Mars¨¦, el novelista ¡®biling¨¹e¡¯
Club Editor publica ¡®Aquesta puta tan distingida¡¯, primera obra traducida al catal¨¢n de un autor cortejado desde sus inicios literarios en 1957 para que ¡®saltara¡¯ de lengua
Juan Mars¨¦ no sale de su asombro: ¡°La novela corta que present¨¦ al S¨¦samo me ser¨¢ traducida¡ ?al catal¨¢n!¡±, confiesa por carta a su hada madrina literaria, la escritora Paulina Crusat. Es en agosto de 1959: Mars¨¦ est¨¢ despuntando. La obra es Nada para morir, con la que hab¨ªa ganado el premio S¨¦samo. La oferta, que le ha de reportar apenas tres o cuatro mil pesetas, se la hace el editor Albert¨ª. Pero el joven escritor desconf¨ªa del posible trasunto pol¨ªtico de la propuesta (¡°me ha parecido notar cierto inter¨¦s por su parte en ¡®cazarme¡¯, en invitarme a regresar al redil¡¡±) y, adem¨¢s, confiesa, ¡°yo me he formado en castellano, y me gusta escribir en castellano, me resulta m¨¢s c¨®modo y por supuesto me expreso mejor. No conozco el catal¨¢n como para escribirlo¡±.
La proposici¨®n, como recoge el estudioso Josep Maria Cuenca en su biograf¨ªa del escritor (Mientras llega la felicidad), no cuajar¨¢, pero es la punta del iceberg de la siempre particular relaci¨®n que el autor de Un d¨ªa volver¨¦ mantuvo con la lengua y el mundillo literario en catal¨¢n, una identidad literaria con momentos de ojos de Guadiana m¨¢s o menos convulsos que incluyen desde tempranos cantos de sirena para que escribiera o publicara en catal¨¢n a su c¨¢ustico divertimento El amante biling¨¹e (1990). El pen¨²ltimo episodio fue la controversia que gener¨® a principios de este a?o el anuncio del homenaje que el Ayuntamiento de Barcelona quiere tributarle tras su muerte en 2020, que deriv¨® en una dura pol¨¦mica en las redes sociales, de tintes identitarios, sobre si los autores catalanes de lengua castellana forman parte de la literatura catalana. Apenas dos meses despu¨¦s, Club Editor, el hist¨®rico sello que publica a Merc¨¨ Rodoreda y Joan Sales, acoge en su cat¨¢logo Aquesta puta tan distingida, la primera novela de Mars¨¦ que se traduce al catal¨¢n, a cargo de Mart¨ª Sales.
¡°Se lo ped¨ª y me respondi¨® inmediatamente que s¨ª; ?que por qu¨¦ editar a Mars¨¦ en catal¨¢n? Porque esa obra tiene un di¨¢logo interesant¨ªsimo con la literatura que publico, la de Blai Bonet, Rodoreda o Sales¡±, apunta la directora de Club Editor, Maria Bohigas, que ha lanzado 1.500 ejemplares de la novela que gest¨® Mars¨¦ en abril de 2016 sobre un escritor que prepara un guion para un filme sobre un supuesto asesino al que se practic¨® psicoterapia de shock en la Espa?a de los 40, relato que funciona como met¨¢fora de un pa¨ªs que ¡°a¨²n no sabe c¨®mo salir del t¨²nel de la desmemoria¡±, como lo defini¨® el propio autor. ¡°Toda su obra, y ¨¦sta en particular, permite ver c¨®mo se va construyendo y alterando el relato colectivo; su literatura es profil¨¢ctica porque lo reflexiona desde la impertinencia y el matiz¡±, a?ade la editora, que recuerda que la novela apareci¨® en un momento de gran debate sobre la Transici¨®n y la memoria hist¨®rica y con el primer homenaje oficial a los espa?oles deportados a Mauthausen.
Bohigas remite al posfacio que firma en el volumen, donde lamenta ¡°la confusi¨®n desde donde se habla de Mars¨¦ en Catalu?a¡±, en particular ¡°desde el desconocimiento de sus libros¡±, lo que explicar¨ªa que se diga que ¡°la ciudad de Mars¨¦¡± se construy¨® ¡°sin rastro de las consecuencias pol¨ªticas de la posguerra¡±, a lo que contrapone un fragmento de Caligraf¨ªa de los sue?os, donde el joven protagonista se pregunta por qu¨¦ ve quemar s¨®lo libros en catal¨¢n en la inmediata posguerra. La editora aclara para este diario que ¡°Mars¨¦ se est¨¢ eclipsando para una generaci¨®n posterior que o ni lo ha le¨ªdo o a lo sumo s¨®lo ha accedido a ?ltimas tardes con Teresa, cuando es un autor indispensable para saber qu¨¦ y c¨®mo se ha vivido en este rinc¨®n del mundo¡ Lo que hay que hacer es leerlo m¨¢s y no mirar qu¨¦ pasaporte le damos a la literatura¡±.
