El alquiler de temporada rompe el mercado en Barcelona: ¡°Lo acepto porque la vivienda en la ciudad es una locura¡±
Extranjeros con mayor adquisitivo y propietarios que buscan esquivar las regulaciones impulsan los contratos de menos de un a?o, que tensionan m¨¢s el mercado
El alquiler vuelve a ser uno de los grandes temas de debate ciudadano en Barcelona: 2022 cerr¨® con un precio medio r¨¦cord que alcanza el salario m¨ªnimo: 1.077 euros. Venimos del freno a los pisos tur¨ªsticos, una pandemia, 18 meses de ...
El alquiler vuelve a ser uno de los grandes temas de debate ciudadano en Barcelona: 2022 cerr¨® con un precio medio r¨¦cord que alcanza el salario m¨ªnimo: 1.077 euros. Venimos del freno a los pisos tur¨ªsticos, una pandemia, 18 meses de regulaci¨®n del alquiler en Catalu?a antes de que el Tribunal Constitucional la tumbara, y la irrupci¨®n de directivos y n¨®madas digitales llegados de todos los continentes con n¨®minas abultadas¡ Adem¨¢s, el alquiler ha ganado peso en el mercado y ya son el 40% los vecinos que viven pagando rentas mensuales. Y en este mercado tensionado como nunca, ganan protagonismo los alquileres de temporada, pisos amueblados con contratos de entre 32 d¨ªas y 11 meses en los que los propietarios no tienen l¨ªmite de precio y obtienen mayores rentabilidades (sobre el 6%-7% frente al 3%-4% del residencial).
En la escalada actual (la anterior tormenta perfecta se dio en 2016), comenzaron a popularizarse cuando, en pandemia, los due?os de pisos tur¨ªsticos los derivaron a esta f¨®rmula que no les compromet¨ªa a mantener las viviendas alquiladas los cinco a?os que obliga la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Con la ley de contenci¨®n de rentas, algunos caseros hicieron contratos de temporada para esquivarla y poder subir precios. Al finalizar los confinamientos, el teletrabajo llen¨® los barrios m¨¢s atractivos de la ciudad de n¨®madas digitales para quienes el precio no es un problema. Y en el mercado hay tanta competencia, sumada al tope del 2% en las subidas decretado por el Gobierno para aliviar la inflaci¨®n y la inminente regulaci¨®n estatal de precios, que cada vez m¨¢s caseros se pasan al alquiler de temporada y algunos vecinos se ven empujados a aceptar estos contratos.
Lo alerta el Sindicato de Inquilinos y lo corroboran actores tan dispares como despachos de abogados especializados en vivienda, la C¨¢mara de la Propiedad, inmobiliarias, la red de actores del sector FIABCI o expertos. Mientras, la alcaldesa Ada Colau y las entidades exigen que la futura Ley de Vivienda incluya estos contratos, que quedan fuera de la regulaci¨®n de precios acordada por el Gobierno, Bildu y ERC.
Carmen Molina (31 a?os) acaba de dejar el piso compartido en el que ha encadenado dos a?os con contrato de 11 meses. La propietaria les invitaba a hacer constar en el contrato, que eran de Murcia y estaban de paso, pese a que una de ellas ha estado empadronada en el piso. Para las personas f¨ªsicas, el alquiler de temporada supone perder la deducci¨®n fiscal del 60% de los rendimientos del residencial, pero aun as¨ª algunos lo hacen. ¡°Nos impusieron pagar a una limpiadora elegida por ellos dos veces al mes, no arreglaban los desperfectos o aver¨ªas y los suministros estaban a nuestro nombre¡±. Se marcharon hace un par de meses.
Manuel (nombre falso, 27 a?os y de Madrid), se instal¨® hace dos a?os en la ciudad porque trabaja en una compa?¨ªa internacional. Comparte piso en el centro, encadenado contratos de temporada (va por el tercero) firmados con el casero. Un trato que incluye que ¨¦l y sus compa?eros de piso paguen en negro, en un sobre. ¡°Me hab¨ªan dicho que ser¨ªa dif¨ªcil, pero no era consciente cu¨¢nto. Si acepto un contrato temporal y una situaci¨®n precaria e inestable, es por la locura del alquiler en Barcelona. Mirando a mi alrededor, he tenido suerte¡±, argumenta.
Y Clara (32 a?os, de Valencia) lleg¨® en plena pandemia y le hicieron un alquiler de un a?o en una finca en el centro habitualmente destinada a estudiantes extranjeros. Considera que se trata de un fraude, ¡°un abuso por parte de las inmobiliarias¡± y que el alquiler de temporada lleva a los vecinos locales a competir ¡°con noruegos con un sueldo de 5.000 euros¡±. Ha decidido quedarse en el piso y exigir un contrato LAU.
