El desfile de Victoria¡¯s Secret vuelve sin ¡®¨¢ngeles¡¯ tras cuatro a?os de par¨®n

Los ¨¢ngeles de Victoria¡¯s Secret volver¨¢n a desplegar sus alas. La marca de lencer¨ªa y ropa ¨ªntima aspira a recuperar su ic¨®nico desfile anual, pero renovado y adaptado a los nuevos tiempos, despu¨¦s de cuatro a?os de par¨®n. As¨ª lo ha confirmado el director financiero de la marca, Timothy Johnson, durante la presentaci¨®n del ejercicio de 2022 el pasado viernes 3 de marzo, el primero de la compa?¨ªa en solitario tras su escisi¨®n del grupo L Brands: ¡°Seguiremos apoy¨¢ndonos en el gasto en herramientas de marketing para invertir en el negocio, como en la nueva versi¨®n de nuestro desfile de moda¡±, afirm¨® Johnson. Desde Victoria¡¯s Secret han comunicado que su nueva ¡°proyecci¨®n de marca¡± les llevar¨¢ a ¡°nuevos espacios¡± con un objetivo claro: ¡°Reclamar una de nuestras mejores herramientas de marketing y entretenimiento hasta la fecha¡± y ¡°darle una vuelta y reflejar qui¨¦nes somos hoy¡±. Por el momento no hay fecha para ese regreso, aunque ser¨¢ a finales de a?o.

Victoria¡¯s Secret ha cerrado 2022 a la baja, con una ca¨ªda del 6,5% en sus ventas y de nada menos que el 46,1% en sus beneficios. ¡°Terminamos el a?o, el primer ejercicio completo como una empresa independiente y cotizada, con una reducci¨®n a doble d¨ªgito en nuestro nivel de inventario, y entramos en 2023 de manera prudente¡±, ha expresado el consejero delegado de la marca, Martin Waters. La empresa factur¨® 6.344,3 millones de d¨®lares (unos 5.966 millones de euros al cambio actual) en 2022, mientras que su beneficio se ha situado en 348,1 millones de d¨®lares (unos 327 millones de euros), casi la mitad de lo que gan¨® en 2021.

¡°La sociedad ha cambiado. Victoria¡¯s Secret no¡±, titul¨® el medio estadounidense especializado en moda Business of Fashion en el a?o 2018, cuando tuvo lugar el ¨²ltimo desfile de la marca, resumiendo as¨ª la ra¨ªz de un problema que afectaba a los beneficios de la compa?¨ªa y especialmente al modo en el que sus potenciales clientas la percib¨ªan. Sus ventas llevaban cayendo desde el a?o 2016 y tambi¨¦n lo hac¨ªa su cuota de mercado, que escog¨ªa a otras firmas de la competencia que mostraban una imagen y una filosof¨ªa m¨¢s coherente con los tiempos, como la firma de lencer¨ªa de Rihanna, Savage X Fenty. Los desfiles, protagonizados por supermodelos escult¨®ricas con rostros y medidas perfectas, como Gisele B¨¹ndchen, Alessandra Ambrosio, Rosie Huntington-Whiteley, Miranda Kerr, Karlie Kloss o Bella Hadid, no casaban bien con el cambio de paradigma que produjo la llegada del MeToo, al continuar perpetuando una idea de feminidad atravesada por la mirada y el deseo masculino, donde conceptos en auge para las compradoras m¨¢s j¨®venes, como la diversidad y la inclusi¨®n, brillaban por su ausencia.

En 2019, tras meses de especulaciones, la empresa anunci¨® el fin de sus desfiles, que se llevaban celebrando 23 a?os, y estaban considerados ¡°la Super Bowl de la moda¡±, y en los que sol¨ªa haber actuaciones de cantantes de primera fila como Lady Gaga, Bruno Mars, The Weeknd, Taylor Swift o Beyonc¨¦. ¡°La moda es un negocio de cambio¡±, expresaron entonces a trav¨¦s de un comunicado. ¡°Debemos evolucionar y cambiar para crecer. Con esto en mente, hemos decidido repensar el tradicional desfile de Victoria¡¯s Secret. En 2019 y de aqu¨ª en adelante, nos centraremos en el desarrollo de contenido emocionante y din¨¢mico y en un nuevo tipo de evento, que se difundir¨¢ entre nuestros clientes en otras plataformas pegadas a la actualidad¡±.

