Por qu¨¦ es importante conocer tu personalidad er¨®tica para tener una vida sexual m¨¢s satisfactoria
?Sabemos realmente lo que nos gusta y nos excita o nos limitamos a copiar lo que vemos en el porno o a ejecutar lo que nos sugieren nuestras parejas? Conocerse er¨®ticamente significa tener una idea de las respuestas del cuerpo y la mente a los diferentes est¨ªmulos
Dec¨ªa la escritora, realizadora y directora de cine francesa Virginie Despentes: ¡°El deseo sexual es una mec¨¢nica nada complicada de poner en marcha. Sin embargo, la libido es compleja, lo que dice de m¨ª no siempre me agrada, no siempre encaja con lo que a m¨ª me gustar¨ªa ser. Pero puedo preferir saberlo, en lugar de esconder la cabeza y decir lo contrario de lo que s¨¦ de m¨ª para preservar una imagen social tranquilizadora¡±.
?Sabemos realmente lo que dice de nosotros nuestra libido, lo que nos excita y lo que nos gusta en materia sexual? ?Tenemos idea de c¨®mo es nuestra personalidad er¨®tica o nos limitamos a adoptar actitudes, conductas o pr¨¢cticas que vemos en el porno, que nos sugieren nuestras parejas o que los amigos nos cuentan que han hecho con sorprendentes resultados? Por personalidad er¨®tica no hay que entender el camino m¨¢s r¨¢pido al orgasmo, sino nuestra manera de ser sexual, que es distinta y ¨²nica en cada individuo, como la huella digital.
Conocerse sexualmente puede compararse con estar al tanto de lo que a uno le sienta bien o no, est¨¦ticamente hablando. Uno puede dedicarse, exclusivamente, a seguir las tendencias de moda, a comprar lo que est¨¢ disponible en las tiendas seg¨²n la temporada, a vestirse como sus amigos o a llevar lo que le gusta a su pareja; independientemente de su estructura corporal o de los gustos personales. El resultado ser¨¢ haber transitado por la vida de normcore, disfrazado, sin un estilo propio y, en el peor de los casos, hecho un mamarracho. Pero cuando uno conoce su cuerpo, lo que le sienta bien o no, qu¨¦ colores y formas le favorecen y crea su propio estilo podemos decir que, en materia est¨¦tica, no solo ha dado lo mejor de s¨ª mismo sino que ha contribuido a la existencia de un mundo m¨¢s ecl¨¦ctico, extravagante, variopinto y divertido. Sexualmente hablando, la mayor¨ªa de las personas se engloban en el grupo de los que siguen la corriente sin cuestionarse casi nada. Y si se les pregunta qu¨¦ entienden por personalidad er¨®tica dir¨¢n que s¨ª, ¡°que les va la marcha y que les gusta mucho follar¡±. Fin de la cuesti¨®n.
Pero la cuesti¨®n sigue, porque conocerse er¨®ticamente significa saber lo que representa el sexo para cada uno. Tener una ligera idea de c¨®mo nos gustar¨ªa vivir y explorar nuestra sexualidad. Conocer las respuestas del cuerpo y la mente a los diferentes est¨ªmulos. Poder vislumbrar lo que tenemos en la cabeza, justo antes de que la libido se dispare. Analizar, con cierta distancia, las fantas¨ªas. Y, entre otras muchas cosas, determinar qu¨¦ atm¨®sfera nos resulta m¨¢s sugerente para estos asuntos: el amor, la seguridad, la fuerza, el poder, la dominaci¨®n, la sumisi¨®n, el peligro o lo desconocido. La buena noticia es que uno puede conocerse sexualmente sin coste alguno, dedicando al d¨ªa una cuarta parte del tiempo que invertimos en trabajar gratis para Mark Zuckerberg en las redes sociales. Con la diferencia de que nuestra sexualidad es mucho m¨¢s agradecida y, adem¨¢s, no nos censura, sino todo lo contrario.
¡°La mayor parte de la gente empieza a explorar su personalidad er¨®tica cuando tiene alg¨²n problema. En caso de que no haya ning¨²n trastorno, ni se lo plantean; y cuando se habla de tener una sexualidad m¨¢s plena, com¨²nmente, se refiere al hecho de realizar muchas actividades y pr¨¢cticas. Nunca a la idea de vivir una sexualidad m¨¢s consciente¡±, explica Francisca Molero, ginec¨®loga, sex¨®loga, directora del Instituto Iberoamericano de Sexolog¨ªa y presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa. ?C¨®mo se puede entonces empezar a explorar la personalidad er¨®tica? Para Molero pasa por ¡°estar presente¡±: ¡°Hay que partir de una situaci¨®n favorable, donde haya calma y complicidad, para ir explorando las sensaciones corporales y sensoriales, ya sea en pareja o solo. Una b¨²squeda del placer sin expectativas, centr¨¢ndose en el momento y en lo que uno siente¡±.
A nivel corporal, en sexolog¨ªa existe lo que se llama el mapa er¨®tico, que no es otra cosa que ubicar los puntos y las zonas de placer corporal personales. No hay dos mapas er¨®ticos iguales, porque no se trata de centrarse en los genitales sino m¨¢s bien en las partes er¨®genas, esos continentes inexplorados que hay que descubrir a la manera de los antiguos exploradores: con tiempo, con ayuda o sin ella, y sin saber muy bien lo que se est¨¢ buscando. D¨®nde tocar, qu¨¦ tocar, c¨®mo tocar; observando siempre la regla b¨¢sica de menos a m¨¢s. La elaboraci¨®n del propio mapa er¨®tico puede revelarnos que tenemos sensibilidad en el cuero cabelludo, y que nos gusta que nos lo acaricien o que nos tiren de ¨¦l con fuerza. O que la cara interna de los brazos y los muslos prefieren los movimientos circulares, lentos y ascendentes. El cuerpo tiene su propia f¨¢brica de metanfetaminas, tan solo hay que descubrir c¨®mo ponerla en marcha.
