Pistas para disfrutar en Extremadura de d¨ªa¡ y de noche
Un ¡®ba?o¡¯ de estrellas bajo el cielo de Monfrag¨¹e, o zambullirse en aguas radiactivas que mitigan el estr¨¦s. Propuestas que invitan a disfrutar de la naturaleza de norte a sur de la regi¨®n
Con la primavera reci¨¦n estrenada, llega el momento de lanzarse a conocer algunos de los tesoros naturales que aguardan en Extremadura, bien de d¨ªa o bien de noche; bien a cielo abierto, bien descendiendo a las entra?as de la tierra. Desde un ba?o en aguas curativas que mitigan el estr¨¦s y la ansiedad hasta roquedos que cuentan c¨®mo se form¨® nuestro planeta; la magia del firmamento nocturno cuando nada perturba su contemplaci¨®n, o una vieja mina donde la ausencia del hombre propici¨® la aparici¨®n de un ecosistema natural.
Juno ya lo sab¨ªa
Un agradecimiento a la diosa romana inscrito en un ara de m¨¢rmol es la prueba m¨¢s antigua de que las aguas del Balneario de Alange (Badajoz) son realmente curativas. La dedicatoria, atribuida a la familia del magistrado Licinio Sereniano en gratitud por la sanaci¨®n de su hija, Varinia Serena, hace creer que el centro ya exist¨ªa entre ¡°finales del siglo II y principios del siglo III¡±, afirma Rosario Lavado, una de sus responsables. De aquella ¨¦poca se conservan dos termas circulares rematadas con techos abovedados. ¡°El vaso y los nichos se conservan como en la Antig¨¹edad. Se ha perdido parte del mosaico del fondo y el m¨¢rmol que recubr¨ªa las paredes, pero la estructura se conserva intacta¡±, explica Lavado. Tambi¨¦n la oportunidad de tomar un ba?o tan hist¨®rico como terap¨¦utico.
Esa es la propuesta del programa termal de Extremadura, que hila una ruta por seis balnearios de alto valor patrimonial y aguas reparadoras de norte a sur de la regi¨®n: desde los Ba?os de Montemayor, que conservan otra terma romana en el cacere?o valle de Ambroz, hasta El Raposo, al sur de Badajoz. Entre ellos, el Balneario de Alange, integrado en el conjunto arqueol¨®gico de M¨¦rida y patrimonio mundial, resulta especialmente singular.
Aunque estas aguas siempre fueron aprovechadas, tambi¨¦n durante la ocupaci¨®n musulmana de la Pen¨ªnsula (Alange significa agua de Al¨¢), la recuperaci¨®n de las termas romanas se inicia a finales del siglo XVIII, por iniciativa de Mateo Antonio Vacas Vargas, quien reconstruye estructuras y conducciones originales. A mediados del XIX se ampl¨ªan las instalaciones con ba?eras de m¨¢rmol, jardines y piscinas sobre el manantial, donde radica el secreto curativo de Alange.
De ¨¦l brotan aguas mineromedicinales de origen magm¨¢tico que permiten tratar afecciones del aparato locomotor (artrosis, artritis y reuma) y del sistema respiratorio (asma, bronquitis y alergias). Pero ¡°las aguas del Balneario de Alange son realmente ¨²nicas porque son beneficiosas para el sistema nervioso central¡±, explica Rosario Lavado, gracias a su car¨¢cter radiactivo. La presencia de gas rad¨®n en su composici¨®n, en una proporci¨®n ¨®ptima, hace que act¨²en beneficiosamente en ¡°enfermedades como la depresi¨®n, estr¨¦s, insomnio, ansiedad¡±, enumera Lavado. Algo que ha provocado un cambio en el perfil de los visitantes durante la ¨²ltima d¨¦cada. ¡°Se tiene la idea de que los balnearios son sitios para gente mayor, pero es un mito. Aqu¨ª recibimos muchas personas j¨®venes que por su modo de vida, por el nivel de estr¨¦s, vienen un fin de semana a desconectar o, cuando tienen vacaciones, para una cura termal¡±.
Viaje a la historia de la Tierra
Conviene empezar por el principio. ?Qu¨¦ es un geoparque? ¡°Son territorios con un patrimonio geol¨®gico de importancia internacional y dedicados a la educaci¨®n, la conservaci¨®n, el desarrollo sostenible [del entorno local] y la cooperaci¨®n con otros parques del mundo¡±, sintetiza Javier L¨®pez, subdirector del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, uno de los 15 reconocidos en Espa?a por la Unesco. Villuercas-Ibores-Jara abarca una extensi¨®n de 2.544 kil¨®metros cuadrados y 19 localidades de estas tres comarcas de C¨¢ceres, como Guadalupe, declarada conjunto hist¨®rico-art¨ªstico y patrimonio mundial. ¡°No es solamente geolog¨ªa, sino es turismo, es artesan¨ªa, promoci¨®n agroalimentaria; es algo m¨¢s complejo¡±, a?ade L¨®pez.
