Espigoladors: las jubiladas que salvan cosechas para personas en situaci¨®n vulnerable
El obrador Es im-perfect elabora conservas con excedentes del campo o frutas y verduras que no se pueden vender por motivos est¨¦ticos. Desde 2018 han salvado de la basura 2.304 toneladas de alimentos
Mientras los aviones sobrevuelan los campos con rumbo al aeropuerto del Prat, una quincena de personas voluntarias de la Fundaci¨®n Espigoladors se agachan para cosechar, sin prisa pero sin pausa, un bancal de espinacas en Gav¨¤, dentro del Parque Agrario del Baix Llobregat, a las puertas de Barcelona. En un margen, Josep Ravent¨®s les observa con posado severo, aceptando todav¨ªa que al menos as¨ª estas hortalizas, que est¨¢n en perfecto estado, no se van a tirar. ¡°No me las compran, el mercado est¨¢ saturado¡±, cuenta este agricultor un mi¨¦rcoles soleado de inicios de primavera. Los espigadores, la mayor¨ªa mujeres jubiladas, se afanan a preparar cajas llenas de manojos. En breve llegar¨¢n otros voluntarios, los de las entidades sociales que repartir¨¢n estos alimentos a personas en situaci¨®n de vulnerabilidad.
Han pasado m¨¢s de 160 a?os, pero la labor de la Fundaci¨®n Espigoladors no difiere mucho de lo que hac¨ªan las protagonistas de Las espigadoras, el cuadro que pint¨® Jean-Fran?ois Millet en 1857, donde tres mujeres con falda larga y la cabeza cubierta recogen los sobrantes de una cosecha, como espigas de trigo. Esta imagen sigue siendo el referente para la entidad que, adem¨¢s de ir al rebusco de alimentos rechazados por el circuito comercial, tiene como otra pata fundamental el proyecto Es im-perfect, un obrador donde se elaboran mermeladas, pat¨¦s vegetales, cremas, sofritos y compotas con frutas y verduras recuperadas.
El objetivo de Espigoladors es ¡°fomentar esta actividad como estrategia para reducir las p¨¦rdidas y el despilfarro alimentario, facilitar el acceso a una alimentaci¨®n adecuada para todo el mundo e impulsar la transformaci¨®n social¡±, cuenta Anna Gras, responsable de comunicaci¨®n de la fundaci¨®n, que naci¨® en 2014 sobre dos premisas: ¡°Hay comida en muy buen estado que se tira cada d¨ªa¡±, mientras ¡°hay personas que no est¨¢n bien alimentadas y pasan hambre¡±. Es la paradoja de ¡°un sistema alimentario insostenible y que crea desigualdades¡±, lamenta. Su labor empieza en el campo, pero se apoya en su tienda online y 800 puntos de venta ¡ªtiendas de barrio y proximidad y en el supermercado catal¨¢n Bon Preu¡ª para que la gente pueda comprar sus conservas artesanas.
Es la primera vez que Ravent¨®s cede su cosecha a la fundaci¨®n, pero esta ya cuenta con 233 productores colaboradores y 2.304 toneladas de productos salvados de la basura. En el campo de Gav¨¤, cuando las primeras cajas est¨¢n preparadas, llega una furgoneta de una entidad social de Sant Boi de Llobregat, la Botiga Solid¨¤ria. Chema Rojas lleva seis a?os al volante de este veh¨ªculo, que a las 10.00 h de la ma?ana ya ha pasado por otros sitios, como el Banc dels Aliments, donde ha recogido 900 kilos de fruta, y por tres guarder¨ªas, donde les guardan congelados los men¨²s que sobran cada d¨ªa. Todo se repartir¨¢ entre familias de su municipio que viven en la pobreza.
Maialen Urbina coordina los espigueos en el Baix Llobregat. ¡°Tenemos una base de datos de voluntarios (de 3.300 personas en total, un 70% de las cuales son mujeres) y cada d¨ªa hacemos una llamada para ir a espigar¡±. Lo que recogen depende de la temporada, ahora muchas acelgas, coles, br¨®colis o espinacas. ¡°No se pueden vender porque hay excedente o por motivos est¨¦ticos¡±, cuenta. ¡°Me qued¨¦ alucinada de la cantidad de alimentos que se tiran¡±, dice Silvia Dopazo, jubilada que lleva apuntada desde noviembre. Como ella, Maite Grande, tambi¨¦n retirada, es la tercera vez que acude a una espigada y cuenta: ¡°quer¨ªa hacer alg¨²n servicio social, pero sin un compromiso diario¡±. Entre ellas tambi¨¦n est¨¢ Juliana Flores, que estudia un m¨¢ster en sostenibilidad en Barcelona. ¡°La veo negra¡±, reconoce sobre su materia de estudio, ¡°pero ojal¨¢ cambien las cosas¡±, a?ade.
