C¨®mo sobrevivir al ¡®burnout¡¯ o agotamiento navide?o
El imperativo de que en Navidad debemos estar alegres, felices y cumplir con infinidad de compromisos sociales y de consumo puede generar una sensaci¨®n de hast¨ªo que no comulga con el esp¨ªritu de tan se?aladas fechas. Pero hay soluciones para que las fiestas no nos pasen factura
Sabemos con certeza qu¨¦ d¨ªa terminan las Navidades. Algunos dir¨¢n que cuando sus majestades, los Reyes Magos de Oriente, dejan los regalos bajo el ¨¢rbol. Otros, cuando empiezan las rebajas. Pero, ?sabr¨ªamos determinar exactamente cu¨¢ndo dan comienzo? Hace unos a?os, la fecha socialmente aceptada era el 6 de diciembre cuando, aprovechando el festivo, las familias sacaban del trastero el viejo ¨¢rbol, los adornos, el espumill¨®n y el Bel¨¦n y comenzaban a decorar la casa en los tradicionales colores rojo y verde, aunque el verdadero esp¨ªritu navide?o nos poseyese la ma?ana del sorteo. Ahora, ser¨ªa dif¨ªcil dar con la fecha exacta: en Madrid, Cortylandia, el show de escaparate cantar¨ªn con simp¨¢ticos monigotes que se instala en la fachada de los grandes almacenes, se puso en marcha a finales de noviembre, al tiempo que las colas del establecimiento de loter¨ªa m¨¢s famoso de Espa?a, Do?a Manolita, ya daban la vuelta a la esquina. En Vigo, la ciudad que ha convertido el encendido de luces en patrimonio, el arranque de la Navidad tuvo lugar el 19 de noviembre, cuando iluminaron el ¨¢rbol en la Puerta del Sol. En Madrid fue la noche del 24. En M¨¢laga, la calle Larios se ilumin¨® el d¨ªa 26 de noviembre.
No son solo las luces y los adornos. En los ¨²ltimos a?os, la vor¨¢gine consumista inunda el calendario prenavide?o invitando a comprar con anticipaci¨®n los regalos que se pondr¨¢n bajo el ¨¢rbol: desde el D¨ªa del Soltero, el 11 de noviembre, o el Black Friday, que a pesar de establecerse el 25 de noviembre ya dura toda la semana, hasta el Cyber Monday, el lunes siguiente. Los supermercados ya exhiben en sus estantes destacados los turrones y los dulces navide?os inmediatamente despu¨¦s del D¨ªa de Todos los Santos. A?adimos a esto los brindis con amigos, el amigo invisible, las cenas y comidas de empresa que dan comienzo a mediados de diciembre y la Navidad parece durar una eternidad.
¡°Se me atragantan las luces de Navidad y los arbolitos. Cada vez que escucho el concepto amigo invisible, me sale un sarpullido. Y creo que alguien deber¨ªa dejar claro que el 31 de diciembre no se acaba el mundo, para la tranquilidad de todos aquellos que necesitan organizar una comilona o cena insultantemente cara durante el mes de diciembre, para celebrar una amistad que ya solo se re¨²ne ese mes¡±, explica a EL PA?S Elena, de 31 a?os. Sus palabras son comunes entre una larga lista de personas interrogadas sobre sus sentimientos en estas fechas. La queja principal es el tiempo: la Navidad cada vez empieza antes. La segunda, el hast¨ªo generalizado provocado por diversos factores: bares y restaurantes abarrotados, centros de ciudades intransitables durante m¨¢s de un mes, villancicos, compromisos obligatorios a los que hay que llevar la m¨¢scara social, demasiado tiempo en familia, un consumo compulsivo y la sensaci¨®n de hacer muchas cosas sin llegar a disfrutar plenamente de ninguna de ellas.
¡°Las festividades se han convertido en mini maratones, repartidos en varios d¨ªas, incluso semanas¡±, escrib¨ªa en el bolet¨ªn Culture Studies la periodista y ensayista Anne Helen Peterson, autora de No puedo m¨¢s: c¨®mo los millennials se convirtieron en la generaci¨®n quemada (Capit¨¢n Swing, 2021). ¡°Se han convertido en temporadas en s¨ª mismas, con sus actuaciones sociales y h¨¢bitos de consumo, que oscilan entre la alegr¨ªa y la obligaci¨®n¡±. Esa obligaci¨®n, oculta tras el imperativo de que en Navidad debemos tener un esp¨ªritu alegre y mostrarnos felices, genera en ocasiones una sensaci¨®n de estar fuera de lugar cuando el esp¨ªritu navide?o no acompa?a. La Asociaci¨®n Americana de Psicolog¨ªa utiliza las palabras estr¨¦s y ansiedad para hablar de c¨®mo este periodo a?ade una presi¨®n adicional por intentar alcanzar todas las expectativas.
