Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil comer con ni?os en restaurantes con estrella Michelin
Algunos establecimientos de alta cocina proh¨ªben el acceso con menores de determinada edad y desde las asociaciones de consumo advierten de que esa pr¨¢ctica no es legal
¡°El restaurante no permite la entrada a beb¨¦s ni ni?os menores de siete a?os¡±, ¡°Por norma general, no se aceptan reservas con menores de 14 a?os¡±, ¡°No se permite la entrada a ni?os/as menores de 10 a?os¡±. En ocasiones, ir a comer con ni?os no es que sea una tarea dif¨ªcil, es que en algunos establecimientos de alta cocina es directamente imposible, ya que proh¨ªben expresamente en sus p¨¢ginas web acudir con menores de determinada edad. As¨ª ocurre, por ejemplo, en sitios como Azurmendi, de Eneko Atxa o en el restaurante Mart¨ªn Berasategui, ambos con tres estrellas Michelin. ¡°No es que tengamos nada en contra de los ni?os. Ojal¨¢ pudieran venir todos a comer, pero nos hemos visto obligados por malas experiencias previas que generaron quejas de otros clientes¡±, explica Ane Berasategui, hija del cocinero vasco y responsable de la comunicaci¨®n del grupo familiar, sobre la pol¨ªtica que adoptaron hace alrededor de ocho a?os de no admitir reservas con menores de siete a?os en el establecimiento de Lasarte (Gipuzkoa). En el caso del restaurante de Atxa, ubicado en Larrabetzu (Bizkaia), han declinado responder a EL PA?S Gastro por motivos de agenda.
M¨¢s all¨¢ de si es justo que paguen justos por pecadores o de si la experiencia gastron¨®mica ser¨¢ la mejor acudiendo con ni?os, el vicepresidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Derecho de Consumo, ?scar Molinuevo, es tajante a la hora de responder si es legal o no aplicar por defecto una prohibici¨®n bas¨¢ndose en la edad en establecimientos de restauraci¨®n. ¡°Radicalmente no. Es una prohibici¨®n basada en la generalizaci¨®n. ?Y si el ni?o de ocho a?os se porta como un santo var¨®n y el adulto de 40 como un delincuente?¡±, reflexiona. Tambi¨¦n apela a la prevalencia de los derechos del ni?o por encima de los de libertad de empresa para justificar su contestaci¨®n. ¡°Como todos los derechos, el derecho de admisi¨®n [reconocido en el art. 59.1.e) RD 2816/1982, de 27 agosto] deber¨¢ respetar y convivir con otros derechos fundamentales, en el caso que nos ocupa, con los reconocidos en el art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n Espa?ola, que proscribe la discriminaci¨®n, entre otras, por motivos de edad¡±, detalla el abogado. Este derecho fundamental, indica, se desarrolla en la Ley Org¨¢nica 1/1996, de 15 de enero, de Protecci¨®n Jur¨ªdica del Menor, cuyo art¨ªculo 2.1 consagra el inter¨¦s superior del menor: ¡°Todo menor tiene derecho a que su inter¨¦s superior sea valorado y considerado como primordial en todas las acciones y decisiones que le conciernan, tanto en el ¨¢mbito p¨²blico como privado¡±. La misma ley, en su art¨ªculo 7.1, ¡°reconoce el derecho de los menores a participar plenamente en la vida social, cultural, art¨ªstica y recreativa de su entorno, as¨ª como a una incorporaci¨®n progresiva a la ciudadan¨ªa activa¡±. Ante esto, puntualiza que la prohibici¨®n solo est¨¢ justificada en aras de proteger al menor, por ejemplo, en locales de ocio nocturno donde se consuma alcohol.
