Mark Zuckerberg cumple los 40 tratando de deshacerse de todas sus etiquetas
El due?o de Meta, con una fortuna de 167.000 millones de d¨®lares, es muy distinto del ¡®nerd¡¯ de Harvard que hace 20 a?os fund¨® Facebook. Hoy busca ofrecer una imagen m¨¢s familiar y cercana, y tambi¨¦n menos aburrida gracias a la ayuda de estilistas
Llegar a los 40 a?os es un hito vital, sea uno quien sea; se apellide Garc¨ªa o Zuckerberg. Los 40 son un rito de paso, de toma de conciencia de la edad adulta y de la propia mortalidad. Es situarse en un punto medio para mirar hacia atr¨¢s y luego hacia adelante y, probablemente, atr¨¢s otra vez. Eso lo que probablemente har¨¢ Mark Zuckerberg esta semana, cuando este martes 14 de mayo el otrora jovenc¨ªsimo genio tecnol¨®gico sople las velas en alguna de sus mansiones (puede ser en San Francisco; quiz¨¢ en Haw¨¢i, su favorita) junto a su esposa, Priscilla Chan, y sus tres hijas. Ellas son las ¨²nicas que saben del calado de la c¨¦lebre crisis de los 40 y de lo que realmente ocurre en la mente de Zuck, como se le conoce popularmente.
Unos dir¨¢n: crisis, ?qu¨¦ crisis? ?Cu¨¢l es la crisis para un hombre que lo tiene todo? Salud, fortaleza (el deporte ha ido convirti¨¦ndose para ¨¦l en algo cada vez m¨¢s importante con los a?os), una familia grande y estable (adem¨¢s de a Priscilla y sus hijas Max, August y Aurelia, a sus padres y tres hermanas), un hogar (varios, de hecho), un legado tecnol¨®gico, fama y una fortuna de 167.000 millones de d¨®lares, la cuarta m¨¢s grande del mundo. Quiz¨¢ de ah¨ª venga la crisis. Porque otros dir¨¢n: ?qu¨¦ falta cuando lo has tenido todo? Si la generaci¨®n millennial es capaz de esquivar esta crisis precisamente por tener muy poco y nada de ello estable, quiz¨¢ Zuckerberg est¨¦ cansado hasta de s¨ª mismo. Lleva la mitad de su vida siendo visto como un cerebrito global, aportando soluciones que se convierten en problemas y buscando m¨¢s soluciones para ello. Siendo considerado uno de los hombres m¨¢s poderosos del mundo, pero tambi¨¦n, pese a su imagen sencilla (simplona, seg¨²n algunos), complejo, peligroso y entre los que m¨¢s da?o han causado en el planeta, con las complicaciones derivadas de las redes sociales: falta de privacidad, noticias falsas, problemas de salud mental, menores en peligro (en enero un senador de EE UU lleg¨® a decirle al jefe de Meta y a varios colegas que ten¨ªan ¡°las manos manchadas de sangre¡±; ¨¦l pidi¨® perd¨®n a los padres presentes) y, en general, una inmensa ira global. Llegar a los 40 y mirar atr¨¢s ah¨ª, m¨¢s all¨¢ del dinero y las mansiones, debe ser complejo para ciertas conciencias.
Resulta adem¨¢s que, estos d¨ªas, Zuckerberg se enfrenta a varios hitos m¨¢s. Fue en febrero de 2004 cuando fund¨® lo que se llam¨® TheFacebook. El libro de las caras cumple 20 a?os conectando al mundo; las redes sociales de Meta, es decir, Facebook, WhatsApp e Instagram, son usadas cada una de ellas por entre 2.000 y 3.000 millones de personas en el planeta. Pero tambi¨¦n tiene hitos personales. Casi al mismo tiempo, se han cumplido 20 a?os de su primer encuentro con Priscilla Chan. Le da para pararse a pensar.
La vida y la imagen del chico de Harvard que a punto estuvo de ser expulsado del campus por usar los datos personales de alumnos para hacer una especie de anuario online, origen de Facebook, son hoy muy distintas. Zuckerberg trata de quitarse esa etiqueta de nerd, de pardillo universitario que tanto ha arrastrado; tambi¨¦n la del friki intensito de Silicon Valley, la del tipo que durante a?os jug¨® a llevar una camiseta gris como uniforme (seg¨²n ¨¦l, para ¡°limpiar su vida y tomar las menores decisiones posibles y servir a la comunidad¡±, como cont¨® en un foro hace a?os); tambi¨¦n la del ricach¨®n caprichoso que compraba las casas de sus vecinos para tener privacidad. Ahora parece buscar algo diferente. Lejos de las etiquetas.
En esta nueva vida del Zuckerberg de 40, muy lejos del de 30 y m¨¢s a¨²n del de 20, la familia es prioritaria; no cabe duda de que sus hijas son el centro de su vida. Lo deja ver en discursos, en charlas, en sus propias redes sociales, donde las saca a menudo (especialmente a Max, la mayor, que en noviembre cumplir¨¢ nueve a?os), practicando deporte con ¨¦l, haciendo caminatas por el parque de Yosemite, disfraz¨¢ndose en Halloween o siguiendo las costumbres jud¨ªas, que nunca ha abandonado. Apenas se ha pronunciado sobre el conflicto entre Israel y Gaza, aunque en octubre dijo p¨²blicamente que ¡°los terroristas de Ham¨¢s eran puro mal¡±.