En familia, hay que repartir tareas e intentar no saturarse, tener una cierta previsi¨®n para disfrutar de un tiempo de calidad e incluso reservarse un tiempo para estar a solasJoaquim T. Limonero, catedr¨¢tico de psicolog¨ªa y presidente de la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Ansiedad y el Estr¨¦s (SEAS)
¡°La Navidad es una ¨¦poca intensa para las emociones, donde se agudizan tanto las positivas como las negativas¡±, explica a EL PA?S Joaquim T. Limonero, catedr¨¢tico de psicolog¨ªa y presidente de la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Ansiedad y el Estr¨¦s (SEAS). ¡°Uno de los factores que influyen en el hartazgo navide?o es que se produce una ruptura de nuestras rutinas: los seres humanos solemos hacer todos los d¨ªas lo mismo, as¨ª que cuando se rompen nuestras rutinas durante un periodo de tiempo que cada a?o abarca m¨¢s d¨ªas y no se gestiona bien, producir¨¢ ansiedad y estr¨¦s¡±. El psic¨®logo incide en que, durante las Navidades, como en cualquier otra ¨¦poca del a?o, ¡°todo va a depender de las expectativas que tengamos¡± as¨ª como de si somos o no capaces de ¡°recuperar nuestra sensaci¨®n de control sobre la situaci¨®n¡±.
Sobre las expectativas, se podr¨ªa culpar a ?Qu¨¦ bello es vivir! o a cualquier pel¨ªcula navide?a, que suelen mostrar a familias adorables y felices con conflictos suaves que en nada se parecen a las familias normales y corrientes; y terminemos culpando al sadvertising, esa corriente publicitaria cuyo prop¨®sito, adem¨¢s de hacer que las personas se inclinen positivamente hacia una marca y as¨ª vender productos, es adem¨¢s hacer llorar tocando todas las teclas emocionales: ¡°Tenemos que recordar que todo eso son ficciones¡±, explica Joaquim T. Limonero, ¡°y que las familias, adem¨¢s de ser maravillosas, son tambi¨¦n maravillosamente imperfectas¡±. El problema aqu¨ª, seg¨²n explica el psic¨®logo, es caer en comparaciones. Nuestras casas no van a estar decoradas como en una pel¨ªcula estadounidense y, por muchas buenas intenciones que tengamos, las cenas no van a salir perfectas, como tampoco lo van a ser las conversaciones que tengamos sin un bonito guion delante. Y no pasa nada.
¡°Para evitarnos la mayor cantidad de estr¨¦s y ansiedad que generan estas fechas, debemos tener una percepci¨®n de control¡±, a?ade el psic¨®logo. Para ello, lo mejor que se puede hacer es organizar con antelaci¨®n y tomar decisiones. ¡°Decidir qu¨¦ vas a hacer y c¨®mo lo vas a hacer. Y consensuar, sin imponerse¡±. No es necesario ir a las cuatro cenas que tienes programadas y, como aconseja el psic¨®logo: ¡°En familia, hay que repartir tareas e intentar no saturarse, tener una cierta previsi¨®n para disfrutar de un tiempo de calidad e incluso reservarse un tiempo para estar a solas¡±. Para respetar la convivencia, Limonero recomienda no entrar en discusiones. ¡°Si sabes que un familiar se va a enfadar con un tema de conversaci¨®n, evita tocarlo. Y si lo toca ¨¦l, no entres al trapo. No es necesario ganar todas las batallas¡±. El psic¨®logo tambi¨¦n recomienda ser sincero en cuanto a las finanzas de cada uno, para que las cenas no se nos atraganten. Las personas solas o quienes m¨¢s que familia tienen familias escogidas, tambi¨¦n deber¨¢n preparar con antelaci¨®n sus planes para no entristecerse en esas fechas.
¡°Las Navidades est¨¢ por todas partes¡±, como ya advert¨ªa el viejo rockero de la comedia rom¨¢ntica navide?a Love Actually. Y cada vez durante m¨¢s tiempo. ¡°Cambiar el chip¡±, como dice el psic¨®logo, durante estas fechas permitir¨¢ que no lleguemos exhaustos al 6 de enero.
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