Lecci¨®n del d¨ªa en los colegios andaluces: hay ciencia hasta en el puchero de la abuela

Lola es una cient¨ªfica andaluza. Tiene el pelo liso y moreno y lleva una bata blanca. Lo m¨¢s alejado del estereotipo del empoll¨®n, inadaptado o extravagante que las pel¨ªculas han hecho calar en la mayor parte de la sociedad. Lleva dos a?os visitando aulas de colegios de la comunidad precisamente para acercar la ciencia a los m¨¢s peque?os de una manera did¨¢ctica y romper el tab¨² de que esos conocimientos est¨¢n vetados para quienes no son superdotados o frikis y, sobre todo, para quienes no son ni?os. Lo hace acompa?ada de un grupo de profesoras e investigadoras de las universidades p¨²blicas de Andaluc¨ªa expertas en F¨ªsica, Qu¨ªmica, Matem¨¢ticas, Ingenier¨ªa, Inteligencia Artificial¡­ porque, y es lo ¨²nico en lo que ella no es del todo normal, Lola es un dibujo animado.

¡°La idea es acercar la ciencia a los colegios, donde esta materia no se ense?a bien. Queremos transmitir a los m¨¢s peque?os que la ciencia no es algo de frikis, que es algo divertido¡±, explica Adela Mu?oz, catedr¨¢tica de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica de la Universidad de Sevilla y promotora del programa Una Cient¨ªfica en tu Cole Andaluz, que ya lleva dos a?os despertando el inter¨¦s entre los m¨¢s peque?os por las asignaturas de esta rama de conocimiento. Y de las m¨¢s peque?as. Porque otra de las premisas del proyecto es mostrar a las ni?as que la ciencia no es un coto reservado para los hombres y romper la inercia de que opten por carreras de letras.

De acuerdo con los datos del ¨²ltimo informe del Ministerio de Universidades, Datos y cifras del sistema universitario espa?ol, con informaci¨®n del curso 2021-2022 de los alumnos matriculados en Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas, el 60,6% eran mujeres y en Artes y Humanidades, el 62,5%. En el caso de Ingenier¨ªa y Arquitectura, las estudiantes representaban el 26,5% y en Ciencias, el 50,8%. Porcentajes muy similares a las egresadas. En Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas, el 64,5% de las graduadas eran mujeres, por el 66,5% en Artes y Humanidades; mientras que en Ingenier¨ªa y Arquitectura el porcentaje disminuy¨® hasta el 27,3% y al 54,7% en Ciencias. Unas cifras similares en Andaluc¨ªa, de acuerdo con los datos facilitados por la Consejer¨ªa de Universidad, para el curso 2022-23. Mientras las mujeres supon¨ªan el 62,92% de matriculadas en Letras y el 66,3% de egresadas, el porcentaje ca¨ªa al 33,9% y 36,2%, respectivamente, en Ciencias. Esa brecha de g¨¦nero se va puliendo, pero muy lentamente, y el programa Una Cient¨ªfica en tu Cole Andaluz, quiere acelerarlo.

El proyecto ¡ªque naci¨® inspirado en una iniciativa similar impulsada por investigadoras y cient¨ªficas de Arag¨®n¡ª ha ido creciendo y en la actualidad hay 50 profesionales de todas las provincias que participan en las clases que imparten. Su objetivo prioritario son los alumnos de entre 7 y 10 a?os ¡ª¡±porque es donde tiene m¨¢s efecto nuestra actividad¡±, dice Mu?oz¨D, pero tambi¨¦n han hecho experimentos con ni?os de primaria y estudiantes de Bachillerato con talleres avanzados. ¡°Nuestras voluntarias se ponen a la altura de las edades que haga falta, son cient¨ªficas y docentes vocacionales¡±, puntualiza Mu?oz.

Este mi¨¦rcoles se clausur¨® el curso del programa en el CEIP Santa Clara, en Sevilla, el 31? centro de todos lo que han visitado este a?o en toda la comunidad. Los alumnos de 5? de la ESO est¨¢n pendientes de la pantalla, desde la que Lola les saluda. ¡°?A qu¨¦ prestan atenci¨®n los ni?os hoy en d¨ªa?, a las pantallas, por eso estaba claro que Lola ten¨ªa que ser un dibujo, porque probablemente si fuera yo quien les estuviera explicando que es un ¨¢cido base, no me escuchar¨ªan¡±, explica Mar¨ªa del Mar Conejo, investigadora y profesora de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica de la US.