Un geoparque ¡°trata de transmitir la importancia que aportan estos territorios a la historia de la Tierra¡±, explica. El de Villuercas-Ibores-Jara pone en valor una geolog¨ªa que tiene m¨¢s de 550 millones de a?os, desvelando, de forma accesible, visual y amable, c¨®mo se formaron los paisajes que se contemplan y cu¨¢l es su relevancia para explicar, por ejemplo, los cambios clim¨¢ticos ocurridos a lo largo de la historia.
Para ello, cuenta con 12 centros de interpretaci¨®n repartidos por su territorio, con el de Ca?amero como referencia principal, as¨ª como 52 geositios que se pueden visitar sobre el terreno. ¡°Son lugares de importancia educativa, cient¨ªfica, tur¨ªstica, o la mezcla de las tres¡±, aclara Javier L¨®pez. Una especie de libros abiertos en la roca que explican visualmente diversas etapas de la formaci¨®n del planeta. En alg¨²n caso, por su relevancia cient¨ªfica, como algunos yacimientos paleontol¨®gicos, no se publicitan para evitar expolios, pero los que son accesibles est¨¢n se?alizados e interpretados con paneles para quienes deseen visitarlos por su cuenta.
Entre ellos, L¨®pez destaca el Risco de La Villuerca, cuyo itinerario de subida ¡ªuna pista asfaltada realizable en coche, en bici o a pie¡ª embarca al visitante en ¡°un viaje a la historia de la Tierra de varios millones de a?os¡±. El recorrido cuenta con diversas paradas en las que, mediante carteles interpretativos, se explican diferentes momentos de la evoluci¨®n del planeta. Por ejemplo, hay yacimientos de vendot¨¦nidos, f¨®siles marinos que anticipan la curiosidad (geol¨®gica) que aguarda en la cima del risco. Adem¨¢s de una fant¨¢stica panor¨¢mica sobre el paisaje del parque ¡ªcuyo 40% de superficie est¨¢ protegido por su gran valor ecol¨®gico y de biodiversidad¡ª, ¡°cuando llegas arriba, a 1.590 metros, puedes ver arenas del mar del Ordov¨ªcico¡±, desvela L¨®pez. Es decir, arena de playa del ¡°mar que hab¨ªa aqu¨ª hace 400 millones de a?os¡±.
Noches brillantes en Monfrag¨¹e
Cuando el sol se oculta en la reserva de la biosfera de Monfrag¨¹e (C¨¢ceres), el espect¨¢culo natural contin¨²a. En 2017 se convirti¨® en el primero de los tres destinos Starlight que tiene actualmente Extremadura, un sello de reconocimiento internacional que distingue a los mejores enclaves para disfrutar del astroturismo. ¡°El sello Starlight garantiza, de forma cient¨ªfica, que el cielo tiene una calidad ¨®ptima para ver las estrellas por la noche¡±, explica Carlos Manchado, gu¨ªa del observatorio astron¨®mico de Monfrag¨¹e.
La Fundaci¨®n Starlight realiza una auditor¨ªa que, en primer lugar, tiene en cuenta aspectos ambientales, como el brillo del cielo nocturno, garantizado por la ausencia de contaminaci¨®n lum¨ªnica; su grado de opacidad, relacionado con el nivel de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica (polvo, poluci¨®n), y la climatolog¨ªa local, es decir, el n¨²mero de d¨ªas con cielos despejados que disfruta cada territorio. ¡°Si no recuerdo mal, Monfrag¨¹e tiene en torno a un 75% al a?o¡±, aclara Manchado. Pero el ¡°patrimonio celeste¡± no es el ¨²nico requerimiento para la distinci¨®n Starlight. ¡°Se exige tambi¨¦n una serie de servicios y lugares adaptados para la observaci¨®n del cielo¡±, a?ade el especialista astron¨®mico.
Con ese objetivo, el programa Extremadura, buenas noches pone a disposici¨®n de los amantes de la astronom¨ªa observatorios y centros de interpretaci¨®n; una red de 23 miradores celestes que identifican las constelaciones que se observan en la noche desde ellos; senderos nocturnos se?alizados que, gracias a la luminiscencia natural, permiten disfrutar de emplazamientos con nocturnidad, alevos¨ªa y sostenibilidad, as¨ª como una programaci¨®n de experiencias astrotur¨ªsticas abiertas a cualquier visitante.
En Monfrag¨¹e, el observatorio de Torrej¨®n el Rubio es un buen punto de partida. Durante todo el a?o, y seg¨²n los horarios de cada estaci¨®n, ofrece observaciones interpretadas de unas tres horas de duraci¨®n (mi¨¦rcoles a domingo; entrada, 4,5 euros) a cargo de gu¨ªas astron¨®micos como el propio Carlos Manchado. Antes del ocaso se realiza una visita pedag¨®gica basada en los paneles que expone el centro sobre el sistema solar, la evoluci¨®n de las estrellas, nebulosas, etc¨¦tera. Despu¨¦s, ya de noche, se realiza la contemplaci¨®n del cielo nocturno en el exterior del observatorio, con apoyo de telescopios.
