Personas adictas al drama: c¨®mo convivir con quienes exageran constantemente sus problemas
Una persona que sobredimensiona lo negativo de las cosas por sistema puede desarrollar problemas que limiten su vida y compliquen la de los dem¨¢s. No invalidar sus sentimientos y ayudarle a buscar explicaciones alternativas son dos formas de lidiar con esa actitud
Una pregunta inocente como ¡°?Qu¨¦ tal est¨¢s?¡± puede ser interpretada por algunas personas como la ocasi¨®n perfecta para volcar, sobre el que la formula, todas las desdichas del momento. El desahogo puede ser sincero, pero el problema viene cuando con ¨¦l se incurre en sobredimensionar los problemas reales. Hay etapas vitales en las que las personas se enfrentan a situaciones complicadas, de una dureza extrema, y en esos momentos no hay teatralizaci¨®n posible. Sin embargo, cuando se habla de personas adictas al drama se est¨¢ se?alando a aquellas que hacen una monta?a de un grano de arena. Aquellas para las que cualquier inconveniente cotidiano pasa a convertirse en una enorme piedra en el camino porque, de alguna manera, han aprendido a acaparar la atenci¨®n a trav¨¦s de maximizar sus problemas ante los dem¨¢s.
Esta exageraci¨®n es un recurso muy televisivo y, de hecho, es una buena manera de generar tensi¨®n narrativa a la hora de escribir un guion enfatizando sobre los inconvenientes cotidianos que se generan entre los personajes de una serie de g¨¦nero dram¨¢tico, pero tambi¨¦n en comedias si lo que se busca con ello es darles un enfoque humor¨ªstico. Llevarse ese tipo de reacciones desmesuradas a la vida real tambi¨¦n es algo que se ve frecuentemente en las redes sociales, en las que determinados influencers han popularizado el fen¨®meno de contar sus peque?os problemas a la c¨¢mara mientras lloran o reaccionan exageradamente para sus seguidores. Ellos defienden que, de esa manera, est¨¢n naturalizando las reacciones que no se suelen mostrar p¨²blicamente, aunque los espectadores que los siguen tengan verdaderas dudas de si esa naturalidad es real o impostada. En internet, todo es posible.
Ahora bien, esta actitud pesimista y excesivamente dram¨¢tica no es algo exclusivo de este tiempo. Todo el mundo sabr¨ªa identificar cu¨¢les son las personas de su c¨ªrculo m¨¢s cercano que conf¨ªan en agarrarse a cualquier drama con el objetivo de anclar al oyente a su relato. No es un comportamiento que siempre se haga de manera consciente, pero lo cierto es que funciona a la perfecci¨®n para generar inter¨¦s sobre la persona que est¨¢ escuchando, como ocurre en la ficci¨®n. El problema de vivir recre¨¢ndose constantemente en el drama es que uno acaba siendo considerado por los que le rodean como alguien que se ahoga en un vaso de agua, al que cualquier problema le supera y que no sabe canalizar bien sus emociones. Ay qu¨¦ bien tan mal, canci¨®n popularizada por el grupo Ojete Calor en 2017, habla precisamente de este tipo de individuos que, parafraseando a la banda pop: explotan sus problemas para dar que hablar.
Psicol¨®gicamente, este fen¨®meno tiene una explicaci¨®n. Seg¨²n Laura Bezos Salda?a, psic¨®loga cl¨ªnica especialista en trauma, el pesimismo o la dramatizaci¨®n excesiva de la realidad es una tendencia, no una patolog¨ªa ni un problema en s¨ª mismo. ¡°De hecho, cada uno es como es y no es deseable que todos seamos iguales. En seg¨²n qu¨¦ situaciones, una dosis de pesimismo funcional puede fomentar el pensamiento cr¨ªtico, es decir, afrontar la verdad aunque esta sea desagradable. Sin embargo, las personas que presentan una actitud negativa de forma generalizada y r¨ªgida pueden desarrollar un problema psicol¨®gico que les limite en su d¨ªa a d¨ªa¡±, asegura. En general, se tiende a pensar que este tipo de personas que miran todo desde el punto de vista negativo fuerzan la dramatizaci¨®n hasta de lo m¨¢s irrelevante. En este sentido, la especialista del centro de salud mental privado Mente a mente: ¡°Igual que existen personas con una visi¨®n positiva de la vida, hay otras que hacen interpretaciones negativas de lo que ocurre y va a ocurrir¡±. No es que se sientan m¨¢s c¨®modas recre¨¢ndose en lo negativo, dice Bezos, es que han aprendido a juzgar la realidad desde ese prisma que, de alguna forma, les ha servido para estar en el mundo, aunque les genere sufrimiento.
