Shelley Duvall, desaparici¨®n y regreso de un icono al que el cine puso al l¨ªmite
La actriz, reconocida por su papel en ¡®El resplandor¡¯ y visionaria productora de una serie infantil en los ochenta, vuelve con una nueva pel¨ªcula tras dos d¨¦cadas alejada de la vida p¨²blica
Si no hubiera pasado de forma alarmante por el programa del controvertido m¨¦dico televisivo estadounidense doctor Phil en 2016, Shelley Duvall (Texas, 73 a?os) podr¨ªa haber anunciado que regresaba al cine como cualquier otra actriz talentosa a Hollywood tras un par¨®n. Igual que Cameron Diaz, retirada unos a?os para centrarse en su familia, o Debra Winger, harta de un sistema que condena a las mujeres a una fecha de caducidad temprana. Pero el caso de Duvall es distinto. Aquella ¨²ltima vez que la vimos en pantalla luc¨ªa un aspecto desmejorado y lanzaba ideas inconexas como que Robin Williams segu¨ªa vivo y ten¨ªa la capacidad de cambiar formas y el sheriff de Nottingham, el mismo de Robin Hood, la persegu¨ªa para acabar con su vida.
Aquel bochornoso espect¨¢culo recibi¨® el rechazo de compa?eros y amigos de Duvall. ¡°Deber¨ªa haber leyes para proteger a las personas con enfermedades mentales de los depredadores de programas de televisi¨®n como el doctor Phil, que explota a Shelley Duvall para su propio beneficio¡±, escribi¨® Mia Farrow en sus redes sociales. Tras la emisi¨®n del programa, Vivian Kubrick (hija de Stanley Kubrick), que tambi¨¦n conden¨® la entrevista, inici¨® una campa?a para recoger fondos para ayudar a la actriz. ¡°Creo que cada vez son m¨¢s los que se dan cuenta de lo brutal que es el sistema de Hollywood y de c¨®mo la gente de la industria no est¨¢ realmente atendida a pesar de que los estudios se han beneficiado enormemente de su talento¡±, declar¨®.
El talento de Duvall hab¨ªa hecho ganar, efectivamente, bastante dinero a los estudios. Fue la Wendy Torrance de El resplandor (1980), probablemente su papel m¨¢s reconocido entre nuevas generaciones, pero tambi¨¦n la musa de Robert Altman y la brillante productora de varias exitosas adaptaciones de cuentos infantiles que la convirtieron en una estrella televisiva.

Su vuelta al cine llega gracias a la insistencia del director Scott Goldberg, que en The Forest Hills, la re¨²ne con Dee Wallace, madre en E. T. El extraterrestre (1982) y reina del grito en pel¨ªculas de culto como ?Aullidos!, Cujo y Critters en los a?os ochenta y otro actor de carrera err¨¢tica, el otrora ni?o prodigio Edward Furlong, protagonista de Terminator 2 y American History X.
Duvall ha vivido alejada de los focos desde que, en 2003, protagoniz¨® Manna from Heaven, al lado de otro icono del cine de terror (la recientemente fallecida Louise Fletcher, enfermera Ratched de Alguien vol¨® sobre el nido del cuco). Vive en un rancho de su Estado natal, Texas, con su pareja desde 1989, el m¨²sico Dan Gilroy, exnovio de Madonna. Tras una carrera de m¨¢s de tres d¨¦cadas en Hollywood, Duvall hab¨ªa vuelto a casa, como si su estancia en Hollywood hubiese sido el par¨¦ntesis.
La musa de Robert Altman
Duvall hab¨ªa fantaseado durante su adolescencia con ser cient¨ªfica. Tambi¨¦n hab¨ªa hecho sus pinitos como modelo. Lo de actuar fue, como tantas cosas en la industria del entretenimiento, una casualidad. ¡°No me gustar¨ªa tener que foll¨¢rmela. Y si no me gusta para un polvo, no deber¨ªa trabajar en la pel¨ªcula¡±. Fueron las declaraciones del productor Don Simpson tras verla en unas secuencias que Robert Altman hab¨ªa seleccionado para explicar por qu¨¦ consideraba que Duvall era perfecta para interpretar a Olivia en la versi¨®n cinematogr¨¢fica de Popeye. El propio director se lo cont¨® a Peter Biskind en el libro Moteros tranquilos y toros salvajes. A pesar de las palabras de Simpson, que a?os despu¨¦s dir¨ªa algo similar sobre Debra Winger para desacreditarla como protagonista de Oficial y caballero (1982), Altman se sali¨® con la suya.

