?Sentimiento de culpa por no tener relaciones? C¨®mo manejar los periodos de inactividad sexual
La falta de sexo, voluntaria o involuntaria, en una pareja puede provocar culpabilidad, mientras que los solteros tienden a sentirse frustrados. Pero son momentos que deber¨ªan ser vividos con tranquilidad y confianza y que pueden aprovecharse para la autoexploraci¨®n
Muchos suscribir¨¢n la idea de que a la gente se la conoce realmente en la cama y de que nada describe mejor el yo er¨®tico como la manera de comportarse en el lecho: nuestra performance como seres deseantes y deseados, nuestra mayor o menor capacidad de seducci¨®n, la habilidad de innovaci¨®n y hasta las proezas gimn¨¢stico-anat¨®micas que somos capaces de llevar a cabo sin accidentes. Pero muy pocos se fijar¨¢n en que otro de los marcadores importantes para conocer sexualmente a cualquiera es fijarse en c¨®mo reacciona ...
Muchos suscribir¨¢n la idea de que a la gente se la conoce realmente en la cama y de que nada describe mejor el yo er¨®tico como la manera de comportarse en el lecho: nuestra performance como seres deseantes y deseados, nuestra mayor o menor capacidad de seducci¨®n, la habilidad de innovaci¨®n y hasta las proezas gimn¨¢stico-anat¨®micas que somos capaces de llevar a cabo sin accidentes. Pero muy pocos se fijar¨¢n en que otro de los marcadores importantes para conocer sexualmente a cualquiera es fijarse en c¨®mo reacciona cuando el sexo es inexistente, cuando llegan el ayuno, las vacas flacas y hasta la hambruna; porque el vac¨ªo est¨¢ siempre lleno de mensajes altamente esclarecedores.
Pepa, de 62 a?os, ha tirado ya la toalla y, aunque le gustar¨ªa tener pareja, en su sistema de creencias hay una verdad absoluta: ¡°Los hombres de mi edad buscan mujeres de cuarenta y tantos¡±, cuenta. Vive, por tanto, resignada a la soledad, que marida con series de Netflix y su ¨²ltimo juguete er¨®tico. Mary y Ruth, 42 y 39 a?os, conviven en paz y harmon¨ªa desde hace cinco a?os, pero sin sexo. Ambas lo han hablado y han llegado a la conclusi¨®n de que, de momento, no tienen ganas, pero todo est¨¢ bien. En esta isla sin deseo, aun cuando a Ruth no le apetece tener relaciones, le gustar¨ªa que Mary tuviera ganas para sentirse deseada. ?scar, de 55 a?os, lleva un par¨®n er¨®tico desde su divorcio. Se masturba, pero cada vez el sentimiento de vac¨ªo y frustraci¨®n es mayor. Siente que es casi imposible encontrar pareja. Siente que est¨¢ perdiendo el ¨²ltimo tren. Siente que sus habilidades para acercarse al objeto de su deseo van muriendo cada d¨ªa.
Los periodos de abstinencia (voluntaria o involuntaria) por los que inevitablemente pasa toda la humanidad suelen ir acompa?ados de variadas dosis de infravaloraci¨®n, como corresponde a un mundo que ha capitalizado la sexualidad. ¡°El sexo es la consecuencia de conductas exitosas¡±, dec¨ªa un coach en seducci¨®n. De lo que se deduce que si no tienes relaciones, es porque eres un fracasado. ¡°Igual que en los a?os setenta se nos vendi¨® que a trav¨¦s de la libertad sexual se llegaba a la libertad social, ahora hemos asumido la idea de que la vida sexual es un reflejo de tu estatus. Es un valor m¨¢s de mercado, que debe cotizar siempre al alza. As¨ª que los espacios de inactividad tienen mala prensa porque son sin¨®nimo de fracaso¡±, explica Guillermo Gonz¨¢lez, m¨¦dico, sex¨®logo, especialista en bio¨¦tica y derecho y vicepresidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa. ¡°De todas formas¡±, puntualiza, ¡°creo que, tras un periodo de mucha sexualizaci¨®n, ahora vamos hacia una ¨¦poca m¨¢s moderada, que busca un t¨¦rmino medio¡±.