Hay personas que no responden a este patr¨®n, sino que su pesimismo cr¨®nico radica en que est¨¢n atravesando un momento de trastorno en el estado de ¨¢nimo ¨Dpadecen depresi¨®n, por ejemplo¨D que est¨¢ haciendo que se acent¨²e su an¨¢lisis negativo y constante del presente. Pero excluyendo estos casos, es evidente que existen personas que ven el vaso medio lleno y otras que lo ven medio vac¨ªo de manera natural. Cabe preguntarse entonces qu¨¦ factores son los que predisponen a ser de una manera o de otra. ¡°La predisposici¨®n a quedarse siempre con la visi¨®n negativa de la realidad es el resultado, por un lado, de una serie de creencias que nos vamos formando a lo largo de nuestra vida sobre c¨®mo somos nosotros (poca percepci¨®n de autoeficacia), c¨®mo vemos a los dem¨¢s y c¨®mo vemos la vida y el futuro (siempre desesperanzador)¡±, considera la psic¨®loga sanitaria Rosa Prieto Miguel. Por otro lado, la especialista explica que el pesimismo excesivo es una consecuencia de lo que en terapia cognitivo-conductual se conoce como distorsiones cognitivas. ¡°Este constructo hace referencia a unos errores a la hora de procesar la informaci¨®n. Las personas pesimistas tienen dos distorsiones por excelencia: la adivinaci¨®n de un futuro que siempre ser¨¢ desfavorable para el sujeto y la abstracci¨®n selectiva hacia lo negativo, es decir, definir toda una experiencia por un detalle negativo, ignorando hechos m¨¢s importantes de esa situaci¨®n¡±, apunta.
Esta condici¨®n de persona dram¨¢tica contrasta mucho con el positivismo t¨®xico que prolifera en la sociedad con frases como ¡°todo saldr¨¢ bien¡± o ¡°si est¨¢s mal es porque quieres¡±. Actitudes que tampoco son realistas ni eficaces a la hora de afrontar la realidad. Para la persona que tiene tendencia al an¨¢lisis pesimista de su situaci¨®n, no hacen m¨¢s que empeorar su negativismo perpetuo al hacerla sentir culpable de su malestar. Aprender a convivir con este tipo de personas adictas al drama pasa por intentar empatizar con ellas e intentar contribuir a quitar hierro a lo que les sucede. Seg¨²n Prieto, es importante no invalidar sus emociones porque estas personas pueden verse constantemente reprendidas por el resto cuando hablan de lo que est¨¢n pensando o sintiendo. ¡°Podemos ayudarlas a tratar de buscar otras explicaciones alternativas para esos pensamientos negativos¡±, propone la psic¨®loga.
Si alguien est¨¢ preocupado o disgustado porque un amigo qued¨® en llamar a una hora determinada y no lo ha hecho pasadas dos horas de la cita, por ejemplo, podemos hacerle ver que eso no significa que est¨¦ pasando de ¨¦l o que le haya pasado algo, sino que puede estar liado, sin bater¨ªa o haber tenido un despiste. Si, aun as¨ª, esa visi¨®n negativa de todo lo que acontece genera un problema de convivencia que est¨¢ afectando al entorno m¨¢s pr¨®ximo, cabe la posibilidad de protegerse ante esa actitud que, como ocurre con los vampiros energ¨¦ticos, se contagia. Poner l¨ªmites a sus dramas, delimitar los tiempos y espacios, e invitar a acudir a terapia en casos extremos, podr¨ªan ser buenas alternativas para solucionar estos conflictos.
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