2018 hab¨ªa sido su annus horribilis. El show de Victoria¡¯s Secret de 2018 fue el menos visto de la historia, con solo 3,3 millones de espectadores, desde que comenzase a retransmitirse por televisi¨®n en el a?o 2001. Las ventas de la firma continuaban en descenso (en 2018 perdi¨® un 50% de su valor). Ese mismo a?o, el director de marketing de L Brands, Edward G. Razek, encargado de desarrollar, entre otras cosas, el desfile anual y el inventor del concepto de ¨¢ngel, concedi¨® una entrevista a la edici¨®n estadounidense de la revista Vogue donde asegur¨® que su espect¨¢culo nunca incluir¨ªa a una mujer transg¨¦nero. Tambi¨¦n insisti¨® en que el p¨²blico ¡°no tiene inter¨¦s¡± en la inclusi¨®n de modelos de talla grande. Aunque m¨¢s adelante pidi¨® disculpas, su mirada trasnochada sobre el cuerpo femenino ya hab¨ªa pasado factura a la marca. Razek dimiti¨® al a?o siguiente, en 2019, precisamente cuando una de sus ex¨¢ngeles, la modelo Bella Hadid, desfil¨® para Savage X Fenty y afirm¨® que ¡°nunca¡± se hab¨ªa sentido ¡°tan sexy¡± que desfilando para la firma comandada por Rihanna. ?El motivo? En Victoria¡¯s Secret, Razek indicaba a las modelos qu¨¦ posturas y actitudes adoptar al recorrer la pasarela, mientras que la cantante simplemente ped¨ªa a las suyas que hicieran aquello que les ayudara a sentirse sexis.

Esta sutil diferencia cambiaba el enfoque de los desfiles de lencer¨ªa, permitiendo a sus protagonistas ser algo m¨¢s que objetos de deseo, y convertirse en sujetos activos sobre la pasarela. No era el ¨²nico ¨¢ngel que se revelaba: Adriana Lima colg¨® sus alas en 2018 y no volvi¨® a desfilar con Victoria¡¯s Secret, asegurando que estaba harta de la dictadura de la perfecci¨®n y de las presiones sobre su f¨ªsico: ¡°No volver¨¦ a quitarme la ropa por una causa vac¨ªa¡±, declar¨®. Por su parte, Gisele B¨¹ndchen, que firm¨® su contrato con la marca a sus 19 a?os, confes¨® en una autobiograf¨ªa que despu¨¦s de a?os desfilando en ropa interior empez¨® a sentirse inc¨®moda. ¡°Me sent¨ªa cada vez menos relajada cuando me fotografiaban caminando por la pasarela con solo un biquini o un tanga¡±, cont¨® la modelo brasile?a en el mismo libro en el que afirmaba haber sufrido ataques de p¨¢nico y tener pensamientos suicidas durante uno de los periodos m¨¢s exitosos de su carrera.

Pese a los esfuerzos de la marca (en 2019 ficharon a Ali Tate Cutler, la primera maniqu¨ª curvy que trabaja para Victoria¡¯s Secret y tambi¨¦n a Valentina Sampaio y May Sim¨®n Lifschtiz, sus primeras modelos trans), su imagen no consegu¨ªa recuperarse. En el a?o 2020, The New York Times public¨® una extensa investigaci¨®n titulada ¡®Angeles¡¯ en el infierno: la cultura de la misoginia dentro de Victoria¡¯s Secret, en la que m¨¢s de 30 ejecutivos, empleados, contratistas y modelos denunciaron las pr¨¢cticas de la empresa, donde el acoso, la misoginia y el comportamiento machista de sus directivos estaba a la orden del d¨ªa. Aquel reportaje ser¨ªa la puntilla final para la credibilidad y popularidad de la firma de lencer¨ªa. Ese mismo a?o, L Brands vendi¨® la marca al fondo Sycamore Partners por algo m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares (953 millones de euros), en un ¨²ltimo movimiento por salvar la firma ante su deriva.

La nueva Victoria¡¯s Secret quiere desvincularse de la vieja Victoria¡¯s Secret y empezar de nuevo. Quiz¨¢s un detalle de por d¨®nde ir¨¢n los tiros est¨¢ en el propio lenguaje escogido por la marca: Victoria¡¯s Secret anunci¨® que sus famosos ¨¢ngeles ya no ser¨ªan llamados ¨¢ngeles. En el pr¨®ximo desfile, quiz¨¢s, se empiece a ver mayor realismo. A fin de cuentas, parece que quieren bajar a sus ¨¢ngeles a tierra.