Manchado anima despu¨¦s a observar el cielo por libre en algunos enclaves de la reserva de la biosfera, como el Salto del Gitano, preciado observatorio ornitol¨®gico diurno; las ruinas del castillo de Mirabel, o la Era de los Santos, en la localidad de Casas de Miravete, que cuenta con carteles informativos y un reloj nocturno. Tambi¨¦n recomienda acercarse hasta alg¨²n mirador celeste, como el de la Hospeder¨ªa de Monfrag¨¹e. Consiste en un gran panel circular que, al caer la noche, se retroilumina y muestra, con luces led rojas, las constelaciones principales que se aprecian desde ellos, seg¨²n la ¨¦poca del a?o. Hay miradores de oto?o-invierno y miradores de primavera-verano, aclara Manchado.
Exuberancia bajo tierra
¡°La gente llega a veces con la idea un poco equivocada de lo que va a ver¡±, comenta Mar¨ªa Eugenia Cabezas, gu¨ªa del monumento natural Mina La Jayona, ubicado a pocos kil¨®metros de Fuente del Arco (Badajoz). ¡°Esperan un paisaje m¨¢s inh¨®spito, el de una mina de hierro abandonada desde hace m¨¢s de un siglo, pero se encuentran con que la vegetaci¨®n dentro es bastante exuberante, completamente diferente a la exterior, donde tenemos monte mediterr¨¢neo, mientras que en el interior hay una vegetaci¨®n t¨ªpica de zonas h¨²medas del norte de la Pen¨ªnsula¡±, aclara.
Medio oculto entre bosques de encina y olivares, el tajo de la Mina La Jayona, fruto de la acci¨®n humana desde ¨¦poca romana, secciona los cerros del Monstruo y Ya te lo Dec¨ªa (cuyo nombre se explica durante la visita) a lo largo de un kil¨®metro de longitud, 120 metros de profundidad y una anchura que var¨ªa entre 20 y 30 metros. Tuvo un periodo de esplendor minero entre 1880 y 1921, en el que se excavaron sus 11 niveles de galer¨ªas, se emple¨® a m¨¢s de 400 mineros y se alcanzaron producciones anuales de 18.000 toneladas de mineral. Despu¨¦s, d¨¦cadas de abandono hasta su recuperaci¨®n para el turismo en 1998 durante las que la naturaleza reconquist¨® este universo subterr¨¢neo, hasta crear un ecosistema propio dentro de esta gigantesca grieta en la monta?a. ¡°Las condiciones clim¨¢ticas, la umbr¨ªa, ese frescor, hace posible que la vegetaci¨®n sea diferente. La luz no llega de forma tan intensa porque se filtra hasta 100 metros de profundidad, donde la temperatura es m¨¢s baja¡±, explica Cabezas. En verano, esa oscilaci¨®n t¨¦rmica llega a superar los 20 grados. Cuando la mina qued¨® en silencio, la fauna silvestre coloniz¨® sus galer¨ªas. ¡°Sobre todo aves frut¨ªcolas que dejaron caer semillas que fueron germinando en espacios umbrosos y h¨²medos. Y mam¨ªferos que comienzan a horadar madrigueras y tambi¨¦n arrastran semillas¡±, a?ade Cabezas. Murci¨¦lagos, anfibios y reptiles completan la biodiversidad faun¨ªstica de este nuevo h¨¢bitat subterr¨¢neo.
La Mina La Jayona se puede visitar durante todo el a?o mediante recorridos interpretados de 1 hora y 40 minutos (martes a domingo; precio, 2 euros); la reserva incluye tambi¨¦n una entrada al Museo del Hierro de Fuente del Arco. En 2019 lleg¨® a recibir 27.000 visitantes, que esperan recuperar este a?o, el primero sin restricciones de aforo desde la pandemia.
Tras los pasos de Alfonso XIII
Presentado en la última edición de Fitur 2023 por la consejera de Cultura, Turismo y Deportes Nuria Flores, un nuevo corredor ecoturístico Alfonso XIII unirá las Hurdes y el pueblo salmantino de La Alberca a través de una ruta que imita el recorrido realizado por el monarca en su histórica visita, ya centenaria, a dicha comarca de Cáceres. Un proyecto de cohesión cultural a través de la tradición que conecta a estas dos comunidades autónomas (Marañón, Buñuel, sus fiestas de interés turístico); un paisaje sostenible de castaños, láminas y saltos de agua, y enclaves ideales para el astroturismo, así como la gastronomía, a través de la tradición chacinera y del cabrito, la miel y el olivo, en torno a la denominación de origen Gata-Hurdes. El proyecto incluirá la creación de nuevos miradores, el acondicionamiento de zonas de baño e impulsará la movilidad sostenible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.