Otra de las pasiones del nuevo Zuck de 40 son las vacas hawaianas, por raro que suene. De hecho, fue hace 10 a?os, a finales de 2014, cuando se supo que el empresario se hab¨ªa comprado un inmenso terreno en Haw¨¢i, por alrededor de 100 millones de d¨®lares. No fue su entrada en Kauai del gusto de los isle?os. Ahora, muchos trabajan para ¨¦l bajo estrictos contratos de confidencialidad. Su rancho Koolau, al noreste de la isla, tiene, seg¨²n The Times, 570 hect¨¢reas y dos mansiones de 5.300 metros cuadrados (adem¨¢s de un b¨²nker de casi 500) protegidas por muros de dos metros. All¨ª cr¨ªa vacas wagyu y angus a base de nueces de Macadamia de sus propios ¨¢rboles ¡ªque sus hijas le ayudan a plantar, como ¨¦l mismo ha contado¡ª y de cerveza casera.
Plantar ¨¢rboles con sus manos es otra de las nuevas actividades del renovado Zuckerberg. El deporte se ha convertido en una pasi¨®n ins¨®lita hace 20 a?os. Es habitual verle disfrutar corriendo, haciendo ejercicios de fuerza o practicando artes marciales; una pasi¨®n que le ha costado advertencias por parte de Meta, que cree que un exceso de actividad f¨ªsica puede llegar a ser peligrosas para su l¨ªder y, por tanto, para una compa?¨ªa valorada en 1,2 billones de d¨®lares. ¡°El se?or Zuckerberg y algunos otros miembros de la direcci¨®n participan en diversas actividades de alto riesgo, como deportes de combate, deportes extremos y aviaci¨®n recreativa, que conllevan el riesgo de lesiones graves y muerte. Si el se?or Zuckerberg dejara de estar disponible por cualquier motivo, podr¨ªa producirse un impacto relevante adverso en nuestras operaciones¡±, se le¨ªa en un informe de la compa?¨ªa de febrero. De hecho, el pasado noviembre se lesion¨® un ligamento entrenando y tuvo que ser operado; se est¨¢ recuperando con m¨¢s deporte.
La actividad f¨ªsica ha hecho que cambie f¨ªsicamente; tambi¨¦n ha evolucionado su imagen. Se ha alejado del uniforme de vaqueros-camiseta gris-sudadera a juego y arriesga cada vez m¨¢s. Hace unas semanas, un usuario jug¨® con su imagen poni¨¦ndole barba y muchos le alabaron; la actriz Gwyneth Paltrow lleg¨® a decir que le recordaba a su exmarido, el cantante de Coldplay Chris Martin. La cr¨ªtica de moda del diario The New York Times, Vanessa Friedman, le dedic¨® todo un art¨ªculo que llam¨® La Meta-morfosis de Mark Zuckerberg, donde desarrollaba la idea de que su imagen, m¨¢s fresca, era ¡°un signo visible de que Silicon Valley [...] estaba entrando en una era post-Jobs¡±. Tambi¨¦n apuntaba a la llegada a su vida de estilistas que le han ayudado a desarrollar su imagen.
Su rival estos d¨ªas tambi¨¦n est¨¢ muy alejado del difunto Steve Jobs y su absoluta discreci¨®n. Elon Musk, due?o de X, y ¨¦l mantienen una pelea cada vez menos velada y que a punto estuvo de llegar a las manos hace unos meses (o no). En junio, Musk ret¨® a Zuck a una pelea en una jaula en Las Vegas, y Zuckerberg entr¨® al trapo, hasta que algo despu¨¦s, con cierta fingida decepci¨®n y retraso tras retraso, decidi¨® retirarse. El bi¨®grafo de Musk, Walter Isaacson, asegur¨® en septiembre a este diario que nunca fueron en serio: ¡°Es una broma total. Es una met¨¢fora. No va a entrar en una jaula para pelearse con Mark Zuckerberg. Tiene un sentido del humor de colegial en el que trolea a la gente¡±.
La monta?a rusa (en general, ascendente) que ha sido la vida de Zuckerberg en sus 40 a?os, especialmente los ¨²ltimos 20, ha tenido una testigo que no falla: Priscilla Chan. La doctora y mitad de su fundaci¨®n mutua, a la que donar¨¢n el 99% de su fortuna, casi se pierde este viaje: se conocieron en una fiesta con amigos, una especie de despedida porque ¨¦l pensaba que le echaban de la universidad, y Zuckerberg le pidi¨® volver a verse, pero rapidito: ¡°Le dije que tendr¨ªamos que salir juntos pronto porque solo me quedaban unos pocos d¨ªas¡±, reconoc¨ªa hace unas semanas, cuando se cumpl¨ªan 20 a?os de aquella primera cita. ¡°Despu¨¦s empec¨¦ Facebook, nos casamos y ahora tenemos tres ni?as maravillosas. Vaya un viaje salvaje¡±. No es que sea la declaraci¨®n de amor m¨¢s rom¨¢ntica del mundo, pero para el rarito inform¨¢tico de la clase, 20 a?os despu¨¦s, no est¨¢ mal.
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