Mujer con hijos es el nuevo perfil que demanda auxilio social a causa de la pandemia
Un informe sobre el impacto de la covid-19 en la capital recoge que las familias con hijos han sustituido a los mayores en el uso mayoritario de los servicios municipales
Sandra Barahona es peluquera desde los 17 a?os. Nunca le ha faltado el trabajo hasta que lleg¨® la pandemia. Es madre soltera y su hija Dunia tiene 13 meses. Ha pedido en octubre el Ingreso M¨ªnimo Vital y en febrero la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n. Ambas siguen en tr¨¢mite. Esta madrile?a del barrio de San Blas, de 37 a?os, sobrevive gracias a las redes de apoyo vecinal y representa un nuevo perfil de vulnerabilidad que recoge el estudio elaborado por el ?rea de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid sobre el impacto del coronavirus en los distritos.
Los usuarios de servicios sociales, que estaban dominados antes de marzo de 2020 por personas mayores de 65 a?os, han sido sustituidos por familias con menores a cargo, muchas de ellas monoparentales. Los mapas de temperatura que recoge el informe municipal, donde se indican con colores, del rojo al azul, el nivel de vulnerabilidad de los barrios de la capital, tambi¨¦n muestran que, junto a las zonas tradicionales del sur y sureste de la ciudad, han surgido nuevas bolsas de emergencia en el interior de la M-30, en los distritos de Centro, Tetu¨¢n, Ciudad Lineal, y en San Blas-Canillejas.
¡°Ahora mismo me pillas en la puerta de Naturgy para que no me corten la luz, porque encima ha subido. Tengo un bono social con un descuento del 5%. He ido pagando lo que he podido, pero son tantos recibos...¡±, explica por tel¨¦fono Barahona, que se hizo aut¨®noma un mes antes de que comenzase el confinamiento. La peluquer¨ªa en la que estaba termin¨® cerrando y se vio sola y embarazada. Cuando naci¨® la peque?a tuvo cuatro meses de baja por maternidad en los que ingresaba 900 euros. Su piso de San Blas cuesta 550. No puede pagar el alquiler y est¨¢ esperando el desahucio.
La crisis sanitaria y econ¨®mica le ha empujado a acudir por primera vez a comedores sociales, en concreto al que se habilit¨® en el colegio Valle Incl¨¢n. Barahona se crio con sus abuelos, ya fallecidos, y no tiene apoyo familiar. Las asociaciones vecinales le han suministrado todos los enseres que necesitaba para el beb¨¦, desde la silla hasta la cuna. Incluso las clientas de su peluquer¨ªa de Vallecas le han dado dinero para comer, asegura. ¡°Pero que te ayude la gente de la calle y no el Estado es muy duro. Lo que m¨¢s me fastidia es que yo no soy de votar a unos ni a otros, porque es mentira todo lo que cuentan, las ayudas no llegan¡±, denuncia.
La primera fase de la crisis provoc¨® 114.356 llamadas de emergencia. En ellas, las palabras ¡°menor/es¡±, o ¡°hijo/a/s¡± fueron mencionadas 48.410 veces; y la palabra ¡°alimentaci¨®n¡± 31.469 veces
Cerca de un 37% de los hogares madrile?os ha sufrido una ca¨ªda de los ingresos a lo largo de 2020, desgrana el estudio. La primera fase de la crisis (marzo-junio) provoc¨® 114.356 llamadas de emergencia realizadas por 74.890 personas, recibidas a trav¨¦s del canal 010 de la Red de Atenci¨®n a la Ciudadan¨ªa L¨ªnea Madrid. En esas llamadas, las palabras ¡°menor/es¡±, o ¡°hijo/a/s¡± fueron mencionadas 48.410 veces; y la palabra ¡°alimentaci¨®n¡± 31.469 veces. Cifras que demuestran el grave impacto de la pandemia, que se ha traducido en un 28,6% de ¡°nuevos usuarios¡±, es decir, personas que no estaban registradas con anterioridad en los servicios sociales municipales. Esta concentraci¨®n de llamadas responde al patr¨®n de vulnerabilidad social descrito por el Grupo de Inteligencia Artificial de la Universidad Carlos III de Madrid.
Un patr¨®n semejante
La comparaci¨®n de los distritos en el mapa responde a un patr¨®n semejante antes y despu¨¦s de marzo de 2020, con el rojo muy claramente concentrado en el sur y entre Ciudad Lineal y San Blas-Canillejas. Las v¨ªctimas de la crisis de 2020 se ubicaban fundamentalmente donde ya exist¨ªa una densidad de vulnerabilidad alta antes de la pandemia. Sin embargo, hay algunas novedades: la primera fase transform¨® a Tetu¨¢n como punto caliente de la emergencia social y, en menor medida, puntos concretos de Fuencarral El Pardo, Moratalaz y Arganzuela, ¨¢reas en las que el color dominante en el mapa de calor dej¨® de ser azul como consecuencia del crecimiento del volumen de personas vulnerables.
