Una productora madrile?a rescata del olvido a Leopoldo de Luis
La derrota de la II Rep¨²blica convirti¨® al escritor castigado por el franquismo en uno de los 300.000 espa?oles presos en c¨¢rceles y campos de concentraci¨®n
¡°Ni los muertos se van: son plomo oscuro y cal bajo la tierra y una invisible herida¡±. Estos versos pertenecientes al poema ¡°De aqu¨ª no se va nadie¡±, de Leopoldo de Luis (1918-2005), levantan una fortaleza contra el olvido. Ahora, medio siglo despu¨¦s de ser escritos, ver¨¢ la luz un documental centrado en la vida y obra de su autor. No se trata de un documental cualquiera: combinar¨¢ los recursos habituales con otros mucho m¨¢s originales como la videopoes¨ªa. No en vano la principal art¨ªfice del proyecto es poeta y comunicadora audiovisual, una mezcla que le permite ampliar la perspectiva con la que enfocar a un escritor castigado por el franquismo cuya vida es digna de protagonizar varias pel¨ªculas y que, sin embargo, no es tan conocido como otros de sus contempor¨¢neos que tambi¨¦n sufrieron el exilio interior.
Pilar Astray (Madrid, 1990), directora de De aqu¨ª no se va nadie. La mirada del poeta Leopoldo de Luis (1918-2005), se ha propuesto devolver a su figura la importancia que merece. Tengo la fortuna de compartir unas horas con ella y Masles Roy, su socio en la productora madrile?a Mundos Flotantes ¨Ccon sede en el barrio de Arturo Soria¨C y el encargado del montaje y la edici¨®n del documental. Ambos son j¨®venes, apasionados y amantes del arte. Reconocen estar desarrollando el proyecto sin ninguna ayuda econ¨®mica. La idea surgi¨® hace algunos a?os, cuando Pilar, conocida tambi¨¦n art¨ªsticamente como Boadicea, obtuvo un acc¨¦sit del Premio de Poes¨ªa Leopoldo de Luis para residentes en el barrio de Tetu¨¢n. La junta de distrito, presidida entonces por Montserrat Galcer¨¢n, vio en su mirada po¨¦tica y su experiencia en el ¨¢mbito audiovisual una oportunidad para otorgarle un aire nuevo al premio, de cuya organizaci¨®n se encargar¨ªa a partir de ese momento a trav¨¦s de Mundos Flotantes, la productora que dirige y de la cual es cofundadora. Fue entonces cuando se despert¨® su curiosidad por la figura de Leopoldo de Luis.
Nacido en 1918 en C¨®rdoba con el nombre de Leopoldo Urrutia de Luis, se traslad¨® a Valladolid con su familia un a?o m¨¢s tarde. Lleg¨® a Madrid con 17 para ingresar en la hist¨®rica Residencia de Estudiantes, donde conocer¨ªa a grandes poetas como Antonio Machado, Miguel Hern¨¢ndez o Vicente Aleixandre. Por entonces, ya ten¨ªa clara su vocaci¨®n y sus primeros poemas aparecieron firmados con el nombre de ¡°Leopoldo Urrutia¡±. Sin embargo, poco despu¨¦s estall¨® la Guerra Civil y, lejos de mantenerse al margen, se alist¨® en el Quinto Regimiento del ej¨¦rcito republicano. La derrota de la II Rep¨²blica lo convirti¨® en uno de los 300.000 espa?oles presos en c¨¢rceles y campos de concentraci¨®n. Pas¨® por la plaza de toros de Ciudad Real ¨Creconvertida en campo de concentraci¨®n¨C, el penal de Oca?a y los batallones de trabajadores del franquismo en el Campo de Gibraltar. En 1940 fue liberado y regres¨® a Madrid. Sin embargo, comenz¨® entonces otra lucha: la de sobrevivir en la nueva sociedad franquista sin renunciar a la poes¨ªa. Para burlar la censura, se vio obligado a cambiar el nombre con el que firmaba sus poemas y utiliz¨® su apellido materno. As¨ª naci¨® Leopoldo de Luis.
