D¨®nde comer en Lisboa por 15 euros
La capital portuguesa todav¨ªa conserva interesantes propuestas gastron¨®micas, que van desde tabernas castizas a espacios innovadores, con precios moderados
La primera v¨ªctima del ¨¦xito de las ciudades suelen ser los lugares con esencia. Una parte de la gastronom¨ªa se uniformiza y otra finge autenticidad. A Lisboa, uno de los destinos urbanos de moda, tambi¨¦n le ha ocurrido. Sin embargo, todav¨ªa conserva locales carism¨¢ticos que los portugueses frecuentan como si fuesen templos donde encontrarse con los platos de toda la vida. En esta selecci¨®n se incluyen algunos restaurantes cl¨¢sicos y otros recientes con propuestas singulares y de calidad. En todos ellos se puede comer por unos 15 euros o menos.
1.
Bistr? Crioulo
El secreto mejor guardado en un s¨®tano de la rua de S?o Bento y que dejar¨¢ de serlo en cuanto se corra la voz. Abierto hace seis meses, de momento se puede encontrar mesa con facilidad para comer el plato del d¨ªa por nueve euros o alguna especialidad caboverdiana por 10,50. La cachupa es una suerte de cocido con todos los ingredientes necesarios para nutrir el organismo: garbanzos y habas (prote¨ªna vegetal), verduras (col, mandioca, batata, calabaza y zanahoria) y prote¨ªna animal (carne o at¨²n). Hay tambi¨¦n una versi¨®n vegetariana. El lugar tiene encanto y una discreta saudade caboverdiana como puede verse en las fotograf¨ªas, las mu?ecas de trapo o las cer¨¢micas. Una cachupa de carne y agua sale por 11,70 euros.
? Bistr? Crioulo. Rua De S?o Bento, N? 640, Piso -1, Centro Cultural De Cabo Verde.
2.
O Bitoque
La tasca m¨¢s carism¨¢tica de Campo de Ourique, abierta hace m¨¢s de 40 a?os, es un local diminuto donde la vida se desarrolla alrededor de una barra en la que do?a Margarida es la maestra de ceremonias. La familiaridad es evidente entre clientes y camareros que se llaman por sus respectivos nombres, aunque en los ¨²ltimos a?os se han sumado a la parroquia los extranjeros, que se han instalado en Campo de Ourique, y los turistas. Sirven unos 200 men¨²s diarios, algunos llevados hasta los domicilios de los mayores del barrio. El bitoque (9,50 euros) es el plato rey (arroz, verduras, patatas fritas redondas, filete de ternera con huevo frito encima), aunque la carta cambia a diario y puede ser arroz a la indiana, feijoada trasmontana, bacalao con natas o dorada a la parrilla. Entre los postres triunfan las far¨®fias. Bitoque, fruta de temporada y agua, 13,20 euros.
? O Bitoque. Rua Ferreira Borges, 59.
3
O Frasco
Excepto en cremas, el mundo vegetal no es el protagonista de la cocina tradicional portuguesa. Si su est¨®mago se ha hartado de carnes y pescados en todas sus formas o si su dieta es vegetariana, este es su sitio. Nacido con vocaci¨®n de ofrecer comida vegetariana org¨¢nica para llevar en frascos de vidrio, tambi¨¦n sirve almuerzos y brunch en un local dise?ado con gusto junto al Jardim das Amoreiras y el tramo final del acueducto de Aguas Livres. El men¨² completo (sopa, plato, postre, agua y caf¨¦) cuesta 18 euros, pero se puede comer por menos si opta por uno de los seis tipos de platos (12 euros) con una crema (3,50 euros) o un zumo de fruta y verdura (3,80 euros). Todos los ingredientes proceden de una agricultura de proximidad y la oferta gastron¨®mica es realmente deliciosa, con una combinaci¨®n creativa de sabores y colores donde tambi¨¦n se ha tenido en cuenta el equilibrio nutricional. En el plato marroquino, por ejemplo, hay garbanzo, quinoa, zanahoria, mango y pasas sobre una salsa de aguacate, alga, cebollino, cilantro y lim¨®n. No hay que desde?ar el pan: se hace a diario en el restaurante. Las mesas de madera maciza, la alfombra de yute y el cuadro del artista portugu¨¦s Lu¨ªs Vivar subrayan la filosof¨ªa del establecimiento, que Joana Roquette y Rita Corr¨ºa abrieron poco antes de la pandemia. Un plato marroquino y zumo zen (remolacha, pera, lim¨®n y jengibre) cuesta 15,80 euros.