¡°Esta informaci¨®n tiene que ser el punto de partida para cualquier programa, proyecto o inversi¨®n social que llevemos a cabo. Adem¨¢s, cada nuevo contrato que se apruebe en el ¨¢rea social obligar¨¢ a las adjudicatarias a recabar y volcar informaci¨®n precisa y estandarizada que nos permita una evaluaci¨®n constante del programa¡±, aclara Pepe Aniorte, delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social de Ciudadanos, que habla de lo imprescindible que es dotarse de herramientas que aporten informaci¨®n detallada de la ciudad, como el Geoportal o el Diagn¨®stico Social de la Ciudad de Madrid, que medir¨¢n la evoluci¨®n en el tiempo de dicha realidad social con una visi¨®n gr¨¢fica que permite descender a cada calle y ver sobre un mapa en qu¨¦ lugar pueden estar creciendo las vulnerabilidades, qu¨¦ perfiles tienen los afectados y qu¨¦ necesidades existen en cada distrito.
¡°El primer diagn¨®stico no dejaba lugar a dudas: los hogares con hijos a cargo y los madrile?os m¨¢s j¨®venes son los que se llevan la peor parte de la crisis, los que m¨¢s est¨¢n viendo reducirse sus ingresos. Dicho de otro modo: esta crisis est¨¢ castigando a las familias presentes y a las futuras, a quienes querr¨ªan formar una familia y no pueden¡±, afirma. Este a?o los Servicios Sociales han tramitado ayudas para 60.000 personas, tres veces m¨¢s que en 2019, prosigue Aniorte, que recalca el refuerzo ¡°hist¨®rico¡± de personal con la incorporaci¨®n de 353 efectivos, un 22% m¨¢s de trabajadores sociales respecto al a?o pasado, con otras 313 plazas previstas para 2021.
Los nuevos usuarios, es decir, personas que no estaban registradas con anterioridad en los servicios sociales municipales, alcanzan el 28,6%
Desde la Asociaci¨®n Vecinal Solidaridad Cuatro Caminos Tetu¨¢n, otro de los distritos que engloba la lista de las nuevas zonas vulnerables, Camino E., vocal de la Junta Directiva, confirma que el perfil m¨¢s habitual es el de familias con ni?os y madres solteras. ¡°En mayo de 2020 pusimos la despensa solidaria de Bellas Vistas. Es uno de los barrios en los que no se hab¨ªa detectado una necesidad real hasta la llegada de la pandemia. Pero muchas personas se quedaron sin trabajo¡±, comenta.
Ahora atienden a 50 familias, frente a las 120 en los momentos m¨¢s complicados de la crisis, pero siguen teniendo ¡°una lista de espera eterna¡± a la que no llegan por falta de recursos y personal. ¡°Hay una situaci¨®n m¨¢s precaria que la que figura. La diferencia es que nos hemos quedado con los que est¨¢n fuera del sistema de ayudas, quienes no est¨¢n empadronados, por ejemplo, porque hay familias que comparten el mismo piso, pero no figuran en el contrato. Hay otras familias inmigrantes irregulares y otras que viven de ocupaci¨®n porque no pueden permitirse otra cosa¡±, se?ala.
Otros datos que se han recabado en el estudio van en la direcci¨®n de los problemas de conciliaci¨®n, que podr¨ªan estar poniendo en riesgo las estrategias de organizaci¨®n del 40% de los hogares con menores a cargo en Madrid, con la necesitad de apoyos externos a trav¨¦s de familiares, reducciones de jornadas o que alguno de los progenitores deje de trabajar. A finales de octubre de 2020, un 41,8% de los madrile?os dec¨ªa que sus condiciones laborales hab¨ªan cambiado. Los aut¨®nomos est¨¢n nueve puntos porcentuales peor que los asalariados. Asimismo, los despidos han sido mayores entre los menores de 35 a?os, afectando m¨¢s a mujeres. Casi la mitad de la poblaci¨®n de Madrid tambi¨¦n ha declarado que su bienestar mental se encuentra comprometido.
EL FUTURO INMEDIATO
A la vista de la situaci¨®n descrita en el estudio, la crisis que se ha desencadenado en marzo de 2020 va a empeorar las condiciones de las personas m¨¢s j¨®venes y de los hogares j¨®venes con menores a cargo. Esto podr¨ªa implicar en el medio y largo plazo un crecimiento de la pobreza infantil.
Adem¨¢s, las condiciones laborales y el bienestar mental de los madrile?os cayeron en picado en la primera mitad del a?o, pasando de detectar un cierto riesgo en la salud mental del 18 por ciento de los ciudadanos a un 50% a finales de a?o. Meses despu¨¦s no todos estos indicadores de bienestar social han dado se?ales de recuperaci¨®n.
Las expectativas que los mismos hogares formularon sobre los ingresos que preve¨ªan seis meses despu¨¦s de la segunda encuesta, esto es abril de 2021, muestran que la t¨®nica general es una ca¨ªda mayor de ingresos. Solo uno de cada dos hogares espera mantener sus fuentes de ingresos estables
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