Desvelado el misterio de por qu¨¦ Lola es una cient¨ªfica andaluza animada, toca conocer el experimento que ha propuesto hacer a los alumnos: bolitas m¨¢gicas. Es una forma de explicar los pol¨ªmeros y c¨®mo reaccionan de diferente manera en funci¨®n de los materiales con los que se mezclen. Y aqu¨ª tambi¨¦n entra en juego la cultura popular, im¨¢genes y lugares que sean comunes para los ni?os. Para explicar lo que es una extracci¨®n, Conejo apela al puchero de la abuela: ¡°Donde al agua se le incorpora zanahoria, garbanzos, hueso de jam¨®n, patatas¡­ Cuando termina tenemos un caldito del que hemos extra¨ªdo todos los sabores. Eso es una extracci¨®n¡±. Una vez metidos en harina, el siguiente s¨ªmil viene solo: Masterchef y las famosas esferificaciones, que es precisamente lo que van a hacer los alumnos, con extracci¨®n de col lombarda, que se vierte con la pipeta en una disoluci¨®n de cloruro de calcio. A partir de aqu¨ª, si a las bolas que se forman se a?aden otros componentes, como el vinagre, bicarbonato de sodio o el jab¨®n, cambia la pigmentaci¨®n. (No desvelaremos qu¨¦ colores aparecen por si lo quieren practicar en casa).

¡°La clave es que la ciencia est¨¢ en todos los sitios. Todo es ciencia¡±, se?ala Conejo. ¡°Ojal¨¢ a m¨ª me hubieran ense?ado la Qu¨ªmica as¨ª, igual la hubiera disfrutado m¨¢s. No supe que quer¨ªa estudiar eso hasta mucho m¨¢s mayor¡±, comenta Anabel Humanes, qu¨ªmica, investigadora y otra de las voluntarias del programa. Y en esa frustraci¨®n radica uno de los ejes del programa. ¡°Los colegios no hacen ciencia. Est¨¢n ahora con la importancia del STEAM [ciencia, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa, arte y matem¨¢ticas en sus siglas en ingl¨¦s], pero no se ense?a ciencia. Un poquito de matem¨¢ticas¡­ pero cuando llegan al instituto no han visto nada y entonces piensan que la ciencia es para los frikis¡±, se lamenta Conejo.

Los chavales salen de la clase entusiasmados. Cuando Mu?oz les pregunta cu¨¢ntos quieren dedicarse en el futuro a la ciencia, la mayor¨ªa de las pocas manos que se alzan son de alumnas. Una quiere ser farmac¨¦utica, otra bi¨®loga y un par m¨¦dicas. ¡°Deber¨ªamos hacer muchas m¨¢s clases as¨ª¡±, comenta una de las estudiantes, que reconoce que en su casa tiene un kit de ciencia con el que practica en casa. Este es el segundo experimento que hacen en lo que va de curso. ¡°?Qu¨¦ ciencia vas a explicar con solo dos horas a la semana en una asignatura que forma parte de Conocimiento del Medio y se da junto con Historia?¡±, se cuestiona la profesora.

Formar a los docentes

En estos dos a?os, adem¨¢s de sumarse m¨¢s centros, los que ya han acogido clases del proyecto han pedido repetir. En este tiempo, Mu?oz y el resto de voluntarias han constatado que los docentes en la mayor¨ªa de ocasiones no est¨¢n capacitados para explicar bien las asignaturas de ciencias. ¡°Nuestro pr¨®ximo proyecto es ir a los centros de formaci¨®n de profesores¡±, explica Mu?oz. ¡°Si te generan rechazo cuando eres peque?o a la ciencia, los ni?os lo van a ver como algo vedado. Si no las ense?an bien, no se aprenden bien¡±, advierte. ¡°Bastar¨ªa con que todos los centros tuvieran un aula permanente de experimentaci¨®n en el que cada trimestre se hiciera un experimento: uno de biolog¨ªa, otro de qu¨ªmica y otro de f¨ªsica. No tiene m¨¢s problema. As¨ª, los ni?os ven la ciencia de otra manera¡±, abunda Conejo.

Esa otra manera se concentra en los experimentos que las voluntarias que participan en el programa realizan con los alumnos y que ellas mismos preparan. Para seguir rompiendo prejuicios, no son necesarios ni tubos de ensayo ni crisoles. En dos carritos de supermercado cabe todo lo necesario. Adem¨¢s de gafas y guantes se utiliza material barato y de f¨¢cil manejo, que no entra?e riesgo para los alumnos m¨¢s peque?os. ¡°Otro requisito es que todos los estudiantes puedan participar seg¨²n sus capacidades, que nadie se queda atr¨¢s, nadie gana, nadie pierde¡±, indica Mu?oz.

Las cient¨ªficas inciden en la importancia de trabajar desde la base. ¡°Ahora hay mucho m¨¢s conocimiento de la ciencia, de las cient¨ªficas, en mi ¨¦poca no y, sin embargo, muy pocos se quieren dedicar a ello¡±, dice Humanes. ¡°Porque hay un rechazo, porque se piensa que es algo para los frikis, para personas raras, superdotadas. Somos muy ¨²tiles. El cient¨ªfico no es el tipo loco o el malo de la pel¨ªcula, pero hay que empezar con los m¨¢s peque?os. No hay que ser incre¨ªble para hacer ciencia¡±, precisa Conejo.

Y eso lo han aprendido los alumnos del CEIP Santa Clara. Saben que sus abuelas, cuando cocinan un puchero, hacen ciencia. Y que sus padres, si cogen el mando a distancia, est¨¢n cogiendo un pol¨ªmero, igual que las bolitas m¨¢gicas que acaban de elaborar.

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