Carmelita, Amparo o Paca: Los exitosos bolsos sostenibles fabricados en M¨¢laga
Las colecciones de Labienhecha convencen al mercado nacional e internacional mientras la marca, con un equipo ¨ªntegro de mujeres, cumple cinco a?os llenos de ¨¦xitos y fracasos
El 21 de enero de 2022, la malague?a Irene Hern¨¢ndez sub¨ªa un v¨ªdeo a las redes sociales. Lo hac¨ªa triste. ¡°S¨ª, paramos¡±, dec¨ªa rodeada de su equipo, para anunciar que deten¨ªan su producci¨®n de bolsos de cuero reciclado. Tras tres duros a?os, parec¨ªa que llegaba el final. ¡°Para nosotras esto no es una derrota¡±, a?ad¨ªa Hern¨¢ndez, que hoy recuerda aquella ¨¦poca con los vellos de punta. Entonces apenas pod¨ªa levantarse de la cama, no ten¨ªa fuerzas para nada, perdi¨® la confianza en s¨ª misma. Llevaba tres a?os recibiendo golpes mientras intentaba consolidar su empresa y no pudo m¨¢s. Entre deudas, a punto estuvo de quedarse en la lona. Su clientela la levant¨®: acab¨® con el stock y despu¨¦s arras¨® con una edici¨®n limitada. ¡°Salvaron la marca y tambi¨¦n a m¨ª¡±, recuerda. Desde entonces, Labienhecha ha crecido hasta tener tres tiendas ¡ªM¨¢laga, Madrid y Barcelona¡ª y presencia en un centenar de establecimientos por toda Europa. En plena fase de expansi¨®n, la empresaria no deja de so?ar: ¡°Me encantar¨ªa ser la marca nacional referente en sostenibilidad¡±, asegura.
Las instalaciones de Labienhecha se ubican en un pol¨ªgono industrial a las afueras de M¨¢laga. Arriba est¨¢n las oficinas. En la planta baja existe un espacio di¨¢fano donde trabajan una decena de mujeres. Hay m¨¢quinas extra?as, botes de pintura, se escuchan golpes y a veces parece una carpinter¨ªa. El buen ambiente se palpa y la filosof¨ªa de la marca se entiende de apenas un vistazo. Todos los proveedores son nacionales ¡ªmuchos son locales y otros de Ubrique, Alicante o Valencia¡ª y los materiales son reciclados. Ocurre con el cuero vacuno, pero tambi¨¦n el algod¨®n o el poli¨¦ster. La compa?¨ªa se basa en la sostenibilidad y la fabricaci¨®n propia: todo se hace entre las cuatro paredes del taller, de donde salen unos 2.000 bolsos al mes que llegan a toda Europa y rondan un precio de 120 euros. Todos tienen nombre de mujer ¡ªPaca, Carmelita, Amparito, Marcelina, Juana, entre muchos m¨¢s¡ª y forman colecciones que mantienen una l¨ªnea sencilla, geom¨¦trica y minimalista. Tienen cortes limpios, buenos acabados y una extensa gama de colores vibrantes. Tambi¨¦n elaboran cinturones y cordones. Y como aqu¨ª no se desecha nada, con los restos crean pendientes.
Hace solo cinco a?os que esta marca nac¨ªa en un peque?o local comercial del barrio de El Palo, al este de la capital malague?a. Hern¨¢ndez hab¨ªa impulsado en 2018 una marca ¡ªOA¡ª que no acab¨® de arrancar y decidi¨® dar continuidad a su equipo y sus instalaciones con Labienhecha. La idea era dar servicio a otras marcas y mostrar las posibilidades del cuero reciclado. Tampoco funcion¨®. Con el ¨¢nimo bajo, un amigo le aconsej¨® acudir con sus bolsos a un mercado artesanal en Muelle Uno, en el Puerto de M¨¢laga. ¡°Me daba verg¨¹enza ense?ar el producto, defenderlo ante la gente¡±, recuerda Hern¨¢ndez. Aquel d¨ªa le cambi¨® la vida: no hab¨ªa sacado a¨²n toda la producci¨®n cuando la clientela se arremolin¨® alrededor de su puesto. Vendi¨® todo lo que llevaba. Al contar la recaudaci¨®n, lloraba. ¡°Era la primera confirmaci¨®n de que lo que est¨¢bamos haciendo ten¨ªa sentido¡±, rememora.
