La semana de la moda masculina de Mil¨¢n entierra la ropa deportiva y reinventa la elegancia
La primera colecci¨®n para hombre de Sabato De Sarno en Gucci abre la pasarela milanesa con las tendencias para el pr¨®ximo oto?o, en las que el lujo y la precisi¨®n escalan posiciones y los abrigos y zapatos se convierten en protagonistas
Un espejo. La primera colecci¨®n para hombre de Gucci firmada por su nuevo director creativo, Sabato De Sarno, ha presentado en la pasarela de Mil¨¢n un planteamiento sim¨¦trico al de la femenina que desfil¨® el pasado mes de septiembre. El t¨ªtulo era el mismo, Ancora (todav¨ªa, en italiano), el color emblem¨¢tico tambi¨¦n ¡ªun granate intenso, inconfundible especialmente cuando va lacado¡ª y varios de los dise?os remit¨ªan a piezas concretas para mujer. De Sarno se ha propuesto un regreso a los or¨ªgenes plenamente autorreferencial, que bebe de los iconos de la casa italiana, como el bolso Jackie, y que se explaya en gabardinas generosas con largas aberturas traseras, pantalones entallados que se ci?en a la rodilla y numerosos trajes de proporciones exactas y texturas lisas. Hay un modelo estrella de zapato: un mocas¨ªn cuya voluminosa suela, con una placa met¨¢lica en la parte delantera, remite a los creepers, los zapatos de posguerra que sedujeron a las subculturas de finales del siglo XX.
Gucci inaugur¨® el viernes 12 de enero la semana de la moda de hombre de Mil¨¢n y, a su manera, estableci¨® el tono para entender las principales tendencias del pr¨®ximo oto?o-invierno. La primera es un regreso a lo formal en los dos sentidos de la palabra: como elegancia y como forma de entender las colecciones. Las de la pr¨®xima temporada ser¨¢n colecciones con relatos sucintos y escasa fantas¨ªa, pero donde el lujo y la precisi¨®n escalan posiciones.
Dolce&Gabbana, por ejemplo, prosigue su indagaci¨®n del color negro y de la sastrer¨ªa. Antes del desfile del s¨¢bado, Domenico Dolce y Stefano Gabbana explicaban que las nuevas generaciones que acuden a sus tiendas o visten sus prendas en la alfombra roja est¨¢n cada vez m¨¢s apegadas a la sastrer¨ªa. ¡°Todos quieren traje, ninguno quiere ropa deportiva¡±, comentaba Gabbana. ¡°Defendemos una elegancia verdadera, la de la sastrer¨ªa aristocr¨¢tica, el esmoquin¡±, apuntaba Dolce. Sin embargo, su elegancia est¨¢ m¨¢s cerca de la sensualidad que de la r¨ªgida etiqueta: en la colecci¨®n no hay corbatas, solo lazos anudados a mano, y el modelo que abri¨® el desfile no llevaba camisa, sino una blusa de raso negro. Entre el p¨²blico, una presencia poco habitual: el magnate Jeff Bezos y su pareja, Lauren Sanchez, que acudieron para presenciar la participaci¨®n del hijo de Sanchez, Nikko Gonzalez, como modelo sobre la pasarela.
Los tiempos cambian, pero el espect¨¢culo de la moda mantiene intacto su poder de seducci¨®n. El desfile mixto de Dsquared2 mostr¨® m¨¢s trajes y vestidos de noche de lo habitual, pero entremezclados con su explosiva mezcla de ropa deportiva, t¨¦cnica e interior, y con un final apote¨®sico, con la transformaci¨®n drag de uno de los gemelos Caten. Fue uno de los pocos instantes de exceso de una temporada marcada por una cierta contenci¨®n.
