Nueva etapa para I?aki Urdangarin
Si afortunadamente el rey em¨¦rito puede hacerse cargo de los costes del silencio: tranquilidad. Lo que si ocurrir¨¢ es que al menos el exduque tendr¨¢ que asumir la fiscalidad de esos ingresos. Esta vez s¨ª
Pilar Eyre se ha convertido en la cronista aventajada de los exduques de Palma. Esta semana reincide en la exclusiva al ofrecernos la detallada noticia sobre su inminente divorcio y del pago que recibir¨ªa Urdangarin, no solo como exc¨®nyuge, tambi¨¦n para limitar sus posibilidades como autor literario. Eyre sugiere que existe una oferta millonaria por parte de una editorial para que I?aki haga una especie de memorias a la mani¨¦re del pr¨ªncipe Enrique de Inglaterra.
Pilar, amena y did¨¢ctica en su canal de YouTube, liberada de presiones editoriales, asegura que el pap¨¢ de Cristina, el rey em¨¦rito, dispone de suficiente efectivo como para aportar la cantidad mensual que compre la tranquilidad de I?aki. Y de todos. El silencio es oro. Muchos pueden verlo como ese modus operandi de la ¨¦poca de B¨¢rbara Rey, con menos controles y sin necesidad de transparencia, cuando presuntamente se le pag¨® a trav¨¦s de un contrato en una televisi¨®n p¨²blica. Ahora se trata de alcanzar un acuerdo posmatrimonial dentro del circuito de finanzas familiares. Pero nada de esto es alarmante. Si afortunadamente Juan Carlos I puede hacerse cargo de los costes del silencio: tranquilidad. Lo que si ocurrir¨¢ es que al menos I?aki tendr¨¢ que asumir la fiscalidad de esos ingresos. Esta vez s¨ª.
Socialmente, la semana ha sido m¨¢s agitada que tranquila, Feij¨®o y Casado almorzaron juntos y salieron con un ardor de est¨®mago indisimulable la misma tarde en la que Jes¨²s Ruiz Mantilla y yo nos divertimos con la presentaci¨®n de Divos, su magn¨ªfica recopilaci¨®n de cr¨®nicas y entrevistas a grandes de la ?pera. Al d¨ªa siguiente el arte me esperaba en Arco. La ma?ana del mi¨¦rcoles, un hotel ibicenco invit¨® a ver las obras nominadas para su primer premio de arte y sostenibilidad. Acud¨ª con un amplio pantal¨®n morado, zapatillas amarillas y grandes gafas magenta, algo dif¨ªcil de conciliar con un recorrido tranquilo por la feria, con el inter¨¦s por lo expuesto, los saludos de los amigos y conocidos y de los fans tanto del arte contempor¨¢neo como de los programas de televisi¨®n. Qu¨¦ es m¨¢s importante en el arte de las ferias: ?ser feriante o mono de feria?
Si no puedes comprar o no te decides, lo mejor de Arco es el arte de sus fiestas. La noche de la presentaci¨®n de Divos suced¨ªa en el mismo local, el club Matador, la presentaci¨®n de una pel¨ªcula sobre el dise?ador Jaime Hay¨®n. Justo antes de bajar a la muestra, nos lo topamos Jes¨²s y yo. Divos coincidentes en la apretada agenda de Arco. Cruz¨® por nuestras envidiosas cabezas de escritores que la estrella de la porcelana nos superar¨ªa en p¨²blico y el saludo qued¨® un poquito craquelado. El dios protector de los creativos nos dispens¨® el milagro de una sala llena, con Carlos Boyero en primera fila.
Llevo tiempo esperando ser invitado a la cena de Ivory Press. Todo llega. Encontrarme sentado al lado de Sybilla, Cristina Iglesias y Christian de Hannover escuchando las palabras de Elena Ochoa para darnos la bienvenida y calificar a la feria como ¡°de las m¨¢s importantes del mundo del arte, incluso m¨¢s que Art Basel, tras a?os de espera y crecimiento¡±, lo tom¨¦ tambi¨¦n como un paso de gigante en mi crecimiento personal. Y social. Mi conversaci¨®n con Sybilla teji¨® todos los flecos posibles, llegando hasta el chavismo. Sybilla acompa?¨® a su pareja de entonces al rodaje de la pel¨ªcula de Oliver Stone sobre Hugo Ch¨¢vez: ¡°Fueron 12 d¨ªas largu¨ªsimos. No me dejaban salir del hotel por miedo a la delincuencia. Y ese encierro tampoco permiti¨® que conociera ni a Ch¨¢vez ni a Stone¡±. Solo nos separamos porque Ochoa me solicit¨® que acompa?ara a Thaddaeus Ropac, el m¨ªtico galerista que habr¨ªa vendido una obra de Georg Baselitz a Helga de Alvear. Ropac, encantado, quer¨ªa comentarme la repercusi¨®n de su exposici¨®n de las fotos de Bob Colacello, mencionada, hace unas semanas, en esta columna. Todo queda as¨ª, tranquilamente, en casa.
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