Josh O¡¯Connor, el pr¨ªncipe Carlos de ¡®The Crown¡¯: ¡°Igual le parece que lo hago fatal¡±
Entr¨® en las casas de medio mundo como el hijo mayor de Isabel II. Superada su etapa en el ¨¦xito de Netflix, por la que acaba de recibir un premio Emmy, el actor renueva lo ingl¨¦s sin pompa pero con gracia
Hubo un momento en que Josh O¡¯Connor (Condado de Gloucestershire, 31 a?os) casi rechaza el papel del pr¨ªncipe Carlos en The Crown (Netflix) que le ha lanzado a la fama internacional. No lo hizo, aunque la leyenda insista en lo contrario. ¡°Bueno, puede que la culpa de ese malentendido sea en parte m¨ªa¡±, responde risue?o cuando se le pregunta al respecto. ¡°Cuando me llamaron para la prueba estaba muy c¨®modo haciendo cine independiente, y me parec¨ªa mi camino natural. Si aceptaba The Crown, el rodaje ocupar¨ªa dos a?os de mi vida. Dije que no quer¨ªa hacer la prueba, pero insistieron en que nos reuni¨¦ramos y acab¨¦ accediendo. ?Menos mal! A la larga, fue la decisi¨®n correcta. Me sac¨® de donde estaba, me plante¨® un reto enorme y lo disfrut¨¦ much¨ªsimo¡±.
Que O¡¯Connor llegara siquiera a plantearse rechazar lo que ya era un fen¨®meno de ¨¦xito en la ficci¨®n brit¨¢nica ¨Cse incorpor¨® en la tercera temporada, que se comenz¨® a producir en 2018, cuando ya nadie pod¨ªa negar que la serie era un triunfo¨C da muestra del car¨¢cter de un actor m¨¢s enamorado de su trabajo que de sus nada despreciables emolumentos. Aunque trate de quitarle hierro ¨C¡±mi mayor motivaci¨®n para ser actor es que es lo ¨²nico que de verdad se me da bien¡±¨C, lo que subyace a sus palabras es vocaci¨®n. Su forma de abordar su estatus es igualmente at¨ªpica. Elegante y sutil al estilo de los grandes de la escena brit¨¢nica, O¡¯Connor encarna como pocos actores lo que significa el ¨¦xito en 2021: reinar en Netflix sin renunciar a Shakespeare, desinhibirse con la moda sin apabullar y estar orgulloso de ser Josh O¡¯Connor sin querer que el mundo envidie a Josh O¡¯Connor. Aunque, dado el equilibrio que desprende, eso resulte lo m¨¢s dif¨ªcil de todo.
¡°Actuar siempre ha sido uno de mis sue?os, aunque durante mucho tiempo tambi¨¦n me gustaron otras cosas¡±, explica. ¡°Mi abuela era ceramista y me pasaba el d¨ªa en su taller. Mi padre es profesor de lengua y un apasionado de Shakespeare que me llev¨® al teatro desde ni?o. El arte y la cultura siempre han sido, para m¨ª, una especie de refugio espiritual¡±. Sin embargo, no abundaban en su Chentelham natal, una localidad famosa por sus balnearios y sus carreras de caballo. ¡°Es una ciudad preciosa, y ahora tiene festivales de jazz y poes¨ªa, ha mejorado mucho desde que me march¨¦. Cuando era ni?o no hab¨ªa tanto¡±, afirma.
La excepci¨®n era un centro cultural llamado Axiom. ¡°El edificio era precioso, como un tostadero antiguo. No se parec¨ªa a nada que haya visto despu¨¦s. Ten¨ªa una biblioteca, un bar, conciertos, clases de arte, de alfarer¨ªa... Mi madre nos apunt¨® a cursos all¨ª, y hab¨ªa una energ¨ªa incre¨ªble. Cuando falleci¨®, el due?o dijo en su testamento que el edificio deb¨ªa tener fines culturales, pero el Ayuntamiento lo dej¨® ah¨ª, cerrado sin m¨¢s. Al final lo convirtieron en apartamentos. Fue muy triste, porque los vecinos protestamos, pero no sirvi¨® de nada¡±. Aquel episodio se le qued¨® grabado. ¡°Crear un espacio as¨ª es una de mis ambiciones. Tal vez alg¨²n d¨ªa me implique para recuperar los centros culturales. Muchas ciudades peque?as de Inglaterra est¨¢n perdiendo su tejido cultural. Todo se ha trasladado a Londres, y es una pena¡±.