Una pr¨¢ctica discriminatoria
Molinuevo sentencia que ¡°el derecho de admisi¨®n [el que se alega en estos casos] es un derecho basado en la libertad de empresa, pero tiene los l¨ªmites de los derechos fundamentales¡± y que la pr¨¢ctica de prohibir la entrada ¡°est¨¢ muy por debajo de los derechos del ni?o¡±, ya que ¡°esa limitaci¨®n es arbitraria¡±. Para la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) la respuesta tambi¨¦n es clara. ¡°Prohibir a un menor de edad entrar con sus padres en un restaurante solo porque es menor de edad es discriminatorio¡±, explica un portavoz de la citada instituci¨®n. Para argumentar la postura, explica que el Derecho de Admisi¨®n, cuya regulaci¨®n es de competencia auton¨®mica y, por tanto, puede haber variaciones entre regiones, en principio est¨¢ dirigido ¡°a evitar comportamientos molestos o violentos... Y las condiciones no pueden ser arbitrarias ni improcedentes. Tiene que estar en letreros visibles y aprobados por la Administraci¨®n¡±. Al mismo tiempo y, al igual que Molinuevo, recuerda la existencia del art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n Espa?ola, que se?ala que ¡°los espa?oles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminaci¨®n alguna por raz¨®n de nacimiento, raza, sexo, religi¨®n, opini¨®n o cualquier otra condici¨®n o circunstancia personal o social¡±.
Argumentos como que la presencia de ni?os en el restaurante puede ser molesta para otros comensales por su posible comportamiento o que pueda interferir en el servicio de sala son considerados por la OCU como ¡°arbitrarios¡±. ¡°Aunque es cierto que el establecimiento puede reservarse el derecho de admisi¨®n, el ejercicio legal de este derecho no es ilimitado, como hemos indicado antes, no se puede ejercer por motivos discriminatorios¡±. En el caso de que se desee reclamar, la organizaci¨®n de consumidores asegura que puede haber sanci¨®n, ¡°pero en este caso se tratar¨ªa de una infracci¨®n administrativa, no de consumo, por infracci¨®n del derecho de admisi¨®n¡±. En ese caso, indica, la v¨ªa de reclamaci¨®n ser¨ªa doble: la hoja de reclamaciones, por un lado, y, adem¨¢s, una denuncia directa al organismo auton¨®mico competente en hosteler¨ªa, que en unos casos ser¨¢ Turismo y, en otros, Industria.
La mayor¨ªa de los restaurantes de alta cocina optan simplemente por recomendar a los adultos no acudir con ni?os por debajo de determinada edad debido a la naturaleza de la experiencia, generalmente de larga duraci¨®n ¡ªen torno a tres o cuatro horas¡ª y con elaboraciones que, en ocasiones, pueden no ser del gusto de los menores. Es el caso de DiverXO. El ¨²nico tres estrellas Michelin de Madrid, considerado el cuarto mejor restaurante del mundo por el ranking The World¡¯s 50 Best, especifica en su web que ¡°no es el m¨¢s adecuado para ni?os de menos de 10 a?os¡±, as¨ª como que no disponen de men¨²s espec¨ªficos y tronas y que no aceptan carritos de beb¨¦. Pero, ?qu¨¦ ocurre si, pese a las advertencias, los adultos deciden acudir acompa?ados de un peque?o comensal? ¡°No recomendamos la entrada a menores de 10 a?os. Es una recomendaci¨®n, que luego hay muchos casos que nos dicen que el ni?o est¨¢ acostumbrado a los restaurantes gastron¨®micos, pues fenomenal. Ese tipo de comensales tambi¨¦n entran, eso s¨ª, explicamos que no adaptamos ni tenemos men¨² infantil. Viene a comer DiverXO¡±, responde un portavoz del Grupo UniverXO. Preguntado en concreto por los beb¨¦s, la contestaci¨®n es que ¡°no se puede entrar a la sala con carrito y no se puede estar con el ni?o en brazos, por el servicio de sala¡±. Aun as¨ª, aclara que intentan ¡°ser lo m¨¢s flexibles posible¡±.
La f¨®rmula de la recomendaci¨®n es la que usan tambi¨¦n en restaurantes como Akelarre, de Pedro Subijana, en San Sebasti¨¢n; el Cenador de Am¨®s, de Jes¨²s S¨¢nchez, en Villaverde de Pontones (Cantabria); o Lera, donde s¨ª admiten ni?os, aunque adviertan de que no es un lugar indicado para menores de 12 a?os. ¡°Con esta aclaraci¨®n tratamos de que el cliente entienda que no es el espacio ideal para, por ejemplo, un encuentro de varias parejas con ni?os o celebraciones familiares. Aun as¨ª, recibimos p¨²blico infantil pr¨¢cticamente todas las semanas¡±, indica Natalia Fern¨¢ndez, del establecimiento, ubicado en Castroverde de Campos (Zamora). Desde el restaurante comandado por Luis Lera, indican que ¡°hay que pensar que esos ni?os son nuestros clientes del futuro y debemos generar su entusiasmo por la gastronom¨ªa en tiempos en que suelen consumir comida prefabricada y cargada de aditivos¡±.
