Las vecinas de Vallecas cantan la historia de su barrio
El proyecto teatral colectivo ¡®La zarzuela del Kas¡¯ relata con m¨²sica los momentos significativos de la transformaci¨®n de este distrito
Vallecas es un barrio del sureste de Madrid con fama de pele¨®n y un pel¨ªn problem¨¢tico. Pero tambi¨¦n de solidario y de una vigorosa tendencia al asociacionismo vecinal. Por eso no es raro que 120 vecinos ellos se hayan juntado para montar La zarzuela del Kas, un espect¨¢culo musical al aire libre que estrenaron este s¨¢bado, en el que repasaron a trav¨¦s de su propia experiencia la historia de esta amplia zona, formada por los distritos de Puente de Vallecas y la Villa de Vallecas.
El auditorio de la plaza dedicada al cura obrero Carlos Jim¨¦nez de Parga, cerca de la estaci¨®n de metro de Miguel Hern¨¢ndez, se transform¨® en todas las Vallecas del ¨²ltimo siglo. ¡°El barrio ha tenido muy mala fama, pero no es real. Lo que realmente le caracteriza es el apoyo vecinal y la solidaridad¡±, argumenta Marisa Mart¨ªn, vecina de 57 a?os, una de las 18 actrices aficionadas del grupo Teatrekas, protagonistas del montaje y autoras del libreto, basado en su texto De barro, flores y lucha. Durante una hora, estas mujeres guiaron a los cerca de 450 espectadores, repartidos por toda la plaza, a trav¨¦s de sus miserias, sus tragedias, pero tambi¨¦n sus esperanzas, con mucho humor y ternura.
Durante una hora, estas mujeres guiaron a los cerca de 450 espectadores, repartidos por toda la plaza, a trav¨¦s de sus miserias, sus tragedias, pero tambi¨¦n sus esperanzas, con mucho humor y ternura
¡°Una te cuenta c¨®mo vivieron los bombardeos de 1936, otra te habla de c¨®mo su suegra se vino en tren desde Ja¨¦n para servir, aquella te explica c¨®mo surgieron las flores de luna, esas infraviviendas que se constru¨ªan en una noche, donde ella misma vivi¨®¡¡±, describe Maite Molina, encargada de producci¨®n y una de las promotoras de esta iniciativa, en la que tambi¨¦n se han involucrado otras agrupaciones art¨ªsticas, como la batucada Rakatui, formada por 10 m¨²sicos; la charanga Palomeras, con 15 integrantes; un coro amateur de 39 voces organizado para la ocasi¨®n, y la orquesta de c¨¢mara de ni?os y ni?as del colegio N¨²?ez de Arenas en Entrev¨ªas, con 12 int¨¦rpretes entre 9 y 12 a?os.
La percusi¨®n abri¨® el espect¨¢culo, que continu¨® con una obertura instrumental creada para la funci¨®n por el compositor Rodrigo Guerrero, responsable tambi¨¦n de los arreglos musicales. El primer n¨²mero hizo mover la cabeza a los m¨¢s mayores entre el p¨²blico y les sac¨® una sonrisa al reconocer la melod¨ªa de Los nardos de la revista musical Las leandras, de 1931, pero con otra letra. En vez de ¡°por la calle de Alcal¨¢/ con la falda almidon¨¢¡¡±, se escuch¨®: ¡°Es la zarzuela del Kas/ un proyecto singular/ que el barrio va llenando de alegr¨ªa¡¡±.
En su versi¨®n de ¡®Mediterr¨¢neo¡¯, de Joan Manuel Serrat, cambiaron el mar por los atardeceres rojos desde las Siete Tetas
No es la ¨²nica letra que adaptaron. En su versi¨®n de Mediterr¨¢neo, de Joan Manuel Serrat, cambiaron el mar por los atardeceres rojos desde las Siete Tetas, el parque de colinas artificiales con unas vistas envidiables de Madrid, que se construy¨® sobre los escombros de las chabolas. E igual que en los versos del cantautor catal¨¢n, los vallecanos alardean de tener alma de marineros. A mediados de julio celebran la batalla naval a 300 kil¨®metros del mar, en la que los vecinos se lanzan agua. Es su fiesta m¨¢s caracter¨ªstica y tambi¨¦n fue parte del espect¨¢culo a trav¨¦s de su himno, Marineros de secano, del artista local Luis Farnox, conocido como El Mec¨¢nico del Swing.
¡°Aprendimos a ser feministas y radicales¡±
En medio de la celebraci¨®n se sumergieron en uno de los momentos m¨¢s tr¨¢gicos de su historia: la lucha contra la droga, una lacra que se ceb¨® con los j¨®venes y que les llev¨® a formar la asociaci¨®n Madres unidas contra la droga. Una testigo cuenta c¨®mo trabajaban para acabar con el estigma y convencer al mundo de que sus hijos no eran delincuentes, sino personas enfermas que necesitaban ayuda. ¡°Aprendimos a ser feministas y radicales¡±, proclam¨® la actriz durante la escena.
Para su promotora, La zarzuela del Kas, que ha contado con una subvenci¨®n del Ayuntamiento y el apoyo log¨ªstico y t¨¦cnico de la Junta Municipal de Distrito, es el reflejo de un barrio en el que hay espacio para todos. ¡°Hay gente que se ha criado aqu¨ª y otra que acaba de llegar. Esa es la raz¨®n por la que en el ¨²ltimo n¨²mero preguntamos: ¡°?Qu¨¦ es para ti Vallecas?¡±, destaca Molina.
La situaci¨®n sanitaria ha supuesto un reto para la organizaci¨®n. ¡°Con el protocolo anticovid, hemos tenido que fragmentar el trabajo, por ejemplo, dividir los ensayos en dos sesiones, lo que duplica los gastos¡±, a?ade Molina, que se siente especialmente orgullosa de la aventura, porque siente que ha tra¨ªdo ilusi¨®n al barrio tras un a?o dif¨ªcil. ¡°Tener la oportunidad de poner a trabajar a gente de todas las edades y tan diferentes unas de otras ha sido muy sanador¡±.
Mart¨ªn lo recalca. ¡°Perd¨ª a mi padre por la pandemia y s¨¦ que mis compa?eras tambi¨¦n lo han pasado mal¡±, confiesa la actriz, que por fin ha podido actuar de nuevo con Teatrekas, despu¨¦s de un a?o sin ensayos, ni funciones.
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