Lo curioso es que la primera vez que a Shelley le hab¨ªan ofrecido un papel hab¨ªa sido para protagonizar una pel¨ªcula porno. La segunda vez que se lo sugirieron se encontraba ayudando a su primer marido, el artista Bernard Sampson, a vender sus obras en Texas. Robert Altman rodaba all¨ª El volar es para los p¨¢jaros (1970) y su equipo se qued¨® prendado con el f¨ªsico de la futura actriz. Aquella pel¨ªcula signific¨® el inicio de una uni¨®n que se prolongar¨ªa durante seis pel¨ªculas m¨¢s: Los vividores (1971), Ladrones como nosotros (1974), Nashville (1975), Buffalo Bill y los indios (1976), Tres mujeres (1977), por la que consigui¨® el premio de interpretaci¨®n en Cannes, y Popeye (1980).
Duvall ten¨ªa el f¨ªsico que demandaba la ¨¦poca: alta, delgada, ligeramente desgarbada y con unos ojos inmensos coronados siempre por unas gigantescas pesta?as. Representaba a un tipo de mujer moderna que empezaba a copar las revistas de tendencias y eso la convirti¨® en la opci¨®n perfecta para papeles como el de la transplandeciente periodista de Rolling Stone en Annie Hall (1977). En la pel¨ªcula de Allen coincidi¨® con el m¨²sico Paul Simon, que se convirti¨® en su pareja durante dos a?os hasta que la abandon¨® por su amiga Carrie Fisher. Simon la dej¨® en un aeropuerto el mismo d¨ªa en que pon¨ªa rumbo a Londres para iniciar el rodaje de El resplandor con Stanley Kubrick. Aunque se pas¨® las 12 horas del vuelo llorando, no ser¨ªa nada comparado con lo que le esperaba en Inglaterra.
El infierno con un genio
Duvall no tard¨® en darse cuenta de que la forma de trabajar de Robert Altman y Stanley Kubrick eran muy distintas. No hab¨ªa rastro en el plat¨® de El resplandor del ambiente familiar y desenfadado de los rodajes del director de MASH. De hecho, Kubrick la aisl¨® del resto del equipo y la estrella de la pel¨ªcula, Jack Nicholson, la recibi¨® con cierta frialda (¨¦l opinaba que el papel deber¨ªa ser para la mucho m¨¢s carnal Jessica Lange).


¡°Tuve que llorar 12 horas al d¨ªa, todo el d¨ªa, durante nueve meses seguidos, cinco o seis d¨ªas a la semana. Despu¨¦s de ese tiempo, tu cuerpo se rebela, te dice: deja de hacerme esto. No quiero llorar todos los d¨ªas¡±, declar¨® a The Hollywood Reporter. ¡°Fue agotador: seis d¨ªas a la semana, de 12 a 16 horas, media hora libre para el almuerzo, durante un a?o y un mes. El papel exig¨ªa que llorara, al menos, durante nueve de esos meses. Jack Nicholson ten¨ªa que estar enfadado todo el tiempo y yo ten¨ªa que estar hist¨¦rica¡±.
El cuestionable trato que le dispens¨® Kubrick contiene hitos del desprop¨®sito como las 127 tomas empleadas en rodar la secuencia en la que amenaza a Nicholson con un bate de b¨¦isbol y en la que las l¨¢grimas, por su estado de nerviosismo, eran reales. ¡°Pero mira lo que Stanley sac¨® de m¨ª¡±, concluy¨®. ¡°?A la gente le encanta esa escena!¡±.
Pese a que hoy sea consierada un cl¨¢sico del terror, El resplandor no fue un ¨¦xito cuando se estren¨®. La recepci¨®n del p¨²blico fue tan fr¨ªa como la de la cr¨ªtica y toda la atenci¨®n se centr¨® en el director. ¡°Despu¨¦s de todo ese trabajo, casi nadie habl¨® de mi actuaci¨®n. Las cr¨ªticas eran sobre Kubrick, como si yo no estuviera all¨ª. Los cr¨ªticos se quedan hipnotizados ante un director estrella como Kubrick y se olvidan de los actores.¡± El autor de la novela, Stephen King, que odi¨® la pel¨ªcula desde el primer momento, dijo que era el personaje m¨¢s mis¨®gino que hab¨ªa visto en su vida. ¡°Solo est¨¢ ah¨ª para gritar y ser est¨²pida¡±. Los entonces reci¨¦n fundados premios Razzie le otorgaron el galard¨®n a la peor interpretaci¨®n femenina del a?o.
Del terror a lo infantil
Mientras estaba en Londres recibi¨® la llamada de Altman para interpretar a Olivia en la versi¨®n de Popeye (1980), protagonizada por Robin Williams. La producci¨®n result¨® ca¨®tica debido a la inmensa cantidad de drogas y alcohol que circulaban por el plat¨® ¨Cdurante el rodaje en Malta la polic¨ªa intercept¨® las maletas del productor Robert Evans tan repletas de sustancias que s¨®lo la intervenci¨®n del secretario de estado Henry Kissinger impidi¨® un incidente internacional¨C y sin embargo, tras la experiencia con Kubrick, Duvall guarda de ella un recuerdo id¨ªlico.