Cartas y ofertas de premios
En realidad, Bohigas sigue una tradici¨®n familiar, puesto que su abuelo Sales intent¨® ya en 1960 publicar en Club Editor en catal¨¢n Encerrados con un solo juguete, la obra con la que Mars¨¦, que siempre se defini¨® como ¡°un autor catal¨¢n que escribe en lengua castellana¡±, qued¨® finalista del Biblioteca Breve. Tampoco cuaj¨®, pero Sales record¨® c¨®mo el prometedor escritor le coment¨®, con detalles que denotaban su atenta lectura, aspectos de su novela Incerta gl¨°ria. En realidad, Mars¨¦ ten¨ªa trato con las letras catalanas (visit¨®, en 1958, a Espriu y a Foix: el primero dijo que no har¨ªa carrera), si bien su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo era el de la Escuela de Barcelona, con un Carlos Barral y un Gabriel Ferrater con los que hablaba en catal¨¢n, mientras que con Jaime Gil de Biedma lo hac¨ªa en castellano. Un biling¨¹ismo que, a?os despu¨¦s, aplicar¨ªa en casa: con su hija Berta, en castellano, y con su hijo Sacha, en catal¨¢n.
El anhelo de sectores catalanistas para que Mars¨¦ se acercara a la lengua de Pompeu Fabra, y que no se ha dado con esa intensidad en otros autores, tuvo otro episodio notable en septiembre de 1971, fecha de la carta que la emergente Montserrat Roig le envi¨® al escritor, donde le dec¨ªa: ¡°Saber, con certeza, a qu¨¦ cultura perteneces, me preocupa y mucho (¡) Me encuentro muy alejada de ciertas posturas catalanescas absolutamente anacr¨®nicas y cualquier aproximaci¨®n entre los escritores que escribimos en Catalu?a puede ser v¨¢lida¡±. M¨¢s directa fue la estrategia del editor Miquel Alzueta, que entre los a?os 1995 y 2000 tent¨® al escritor con los premios Sant Jordi y Ramon Llull para que escribiera una novela en catal¨¢n. Mars¨¦ no quiso y jug¨® a hacer creer que ten¨ªa una en mente, de la que desvel¨® su c¨¢ustico t¨ªtulo: Sentiments i centimets.
Firmante, en 1997, del Foro Babel, en defensa del biling¨¹ismo en Catalu?a y en contra de las pol¨ªticas de normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica de la Generalitat (postura con la que jugar¨ªa en la s¨¢tira El amante biling¨¹e), Mars¨¦ tuvo muy claro siempre que ¡°nunca he escrito haciendo bandera de ninguna lengua¡±, como afirm¨® cuando recibi¨® el premio Cervantes (2008), m¨¢ximo galard¨®n de las letras castellanas, para que no fuera apropiado en sentido inverso, celoso de su independencia y encantado de ser un francotirador. La misma actitud que tuvo ya en enero de 1957, cuando desestim¨® la recomendaci¨®n de Crusat de que escribiera en catal¨¢n, no tanto por un tema de lengua sino porque le parec¨ªa que esos autores estaban ¡°bastante unidos¡± y ¡°alentados¡± y que ¡°si se hiciese usted amigo de los grupos que le convendr¨ªan, encontrar¨ªa m¨¢s apoyo que lanzado entre la masa de j¨®venes castellanos¡±. Mars¨¦, muy suyo en todo, nunca estuvo por conveniencias. Y cuando le dio el permiso a Bohigas, le avis¨®: ¡°No s¨¦ lo que te pasar¨¢¡±.
¡°Catalanizar a Mars¨¦ era algo m¨¢s ideol¨®gico que literario¡±
¡°La raz¨®n nuclear por la que se insisti¨® desde sectores culturales vinculados al nacionalismo en catalanizar a Juan Mars¨¦ es m¨¢s ideol¨®gica que literaria: siempre combati¨® de forma m¨¢s mordaz e inflexible el nacionalismo que otro tipo de autores como Eduardo Mendoza o Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, mucho m¨¢s moderados y que ten¨ªan ya alguna obra en catal¨¢n; era un reto m¨¢s ambicioso y, por tanto, m¨¢s deseable¡±, expone a este diario Josep Maria Cuenca, bi¨®grafo del autor de 'Rabos de lagartija'. Y a?ade que esos sectores ¡°nunca dejaron de admitir que la obra de Mars¨¦ pose¨ªa una calidad literaria infrecuente en estas latitudes, de manera que, lejos de rechazarle descalific¨¢ndolo, intentaron una operaci¨®n de apropiaci¨®n cultural per la v¨ªa ling¨¹¨ªstica, ya que por la ideol¨®gica no hab¨ªa nada que hacer¡±. En opini¨®n de Cuenca, que apunta que tambi¨¦n se quiso traducir al catal¨¢n '?ltimas tardes con Teresa', con esa "apropiaci¨®n cultural", as¨ª, ¡°en caso de ¨¦xito siempre podr¨ªan decir que uno de los mejores narradores catalanes de la segunda mitad del siglo XX en lengua castellana tambi¨¦n se hab¨ªa expresado en lengua catalana¡±. La directora de Club Editor, Maria Bohigas, que ya grab¨® a Mars¨¦ leyendo fragmentos de 'Rua de captius' ('Cautivos y desarmados', en castellano), el relato de Francesc Grau Viader sobre los campos de concentraci¨®n franquistas, admite que la publicaci¨®n de 'Aquesta puta tan distingida' ¡°tambi¨¦n pretende invitar a un sano debate¡± y que, ¡°por poco bien que vayan las ventas¡±, se plantea asimismo la traducci¨®n al catal¨¢n de 'Caligraf¨ªa de los sue?os'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.