Sin embargo, en Lera explican que gestionar la presencia infantil en un negocio no siempre es f¨¢cil. Adem¨¢s de relatar ¡°cientos¡± de malas experiencias como ¡°manteles de lino pintados con rotulador, tapicer¨ªas a renovar, ni?os en patinete por la sala o chicles pegados a las sillas¡±, Fern¨¢ndez recuerda que hay que tener en cuenta ¡°que un ni?o ocupa una plaza, que deja de disfrutar un adulto y, al consumir menos, genera un lucro cesante al restaurante. Adem¨¢s, suele requerir un men¨² especial, lo que supone un esfuerzo adicional en la cocina, ya que rompe el ritmo del resto de comandas. Por otra parte, la mayor¨ªa de los ni?os, como es natural, suelen romper o manchar cosas, adem¨¢s de resultar molestos a otros comensales¡±. Por todo ello, afirman que siempre procuran que no haya m¨¢s de una mesa con ni?os y en ¡°aras de la rentabilidad¡±, ofrecen un men¨² infantil de 50 euros. ¡°El comportamiento de los ni?os siempre depende del de los padres. Recibimos a ni?os educad¨ªsimos, que valoran d¨®nde est¨¢n y que incluso toman un men¨² degustaci¨®n, frente a otros, que son todo lo contrario¡±, concluye Fern¨¢ndez.
En caso de que un ni?o o un mayor ¡°genera una situaci¨®n conflictiva¡± e incumpla las normas b¨¢sicas de conducta y del establecimiento, ¡°se le podr¨¢ desalojar¡±, asegura el letrado ?scar Molinuevo, quien reflexiona que aqu¨ª lo dif¨ªcil ser¨¢ ¡°determinar la gravedad del problema¡±. ¡°Si la familia no incumple las normas b¨¢sicas de comportamiento no se la podr¨¢ invitar a a salir del local y ser¨¢ ella quien decida qu¨¦ mayor sale a ocuparse del ni?o¡±, a?ade.
Restaurantes facilitadores
A pesar de que no sea f¨¢cil encontrar establecimientos de alta cocina que vean a los ni?os como un cliente m¨¢s, hay un buen pu?ado de restaurantes que facilitan el acudir con ellos, ofreciendo por ejemplo tronas o men¨²s adaptados a los m¨¢s peque?os. As¨ª ocurre en La Salita (Valencia), Atrio (C¨¢ceres), Arrels (Sagunto), Callizo (A¨ªnsa) o Atalaya (Alcossebre). Incluso, en uno de tres estrellas Michelin y uno de los mejores restaurantes del mundo, en El Celler de Can Roca, en el que los hermanos Roca muestran flexibilidad absoluta. ¡°Por supuesto que admitimos ni?os y no hay ning¨²n tipo de restricci¨®n, al contrario, intentamos adaptarnos al men¨² que les pueda gustar dependiendo de la edad. Nos gustan que vengan familias y que lo hagan con ni?os¡±, comenta Joan Roca, cuando se le pregunta por la admisi¨®n de menores. El cocinero cuenta que su experiencia en este tipo de situaciones es que ¡°los ni?os peque?os que vienen con sus familias suelen comportarse muy bien. En la mayor¨ªa de los casos est¨¢n acostumbrados a acudir a restaurantes y saben c¨®mo proceder. No molestan¡±. El mayor de los hermanos Roca asegura, adem¨¢s, que no hay ning¨²n problema en el caso de que se tenga que acudir con carritos, ya que en El Celler ¡°hay mucho espacio entre mesas, lo cual permite acomodarlo y que no interrumpa ni el servicio ni la comodidad de los clientes¡±.
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