Su siguiente idea fue, tal vez, la mejor de su carrera. Duvall detect¨® el potencial que ofrec¨ªan las incipientes televisiones por cable y se centr¨® en un nicho relativamente desatendido: la programaci¨®n infantil. La actriz decidi¨® reinterpretar los cl¨¢sicos de la literatura infantil y juvenil con un tipo de humor adulto que los hiciese accesibles para todo tipo de p¨²blico. Tir¨® de agenda y reuni¨® a una lista de actores entre los que estaban Robin Williams, Jeff Bridges, Mick Jagger, Liza Minnelli o Vanessa Redgrave y directores como Francis Ford Coppola y un entonces desconocido Tim Burton, con el que a?os despu¨¦s rodar¨ªa el corto Frankenweenie (1984). El resultado, llamado Faerie Tale Theater, se emiti¨® entre 1982 y 1987 y fue un ¨¦xito en todo el mundo (tambi¨¦n en Espa?a, donde se estren¨® a mediados de aquella d¨¦cada con el t¨ªtulo de Cuentos de hadas y arras¨® en el mercado del v¨ªdeo).
Un adi¨®s sin gloria
Centrada en la producci¨®n, sus papeles en cine fueron cada vez m¨¢s espor¨¢dicos: trabaj¨® en Los h¨¦roes del tiempo (1981), de Terry Gilliam, en Roxanne (1987), junto a Steve Martin y Retrato de una dama (1996), de Jane Campion. Poco despu¨¦s de esa pel¨ªcula abandon¨® Hollywood. Y en 2003, tras un ¨²ltimo papel en la pel¨ªcula independiente Manna from Heaven, nunca estrenada en Espa?a, simplemente desapareci¨®. Durante casi dos d¨¦cadas se volvi¨® (esto se supo recientemente, gracias a los detalles que ella misma cont¨® en una larga entrevista con The Hollywood Reporter) a su Texas natal, abrumada por problemas financieros (de los que no da detalles) y sin contacto ni con la industria ni con su familia (su padre muri¨® en los noventa, su madre durante la pandemia, con sus tres hermanos tiene poca relaci¨®n).
Ese silencio absoluto solo se vio roto por la desafortunada entrevista en 2016 en el programa estadounidense Dr. Phil. ¡°Descubr¨ª el tipo de persona que era y de la peor manera¡±, declar¨® a la publicaci¨®n cinematogr¨¢fica. ¡°A mi madre tampoco le gustaba. Mucha gente, como Dan [Gilroy], dijo: ¡®No deber¨ªas haber hecho eso¡±. Ni su pareja sab¨ªa que ten¨ªa previsto acudir al show.

La ¨²nica parte positiva de aquella intervenci¨®n televisiva fue que el mundo supo que segu¨ªa viva. Lee Unkrich, director de Toy Story 3 (2010) y Coco (2017) y fan¨¢tico de El resplandor que en aquel momento ultimaba un libro sobre la pel¨ªcula, llevaba a?os busc¨¢ndola y contact¨® con ella. Tras su jornada juntos, descubrio que ¡°Duvall pod¨ªa sufrir ataques de ansiedad o serpentear hacia descripciones inquietantes de programas de vigilancia de alien¨ªgenas, pero tambi¨¦n pod¨ªa conversar durante largos y coherentes parlamentos y evocar los m¨¢s peque?os detalles sobre su vida y su carrera, de la que sigue muy orgullosa.¡±
El retorno a la pantalla no es la ¨²nica buena noticia que 2022 ha deparado a Duvall. En marzo de este a?o los razzies reconocieron el grave error cometido al premiar su interpretaci¨®n en El resplandor, especialmente a la luz de las informaciones sobre los abusos sufridos en el plat¨®. No es una an¨¦cdota, ni siquiera un caso aislado. El caso de Duvall tiene muchas coincidencias con el de Kim Basinger en Nueve semanas y media (1986) o Maria Schneider en El ¨²ltimo tango en Par¨ªs (1972), otros casos en los que los directores cruzaron peligrosamente la l¨ªnea para obtener su interpretaci¨®n so?ada y que tambi¨¦n afectaron gravemente a la salud de las int¨¦rpretes. No todas fueren capaces de superarlo. En ese sentido, y aunque parezca dif¨ªcil de creer, la historia de Shelley Duvall es un cuento con final feliz para los par¨¢metros de Hollywood.
Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram,o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
