La receta que surgi¨® en las redes sociales y se ha convertido en el ¡®Rolls Royce¡¯ de los caldos
A F¨¦lix Vallugera la pandemia le cambi¨® la vida: dej¨® su trabajo, populariz¨® sus arroces y sus talleres en Instagram y X, y ha comenzado a vender por internet su famoso y laborioso caldo de pollo
Uno de los protagonistas de esta historia es toda una referencia por sus talleres de arroces secos y de capa fina. F¨¦lix Vallugera (Barcelona, 48 a?os) se dedicaba al sonido y lleg¨® a trabajar con grupos como Pereza, Hombres G o El Canto del Loco. Cuando lleg¨® la crisis del disco se pas¨® al ¨¢rea audiovisual, un trabajo que no le satisfac¨ªa tanto como la cocina, a la que se aficion¨® viendo las recetas de Canal Cocina. Su inquietud le llev¨® en 2014 a estudiar en Le Cordon Bleu. Ah¨ª empez¨® a interesarse por los caldos y sobre todo por el tema de los arroces, los de capa fina, sus preferidos. ¡°Comenz¨® a investigar cuantos gramos de arroz eran necesarios para hacer una buena receta, y que realmente supiera a caldo¡±.
El secreto: quitar ingredientes, en busca de una mayor pureza de sabores. Por ejemplo, algo que detestaba en un caldo era que llevara zanahoria porque le daba dulzor. En estas lleg¨® la pandemia, empez¨® a trabajar menos de lo suyo y m¨¢s a cocinar en casa. Lo compart¨ªa todo en las redes sociales, sobre todo en X y en Instagram, donde comenz¨® con su cuenta @cook_obsession a despertar la curiosidad por el arroz entre sus seguidores. ¡°Los fines de semana la gente me hac¨ªa consultas y empec¨¦ a pensar en montar un taller¡±. La respuesta fue todo un ¨¦xito, ya que se apuntaban, cada 15 d¨ªas, los viernes y los domingos, gente de todos los rincones, incluso de fuera de Espa?a. Lleva cuatro a?os llenando este tipo de cursos a distancia, donde todo est¨¢ medido al mil¨ªmetro sobre una base cient¨ªfica para que no haya ning¨²n fallo en la elaboraci¨®n de los arroces. Famoso es el grito que lanza a todo aquel que desea o¨ªrle en las redes sociales: ¡°Haced caldo, cop¨®n¡±. Incluso tiene a la venta una camiseta con la frase. Orgulloso, comparte los logros de sus alumnos m¨¢s aventajados.
Pero hubo un pupilo que fue un poco m¨¢s all¨¢. No se qued¨® solo con la receta del arroz. Hace dos a?os y medio, Christopher Golding (Devon, Reino Unido, 42 a?os), hostelero con restaurantes y bares en Madrid, de los que se desprendi¨® antes de que llegara la pandemia, le propuso, atendiendo a su vena emprendedora, un negocio: crear un caldo especial para el arroz o para lo que hiciera falta. Empezaron a trabajar en la receta, que terminaron de perfeccionar hace unos meses. ¡°Hay detr¨¢s mucho I+D, sobre todo hasta que dimos con el m¨¦todo correcto para que el caldo no necesitara fr¨ªo y que fuera natural. Lo que m¨¢s cost¨® fue elevar la receta a una producci¨®n en serie mayor que la que se hace en casa¡±, explica Vallugera, en la cocina de la casa de su socio, donde se realiza la sesi¨®n fotogr¨¢fica para este reportaje.
Tambi¨¦n fue complicado encontrar una f¨¢brica que se encargara de la elaboraci¨®n, siguiendo las estrictas directrices del autor de la receta. El misterioso fabricante, del que no desvelan el nombre y con el que mantienen una relaci¨®n en la distancia, con un riguroso contrato de privacidad de por medio, se encuentra en Alicante. ¡°Llevamos un a?o trabajando con ¨¦l, sobre todo corrigiendo temas como la grasa de la lata, el poso o el color. Quer¨ªamos el mejor caldo y creemos que lo hemos conseguido¡±. Los ingredientes que contiene una lata son los siguientes: kilo y medio de pollo (alitas y carcasas) tostadas al horno, 160 gramos de cebolla buti (la de la piel de color marr¨®n) tostada sin aceite, y poca agua. No lleva aceite, solo la grasa del animal, tampoco contiene sal, lo cual es una ventaja porque, seg¨²n el Vallugera, da mucha m¨¢s libertad de uso. ¡°Quer¨ªamos que fuera como un lienzo en blanco, que no sirviera solo para hacer arroz, sino que se le pudiera a?adir mantequilla o aceite de s¨¦samo, o reducirlo para una salsa¡±.
El dise?o del bote de 750 gramos tambi¨¦n fue proceso que requiri¨® de tiempo. Eligieron el color rosa, ya que iba acorde con el interior, el de un producto pr¨¦mium. ¡°No es un caldo para todos los d¨ªas ¡ªsu precio es de 18,50 euros¡ª. Es un lujo y lo que vendemos es el tiempo que lleva hacerlo, tostar el pollo y la cebolla, ponerlo a cocer durante varias horas, dejarlo reposar, filtrar y desgrasar¡±, dice Vallugera. La primera prueba de fuego la superaron con creces: los 200 primeras botes de El Caldo, que anunci¨® en las redes sociales, se agotaron en un solo d¨ªa. ¡°Fue la manera de probar que hab¨ªa p¨²blico, que hab¨ªa inter¨¦s. Se ha convertido en el Rolls Royce de los caldos, aunque sabemos que no es para todos los d¨ªas ni es un producto de masas¡±. Llevan las luces largas y la ambici¨®n de vender 12.000 latas en 2026. De momento, elaboran tiradas de 800 latas, han empezado a vender en Alemania, Portugal y Noruega, y est¨¢n comprobando lo m¨¢s importante: ¡°Qui¨¦n lo prueba, repite¡±.
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