Regulaci¨®n de la publicidad: si los ultraprocesados ganan, los ni?os pierden
El Ministerio de Agricultura se alinea con los productores de comestibles insanos oponi¨¦ndose al control de su publicidad impulsado por Consumo. La obesidad se ha duplicado en los menores espa?oles en 20 a?os.
Nunca, ni en mis mejores sue?os, tuve una esperanza realista de ver en Espa?a aquello que se anunci¨® desde el Ministerio de Consumo en octubre de 2021: despu¨¦s de casi 20 a?os mirando hacia otro lado, la administraci¨®n anunci¨® que iba a arremangarse para regular de forma estrecha y eficaz la publicidad dirigida a los menores de productos que son, objetivamente, poco o nada saludables (me niego a llamarlos alimentos). Casi todas las personas que nos preocupamos por la nutrici¨®n de la sociedad en la que vivimos nos quedamos at¨®nitas: felizmente at¨®nitas, concretamente.
Por fin se iba a tomar una de las medidas m¨¢s necesarias y demandadas por parte de los profesionales del sector para atajar un problema en el que Espa?a es l¨ªder en su entorno: la obesidad infantil. Recordemos que tenemos el dudoso privilegio de ocupar el tercer puesto entre los pa¨ªses de la UE con mayor tasa comparada de obesidad y sobrepeso entre los ni?os y ni?as de seis a nueve a?os. Los primeros puestos est¨¢n ocupados por Chipre, Grecia, Espa?a e Italia: la retranca mediterr¨¢nea del asunto es como para hac¨¦rnoslo mirar.
El Ministerio de Consumo afirm¨® entonces que para llevar a cabo dicha regulaci¨®n aplicar¨ªa los perfiles de nutrientes establecidos por la OMS en 2015, que ya explicamos aqu¨ª en 2016. Con dicho sistema, y con independencia de los valores nutricionales de cada producto, habr¨ªa gamas enteras de productos -de nuevo, me niego a llamarlos alimentos- que quedar¨ªan vetados de la parrilla publicitaria de medios de comunicaci¨®n, e incluso de canales como YouTube, Tik Tok o Instagram. Por ejemplo, todos los productos de confiter¨ªa, galletas, helados, refrescos, bebidas energ¨¦ticas y zumos: el Ministerio lo anunci¨® en redes sociales, y los nutricionistas d¨¢bamos palmas con las orejas.
Pero la semana pasada aparecieron oscuros nubarrones en torno a la consecuci¨®n de esta medida: el Ministerio de Agricultura ha movido ficha y se opone a esta regulaci¨®n. No es casual que la FIAB, la patronal que engloba a los principales fabricantes de productos ultraprocesados cuyos intereses se ver¨ªan gravemente afectados por esta normativa, tambi¨¦n se posicionara en contra de la misma desde el minuto menos uno.
La captura corporativa, una lacra habitual de la pol¨ªtica
En esta vida hay dos grandes motores que gu¨ªan las decisiones importantes, uno es el amor y el otro el dinero; y si finalmente, se termina por desechar esta medida, no ser¨¢ por amor. Mucho menos por amor a la infancia y a su salud: as¨ª de claro lo contaba de forma ret¨®rica la periodista Laura Caorsi en su cuenta de Twitter. Este es un tema m¨¢s antiguo que el hilo negro: en 2013 la entonces Directora General de la OMS, Margaret Chan, se desmarc¨® con unas duras palabras durante un discurso p¨²blico en el que afirm¨® que los intereses econ¨®micos de la industria alimentaria distorsionan las pol¨ªticas de Salud P¨²blica.
En aquel discurso, a la Dra Chan no le tembl¨® el pulso a la hora de se?alar el origen de los peligros que acechan a las pol¨ªticas de Salud P¨²blica: principalmente las multinacionales de los ultraprocesados y del alcohol. Concretamente, y de forma literal, afirm¨® que son las empresas del sector las que, para evitar un menoscabo en su balance de cuentas, crean empresas dentro de su mismo grupo con una ¡°cara amable¡± -grupos de presi¨®n o lobby-, prometen autorregularse, interponen demandas y financian ¡°estudios de investigaci¨®n" que lo que finalmente consiguen es tergiversar la evidencia y enga?ar al consumidor.
Es lo que se conoce como captura corporativa de la Salud P¨²blica, un concepto que el Dr. Miguel-?ngel Royo-Bordonada explica con precisi¨®n en este documento. En pocas palabras la ¡°captura corporativa es el proceso intencionado por el cual las decisiones pol¨ªticas responden a un inter¨¦s particular, privado, en detrimento del inter¨¦s p¨²blico. El resultado es una regulaci¨®n injusta o la ausencia de regulaci¨®n cuando esta es necesaria para la protecci¨®n del bien com¨²n¡±. No se puede ser m¨¢s claro.
Otro ejemplo de esta captura, m¨¢s all¨¢ del caso que nos ocupa si al final no prospera, lo encontramos en la imposibilidad aparente de sacar adelante una Ley antialcohol -que el nombre no te despiste, en realidad es cosecha del lobby de turno- en 20 a?os a pesar de haberse planteado en este periodo cuatro proposiciones de Ley, y que est¨¢s fueran propuestas por ejecutivos de distinto color pol¨ªtico. Ninguna prosper¨®. Industria 4- Salud P¨²blica 0.