Generalmente, la falta de relaciones en una pareja suele provocar sentimientos de culpa (especialmente en el/la que no quiere), mientras que los que no tienen sexo porque no tienen con qui¨¦n tienden a sentirse frustrados, seg¨²n apunta Antoni Bolinches, sex¨®logo y profesor del m¨¢ster en Sexolog¨ªa Cl¨ªnica y Salud Sexual en la Universidad de Barcelona. Bolinches es tambi¨¦n autor de varios libros, como Amor al segundo intento, Sexo sabio o Mis mejores pensamientos, una recopilaci¨®n de reflexiones y aforismos personales, tambi¨¦n sobre la sexualidad. ¡°No sabemos c¨®mo manejar estos periodos de sequ¨ªa porque asociamos cantidad a calidad. Sin embargo, el sexo se ha desvalorizado por exceso, no por defecto¡±. Como recuerda Bolinches, la escritora y arist¨®crata francesa Ninon De Lenclos (1620-1705) ya dec¨ªa: ¡°El amor casi nunca muere de hambre, sino de indigesti¨®n¡±.
La soci¨®loga y sex¨®loga Delfina Mieville afirma que lo primero ser¨ªa saber qu¨¦ entendemos por tener sexo. ¡°Si es coito, si siempre ha de haber orgasmo o eyaculaci¨®n o si nuestro concepto engloba otras muchas cosas. Empezar por los sentidos, por volver al cuerpo y no directamente a los genitales. Por el placer de habitarse, que siempre es sano¡±, explica. Si no se encuentra a la persona indicada para practicarlo, la experta recomienda paciencia: ¡°Mejor no encontrar que encontrar mal¡±. Y, mientras tanto, asegura, es aconsejable aprender de los propios gustos, los l¨ªmites y autoexplorarse. ¡°El vac¨ªo f¨¦rtil es un concepto que se usa en terapia Gestalt pero tambi¨¦n en otras corrientes. El vac¨ªo en s¨ª nos da miedo porque es la transici¨®n entre lo que ya no es y lo que a¨²n est¨¢ por venir. Es soltar una cuerda antes de tener otra. Pero, si ese vac¨ªo se vive con atenci¨®n, y no solo tap¨¢ndolo (contando con que a veces es inc¨®modo y doloroso), puede ser muy fruct¨ªfero. De hecho, en el duelo sacamos y descubrimos cualidades que no ten¨ªamos¡±, sostiene.
Curiosamente, ese vac¨ªo se vuelve m¨¢s insoportable cuando se vive en compa?¨ªa. Tener pareja y no tener sexo, una dicotom¨ªa cada vez m¨¢s frecuente en un mundo en el que los contrarios se llevan cada vez mejor. ¡°Todas las parejas pueden pasar por fases asexuales, pero si se prolongan en el tiempo pueden crear muchas suspicacias¡±, comenta Bolinches. Sobre todo, advierte, porque generalmente esa desgana no afecta a los miembros de la misma manera: ¡°Se acepta que el estr¨¦s laboral, el cuidado de los hijos y dem¨¢s quehaceres de la vida puedan inhibir el deseo o quitar tiempo para otras actividades m¨¢s placenteras, pero las preguntas sin respuesta son las que m¨¢s erosionan la convivencia. Aunque tambi¨¦n es cierto que hay parejas que han cumplido ya su ciclo sexual y otras que pueden prescindir del sexo durante largos periodos, siempre que ambos miembros se encuentren c¨®modos en esa situaci¨®n¡±.