Cuando lleg¨® el momento de emprender el vuelo, tambi¨¦n O¡¯Connor se mud¨® a la capital brit¨¢nica. El ni?o que alucinaba con los grandes de la escena brit¨¢nica ¨Csus ¨ªdolos, enumera, son Pete Postlethwaite, Daniel Day-Lewis y Simon McBurney¨C emprendi¨® el viaje del h¨¦roe habitual en el sector. Teatro, papeles epis¨®dicos en series, secundarios y, por fin, ese rol que lo cambia todo. Para O¡¯Connor, fue Tierra de Dios (2017). ¡°Fue un momento crucial en mi carrera. Puso mi cara en el mapa y la industria empez¨® a tomarme en serio¡±. M¨¢s all¨¢ de la popularidad, trabajar con Francis Lee, que debutaba con su primer largometraje, le ense?¨® un m¨¦todo, ¡°fantas¨ªas, procesos e ideas que sigo utilizando en cada proyecto que hago¡±.
El personaje que interpreta O¡¯Connor en la pel¨ªcula ya se considera una de las grandes actuaciones de la d¨¦cada. Se trata de Johnny Saxby, un ganadero de Yorkshire cuyo mundo se tambalea ante la llegada de un inmigrante rumano con el que entabla una tortuosa ¨Cy, a la larga, epif¨¢nica¨C historia de amor. Personaje que, como confiesa el actor, encaja en una tipolog¨ªa, la de ¡°joven atormentado¡±, frecuente en su trayectoria. As¨ª es tambi¨¦n Paul, el protagonista de Mothering Sunday, la adaptaci¨®n de El d¨ªa de las madres, de Graham Swift, que se estren¨® este a?o en Cannes, y donde O¡¯Connor interpreta a Paul, un chico bien de los a?os veinte que se debate entre las expectativas depositadas en ¨¦l y su amor por la empleada dom¨¦stica de sus vecinos, verdadera protagonista de la cinta, interpretada por Odessa Young.
¡°El personaje me pareci¨® interesante porque aborda el tema de la masculinidad, que es una especie de hilo conductor en mi carrera. Me interesa mucho reflexionar sobre el papel del hombre en la historia y en la actualidad. Paul es incapaz de ser vulnerable porque no es lo que se espera de ¨¦l. Es un personaje maravilloso¡±.
Al ver las maneras impecables y el ingl¨¦s a?ejo de O¡¯Connor en Mothering Sunday, resulta inevitable evocar a otro joven atribulado con jersey de cuello de pico, el pr¨ªncipe expectante de The Crown. Uno de los logros de la serie de Peter Morgan es conseguir que, en la memoria del espectador, el rostro del royal real y del actor que lo interpreta en cada temporada se fundan y superpongan; que, a posteriori, el p¨²blico no pueda saber con certeza si a un momento determinado corresponde el rostro de Claire Foy, de Olivia Colman o de la propia Isabel II.
En el caso de Carlos, O¡¯Connor juega con cierta ventaja: hasta ahora, ha sido el ¨²nico Carlos adulto, y lo ser¨¢ al menos hasta que Dominic West le releve en la quinta temporada, prevista para 2022. As¨ª que, para una audiencia planetaria, el pr¨ªncipe Carlos tiene, adem¨¢s de su propio rostro, el de O¡¯Connor. Y no deja de ser parad¨®jico, dado que el pr¨ªncipe es una persona real, viva y no precisamente ausente para la prensa. ?Le impuso el reto? ¡°Nunca sent¨ª presi¨®n porque el pr¨ªncipe Carlos fuese el pr¨ªncipe Carlos. De hecho, desde el principio, cada vez que pensaba en el personaje, trataba de pensar en cualquiera excepto en ¨¦l. Crec¨ª en un ambiente de izquierdas y antimon¨¢rquico, pero la familia real es omnipresente en Reino Unido. La tenemos grabada en el subconsciente. Adem¨¢s, suelo desconfiar de los biopics porque es f¨¢cil caer en la imitaci¨®n¡±.
Uno de sus primeros papeles, cuenta, fue un secundario en The Program, el biopic de Lance Armstrong que dirigi¨® Stephen Frears. ¡°Recuerdo que, durante los rodajes, nada de lo que hac¨ªa Ben Foster, el protagonista, me recordaba a Armstrong. No lo entend¨ªa. Y, cuando se estren¨® la pel¨ªcula, me qued¨¦ clavado en la butaca. Era impresionante. Se hab¨ªan olvidado del personaje real, se hab¨ªan centrado en qui¨¦n era, y de esa manera hab¨ªan conseguido hablar de la persona, contar su historia, en vez de imitarlo sin m¨¢s¡±. En The Crown abord¨® as¨ª su papel. Los tics del personaje ¨Cla cabeza gacha, la mirada forzada, las cejas en tensi¨®n, la t¨ªmida sonrisa infantil, el silencio como norma¨C no son tanto un resumen del Carlos real como parte del personaje que O¡¯Connor compone para contar su historia. ¡°Para m¨ª, lo fundamental era el guion, mantener a mi personaje dentro del mundo de The Crown¡±.