Un refugio po¨¦tico
La posguerra madrile?a no fue f¨¢cil. Ganaba el sustento como trabajador de una compa?¨ªa de seguros mientras continuaba con su actividad po¨¦tica colaborando en revistas ¨CGarcilaso, Espada?a, C¨¢ntico¨C y asist¨ªa a tertulias literarias junto a grandes artistas como Gabriel Celaya, Blas de Otero o Carmen Conde. Su hijo, el tambi¨¦n poeta Jorge Urrutia, admite que, m¨¢s que un hijo, constitu¨ªa para Leopoldo un s¨ªmbolo de aquella supervivencia: ¡°Despu¨¦s de la derrota en la Guerra Civil, tuvo que rehacer su vida no ya laboralmente, no ya personalmente, sino ¨ªntimamente¡±. Jorge Urrutia (Madrid, 1945), inspirador del primer poemario de Leopoldo ¨CAlba del hijo, de 1946¨C, ha seguido de cerca el proyecto del documental, aportando su imprescindible testimonio y convirti¨¦ndose, en palabras de Pilar Astray, en ¡°un mentor¡±. Adem¨¢s de ¨¦l, un buen n¨²mero de intelectuales espa?oles relacionados con el poeta o con su obra han proporcionado su granito de arena para construir la narraci¨®n del documental: Isa¨ªas Lafuente, Javier Lostal¨¦, Fanny Rubio, Juana Castro, Antonio Hern¨¢ndez, Juan Van Halen, Manuel Gahete, Gonzalo Santonja, Luis Alberto de Cuenca, Juan Cruz, Pepa Nieto, Jos¨¦ Antonio Pascual, Valent¨ªn Navarro, C¨¦sar Antonio Molina... Tambi¨¦n personas cuyo testimonio resulta esclarecedor para recuperar la memoria de aquella ¨¦poca, como Josep Sala, superviviente de los campos de concentraci¨®n franquista que, a sus 100 a?os, afirma con convencimiento: ¡°La posguerra fue peor que la misma guerra¡±.
A pesar de los obst¨¢culos, Leopoldo de Luis consigui¨® abrirse un hueco en el panorama literario madrile?o y en el nacional, sin perder dejar de lado nunca la preocupaci¨®n social. La poes¨ªa constituy¨® su refugio. Como asegura Jos¨¦ Antonio Pascual, miembro de la RAE, fue la suya ¡°la ¨¦pica del perdedor, la ¨¦pica de la compasi¨®n¡±. La desarroll¨® desde la valent¨ªa, pero tambi¨¦n desde la bondad y la amabilidad. Decenas de libros publicados y varios galardones importantes como el Premio Nacional de Poes¨ªa constituyen pruebas del reconocimiento obtenido, que contrasta con lo arrinconada que ha quedado su figura a lo largo de los a?os.
Para Pilar Astray Boadicea, sacar adelante el documental representa, sobre todo, ¡°una cuesti¨®n de justicia, de reparaci¨®n¡±. Junto a su equipo ¨CMasles Roy, Enrique Roll¨¢n, Eva Merino y Alberto Carrasco¨C ultima los preparativos de un largometraje que va m¨¢s all¨¢ de la vida y obra de Leopoldo de Luis: ¡°Esta pel¨ªcula busca tambi¨¦n arrojar luz sobre preguntas actuales y eternas que se plantea cualquier artista o persona con una vocaci¨®n, porque la historia de Leopoldo de Luis y su generaci¨®n de posguerra nos ayuda a romper el mito del artista rom¨¢ntico individualista¡±, admite. Cuestiones como la libertad y la supervivencia creativa acompa?ar¨¢n al artista actual, entablar¨¢n di¨¢logo con esa parte art¨ªstica que muchos espectadores poseen. Ser¨¢ ¡°una experiencia po¨¦tica sorprendente, pero universal y curiosamente familiar¡±. Y volver¨¢n los muertos, con sus heridas abiertas y los versos de Leopoldo de Luis a la cabeza. Mientras, de aqu¨ª no se ir¨¢ nadie.
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