Un ¡®me too¡¯ en la ¡®mili¡¯
Un documental de TV3 sobre abusos en el servicio militar obligatorio en los a?os 80 y 90 provoca un alud de m¨¢s de un centenar de denuncias
La escena transmite perfectamente la violencia. Son golpes, repetidos, hasta el punto de que cuesta mantener la mirada en la pantalla. Y eso que es solo un juguete con forma de persona. Ni siente ni padece. ¡°La idea brillante del mu?eco, de un metro setenta, es de Joan Torrents¡±, explica la directora de Et faran un home, Mireia Prats, estrenado por TV3, sobre la manera como decidieron contar la violencia y los abusos a los que fueron sometidos decenas de hombres durante la mili. La emisi¨®n, el pasado mes de diciembre, ha provocado una avalancha de mensajes en el buz¨®n de denuncia de la cadena. El documental cuenta con el testimonio de 10 personas que relatan insultos, golpes, palizas, gritos, torturas e incluso violaciones durante el servicio militar obligatorio, en los a?os 80 y 90, por parte de compa?eros m¨¢s veteranos, sin que nadie lo impidiese.
¡°No eran las t¨ªpicas novatadas. Son unos abusos que van m¨¢s all¨¢ de las Historias de la puta mili. Son sufrimientos, torturas, acoso f¨ªsico¡¡±, explica Prats, sobre un proyecto que iniciaron en 2019, que fren¨® la pandemia, y que realmente despeg¨® en 2023. ¡°Muchos eran reacios a hablar¡±, abunda la periodista, sobre la dificultad de convencer a los protagonistas y destapar sus casos. Acabaron reuniendo 25 testimonios, de hombres que en la actualidad tienen entre 55 y 65 a?os. Un peque?o grupo se atrevi¨® a contarlo a c¨¢mara, sin demasiado a ganar. ¡°Est¨¢n muy removidos¡±, asegura Prats. Entre los protagonistas, se encuentran los testimonios del escritor Antonio Mu?oz Molina, que ya public¨® el libro Ardor guerrero: una historia de la mili (Planeta de libros), del cr¨ªtico de cine ?lex Gorina, o del periodista Vicen? Partal, director de VilaWeb.
Et faran un home repasa durante m¨¢s de una hora abusos, violencia, f¨ªsica y psicol¨®gica, e incluso agresiones sexuales. ¡°Muchos tuvieron un sufrimiento tan bestia que no pudieron hablar del tema en a?os¡±, explica Prats, que destaca la ¡°valent¨ªa¡± de ser los primeros en hablar, de contarlo ¡°a puerta fr¨ªa¡±. El suyo ha sido un trabajo de fondo, de ¡°muchas llamadas telef¨®nicas¡±, para animarlos a dar un paso y reconocerse en un rol complicado para muchos hombres: el de v¨ªctimas. ¡°Se sienten m¨¢s c¨®modos como supervivientes¡±, reflexiona la periodista, con una dilatada trayectoria en TV3. ¡°Se animaban cuando les dec¨ªas que no estaban solos, que est¨¢bamos investigando y que lo mismo que ellos contaban, hab¨ªa pasado en otras muchas casernas de Espa?a¡±, a?ade. Pero tampoco se esperaba una reacci¨®n as¨ª: desde diciembre, la cadena p¨²blica catalana ha recibido 104 denuncias m¨¢s sobre v¨ªctimas o familiares de v¨ªctimas en su buz¨®n. ¡°Son nuevos testimonios, muy duros, a cu¨¢l peor¡±, detalla Prats, equiparable a una especie me too en la mili.
La periodista y el realizador Joan Torrents tambi¨¦n tomaron una decisi¨®n a la hora de contar lo sufrido por esos hombres durante el servicio militar en Espa?a, ya en democracia: no recoger la r¨¦plica de ning¨²n militar, ni en activo ni retirado, sobres los relatos de violencia. ¡°Contactamos con algunos, y lo justificaron de manera chapucera: era para endurecer a la tropa, para que supieran lo que es el ej¨¦rcito. Si a m¨ª me duele, imag¨ªnate a ellos¡±, aduce la periodista. Tambi¨¦n saben que el Ministerio de Defensa conoce la existencia del documental, pero ni ellos les han solicitado una respuesta oficial, ni la administraci¨®n les ha contactado por iniciativa propia.
Una de las derivadas que les han trasladado familiares despu¨¦s de la emisi¨®n de Et faran un home son los suicidios durante la mili. ¡°Muchos no aguantaron las presiones¡±, cuenta Prats. ¡°Son muertes silenciadas, que no se investigaron nunca¡±, a?ade. Y avanza que el 3 de febrero ponen en marcha la segunda parte del documental, despu¨¦s, precisamente, de hablar con muchas de esas familias. Se sumergir¨¢n en los archivos militares de la ¨¦poca y buscar¨¢n nuevos testimonios sobre muertes que no se investigaron jam¨¢s.
El documental tambi¨¦n ha llegado a las c¨¢maras en Madrid, donde Junts y ERC han exigido explicaciones al Ministerio de Defensa. Los republicanos piden al departamento que dirige Margarita Robles, a trav¨¦s de una pregunta parlamentaria, que detalle las acciones emprendidas ante un ¡°patr¨®n de impunidad y negligencia¡± por parte de las ¡°autoridades militares y civiles¡± con ¡°consecuencias devastadoras para las v¨ªctimas y sus familias¡±. Se refieren a un ¡°fracaso colectivo¡± y piden que se abra un proceso de ¡°reparaci¨®n¡±. Junts solicita lo mismo, en este caso a trav¨¦s de la comisi¨®n de Defensa del Senado.
¡°Sabemos que recibiremos comentarios del tipo que TV3 ataca al ej¨¦rcito espa?ol. Pero no es eso. Igual que hemos destapado abusos sexuales en la Iglesia o intrafamiliares, ahora lo hemos hecho en el ej¨¦rcito¡±, defiende la periodista, que subraya la intenci¨®n de centrar su investigaci¨®n en lo que ocurri¨® una vez acabada la dictadura franquista. ¡°Un ej¨¦rcito en democracia permiti¨® una violencia bien trazada, entre iguales, con el benepl¨¢cito de los militares¡±, critica. En su opini¨®n, ahora ¡°lo m¨ªnimo¡± ser¨ªa que les pidiesen perd¨®n a las v¨ªctimas, a las que, seg¨²n explica, nadie ha contactado.
Una vez emitido Et faran un home, Prats describe una mezcla de satisfacci¨®n (por la repercusi¨®n) y tristeza (por lo que cuentan). Pero tambi¨¦n destaca una parte indudablemente buena, sin matices: ¡°Una sororidad entre los hombres nunca vista¡±.
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