Ciudades espa?olas que van a dar que hablar
Degustar un arroz alicantino o un bacalao a la tranca en Zamora. Escanciar mucha sidra en Asturias. Un dulce de convento en Llerena y el silencio de la Ibiza sin discotecas
Alicante es la Capital Espa?ola de la Gastronom¨ªa 2025. Ibiza acaba de cumplir 25 a?os como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Desde hace un mes es Patrimonio Inmaterial la cultura sidrera asturiana, de la que Gij¨®n sabe m¨¢s que ninguna otra ciudad. Zamora ¡ªpr¨®xima sede de Las Edades del Hombre¡ª y Llerena ¡ªreci¨¦n admitida en el club de los pueblos m¨¢s bonitos de Espa?a¡ª completan la lista de las ciudades que hay que visitar este a?o s¨ª o s¨ª.
Ibiza: imparable cultura
Que pare la m¨²sica y que se prejubile David Guetta, que ya ha cotizado bastantes a?os. Y si el plan es detenerse y descansar en Ibiza, que abra de una vez el Parador, si no lo ha hecho ya. A principios de 2025 se inaugura despu¨¦s de 15 a?os de obras en lo m¨¢s alto de Dalt Vila ¡ªvalga la redundancia¡ª, en lo que fue acr¨®polis p¨²nica y romana, almudaina musulmana, castillo y casa del Gobernador. Pod¨ªa haber tardado 150, porque no dejaban de aparecer restos. Los mismos que ahora se podr¨¢n ver (musealizados) en el interior de este flamante alojamiento de 66 habitaciones.
En Ibiza, eso s¨ª, que no pare la cultura. Sin gastar un euro, se puede y se debe visitar Casa Broner, el Museo Puget y el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Ibiza (MACE), donde este verano habr¨¢ una exposici¨®n de obra reciente de Miquel Barcel¨®, comisariada por Enrique Juncosa. La directora de este ¨²ltimo centro, Elena Ruiz Sastre, recomienda visitar tambi¨¦n el Museo Diocesano. ?Y eso? Porque lo ha montado ella. Y el d¨ªa que Ruiz Sastre monte una discoteca, iremos a verla y a darlo todo.
Alicante, ¡®hub¡¯ gastron¨®mico
En Alicante se comen mil y un arroces. Que no paellas. A banda, a la alicantina, con boquerones y espinacas, con chipirones y ajos tiernos¡ Y este a?o, que es Capital Espa?ola de la Gastronom¨ªa, se inventar¨¢n algunos m¨¢s. ?Los mejores? Los de Casa Julio y Casa Domingo en la misma arena de la kilom¨¦trica playa de San Juan; los de D¨¢rsena en el puerto deportivo; los de alta cocina de Mar¨ªa Jos¨¦ San Rom¨¢n en su restaurante Monastrell, y el caldero de Casa Gloria en la isla de Tabarca. En este barrio insular de Alicante solo hay algo m¨¢s numeroso que los turistas y los granos de arroz: las estrellas que se observan desde Punta Falc¨®n, porque Tabarca est¨¢ reconocida como Paraje Starlight. De vuelta a la ciudad, una visita matinal al Mercado Central para ver peces casi vivos y comprar salazones en Juanelo. Luego, un refresco en la Horchater¨ªa Azul. Y para bajar tripa, caminata hasta el castillo de Santa B¨¢rbara, ?pero nada de ascensor! Subiendo a pie, nada m¨¢s dejar atr¨¢s las casitas blancas con puertas y ventanas azules del barrio de Santa Cruz, se halla La Ereta, el restaurante con las mejores vistas de la ciudad. Pero aqu¨ª no se come solo con los ojos, claro. Mal lugar para venir a quemar calor¨ªas.
La urbe de Zurbar¨¢n: Llerena
Acaba de ser elegida como uno de los pueblos m¨¢s bonitos de Espa?a y muchos, la verdad, ni sab¨ªamos d¨®nde estaba. Pues est¨¢ en el sureste de Badajoz y fue en su d¨ªa uno de los principales enclaves de la Orden de Santiago, sede de maestres e inquisidores, y ten¨ªa un mont¨®n de palacios, iglesias, conventos, hospitales y talleres de artistas, tantos que a esta ciudad ¡ªese t¨ªtulo tiene desde 1640¡ª se la conoc¨ªa como la Peque?a Atenas de Extremadura. Uno de ellos fue Zurbar¨¢n, que vivi¨® y trabaj¨® 11 a?os aqu¨ª antes de marchar a Sevilla y pint¨® el Cristo crucificado de la iglesia de Nuestra Se?ora de Granada. Adem¨¢s de este templo de torre alt¨ªsima, giraldesca y cig¨¹e?era, en una ruta por Llerena no deben faltar la Casa Maestral, el Palacio Episcopal y el convento de Santa Clara, donde el que sabe compra hojaldrada y corazones de almendra y se los zampa en el claustro, que es el cielo hecho patio. Para una merienda m¨¢s moderna, menos beata, est¨¢n los chocolates bean to bar (del grano a la tableta) que elabora artesanalmente Fernando Moro (Santiago, 47) con cacaos de distintos or¨ªgenes, los mejores del mundo. El Alto Beni, de Bolivia, es una droga. ?A incautarla!
Gij¨®n, la 'gran manzana'
Si la sidra es sinónimo de Asturias, Gijón debería ser la capital regional, y más ahora que la cultura sidrera acaba de ser declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En ningún otro lugar del Principado hay tantos productores (22), ni tantos chigres —sobre todo en Cimavilla y en el barrio de la sidra, en El Llano—, ni se celebran tantas fiestas sidreras (10), incluido un macrofestival veraniego en el que se consumen más de 30.000 litros y los notarios del Libro Guinness verifican si se bate o no el récord mundial de escanciado simultáneo: ¡9.796 al unísono en 2022! La estatua de Augusto de Gijón no está enseñando a sus tropas la corona de laurel del triunfo, como hacía la original de Roma, sino cómo se tira un culín: “¡Ave, César, bien escanciau!”. Un sitio que no hay que perderse es Sidra Trabanco, un lagar con cien años justos de historia y unos toneles de madera del tamaño de galeones. Y otro, el Jardín Botánico Atlántico, en cuyas 25 hectáreas hay 12 variedades de manzanos, ocho de pomas buenas para hacer sidra y cuatro para adornar los fruteros.
Las edades y los 'lobos' de Zamora
Será en septiembre cuando se inaugure la XXVIII edición de la exposición Las Edades del Hombre y aún es pronto para saber qué obras se verán y dónde. Zamora es la ciudad con más templos románicos (¡28!) de Europa (y del mundo, porque en Australia pocos hay). En la catedral se alojarán algunas de las muestras, seguro. Otra cosa es que el elevador y el paseo por las cubiertas estén listos y se pueda admirar de cerca el cimborrio cubierto de escamas, como una loriga, antes de que acabe este ciclo expositivo, a finales de 2026. Zamora, además de iglesias románicas, está a tope de lobos: las 50 esculturas de Baltasar Lobo —torsos curvilíneos y orondas mamás jugando con bebés— que asedian el castillo medieval. Al lado hay un museo Baltasar Lobo. No debe confundirse el castillo con la zona de los Lobos, la de los bares donde todo el mundo va a tapear. Aunque, si se da el caso, no pasa nada: se toma un bacalao a la tranca y se sigue la ronda artística.
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