La cafeter¨ªa de especialidad en Valencia que rompe el molde: creada por dos hermanas y con caf¨¦ cultivado por mujeres

A las 9:30 de la ma?ana BlueBell Coffee est¨¢ hasta la bandera. Como casi cualquier cafeter¨ªa de especialidad ubicada en el centro de la ciudad, en un barrio de moda como es Ruzafa en Valencia. Vecinos de origen europeo, alg¨²n que otro local y varios turistas. Port¨¢tiles y bolsas de tela colgadas al hombro. Nada diferente aparentemente de lo que ocurre en otros establecimientos similares salvo que aqu¨ª, casi todo el caf¨¦ que se tuesta y se sirve proviene de fincas llevadas por mujeres en origen. ¡°Representa alrededor del 70%. Quiero llegar al 100%, pero no es f¨¢cil¡±, comenta Yolanda Valero, de 46 a?os y propietaria del negocio junto a su hermana, Marian, de 41. Ella ahora no est¨¢, dirige una reci¨¦n inaugurada segunda sucursal del establecimiento en Grass Valley, California, pero ambas se iniciaron en el caf¨¦ de calidad hace nueve a?os y, desde lugares geogr¨¢ficamente dispares, contin¨²an con su misi¨®n: expandir la cultura del caf¨¦ de calidad y visibilizar el trabajo de las productoras.

Yolanda Valero cuenta su historia minutos antes de viajar al F¨®rum Coffee Festival de Barcelona para intervenir en una ponencia sobre mujeres y caf¨¦. Ella misma representa una minor¨ªa en un mundo que, a d¨ªa de hoy, sigue siendo principalmente masculino. Junto a su hermana fue una pionera en Valencia: abrieron, seg¨²n su versi¨®n, la primera cafeter¨ªa de especialidad en la ciudad y fueron las primeras tostadoras de la zona. ¡°Los inicios fueron muy duros. Esta calle no era nada, era la menos comercial y entraba muy poca gente. Nos dec¨ªan ¡®?uy!, ?qu¨¦ caro!, aqu¨ª no pienso volver¡±, recuerda de aquellos comienzos, cuando en Espa?a apenas hab¨ªa alternativas al caf¨¦ comercial y encontrar un barista era casi una utop¨ªa. ¡°Le llegu¨¦ a ofrecer el puesto a un cliente extranjero, y se qued¨®¡±, rememora.

Tal y como predican en su web, Yolanda y Marian apuestan ¡°por las mujeres, protagonistas desde la plantaci¨®n, con modelos que luchan contra la precariedad y la invisibilidad y cuyos proyectos sean responsables con el territorio¡±. Aunque no es f¨¢cil siquiera encontrar fincas de las que abastecerse. ¡°En origen es muy dif¨ªcil para ellas acceder siquiera al t¨ªtulo de la tierra. Por la propia estructura social, la mujer tiene menos derechos¡±, comenta. Pese a ello, espera que de aqu¨ª a un tiempo sea m¨¢s f¨¢cil desarrollar en Espa?a una divisi¨®n de la International Women¡¯s Coffee Alliance (IWCA) que ella quiere impulsar junto con otra compa?era. ¡°Intenta poner en contacto productoras con compradoras. Es fundamental¡±, explica sobre la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro.

Casualmente, porque no siempre ha sido as¨ª, quienes ahora trabajan detr¨¢s de la barra de Bluebell son tambi¨¦n mujeres. La valenciana comenta entre risas c¨®mo ella y su compa?era Kumi, encargada del tostador, coincidieron embarazadas sirviendo caf¨¦s en el local. Un espacio en el que antes hab¨ªa una teter¨ªa Teter¨ªa Ain Al Russaf¨ª, ¡±cuando el barrio no era nada famoso¡±¡ª y que adquiri¨®, junto con su marido, mucho antes de saber a qu¨¦ lo destinar¨ªa porque ella se dedicaba por aquel entonces a la cooperaci¨®n internacional. Hasta que se alinearon los astros. ¡°Mi hermana y yo hab¨ªa vuelto a Espa?a despu¨¦s de un tiempo viviendo fuera. Yo me qued¨¦ embarazada de mi primera hija y el local estaba quedando maravilloso y le pregunt¨¦ si hac¨ªamos algo con ¨¦l¡±, recuerda. Entonces hicieron un viaje a Berl¨ªn ya con la idea de buscar ideas para una cafeter¨ªa de especialidad.

El caf¨¦ que llega a su tostador ¡ªen Paterna, a 15 kil¨®metros de Valencia capital¡ª proviene de or¨ªgenes diversos como Colombia, Kenia, Brasil, Etiop¨ªa, Honduras o India. Ahora, por ejemplo, tienen lo que han denominado Mom Coffee, un caf¨¦ producido por la asociaci¨®n colombiana del mismo nombre que agrupa ¡°a 25 peque?as productoras de una finca¡±. Es este el que venden por ejemplo al bar La Camila, en Barcelona, uno de sus clientes de hosteler¨ªa, entre los que adem¨¢s se encuentran el Hotel Yours, en Ruzafa, Aroma & Bread, en Madrid, o el restaurante Arrels, en Sagunto, de la chef Vicky Sevilla y con una estrella Michelin. Tambi¨¦n venden a particulares a trav¨¦s de su p¨¢gina web por 10,50 euros los 250 gramos de Mujeres Colombia ¡ªde la regi¨®n de Caldas, cultivado a 1.700 metros de altitud¡ª y 14 euros la misma cantidad de Las Flores, de la productora hondure?a Natalia Pineda. ¡°Hay un caf¨¦ para cada momento¡±, defiende Valero, quien trabaja cada origen de manera distinta, otorg¨¢ndole un tueste diferente para potenciar los matices. El resultado son caf¨¦s m¨¢s achocolatados ¡°vers¨¢tiles¡± y otros con m¨¢s acidez y complejos, que en la cafeter¨ªa de Ruzafa despachan a 1,80 euros el espresso y a 2,20 euros el con leche. Tambi¨¦n tienen opci¨®n de caf¨¦ de filtro.

Bluebell Valencia tampoco es una cafeter¨ªa de especialidad con decoraci¨®n de inspiraci¨®n n¨®rdica o aire industrial. La peque?a barra y las mesitas se ubican en un peque?o local comercial propiedad de las hermanas Valero, que conserva la estructura tradicional de una casa valenciana: puerta de hierro forjado en forma de arco, ladrillo visto, suelo de baldosas y un peque?o patio interior que potencia el car¨¢cter mediterr¨¢neo del sitio. La carta tambi¨¦n as¨ª lo refleja: Tosta de ricotta, fresas asadas, nueces pecanas y romero (7,90 euros) o una tostada simple de mantequilla con mermelada de calabaza casera (2,90 euros); plato de cebada con verduras asadas (12,50 euros) y s¨¢ndwich de pulled pork (12,90 euros) para quienes busquen algo para comer. La oferta de bebidas m¨¢s all¨¢ del caf¨¦ incluye kombucha hecha por ellas mismas.

Puedes seguir a EL PA?S Gastro en Instagram y Twitter.