La buena noticia es que Espigoladors va creciendo. Ya tienen presencia en otra comarca, el Maresme, donde hacen espigadas en el Espacio Agrario de la Baja Tordera, y tambi¨¦n en el Baix Camp, en la provincia de Tarragona. Desde hace un mes, una persona est¨¢ abriendo camino en Lleida, donde quieren espigar, sobre todo en los frutales. All¨ª los excedentes o las taras tambi¨¦n dejan muchos alimentos fuera del circuito comercial.
En el origen de este esperanzador proyecto est¨¢n Mireia Barba, Jordi Bruna y Marina Pons, que empezaron con una prueba piloto hace ya nueve a?os para espigar los vegetales que los payeses no pod¨ªan vender. Abrieron el obrador de Es im-perfect en 2018 y hace un par de a?os se convirti¨® en una empresa de inserci¨®n laboral, que da trabajo a personas en riesgo de exclusi¨®n del barrio de Sant Cosme, donde se encuentra. Barba explica que es ¡°una herramienta de dinamizaci¨®n del barrio¡±. Como se les ha quedado peque?o para una iniciativa en crecimiento, a finales de a?o lo trasladaran a una nave industrial de 1.000 metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento del Prat de Llobregat. En 2022 elaboraron 400.000 botes de conservas, una cifra que queda lejos de los 89.000 botes de 2018.
El mismo d¨ªa que en el campo los voluntarios recogen espinacas, en el obrador, donde trabajan 23 personas, han llegado cal?ots que se van a convertir en cremas. Pelando cebollas hay cuatro mujeres. Carmen Agramunt, Halima Eddooukkali, D¨¦bora Mir¨® y Kadidiatou Ba se muestran vergonzosas. Sin dejar las manos quietas, cuentan c¨®mo han llegado hasta aqu¨ª despu¨¦s de tiempo sin trabajo o haciendo limpieza en casas de forma irregular, y se muestran orgullosas de tener un empleo fijo y con contrato. Marta Carreras es la responsable del obrador, que emplea a unas 20 personas. Cuenta que en este caso la crema de cal?ots es para un productor de Vilafranca del Pened¨¨s que ha tenido excedentes y les ha encargado la transformaci¨®n en crema envasada con su etiqueta. Seguramente las pondr¨¢ en las cestas de productos directos del campo que vende en su entorno.
Es im-perfect es una marca propia que elabora varias conservas. Compran la materia prima a productores que no la pueden vender por los canales habituales, pero que est¨¢ en perfecto estado para consumir y hacen once gamas de mermeladas, cinco tipos de pat¨¦s vegetales, sofrito de tomate y dos tipos de compota. Es un producto artesano, sin aditivos ni conservantes. Por ejemplo, el pat¨¦ de alcachofa lleva un 95% de esta hortaliza y todas las mermeladas un m¨ªnimo del 70% de fruta. Desde hace poco tambi¨¦n colaboran con el Ayuntamiento de Barcelona, recogiendo las naranjas de los ¨¢rboles de los barrios de la ciudad para hacer mermeladas, con el nombre de La Marga.
El pasado mes de marzo alcanzaron la cifra de 1.000 espigueos. En total, cuentan que han recuperado dos millones de kilos de frutas y verduras que, sin su labor, hubieran acabado pudri¨¦ndose. Tienen claro que su objetivo es reducir el problema de las p¨¦rdidas y el desperdicio alimentario, pero tambi¨¦n visibilizar la tarea del sector primario y sensibilizar a la poblaci¨®n sobre el valor de los alimentos. Esta tercera pata del proyecto la realizan a trav¨¦s de asesor¨ªas, talleres o cursos. Desde hace un tiempo colaboran con comedores escolares con un programa de cuantificaci¨®n de los alimentos que se tiran en un comedor escolar y la aplicaci¨®n de medidas para evitarlo. Y a nivel legislativo, asesoraron el proceso de elaboraci¨®n de la ley 3/2020 de prevenci¨®n de las p¨¦rdidas y el despilfarro alimentario, aprobada en marzo de 2020 en el Parlamento de Catalu?a. Como entidad, consiguieron que el t¨¦rmino ¡®espigueo¡¯ se incluyera como actividad a regular. Un paso muy importante para promover la r¨¦plica de esta actividad de forma organizada, regulada y de la mano del sector primario en otros puntos del territorio catal¨¢n. Un logro que demuestra que espigueo a espigueo, se puede luchar contra el despilfarro alimentario.
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