La personalidad er¨®tica se vuelve m¨¢s sutil a nivel mental y el estado de ¨¢nimo que conecta m¨¢s con lo sexual ser¨ªa, en palabras de Francisca Molero, ¡°la motivaci¨®n¡±. ¡°Estar motivados y la periodicidad; ya que somos animales de costumbres y si estamos mucho tiempo sin activar nuestro canal sexual nos costar¨¢ m¨¢s entrar en ¨¦l. Hay tambi¨¦n muchas cosas del d¨ªa a d¨ªa que nos conectan con esa onda. Todo lo que tiene que ver con lo sensorial y lo placentero, como estar al aire libre, ba?arse en el mar, bailar, escuchar m¨²sica¡±.
Las fantas¨ªas er¨®ticas se han interpretado siempre como una cortes¨ªa del inconsciente que brinda una ventana abierta a nuestra verdadera personalidad sexual; pero tampoco hay que fiarse al 100% de ellas. Como dice Val¨¦rie Tasso en su Antimanual de sexo (Temas de Hoy, 2008): ¡°Cuando nos preguntamos: ¡®?Qu¨¦ me apetece hacer?¡¯, responde nuestro deseo. Cuando nos preguntamos: ¡®?Qu¨¦ soy capaz de imaginar?¡¯, responde nuestra fantas¨ªa¡±.
¡°Las fantas¨ªas sexuales van muy bien para aprender, ya que el cerebro es un ¨®rgano pl¨¢stico y a veces le cuesta distinguir entre realidad y ficci¨®n¡±, cuenta Molero. ¡°No hay que poner, pues, etiquetas porque el pensamiento no es la acci¨®n y adem¨¢s, generalmente, est¨¢n muy relacionadas con la transgresi¨®n, con lo prohibido, con lo que nos han dicho que da m¨¢s placer, y no siempre con nuestros gustos reales¡±.
Cambios con el paso del tiempo
Hay que tener en cuenta tambi¨¦n que esta personalidad er¨®tica cambia con el tiempo, los a?os y las distintas parejas, que pueden despertar ciertos instintos o apetencias. Y aqu¨ª se sit¨²an esos agravios comparativos que uno puede sufrir con los ex, del tipo: ¡°?Conmigo nunca quisiste hacer un tr¨ªo; y ahora me cuentas que al mes de conocer a Pablo, hala, venga!¡±. Nuestra manera de ser sexual es, por tanto, din¨¢mica e interactiva; y puede que lo que nos gustaba a los 20 a?os deje de gustarnos a los 40, o viceversa.
Tras a?os de investigaci¨®n, la sex¨®loga Jaiya, autora de libros como Red Hot Touch y Cuffed, Tied and Satisfied, realiz¨® una clasificaci¨®n, a grandes rasgos, de las personalidades er¨®ticas en cinco grupos: energ¨¦tica, sensual, sexual, quinqui y cambiante. Eso s¨ª, generalmente la mayor¨ªa tenemos rasgos de todas.
- La personalidad energ¨¦tica es propia de personas hipersensibles, que pueden llegar a tener orgasmos casi sin tocarse. Les gustan las caricias suaves, el contacto visual, ir despacio y para este grupo es imprescindible que haya una cierta conexi¨®n emocional en el sexo. La respiraci¨®n es un elemento importante a tener en cuenta.
- Los sensuales dan mucha importancia a los sentidos, les gusta rodearse de belleza y para ellos la atm¨®sfera cobra tanta importancia en el terreno er¨®tico (velas, m¨²sica, luz adecuada) que, si no cumple con determinados requisitos, puede poner fin a la excitaci¨®n sexual. Este grupo disfruta tap¨¢ndose los ojos con una venda, dando o recibiendo masajes o jugando con el efecto fr¨ªo-calor.
- Las personas sexuales tienen relaciones frecuentes, se excitan con facilidad y utilizan el sexo como medio de relajaci¨®n. Las im¨¢genes visuales y los cuerpos son potentes excitantes, y se persigue el orgasmo a trav¨¦s de la estimulaci¨®n genital y el coito.
- A la personalidad quinqui, sin embargo, le atraen las cosas raras, inusuales, prohibidas y todo lo que la saque de su zona de confort. Este grupo da mucha importancia a la psicolog¨ªa y a las fantas¨ªas, aunque sus integrantes pueden sentirse culpables o reprimir sus preferencias por considerarlas inmorales o censurables.
- Y, por ¨²ltimo, los cambiantes son los que mezclan caracter¨ªsticas de las cinco clases. Les gusta tener experiencias diversas y suelen ser muy influenciables por sus parejas.
Tomarse el tiempo necesario para descubrir la propia personalidad er¨®tica no solo har¨¢ que disfrutemos m¨¢s del sexo y nos conozcamos mejor, ya sea sexualmente y como seres humanos, sino que elijamos mejor a nuestra pareja y sepamos comunicarle, adecuadamente, nuestros deseos. Y, por supuesto, contribuiremos a un mundo m¨¢s excitante, libidinoso y sexy.
Rita Abundancia es periodista, sex¨®loga y autora de la web RitaReport.net.
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