Palacio de Bornos, la cafeter¨ªa de la A-6 que triunfa con pulgas de jam¨®n a 3,30 euros
El bar y la tienda de la bodega, situados a las afueras de Rueda, en Valladolid, se han convertido en una parada de picoteo y compra de vino
¡°No somos un bar t¨ªpico de carretera¡±, dice Carlos Vidal, director de producci¨®n de la bodega Palacio de Bornos y gerente de la tienda. Tiene toda la raz¨®n. Camareros y cortadores de jam¨®n de trato familiar, un libro de gastronom¨ªa de edici¨®n limitada a la venta, un sal¨®n que imita a una plaza de un pueblo castellano con una selecci¨®n de productos de la zona y cientos de personas parando en sus instalaciones a tomar sus famosas pulgas de jam¨®n (a 3,30 euros la unidad) y comprar vino, hacen de este lugar una parada imprescindible para quienes pasan por la A-6 a la altura de Rueda.
Abri¨® sus puertas en 1986, 10 a?os despu¨¦s de la fundaci¨®n de la bodega, en el kil¨®metro 170,6 de la A-6, salida Rueda (sur). ¡°Montamos una tienda con cafeter¨ªa en el solar que hab¨ªa enfrente de la bodega por la demanda de los clientes que ven¨ªan a comprar vino a granel con sus garrafas ¡ªalgo que se sigui¨® haciendo hasta que comenz¨® la pandemia¡ª. As¨ª, adem¨¢s de rellenar las botellas, la gente pod¨ªa hacer un descanso, picar algo, catar alguno de nuestros vinos y comprar m¨¢s productos de la tierra¡±, explica Vidal.
El aparcamiento que se ve desde la carretera es un buen indicador del ambiente que se encuentra dentro, aunque tambi¨¦n hay dos terrazas y todo se puede pedir para llevar. En su interior, el sal¨®n central est¨¢ atravesado por una viga de un viejo lagar y una antigua presa. ¡°La sacamos de una bodega subterr¨¢nea que ten¨ªa la familia en la zona y la expusimos como s¨ªmbolo de la tienda¡±, explica.
A su alrededor, decenas de botellas de todas las variedades de sus vinos conviven con otros productos, una barra y mesas para tomar algo. ¡°Conforme nos han ido pidiendo los clientes cosas diferentes, hemos ido sumando otros alimentos. Procuramos incluir lo mejor de la comarca, queremos ser una ventana de los productos de la zona al exterior y que todos comparten la misma filosof¨ªa: gustar por igual al nieto y a la abuela¡±, comenta.
En los bocadillos (8,80 euros) y pulgas de jam¨®n hay unanimidad. Y si no est¨¢ la vitrina repleta de ellos reci¨¦n preparados, hay una persona encargada de cortar jam¨®n a la vista del p¨²blico y montarlos al momento. ¡°En un a?o podemos dar salida a m¨¢s de 600 jamones. Y en un puente como este, donde hay una persona dedicada solo a cortarlos, podemos terminar unas cinco piezas al d¨ªa¡±, explica Carlos. ¡°Es jam¨®n ib¨¦rico de cebo de campo denominaci¨®n de origen Guijuelo. Y todo el personal ¡ªson entre 11 y 14 trabajadores dependiendo de la temporada¡ª recibe formaci¨®n espec¨ªfica para cortarlo¡±, a?ade.
Junto al vino, es uno de los productos que m¨¢s miman y por eso se trasladan a seleccionar las piezas personalmente a Guijuelo (Salamanca). ¡°Incluso en alguna ocasi¨®n hemos ido todo el equipo a la f¨¢brica de nuestro proveedor, Pedro Nieto. Es importante que los trabajadores aprendan todo sobre el jam¨®n que despu¨¦s sirven, porque del vino ya se lo saben bien¡±, asegura. El pan de estos emparedados es de dos peque?os negocios de la misma localidad vallisoletana. ¡°Hay dos panaderos tradicionales que elaboran pan candeal y nos proveen a diario¡±, cuenta. Y le apena que el ¨²nico producto que no han conseguido que sea de cercan¨ªa es el aceite de oliva extra virgen, que viene de C¨®rdoba.
Las mesas que hay frente a la barra est¨¢n destinadas a quienes deciden hacer una parada. Suelen ser breves, pues aqu¨ª no hay cocina y solo sirven embutidos y quesos. Pero quien lo descubre repite. Adem¨¢s, en Palacio de Bornos tienen un compromiso con la cultura de la zona. En la parte de arriba del establecimiento se han llevado a cabo exposiciones de escultura y pintura. Y su ¨²ltima incursi¨®n ha sido una colaboraci¨®n con una imprenta de Medina del Campo.
En la caja venden ejemplares del libro La Cocina Espa?ola Antigua (editorial Pandorado y La Umbr¨ªa y la Solana) de Emilia Pardo Baz¨¢n, con una dedicatoria de la bodega a los lectores apasionados. Carlos apunta que est¨¢n sorprendidos de lo bien que se vende y que esperan sea el inicio de una colaboraci¨®n en la que entren m¨¢s t¨ªtulos gastron¨®micos.
Hacerse con un libro hist¨®rico de recetas, tomarse una pulga y comprar vino son buenas excusas para hacer una pausa en carretera. La cafeter¨ªa y tienda de Palacio de Bornos abre todos los d¨ªas del a?o, menos el 1 y 6 de enero, de nueve de la ma?ana a nueve de la noche y los s¨¢bados de 9 a 16.30.
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