Los siguientes meses se multiplic¨® para participar en mercados por toda Espa?a: Sotogrande, Barcelona, Madrid, Granada. Dorm¨ªa en el coche, viajaba de manera constante, su equipo creci¨® de cuatro a once personas. La producci¨®n aument¨®. Luego se dejaron la vida y los ahorros en abrir una tienda en el centro de M¨¢laga. Abrieron la persiana en enero de 2020, la cerraron seis semanas despu¨¦s. La pandemia volvi¨® a cambiarlo todo. ¡°Fue un fracaso importante, un golpe muy fuerte¡±, relata Hern¨¢ndez. Sin demasiado ¨¢nimo, durante el confinamiento, decidi¨® lanzar una iniciativa: hacer descuentos pero enviar los productos solo cuando la crisis sanitaria lo permitiese. Llegaron miles de pedidos, que se sumaron a los que solicitaron las Galer¨ªas Lafayette desde Francia para 15 de sus tiendas. Estaban salvadas y se mudaron a una nave en el pol¨ªgono. Cuando ve¨ªan su producci¨®n subir, en pal¨¦s, a un tr¨¢iler, alguien pinch¨® We are the champions, de Queen. ¡°Todas llor¨¢bamos porque lo hab¨ªamos conseguido¡±, cuenta la malague?a. Una singular campa?a para el Black Friday, sin descuentos, redonde¨® el a?o. Todo iba viento en popa.
El ¨¦xito, sin embargo, volvi¨® a durar poco. ¡°Pagamos la novatada: los costes online son muchos y no consegu¨ªamos la rentabilidad¡±, subraya Hern¨¢ndez. En 2021 hubo que devolver pr¨¦stamos ICO, asumir nuevos gastos y un desastroso Black Friday acab¨® por hundir el a?o. ¡°Se me estaba yendo todo de las manos. No sab¨ªa de n¨²meros, balances, impuestos, bancos. La hostia fue guapa y entr¨¦ en una depresi¨®n grande¡±, a?ade la emprendedora. Llegaron los d¨ªas donde levantarse de la c¨¢mara era toda una odisea, la confianza, una quimera y solo acudir al taller para hablar con su equipo, un reto imposible. Entonces lanz¨® aquel v¨ªdeo sin avisar ni a su madre. El equipo par¨® al completo casi dos meses. Su clientela las salv¨®.
Nuevas aperturas en Espa?a y Europa
Aquel fue el punto de inflexi¨®n. Hern¨¢ndez comenz¨® a formarse en n¨²meros, a rodearse de un equipo de asesor¨ªa y consultor¨ªa y busc¨® socios entre su entorno m¨¢s cercano. Analizaron por qu¨¦ un producto que gustaba y se vend¨ªa no era rentable. Tomaron decisiones duras como subir los precios un 30% y ni lo notaron: en mayo de 2022 una edici¨®n limitada vol¨®. El proyecto cogi¨® carrerilla. En septiembre volvieron a tener tienda en M¨¢laga y el a?o siguiente fue el de la confirmaci¨®n: aperturas en Madrid y Barcelona, m¨¢s expansi¨®n internacional y campa?as exitosas. No le han hecho falta ni las grandes influencers. ¡°No nos sentimos muy identificadas con ellas. S¨ª que hemos trabajado con microinfluencers que muestran un estilo de vida m¨¢s sostenible. Ellas son ya de la familia¡±, se?ala.
Labienhecha est¨¢ formada ahora por 34 mujeres ¡ª¡±no cerramos la puerta a los hombres y, de hecho, ha habido en el equipo, pero las cosas se han dado as¨ª¡±¡ª y la empresa est¨¢ ultimando una ampliaci¨®n de capital, de nuevo con personas de confianza. Buscan libertad financiera con la que afrontar una ¡°expansi¨®n controlada¡±. Conf¨ªan en abrir pronto en Sevilla, Valencia y Bilbao, para despu¨¦s dar el salto a Europa ¡ªdonde tienen ya un centenar de puntos de venta¡ª con tienda propia en Berl¨ªn.
No es casualidad. ¡°Los pa¨ªses n¨®rdicos, Holanda, B¨¦lgica o Alemania valoran mucho nuestros productos. La mayor parte de las ventas siempre ha estado all¨ª, aunque ahora se ha equilibrado: 50% en Espa?a y 50% fuera¡±, explica Hern¨¢ndez, que quiere so?ar a lo grande con los pies en el suelo. Los muchos golpes recibidos como emprendedora en apenas un lustro le sujetan. ¡°Me gustar¨ªa entrar en el textil tanto en ropa como calzado. Y me encantar¨ªa revolucionar el mercado, ser la marca sostenible de referencia en Espa?a¡±, certifica quien piensa ya incluso en una fundaci¨®n que impulse talleres en pa¨ªses como India para que sean modelo de buenas condiciones laborales para los trabajadores. Mientras tanto, eso s¨ª, disfruta del camino sin olvidar los malos momentos. ¡°Conseguir que una marca made in Spain sea rentable es muy jodido¡±, concluye.
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