La gran duda que lleva planeando desde el estreno de la serie ¨C?qu¨¦ piensan los Windsor de todo esto?¨C sigue sin respuesta. ¡°Tal vez alg¨²n d¨ªa Carlos diga algo al respecto. Qui¨¦n sabe, igual le parece que lo hago fatal, pero espero que no, porque soy muy fan suyo, especialmente por su labor en la conservaci¨®n del medio ambiente. Pocos personajes p¨²blicos han aportado tanto a la causa¡±.
Asegura O¡¯Connor que la pandemia, de momento, le ha ahorrado el trago de la celebridad. ¡°A¨²n no s¨¦ lo que es ser famoso. No lo he asimilado¡±, afirma. Pero la fama est¨¢ ah¨ª, y los aplausos han acabado jugando a su favor en lo que verdaderamente importa. ¡°The Crown me ha permitido tener el tiempo necesario para asegurarme elegir los proyectos correctos. Y me ha puesto en la posici¨®n de elegir, que es un privilegio incre¨ªble¡±. De momento, cuenta, sus prioridades pasan por tomarse las cosas con calma y adaptarse a Nueva York, su nuevo hogar. Se mud¨® este verano, cuando su novia acept¨® un trabajo en la Gran Manzana. O¡¯Connor hizo cuentas y advirti¨® que, en 2022, sus planes pasaban por Estados Unidos. ¡°Estoy acostumbr¨¢ndome a la ciudad. La mayor¨ªa de mi tiempo libre lo empleo en pasear por ah¨ª y ver d¨®nde est¨¢ todo. Voy al cine siempre que puedo. Visito exposiciones, especialmente de artesan¨ªa y cer¨¢mica¡±.
Esto ¨²ltimo fue clave en su relaci¨®n con el director creativo de Loewe, Jonathan Anderson, que fich¨® a O¡¯Connor cuando vio Tierra de Dios. El personaje del ganadero y el f¨ªsico del actor deb¨ªan resultar perfectos para su visi¨®n de las campa?as de Eye/LOEWE/Nature, la l¨ªnea de ropa t¨¦cnica y de aventura de la firma de lujo, colecci¨®n que lleva en las fotos de este reportaje. ¡°Supongo que nos hemos hecho tan amigos porque a los dos nos encanta la cer¨¢mica¡±, afirma el int¨¦rprete. ¡°Jonathan es como mi gu¨ªa art¨ªstico. Me lleva a exposiciones alucinantes que nunca descubrir¨ªa solo. Yo le recomiendo pel¨ªculas. ?l me asesora sobre cer¨¢micas. Mi abuela era ceramista y siempre he estado familiarizado con la obra de Hans Coper, Lucie Rie o Ian Godfrey, pero la idea de poseer, coleccionar o custodiar sus obras me resultaba ajena. Un d¨ªa estaba en casa de Jonathan, que tiene una de las colecciones m¨¢s impresionantes que conozco, y me regal¨® mi primera cer¨¢mica de Godfrey. As¨ª empec¨¦ a coleccionar, poco a poco, porque ¨¦l me hizo entender que esto no consiste en poseer una pieza, sino en cuidarla y conservarla para las generaciones futuras. Porque las cer¨¢micas son hist¨®ricas y manuales, y en un momento en que somos incapaces de tocar y estamos perdiendo el contacto con la naturaleza, creo que vuelven a ser relevantes¡±.
O¡¯Connor no solo tiene una sensibilidad est¨¦tica que busca horizontes m¨¢s audaces que un esmoquin perfecto. Tiene madera de estrella, aunque ¨¦l insista en que se trata solo de madera de actor. En todo caso, a pesar de haber cruzado el Atl¨¢ntico, Hollywood sigue sin estar en sus planes inmediatos. ¡°En principio no me interesa, aunque anoche vi Godzilla vs. Kong, y lo pas¨¦ de maravilla¡±, responde. ¡°Como espectador disfruto mucho de estas grandes producciones de estudio, pero nunca he hecho una, as¨ª que no s¨¦ c¨®mo es trabajar en ellas. En todo caso, siempre estoy abierto a nuevas experiencias. Qui¨¦n sabe qu¨¦ vendr¨¢. De momento, quiero volver a hacer pel¨ªculas independientes. O teatro, volver a mis ra¨ªces. No tengo ni idea de lo que suceder¨¢ a largo plazo, pero no s¨¦ si podr¨ªa acostumbrarme a vivir en Hollywood¡±, reflexiona. ¡°Soy muy p¨¢lido, me quemo en seguida. Ser¨ªa un desastre¡±.
Realizaci¨®n: Harry Lambert. Maquillaje y peluquer¨ªa: Kumi Craig. Asistente de fotograf¨ªa: Michelle Peralta. Asistente de estilismo: Ellen Purtill. Producci¨®n local: Mary-Clancey Pace.
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