Contar las veces que el sector de la moda ha proclamado el retorno de la elegancia en las ¨²ltimas d¨¦cadas ilustra la fuerza de este t¨®pico que no por recurrente es menos cierto. En Prada vuelven la corbata y el traje. Eso s¨ª, con una visi¨®n de la indumentaria formal casi fetichista, en un desfile ambientado como una oficina de los a?os noventa del pasado siglo cuyo suelo transparente permit¨ªa ver un jard¨ªn subterr¨¢neo. Miuccia Prada y Raf Simons han trasladado su fascinaci¨®n por los uniformes al mundo corporativo e introducido gorros inspirados en los modelos de nataci¨®n y casacas marineras. Una tendencia m¨¢s: sin rastro de sneakers, el zapato de vestir se vuelve plano, con una suela fin¨ªsima, casi inexistente.
Lo marinero ha presidido tambi¨¦n los dos desfiles de Armani. En Emporio Armani los modelos desfilaban ante un faro. En Giorgio Armani, la l¨ªnea m¨¢s lujosa y formal, sobre el propio ojo del creador, imbatible en su papel de reformulador del armario contempor¨¢neo. Despu¨¦s del desfile, el dise?ador milan¨¦s explicaba que, en su visi¨®n, la moda como objeto de deseo no tiene cabida en el imaginario masculino, m¨¢s centrado en lo pr¨¢ctico, lo atemporal y lo c¨®modo. Sus chaquetas de terciopelo, sus estampados geom¨¦tricos y sus abrigos blandos, con toques iridiscentes, demuestran que hay muchas formas de entender lo pr¨¢ctico, algunas de ellas incluso hedonistas, aunque lleven corbata.
En Fendi, Silvia Venturini Fendi prosigue su indagaci¨®n en tejidos, cortes y acabados procedentes del armario femenino. Su colecci¨®n ha sido una de las m¨¢s ricas e imaginativas, llena de siluetas innovadoras y materiales interesantes. Tras el ¨¦xito de sus chaquetas de borreguito estampadas, el invierno que viene trae un fin¨ªsimo cuero plisado que parece seda, y faldas-pantal¨®n tableadas que combinan con cazadoras y la sastrer¨ªa, botas altas y pr¨¦stamos del armario de trabajo.
Tambi¨¦n en Zegna Alessandro Sartori sigue avanzando por un camino propio sin dejar de prestar atenci¨®n a los alrededores. Hace a?os que el director creativo decidi¨® dar un vuelco y centrarse en las prendas amables y f¨¢ciles de superponer, cuyo lujo reside en un uso exquisito de las fibras de cachemir que produce la propia empresa. Este a?o, su incursi¨®n en la sastrer¨ªa cl¨¢sica no trae nostalgia ni marcha atr¨¢s, sino la reinvenci¨®n de emblemas como la chaqueta loden y el redise?o de piezas aparentemente ortodoxas: tal y como explicaba Sartori antes del desfile, los bolsillos de los abrigos son bajos, para facilitar el gesto de meter las manos en ellos, y las solapas de las americanas se pueden desabrochar para convertirlas en capas intermedias.
Mil¨¢n no son solo los gigantes del made in Italy. Jonathan Anderson desfila con su marca hom¨®nima, JW Anderson, en la ciudad lombarda, y siempre deja un pu?ado de escenas memorables. Por ejemplo, largas t¨²nicas de punto con motivos gr¨¢ficos tricotados o mocasines con borlas destalonados, a modo de zuecos. Sus estampados han brillado en una semana parca en motivos gr¨¢ficos. Hay excepciones, como MSGM, que ha desarrollado un estampado digital con la colaboraci¨®n de Google.
En toda temporada de invierno, las prendas de abrigo mandan. De ah¨ª la presencia de Stone Island, experta en producir lujosos plum¨ªferos, y K-Way, c¨¦lebre por sus coloridos abrigos acolchados. Puede que la semana de la moda masculina de Mil¨¢n haya sido parca en relatos ¡ªla actualidad internacional, geopol¨ªtica y medioambiental no favorece la euforia ni la fantas¨ªa¡ª, pero ha demostrado su capacidad de generar productos memorables, el signo de unos tiempos m¨¢s literales que literarios.
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