglaterra no ten¨ªa ese componente tan folcl¨®rico. Est¨¢bamos en pandemia y echaba de menos mi tierra y empec¨¦ a preguntarme c¨®mo ser¨ªa combinar algo t¨ªpicamente ingl¨¦s, como la Reina de Inglaterra, viendo a Joaqu¨ªn celebrar un gol. Empec¨¦ poniendo a los Beatles haciendo el camino de El Roc¨ªo en Do?ana y mi Instagram se encendi¨®¡±, explica.
?l es consciente de que comparte inquietudes con otros creadores que tambi¨¦n reivindican las ra¨ªces andaluzas de manera desacomplejada, pero tambi¨¦n se resiste a ponerse la etiqueta de nuevo andalucismo. ¡°He reconectado con mis tradiciones, pero creo que todo surge de manera natural, no es algo consciente, puede ser que las generaciones anteriores tuvieran que esforzarse por reivindicarlo, pero yo no busco esto de manera interesada, luego la gente puede colocarlo en una corriente¡±, indica. ?lvarez hace hincapi¨¦ as¨ª en otra de las caracter¨ªsticas que tienen en com¨²n ese conjunto de creadores heterog¨¦neos ¡ªdesde el cine a la m¨²sica, pasando por la moda o el humor¡ª: la de haber interiorizado de manera innata una idiosincrasia, que de Despe?aperros para abajo no se ha arrinconado con la etiqueta de clich¨¦, y llevarla a gala sin premeditaci¨®n o impostura.
El riesgo de la comercializaci¨®n
Lo que parec¨ªa una corriente minoritaria anclada en la periferia, precisamente para reivindicarla, se ha ido asentando y el ¨¦xito en redes sociales lo demuestra. ¡°No es una moda, pero se ha convertido en algo ¡®mainstream¡¯. Hay campa?as publicitarias que se han apropiado de esa manera de contar¡±, subraya S¨¢nchez. La que mejor ha sabido identificar ese nuevo orgullo andaluz ha sido la empresa de publicidad Ogilvy, responsable de las campa?as publicitarias de Cruzcampo y del pol¨¦mico anuncio de la Junta de Andaluc¨ªa, Andalusian Crush.
Uno de sus responsables es el malague?o Juan Pedro Moreno, director creativo ejecutivo de la entidad. ¡°Soy un poco m¨¢s mayor, pero hab¨ªamos empezado a observar que en Andaluc¨ªa hab¨ªa una generaci¨®n que se relacionaba con sus ra¨ªces y con su pasado de una manera desprejuiciada, que no le costaba traer al frente su pasado y relacionarse con ¨¦l para renovar o reactualizar todo eso que ama¡±, explica. Ah¨ª estuvo el germen de la campa?a del acento, con una Lola Flores creada por inteligencia artificial, y de la actual, donde se desempolva otro icono kitch andaluz, la gitanilla que se colocaba sobre los televisores. Con la campa?a tambi¨¦n se pretend¨ªa romper con los prejuicios que esa marca de cerveza tiene fuera de la comunidad. ¡°Utilizar el acento, tan denostado, era una forma de autoafirmarnos, de remarcar el orgullo¡±, se?ala en un paralelismo con el trasfondo social de ese nuevo andalucismo.
La asimilaci¨®n de esa misma simbolog¨ªa para el anuncio subvencionado por la Junta de Andaluc¨ªa ha levantado m¨¢s cr¨ªticas justificadas en la apropiaci¨®n y utilizaci¨®n pol¨ªtica que de esos s¨ªmbolos se estaba haciendo por una administraci¨®n y el partido pol¨ªtico que la gobierna, el PP. ¡°Cualquier manifestaci¨®n cultural es susceptible de mercantilizarse y utilizarse pol¨ªticamente, pero mientras se ponga en valor nuestra idiosincrasia para que eso signifique un avance a nivel estructural, a nivel econ¨®mico y que repercuta en el pueblo andaluz, que se use el andalucismo para beneficiarlo, me parece v¨¢lido¡±, sostiene S¨¢nchez. ¡°La clave es liderar proyectos desde Andaluc¨ªa para exportarlos al mundo y lo estamos haciendo, pero poco a poco¡±, indica.
El creador insiste en que el nuevo andalucismo es algo asentado. Algo que tambi¨¦n defiende ?lvarez: ¡°Esto no es una etiqueta, no es algo consciente¡±. Pelo lo tiene claro: ¡°Habr¨¢ mucha gente que se suba al carro, pero los que somos de aqu¨ª, vivimos Andaluc¨ªa y eso no te lo puedes quitar, no puede desaparecer¡±.
El poder¨ªo del feminismo andaluz
La necesidad de explicar lo que nos sucede en Andaluc¨ªa desde una perspectiva andaluza subyace tambi¨¦n en la esencia del feminismo andaluz, una corriente que se ha visto impulsada por el auge del nuevo andalucismo pero que, como afirma la periodista Mar Gallego, quien acu?¨® ese t¨¦rmino en 2016 ¡°no nace del andalucismo, ni siquiera del movimiento que surge para interpelar la manera en que hist¨®ricamente el andalucismo se ven¨ªa haciendo¡±. ¡°El t¨¦rmino andaluz se incorpora como cr¨ªtica a un feminismo ¡®mainstream¡¯ y burgu¨¦s que no estaba teniendo en cuenta las diferencias territoriales dentro del propio Estado¡±, subraya.
Los estigmas que han acompa?ado a todo lo andaluz son esenciales para definir y entender la lucha de las mujeres por la igualdad en la comunidad y en qu¨¦ situaci¨®n se encuentra ahora esa batalla. ¡°Lo que me interpel¨® fue la vecina como sujeto pol¨ªtico¡±, explica Gallego. ¡°Qu¨¦ ve¨ªamos y que no como hijas de mujeres limpiadoras, jornaleras o trabajadoras del hogar que nos qued¨¢bamos atrapadas entre ese mundo y el de unos ideales progresistas que nos contaban una realidad sobre lo que nosotras ¨¦ramos y que, indirectamente, despojaban de valor a esas mujeres y a esos or¨ªgenes¡±, explica la periodista. Esa nueva mirada transformadora ahora tambi¨¦n ha quedado apuntalada a trav¨¦s de publicaciones como La Poder¨ªo o Feminismo andaluz o en perfiles como el de Alicia Murillo o Martita de Gran¨¢.
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