? O Frasco. Rua das Amoreiras, 85.
4
O Cartaxinho
No hay duda. Si entra en un restaurante con un comedor m¨ªnimo, manteles de cuadros, mesas api?adas hasta saltarse la intimidad y camareros diligentes, es muy probable que se encuentre en una buena tasca portuguesa. En O Cartaxinho la regla se lleva al l¨ªmite y pr¨¢cticamente sienta a desconocidos en la misma mesa. La carta es una selecci¨®n de cl¨¢sicos de la cocina lusa: estofado de cordero, pescados a la plancha, cocido a la portuguesa, arroz a la cabidela, pataniscas y maucinhas de vitela con gr?o. Parte de la clientela es habitual y, a mediod¨ªa, abunda la portuguesa. La ¨²ltima prueba que faltaba para certificar la autenticidad de esta casa, ubicada a pocos metros de la avenida da Liberdade, la proporciona Paulo, que lleva m¨¢s de doce a?os de camarero: ¡°Nuestro objetivo es dar de comer bien, r¨¢pido y no muy caro¡±. La corvina a la plancha, pudin de chocolate y agua sale por 13,80 euros.
? O Cartaxinho. Rua de Santa Marta, 20B.
5
39 Degraus
Si es cin¨¦filo este es su sitio. Si no lo es, tambi¨¦n. El men¨² diario del restaurante de la Cinemateca Portuguesa, llamado 39 Degraus (escalones) en honor al cl¨¢sico de Alfred Hitchcock, permite comer por 11 euros una sopa, un plato (a elegir entre una opci¨®n de carne/pescado o vegetariana), un postre y caf¨¦ o el t¨¦ fr¨ªo del d¨ªa. La primera planta de la bell¨ªsima y centenaria cinemateca dispone de una terraza amplia y un acogedor comedor con piso y techo de madera. Los gui?os al cine est¨¢n por todas partes, desde los carteles decorativos a los nombres de los platos de la carta. Adem¨¢s, cuenta con una amplia oferta de c¨®cteles inspirados en los combinados realizados en pel¨ªculas. Tiene tambi¨¦n la posibilidad de reservar una sesi¨®n de cine y un men¨². Una sopa de agri?o, chile vegetariano, mousse de mango y t¨¦ fr¨ªo son 11 euros.
? 39 Degraus. Rua Barata Salgueiro, 39. Cinemateca Portuguesa.
6
A Provinciana
M¨¢s que un cl¨¢sico. Abierto cerca del Teatro Nacional Dona Maria II por emigrantes gallegos en los a?os treinta, ya tiene el t¨ªtulo oficial de Loja com historia. Desde 1988 Am¨¦rico Fernandes, su esposa Judite y su hija Carla se ocupan, de lunes a viernes, de cocinar y servir a una clientela que combina los fans de siempre con los curiosos de paso. Todo rezuma autenticidad: los azulejos reparados, los barriles donde a¨²n se almacena el vino y la colecci¨®n de cerca de un centenar de relojes que marcan horas distintas. Para los muy nost¨¢lgicos hay un reloj que retrocede. En un lugar as¨ª la comida no est¨¢ para vanguardias: a diario se preparan platos t¨ªpicos de la cocina portuguesa como el bacalhau a minhota, galinha ¨¢ cabidela o la alheira com ovo. Los postres caseros son otra galer¨ªa tradicional: tarta de chocolate con almendras, bolo de bolacha o el popular pud¨ªn de claras Molotof. La Lisboa castiza puede encontrarla aqu¨ª, entre relojes que no dan la hora, mesas de formica y manteles de papel. No admiten reservas, pero es f¨¢cil encontrar mesa, casi seguro que compartida, si se adapta a la hora portuguesa y se acude a partir de las 12 horas. Su Bacalhau ¨¢ minhota, bolo de bolacha y agua sale por 10,80 euros.
? A Provinciana. Travessa do Forno 23-25.
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