La portavoz del Sindicato de Inquilinos, Carme Arcarazo, alerta de que para los propietarios ¡°los contratos de temporada son una forma f¨¢cil de esquivar la LAU o regulaciones del alquiler¡± y asegura que a las asambleas del sindicato ¡°llegan cada semana m¨¢s casos¡±. ¡°Si vas apurado y tienes que alquilar o se te acaba un contrato largo, te ves abocado a aceptar. No son viviendas principales y tienen menos garant¨ªas, si la Ley no los regula dejar¨¢ de ser una grieta para algunos y crecer¨¢. Si no se regula vamos a un escenario dist¨®pico, alquilando a?o a a?o, peor que la LAU de los gobiernos del PP entre 2013 y 2019, con contratos de tres a?os¡±. El Sindicato denuncia que los contratos de temporada expulsan a vecinos de siempre y pone el ejemplo de la Casa Orsola de Barcelona, comprada por una empresa inversora que rehabilita y amuebla los pisos cuando se vac¨ªan y los destina a esta modalidad por una renta superior. La finca se ha convertido en un s¨ªmbolo de la lucha por los alquileres en la ciudad y varios inquilinos a quienes no se renueva el contrato est¨¢n pendientes de juicio o desahucio.
En el Incas¨°l, el organismo de la Generalitat donde se depositan las fianzas de los alquileres, han observado un incremento de un 20% en estos contratos entre 2019 y 2022. Su el equipo de inspecci¨®n trabaja para detectar contratos en los que no se deposita fianza. Desde el despacho especializado en inmobiliario C¨ªrculo Legal, la abogada Arantxa Goenaga asegura que las cifras oficiales ¡°no reflejan el fen¨®meno¡±. Alerta del ¡°incremento de alquileres de temporada, que esconden un alquiler residencial convencional, pero pueden poner fecha al fin del contrato y aplicar subidas de precio¡±, y se?ala a ¡°arrendadores que recurren a esta modalidad para evitar pr¨®rrogas obligatorias o esquivar el tope del 2%¡±. ¡°Pone el mercado patas arriba porque los perjudicados son los barceloneses, que ya tienen problemas para alquilar en la ciudad y en el centro es imposible¡±, dice. Goenaga es partidaria de regular el alquiler ¡°para prohibir los abusos, pero no trasladando el coste a los propietarios¡±.
El vicepresidente de Fiabci (asociaci¨®n de agentes del sector inmobiliario), Felice Tufano, confirma que los alquileres de temporada ¡°han subido much¨ªsimo desde la pandemia¡± y a partir de la ley catalana que prohib¨ªa aumentos. ¡°Tensiona el mercado y es un problema que empeorar¨¢ la situaci¨®n, endurecer¨¢ el acceso a la vivienda, porque sus precios est¨¢n fuera del alcance de los vecinos¡±, alerta y asegura que proliferan hasta en L¡¯Hospitalet de Llobregat, por su proximidad a la Zona Universitaria y la r¨¢pida conexi¨®n en metro con el centro. En los ¨²ltimos meses, tambi¨¦n se han inaugurado edificios enteros destinados a este mercado, en gama de lujo, como Archie o The Onsider.
¡°Barcelona est¨¢ ahora en el mapa de Europa y la f¨®rmula no exist¨ªa hace diez a?os, pero poco a poco hay m¨¢s¡±, apunta el director de alquileres de Engel&V?lkers, Albert Gonz¨¢lez. Esta empresa trabaja sobre todo con clientes extranjeros (norteamericanos, del norte de Europa, latinoamericanos) y la temporada alta es ¡°de abril a noviembre¡±: estudiantes de m¨¢ster, de MBA executive, directivos internacionales, todos con vivienda fija en otro pa¨ªs. Los propietarios de la oferta que buscan estos perfiles, explica, son inversores o empresas especializadas m¨¢s que particulares. Es un sector m¨¢s profesionalizado y los pisos se concentran en Eixample, Poblenou, Gr¨¤cia o la Zona Alta y requieren de una gesti¨®n intensa, porque deben estar rehabilitados, amueblados, impecables, y tienen m¨¢s rotaci¨®n. Con diferentes perfiles, entre los portales que ofrecen alquileres de temporada figuran Ukio, ShBarcelona, Homelike o Spotahome.
El catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Pompeu Fabra, Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo, tambi¨¦n ve crecer los alquileres de temporada entre ¡°propietarios a los que, cuando les restringes el mercado, buscan mayor rentabilidad¡±. La f¨®rmula, se?ala, ¡°acaba perjudicando al local¡±. Hace a?os, observa, los tres mercados de alquiler (residencial, tur¨ªstico y de temporada) estaban muy segmentados, ¡°pero ahora es m¨¢s fluido¡±, lo que impacta en la efectividad de las regulaciones.
Guifr¨¦ Homedes, director general de Amat Immobiliaris, destaca que el alquiler de temporada ¡°tiene un impacto sobre el mercado tradicional muy importante, porque compite con el vecino¡±. El experto reconoce que si hay oferta es porque hay demanda y se?ala la dificultad, en una ciudad atractiva por su vida vecinal que est¨¢ en el mapa del mundo como Barcelona, ¡°de encontrar un equilibrio para no perder identidad¡± si la llegada de nuevos perfiles expulsa a locales. En este sentido, el gerente de la C¨¢mara de la Propiedad, Oscar Gorgues, tercia: ¡°Si creas un modelo de ciudad abierta y cosmopolita tienes que recibir a gente de todo el mundo, la realidad es esta cuando las ciudades crecen. Esto en Teruel no pasa. ?Las universidades de excelencia o un barrio tecnol¨®gico los creas para la gente del barrio?¡±. Gorgues dice que el parque residencial de Barcelona se ha quedado corto, ¡°un problema de muchas ciudades presionadas, habr¨ªa que hacer pol¨ªticas de dispersi¨®n de la actividad econ¨®mica, universidades, administraciones¡±, dice.
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