La famosa y vergonzosa autorregulaci¨®n de la que hay que huir
La industria afectada casi siempre ofrece la misma soluci¨®n cuando existe la amenaza de que una normativa coarte su ¡°libertad¡±: la autorregulaci¨®n. Para entendernos, la autorregulaci¨®n es un m¨¦todo alternativo a una verdadera regulaci¨®n, mediante el cual la industria alimentaria pacta con la administraci¨®n que va a cumplir las normas las normas que ella misma redacta y, llegado el caso, tambi¨¦n va a controlar y sancionar las infracciones.
Aunque esto suena muy bien, no deja de ser el brazo armado con el que se materializa la captura corporativa ya descrita. En el terreno que nos ocupa, la autorregulaci¨®n de la que goza el sector tiene nombre y apellidos: C¨®digo PAOS. Un sistema de autorregulaci¨®n patrio de la publicidad de alimentos dirigida a ni?os de 2005 que en 18 a?os ha recibido m¨ªnimas pero pomposas actualizaciones; a cu¨¢l m¨¢s ineficaz. Un c¨®digo que ni funciona para evitar nada ni se aplica a pesar de sus constantes infracciones por parte de los firmantes (es lo que tiene la parte ¡°auto¡± del asunto).
El C¨®digo PAOS es, adem¨¢s, una normativa de adhesi¨®n voluntaria en la que el hecho de estar adherido tampoco es garant¨ªa de cumplir nada; por eso los estudios publicados respecto a su funcionamiento lo tachan de absolutamente ineficaz. Por tanto, tal y como ya cont¨¦ en su d¨ªa en este editorial de la revista Atenci¨®n Primaria, permitir la autorregulaci¨®n en materia de publicidad alimentaria dirigida a los ni?os y adolescentes es un brindis al sol: puede quedar muy bonito, ser muy efectista, abrir las noticias de muchos espacios informativos y copar titulares... pero no sirve para nada. Incluso peor que no hacer nada por el coste de oportunidad, por dar la imagen de que se est¨¢ haciendo algo, de que ese algo est¨¢ legitimado, etc¨¦tera.
No se puede hacer siempre lo mismo y obtener resultados diferentes
Que la autorregulaci¨®n -al menos en Espa?a- no funciona es un dato, no una opini¨®n. De hecho, solo los pa¨ªses con normativa legal han conseguido reducir la presi¨®n de la publicidad de productos insanos dirigida a los ni?os, y el C¨®digo PAOS se pone como ejemplo fuera de nuestras fronteras de aquello que no debe hacerse.
Si el ejecutivo tiene la voluntad sincera de hacer doblar la curva de la obesidad infantil en Espa?a, tendr¨¢ que ser con algo diferente de lo que hace desde 2005, con nulo efecto y para regocijo de los productores. No digo que se alegren de la obesidad infantil, pero s¨ª de no tener que sufrir una normativa con el rango de ley y, por tanto, de no tener que rendir cuentas a nadie.
Tras el anuncio por parte de Consumo de regular la publicidad mediante un decreto, el Presidente S¨¢nchez se comprometi¨® a atajar el problema de la obesidad infantil, y pocos meses despu¨¦s apareci¨® el Plan Estrat¨¦gico Nacional Para La Reducci¨®n
De La Obesidad Infantil (2022 - 2030). En la l¨ªnea estrat¨¦gica n¨²mero cinco -la de garantizar la protecci¨®n a la salud de la infancia- la medida n? 37 recoge, textualmente, la intenci¨®n de ¡°Desarrollar regulaci¨®n del marketing de alimentos y bebidas¡±.
El problema de la obesidad infantil en Espa?a es muy grave. He aqu¨ª algunas de las cifras que ofrece el mencionado informe:
- El 41% de las ni?as de seis a nueve a?os tiene sobrepeso u obesidad, esta cifra es del 42% en el caso de los ni?os. Pese a ello, siete de cada 10 escolares con exceso de peso son percibidos por sus progenitores dentro de un peso normal.
- La obesidad se ha duplicado en ni?os y adolescentes en los ¨²ltimos 20 a?os.
- Las cifras de obesidad infantil son el doble entre los ni?os y ni?as que viven en hogares con menos recursos.
- El 55% de los ni?os y ni?as con obesidad ser¨¢n adolescentes con obesidad. A su vez, el 80% de los adolescentes con obesidad ser¨¢n adultos con obesidad.
Citando de nuevo a la Dra. Chan: ¡°acabar con la obesidad infantil es uno de los mayores retos que puede afrontar la comunidad internacional en esta centuria [...] y la industria no deber¨ªa tener voz a la hora de tomar decisiones de Salud P¨²blica de este calado¡±. Lo que piense nuestro Ministerio de Agricultura, posiblemente presionado por ciertos sectores, deber¨ªa darnos igual. En cualquier caso, si la cuesti¨®n econ¨®mica va a tenerse en cuenta para la toma de decisiones, el propio Plan Estrat¨¦gico afirma que, por cada euro invertido en la prevenci¨®n de la obesidad en Espa?a, se recuperar¨ªan seis. Ah¨ª lo dejo.
Juan Revenga es dietista-nutricionista, bi¨®logo, consultor, profesor en la Universidad San Jorge y miembro de la Fundaci¨®n Espa?ola de Dietistas-Nutricionistas (FEDN). Ha escrito los libros Con las manos en la mesa y Adelg¨¢zame, mi¨¦nteme.
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