El esp¨ªritu combativo de Winnie Mandela irrumpe en el Lliure
Nueve actrices, cantantes y bailarinas, hijas de la di¨¢spora africana, dan energ¨ªa a ¡®Dear Winnie¡¯, nuevo espect¨¢culo del KVS, en el marco del festival Grec
La clave del ¨¦xito de Dear Winnie ¡ªespect¨¢culo multidisciplinar del KVS (Koninklijke Vlaamse Schouwburg o Real Teatro Flamenco, de Bruselas) dirigido y concebido por Junior Mthombeni como homenaje al esp¨ªritu de lucha contra el apartheid de Winnie Mandela¡ª, est¨¢ en la m¨²sica, la instalaci¨®n sonora y la direcci¨®n musical de Cesar Janssens. La mezcla de hip-hop, danza contempor¨¢nea y teatro, con textos en ingl¨¦s y neerland¨¦s, encuentra su propio espacio esc¨¦nico entre los originales y sorprendentes instrumentos creados por Janssens.
El Grec se apunta un tanto como primera escala de la gira europea del montaje del KVS que, tras su estreno en Holanda y B¨¦lgica, ha cosechado bravos y aplausos en el Lliure de Montju?c por la energ¨ªa de nueve actrices, cantantes y bailarinas belgas y holandesas de ra¨ªces afroamericanas. Nueve mujeres de edades, procedencias, perfiles y disciplinas art¨ªsticas muy diversas que, a trav¨¦s de sus vivencias, muestran la influencia de Winnie Madikizela, m¨¢s conocida como Winnie Mandela.
La percusi¨®n se adue?a del escenario, que retumba con los golpes de un colosal aparato que evoca la maquinaria de uso del agua en las explotaciones mineras. Hay telares con campanillas, tubos, cuerdas tensadas e ingeniosos mecanismos que dan m¨¢xima potencia a las escenas visuales.
Tras los espect¨¢culos Rumble in da jungle y Malcom X, Mthombeni, el escritor Fikry El Azzouzi (autor del texto) y el m¨²sico Cesar Janssens, integrantes del colectivo esc¨¦nico Jr.cE.sA.r, y KVS dan forma a un original espect¨¢culo con dramaturgia de Robbert Van Heuven y Gerardo Salinas que desmonta, con humor y ¨¢cido sarcasmo, los argumentos supremacistas, los clich¨¦s del canon blanco, masculino y euroc¨¦ntrico, y las versiones oficiales de la historia.
Junior Mthombeni, alma visible del KVS, es hijo del luchador del Congreso Nacional Africano (ANC) Maurice Mthombeni, que tuvo que huir a Europa tras la publicaci¨®n en los diarios de tirada nacional de Sud¨¢frica de una carta dirigida a su confidente Winnie Mandela, que fue interceptada y divulgada por el r¨¦gimen del apartheid para sembrar la divisi¨®n dentro del ANC.
Durante mucho tiempo, Junior Mthombeni, tuvo en mente el proyecto de crear un espect¨¢culo sobre la infatigable y controvertida activista que fue esposa de Nelson Mandela, primer presidente negro de Sud¨¢frica y padre de sus dos hijas. Ese espect¨¢culo, Dear Winnie, nace ahora como ant¨ªdoto contra el clima de desuni¨®n, intolerancia y auge racista que reina en Europa.
El montaje habla de la lucha por la dignidad, de resistencia, de feminismo, de combate contra el odio racista; tambi¨¦n de b¨²squeda de la identidad, de valor y fe en la cultura frente a la sinraz¨®n y la represi¨®n. Sus protagonistas buscan una conexi¨®n personal con el esp¨ªritu de Winnie, a quien escriben cartas en busca de respuestas sobre la controvertida activista y, tambi¨¦n, y sobre el pasado de sus respectivas familias durante los a?os m¨¢s duros del apartheid.
Como se?ala Mthombeni, hay algo de Winnie en todas las protagonistas de un espect¨¢culo con altibajos que alterna potentes im¨¢genes visuales con episodios teatralmente flojos que tienen algo de ceremonia ritual de sanaci¨®n colectiva.
La cantante de jazz Tutu Pouane, la core¨®grafa Alesandra Seutin y la actriz Jade Wheeler, son las int¨¦rpretes con m¨¢s tablas y reconocimiento en un elenco de nueve actrices, cantantes e int¨¦rpretes (algunas son autodidactas), hijas de la di¨¢spora africana, que transmiten energ¨ªa y determinaci¨®n en escena.
Andie Dushime, Gloria Boateng, Denise Jannah, Ntjam Rosie, Mahina Ngandu, Saar Niragire De Groof, Ntando Cele completan un noneto femenino en el que, m¨¢s all¨¢ del brillo personal, lo que importa es la en¨¦rgica mezcla de nuevas y viejas historias. En el espect¨¢culo tambi¨¦n intervienen Christophe Millet, Janssens y Mthombeni.
En el terreno log¨ªstico, hay que lamentar, trat¨¢ndose de una obra con textos en ingl¨¦s y neerland¨¦s, el rid¨ªculo tama?o de los subt¨ªtulos en catal¨¢n proyectados al fondo del escenario, tan peque?os que invitan a concertar cita con un oculista nada m¨¢s salir de la sala.
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