La recomendable serie inglesa Wanderlust, en la que una pareja desmotivada recupera el deseo gracias a la libertad que cada uno del los miembros concede al otro, desgraciadamente, no siempre tiene su equivalencia en la vida real. ¡°Para la mayor¨ªa de las parejas que he tenido en consulta es un problema m¨¢s a a?adir, porque si uno no comulga con esta filosof¨ªa adoptarla en momentos cr¨ªticos no es la mejor idea. De todas formas, m¨¢s que recurrir a la pareja abierta, lo que se suele hacer es apuntarse a juegos de sexualidad liberal. Mi consejo es siempre el mismo: antes de echar a correr hay que aprender a andar¡±, se?ala Bolinches.
Buscar la espontaneidad y el fuego de los primeros encuentros, descartando todo lo que no llegue a este nivel, es otro de los errores de los amantes de largo recorrido. Como subraya Mieville, no hay nada de espont¨¢neo en el sexo, aunque as¨ª lo creamos. ¡°El deseo es una mezcla de tener y no tener, de apego y vac¨ªo. La mayor¨ªa de las parejas no tienen el mismo tipo de deseo, lo que ocurre es que al principio de la relaci¨®n nos preparamos, no arreglamos, fantaseamos, salimos ya cachondos de casa. Pero, con los a?os, tenemos que aceptar el reto de volvernos buenos amantes porque ya no son las hormonas las que hacen todo el trabajo. Amante es el que ama, el que lo hace, el que quiere conocer c¨®mo es el otro o la otra. Es presente continuo y no hay un buen amante universal. Somos el amante de alguien. Y para eso importa que veamos qui¨¦n es el otro, su especificidad, sus cambios y evoluciones¡±.
Un consejo de oro para parejas en periodo de abstinencia es el de no perder nunca la comunicaci¨®n corporal porque es muy dif¨ªcil de recuperar. Se tocar¨¢ antes a un desconocido que a ese que un d¨ªa decidi¨® no volver a tocar tu piel. ¡°Es dif¨ªcil porque el que se siente rechazado renuncia a solicitar atenci¨®n y el m¨¢s desganado aparca los gestos de cari?o para que el otro no los malinterprete. De esta manera, el contacto f¨ªsico va desapareciendo, poco a poco y cuesta mucho retomarlo¡±, comenta Gonz¨¢lez.
El mundo est¨¢ lleno de personas solas que buscan sexo y compa?¨ªa estable. A medida que el tiempo pasa sin encontrar a la persona indicada, la autoestima er¨®tica adelgaza, se vuelve fl¨¢cida y pierde su fuerza. Seductoras y pichas bravas pueden acabar convertidos en adolescentes inseguros, buscando la oportunidad que nunca llega para perder la virginidad. Una amiga de cincuenta y pocos me contaba que ya hab¨ªa echado el candado de ¡°cerrado por jubilaci¨®n¡±. El secreto para no caer en esto es saber vivir el par¨¦ntesis de manera sana y creativa. Seg¨²n Bolinches, ¡°practicar el autoerotismo, sin frustraci¨®n, ya nos sit¨²a dentro de la actividad sexual, aunque sea con uno mismo. Pero, adem¨¢s, hay que buscar placeres sustitutorios, un ocio gratificante y practicar la sublimaci¨®n creativa, dirigiendo la energ¨ªa sexual al mundo de la creatividad, con el que tiene tanto que ver¡±.
Las relaciones salen de las ocasiones, y las ocasiones de las situaciones. No hay, por tanto, que encerrarse, sino a?adir dinamismo a la vida. Tampoco est¨¢ de m¨¢s, en opini¨®n de Gonz¨¢lez, aprender algunas herramientas relacionales. Y, como recomienda el experto, ¡°si no tienes a nadie con quien tener relaciones, recr¨¦ate con tus fantas¨ªas, escribe tus vivencias y hazte con un buen abrigo para pasar el invierno, sabiendo que la primavera llega cada a?o¡±.